martes, 28 de julio de 2015

Want U Back

Capítulo 2
El Principio del Fin


            ChangBum se agachó lentamente y se colocó junto al hombre, sentado en el suelo. La mano del profesor seguía apretando fuertemente su muñeca, como si temiera que si la soltaba, el otro se escaparía. El chico tenía miedo, no sabía qué hacer en aquella situación, nunca había tenido que consolar a una persona que llorara y, además, la relación que tenía con aquel profesor no era precisamente cordial.


            —¿Profesor? —volvió a llamar.
            —Sólo quédate hasta que me calme —susurró.
            —Está bien.

            Los minutos comenzaron a pasar rápidamente. ChanYong seguía respirando fuertemente, intentando retener sus lágrimas y los temblores de su cuerpo. El chico comenzó a hacer conjeturas sobre cuál era la causa de aquel estado en aquel siempre correcto profesor, pero cada idea que surcaba su cabeza era cada vez más disparatada que la anterior y ninguna de ellas podía ser.

            Sin saber qué más poder hacer, ChangBum pasó su brazo por alrededor de los hombros del profesor y comenzó a tratar de consolarlo, acariciando arriba y abajo el brazo derecho del hombre. Lentamente, este se fue tranquilizando, hasta que finalmente terminó por calmarse.

            —¿Mejor? —preguntó el chico.
            —Sí. Gracias. Puedes irte.
            —¿No necesita nada más?
            —No. Puedes irte.
            —¿Puedo preguntar por qué…?
            —No es asunto tuyo.
            —Está bien. Pero creo que sería mejor que se fuera a casa.
            —Sí, eso haré.
            —No debería conducir así.
            —No me des órdenes.
            —No es una orden, solo estoy sugiriendo algo que será bueno para usted.
            —Muy bien. Iré andando.
            Ambos se levantaron del suelo. El hombre recogió sus cosas del escritorio y se secó las lágrimas con las mangas de la camisa. Tenía los ojos rojos e hinchados, así que iba a ser muy difícil para él ocultarlo. Por ese motivo, ChangBum abrió su mochila y sacó de ella unas gafas de sol. Se las tendió y el profesor lo miró, alzando una ceja.
            —No vas a poder ocultar esos ojos si no es con esto.
            —Bien.
            Se colocó las gafas de sol y luego, ambos salieron de la habitación. Recorrieron lentamente los pasillos del instituto, atrayendo diversas miradas. Que el profesor más serio, pero a la vez más guapo de todos los institutos en 50 kilómetros a la redonda, llevara unas gafas de sol que lo favorecían enormemente era algo bastante extraño, más cuando estaba acompañado por el alumno más popular y con el que se llevaba a matar.
            Salieron del lugar y ambos giraron hacia la derecha, caminando juntos, pero a algo de distancia. Otro giro en la misma dirección y el hombre paró en seco, extrañado.
            —¿Estás acompañándome?
            —No. Casualmente vivo por aquí.
            —Según tu ficha vives en la otra dirección.
            —Tengo cosas que hacer aquí. Ya sabe, ver a una novia y luego quedar con mis amigos…
            —Woo ChangBum…
            —Está bien. Lo estoy acompañando. Pero si no quiere y le pasa algo en mitad de la calle que le haga perder toda su reputación luego no me venga llorando —gritó antes de irse.

            Durante unos momentos, el hombre se quedó estático en el mismo lugar, viendo cómo la espalda de su alumno se alejaba de él hasta desaparecer en una de las esquinas que anteriormente habían pasado. Solo pudo reaccionar cuando se dio cuenta de que todavía llevaba las gafas de sol del chico y no se las había devuelto.


            ChangBum caminó rápidamente, alejándose del hombre, pisando con fuerza el suelo, hasta que giró la esquina. En ese momento, se detuvo y se pegó a la pared para observar al profesor, que parecía un poco perdido. Lo vio sacudir la cabeza y luego echar a andar en la otra dirección.

            En ese momento, sus piernas se movieron solas y comenzó a andar tras él, dándose cuenta de lo que hacía segundos después.

            “¿Pero qué estoy haciendo?” se preguntó “¿qué me importa que llegue o no a su casa bien? ¿Por qué me preocupa?”

            Sin embargo, sus piernas siguieron moviéndose, ajenas a las órdenes que le mandaba su cerebro. ChangBum quería detenerse, dar media vuelta y caminar en dirección a su casa, pero lo que hacía era andar detrás de su profesor de Química, escondiéndose para no ser descubierto y vigilando que el hombre estuviera bien.

            Le había impactado bastante encontrarlo de aquel modo en su despacho y todavía estaba bastante sorprendido. Jamás hubiera imaginado presenciar algo así. El hombre fuerte y entero, siempre enfocado en su trabajo, con mal humor y pocas sonrisas se había convertido en alguien débil que lloraba encerrado en su despacho.

            Aquello podría haber sido motivo de burla, de chantaje, pero ChangBum sentía que aquello no estaría bien. El profesor Kim tenía que estar sufriendo cualquier tipo de mal y no podía hacerle aquello. No podía hundirlo más de lo que ya parecía que estaba.

            Lo vio girar en una esquina y luego entrar a un bloque de apartamentos deslucido. El chico siempre había pensado que sus profesores vivían en sitios de lujo, pero parecía que no era así. Ingresó al edificio después de que un vecino le abriera la puerta tras contestar un “soy yo” y se quedó estático al ver a su profesor de brazos cruzados frente a él.

            —¿No te habías ido? —preguntó el hombre esbozando una pequeña sonrisa.
            —Yo…
            —No pasa nada. De hecho creo que tenemos que hablar de esto —comentó—. ¿Subes?
            —¿A su casa?
            —Sí. No te voy a comer.
            —Oh… Está bien…

            Siguió al profesor, que ya había comenzado a subir por las desvencijadas escaleras, hasta la segunda planta, donde este se detuvo, caminando hacia una de las puertas y abriéndola con una llave. Se hizo a un lado y le indicó al chico que podía pasar al interior. Este entró, quitándose los zapatos en la entrada.

            —¿Quieres algo? ¿Té? —preguntó ChanYong. Negó con la cabeza tomando las pantuflas que le ofrecía el mayor—. ¿Agua?
            —No quiero nada.
            —Está bien. Si abres la puerta a tu izquierda entrarás a la sala, espera allí mientras voy a por un vaso de agua para mí —dijo—. Como si estuvieras en tu propia casa.

            ChangBum asintió y luego se dirigió hacia donde le habían indicado. Abrió la puerta corredera y entró a una pequeña sala en la que solo había un sofá, una mesa baja y una televisión de tubo. El chico se extrañó, ya que esas televisiones eran una reliquia del pasado.

            Parecía que su profesor tenía problemas económicos. Sacudió su cabeza, desechando aquellos pensamientos y se sentó en el viejo sofá.

            No pasó ni un minuto cuando el profesor Kim regresó con una bandeja con dos vasos de agua. La dejó sobre la mesa y de debajo de esta sacón un cojín para sentarse en el suelo, frente a ChangBum. El chico hizo el ademán de levantarse pero el hombre lo detuvo.

            —No te levantes, tú eres mi invitado —dijo. Este asintió lentamente antes de volver a acomodarse en el sofá—. Creo que te estarás preguntando por qué tu serio profesor de Química estaba de esa forma tan deplorable en su despacho, ¿me equivoco?
            —No niego que no tengo curiosidad sobre ello —comentó—. Pero si es algo personal o difícil no quiero forzarlo a que me dé ninguna explicación.
            —La verdad es que creo que me vendría bien exteriorizarlo —murmuró el hombre—. Llevo demasiado tiempo guardándolo dentro —ChangBum asintió—. Si no te importa escuchar, me gustaría contártelo, aunque antes me tienes que prometer que nada de lo que diga saldrá de aquí.
            —Seré una tumba —contestó el chico.
            —Bien… Entonces comenzaré.



            El primer día de ChanYong había sido todo lo horrible que podía. Todo le había salido mal, incluso la cosa más mínima y el chico llegó a casa completamente derrotado, sin ganas de levantarse de nuevo a la mañana siguiente para regresar a aquel lugar en que lo había pasado fatal. Sin embargo, el joven no pensaba rendirse. Había sacrificado mucho para poder estar allí y no lo iba a echar todo por la borda solo porque había pasado un mal primer día.

            Por ese motivo, a la mañana siguiente se levantó con la convicción de que todo le saldría perfectamente aquel día y que no tendría que preocuparse por absolutamente nada.

            ChanYong caminaba por el pasillo creado por los árboles de cerezos en flor que llevaba a la universidad, mirando maravillado el colorido espectáculo que estos le brindaban, observando cómo sus pequeños pétalos rosados se iban desprendiendo de las flores con las ráfagas de viendo que de vez en cuando soplaban. El chico estaba perdido en sus propios pensamientos, así que no se dio cuenta de que caminaba directamente hacia un muchacho que, de espaldas a él y subido sobre una bici, tampoco sabía que iba a ser arrollado en unos pocos segundos.

            Cuando ChanYong  impactó contra otro cuerpo y ambos cayeron al suelo, todo fue un lío de piernas, brazos y partes de una bicicleta durante unos momentos, pero cuando aquel lazo se pudo desenredar, el chico vio que acababa de atropellar a una persona que parecía encarnar la más pura perfección.

            Unos grandes ojos oscuros lo miraron desde arriba, un rostro de piel pálida y unos labios rosas entreabiertos le dieron la bienvenida a un nuevo mundo lleno de brillo, de color y lleno de grandes posibilidades. ChanYong siempre se había sentido por los hombres, pero nunca se había enamorado perdidamente de nadie, nunca había sentido cómo si su corazón quisiera salírsele de su pecho, rompiendo incluso sus costillas para abrirse paso a través de su piel.

            —Lo siento —murmuró, en voz baja, tímida y grave—. No miraba por dónde caminaba.
            —No te preocupes —respondió una voz dulce y cálida—. Yo tampoco estaba atento a nada —el chico esbozó una sonrisa y luego se levantó del suelo, tendiéndole una mano para ayudarlo a levantarse—. Mi nombre es MinWoo, por cierto —le dijo.
            —ChanYong.
            —Encantado de conocerte, ChanYong —sonrió—, aunque haya sido de esta manera tan desastrosa.
            —Lo mismo digo.

            El primer día en la universidad para ChanYong había sido simplemente horroroso, pero el segundo día había comenzado de una forma tan perfecta que al chico le dio igual tener unos pocos de moretones en su cuerpo porque había encontrado a la persona con la que le gustaría pasar el resto de su vida.



            —Profesor Kim… Me está contando algo muy personal… —comentó ChangBum cuando el hombre hizo una pausa para beber agua.
            —Lo sé. Pero he sentido que podía confiarte esto a ti —respondió. Bebió un gran buche de agua y tras tragar inspiró hondo—. Haz que no me arrepienta de contarte esto —murmuró antes de continuar.


            El primer año de universidad se pasó entre unas cosas y otras, corriendo de un lado a otro para poder entregar los trabajos a tiempo y haciendo mil cosas a la vez, sin tener tiempo apenas para él mismo, pero ChanYong siempre sacaba algo de tiempo para poder estar junto a MinWoo. Daba igual que tuviera miles cosas que entregar, daba igual que se muriera de sueño, daba igual todo cuando se trataba de él.

            El segundo y el tercer año también pasaron de aquella forma y ChanYong comenzó a percibir que su vida no tenía sentido sin MinWoo.

            Fue a principios del cuarto año cuando el otro por fin dio muestras de interés en él y ChanYong se agarró a un clavo ardiendo, hizo todo lo posible para que MinWoo se enamorara de él y, tras muchos meses en los que lo intentó todo por llamar su atención de esa forma, el chico por fin se dio por aludido.

            Aquella noche habían salido de fiesta, ambos estaban bailando en la pista, el calor era completamente insoportable, pero ChanYong necesitaba sentir el cuerpo del otro mucho más cerca. Jamás supo si fue por las luces que se reflejaron en los ojos de MinWoo o realmente lo que vio fue el color real de estos, pero sus iris se pudieron ver de color rojo un segundo antes de cruzar la distancia que los separaba para que sus bocas se encontraran.


            —En ese momento pensé que todo iría bien —murmuró ChanYong—. Fui un iluso.


            Después de terminar la facultad, ambos se fueron a vivir juntos porque, de todas formas, ya estaban saliendo y ChanYong creyó que aquel tiempo fue el más feliz de su corta vida; sin embargo, todo comenzó a tornarse extraño conforme el tiempo pasaba y sentía que su cuerpo no estaba en óptimas condiciones algunas veces que pasaba demasiado tiempo con MinWoo.

            Al principio, el chico lo había achacado a que se había enamorado perdidamente del otro, pero más tarde se dio cuenta de que había algo, una especie de magnetismo que lo atraía, que lo hacía volverse loco por él sin que pudiera contenerse. ChanYong se sentía enfermo cuando no podía encontrarse con MinWoo y todos sus males desaparecían estando junto a él.

            Solo fue después de mucho tiempo, cuando se dio cuenta de que algo iba realmente mal, que estar con el otro lo consumía por dentro, pero que aun así lo necesitaba como al aire para respirar. En ese momento, él se fue, dejándolo solo, arrastrándose por el piso del apartamento que ambos compartían, deseando la muerte antes que estar alejado de MinWoo.


            —Esa es mi historia —terminó—. Eso es lo que no me deja dormir por las noches, esas son las pesadillas que me acosan incluso durante el día.
            —Si hay algo que pueda hacer por usted… —se encontró diciendo ChangBum sin siquiera pensarlo.
           —Ya has hecho bastante escuchando esto, aunque no tenías por qué hacerlo —dijo el hombre—. Muchas gracias por traerme hasta casa y por escucharme.

            ChangBum interpretó aquellas palabras como que su profesor quería que lo dejara solo, así que el chico se despidió de él y luego salió de su casa, pensando en aquello que acababa de escuchar. La fantasía y las cosas sobrenaturales no eran algo en lo que creyera, pero el miedo en los ojos de su profesor había sido tan real que el chico no dudaba ni por un asomo en que aquella historia fuera terriblemente cierta.







2 comentarios:

  1. Ósperis cuánto tiempo hace ya de esta historia!!!!! Me fui a leer el primer capítulo para refrescarme la memoria, aunque ha resultado que lo recordaba bastante bien :3 (para esto me sirve la buena memoria y no para los exámenes, maldita interesada ¬¬).

    Oins ChangBum es un cielito >.< Y LOL eso de que le abra un completo desconocido sólo con decir "soy yo" xDDD La verdad es que lo he pensado mil veces, algún día me atreveré a probar si de verdad funciona (?)

    Madre mía como se nota que esto es un fanfic y que por eso la gente se sincera con cualquiera a las primeras de cambio (?????) No pero ChanYong podría haber probado a ir a un psicólogo al menos xDDD Antes de ponerse tan mal y terminar contándole probablemente su secreto más íntimo a un alumno con el que se lleva a rabiar (?) Claro que entonces nos chafarían el fic xD

    Y yo iba a decir algo más pero me he distraído y ya no me acuerdo... Ah sí! Que me encanta que a ChangBum se le ocurra lo de la fantasía y las cosas sobrenaturales xD Por que si no creyera en ellas como dice no se le habría ocurrido (?) (a mí de hecho ni se me había pasado por la cabeza).

    Esperando los siguiente~ Te agradecería que no tardaras tanto en subirlos como has tardado con éste (?) Puedo esperar, pero aun así... xD

    Bye bye =P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Demasiado tiempo... muchísimo tiempo... Eso es bueno!!! Que lo recordaras más o menos es muy bueno!!! (aunque vendría bien para los exámenes, sí señora)

      ChangBum sí, es completamente adorable ^^ Jajajajaja XD Funciona, te lo digo yo, una vez lo hice porque no me acordaba exactamente dónde estaba la casa de una amiga y llamé a otro y me abrieron XD

      Cómo se nota, ¿verdad? Podría haber ido a un psicólogo, pero no, él se lo cuenta todo a su alumno con el que se lleva a matar (en verdad lo único que quería era continuar lo que había empezado hace tanto tiempo y he seguido lo que planeé al principio, por lo que sé que no está del todo bien XD)

      Jajajajajajaja XD Las distracciones son malas para la memoria (?) Es... algo raro... pero bueno XD

      Tranquila, ya está todo escrito, solo falta subirlo y solo son dos caps más, así que no pasará mucho para que esté por aquí rondando XD

      Bye, bye <3

      Eliminar