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jueves, 1 de febrero de 2018

[Drabble] Ask Drabbles 5: Blind Date: Red Wine {JongKey}



Título: Blind Date: Red Wine
Autora: Riz Aino
Pareja: JongKey (JongHyun + Key) (SHINee)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 773 palabras
Resumen: Kim JongHyun está harto de ir a citas a ciegas… aunque quizás eso acaba de cambiar, tras entrar el restaurante y ver en la mesa reservada a Kim KiBum.
Notas: historia escrita para mi querida Choa, que ganó un jueguecillo por twitter (a través de Elena).
Comentario de autora: llevo como siglos sin escribir de SHINee… pero siglos, así que creo que ha salido algo más random de lo que pretendía. Espero que te guste.

Blind Date: Red Wine

JongHyun salió del coche después de haberlo aparcado en un lugar cercano al restaurante al que se debía de dirigir a continuación y no pudo evitar que un suspiro pesado escapara de sus labios. No tenía ninguna motivación para ir hasta aquel lugar, no quería hacerlo, de hecho, pero como heredero de la empresa familiar y de todo el conglomerado de subsidiarias de ésta, debía hacerlo. Era su deber y por ese motivo llevaba ya dos años haciendo aquel paripé, para que al menos todos los que lo rodeaban vieran que estaba tratando de encontrar una esposa y formar una familia para convertirse en el presidente respetable que todos querían que fuera una vez su padre le dejara el cargo. Por eso mismo, casi cada mes tenía que asistir al menos a una cita a ciegas con la hija de algún otro gran empresario… y estaba cansado.

sábado, 10 de agosto de 2013

Marry Me


Marry Me


   Estábamos celebrando el cumpleaños de JongHyun en el programa, con YooGeun correteando por todas partes y haciendo monerías en todo momento. De repente, me di cuenta de que sobre la mesa, había un pequeño paquete que Jjong había traído consigo. Como buena cotilla que soy, lo cogí y fui a abrirlo, pero en seguida, él me lo quitó de las manos y yo hice un puchero.

   Jjong comenzó a abrir el paquete mientras hablaba, intentando que la piruleta sabor a limón que se estaba comiendo, no se le cayera de la boca. Del paquete sacó una pulsera blanca de plástico que parecía un cable de teléfono. Había visto muchas pulseras así en las muñecas de las fans cuando venían a que les firmáramos los CDs, parecía que últimamente estaban de moda.

   -Te he preparado algo- dijo.
   -¿Qué?
   -Key.
   -Sí.
   -Nos conocemos desde hace tres años…- él se agachó y se colocó de rodillas, como si fuera a… me levanté rápidamente, mirándolo fijo y él hizo lo mismo al segundo siguiente, colocándome en la mano izquierda la pulsera- ¿quieres casarte conmigo?

   Nada más oírlo mi corazón comenzó a latir fuertemente. Intenté pensar rápido, hacer algo para que él dejara de mirarme con esa cara expectante, esperando me respuesta. Entonces vi a YooGeun y me tranquilicé.

   -Lo siento, tengo un hijo- contesté y me volví a sentar mientras todo el mundo reía y MinHo proponía que ya era hora de cortar el pastel.

   Después, seguimos con el programa. JinKi llegó y la fiesta comenzó a ser más divertida, con él haciendo el inútil. Era como nuestro pequeño mono de feria. Aunque lo pasamos bien, no pasó mucho tiempo hasta que llegó el momento más amargo de toda mi vida.

   Nos separábamos de YooGeun. Él se había convertido para todas en alguien muy querido, especialmente para mí, aunque para MinHo también.

   Me mantuve sereno y entero mientras las cámaras grababan, y cuando volvíamos en el coche a casa, también, pero no pude evitar que las lágrimas escaparan de mis ojos en cuanto atravesé el umbral de la puerta de la habitación que compartía con JongHyun y escuché a esta cerrarse tras él.

   -No llores, Yeobo…- susurró y me envolvió en un cálido abrazo por la espalda- no llores… o lloraré yo también…- me apretó más fuerte contra él y enterró su rostro en mi nuca, empezando a repartir besos por aquel lugar, para intentar tranquilizarme.
   -Jjong…- murmuré.
   -Dime.
   -Te quiero…- lo noté sonreír contra mi cuello y luego, poco a poco me giró para que quedáramos cara a cara. Fue entonces cuando comenzó a besar mis mejillas para atrapar mis lágrimas.
   -Yo también te quiero, Yeobo…- contestó y me besó. Cuando nos separamos, colocó mi mano izquierda entre nosotros, señalando la pulsera que me había colocado unas horas antes- esto simboliza nuestro amor… no la pierdas- enceré una ceja y él sonrió, besando mi mano- sí, sé que es de un todo a cien, pero es que no tengo pasta, compréndelo Bummie- subí mi ceja aún más si cabe y sonreí. Ya había dejado de llorar y seguro que él estaba haciendo todo esto para hacerme sentir mejor- la intención es lo que cuenta, ¿no?
   -Yo preferiría un anillo de diamantes…
   -Cuando nos casemos, te compraré un anillo de diamantes- le iba a protestar, porque con aquellas cosas no se jugaba, pero él siguió hablando, de manera muy seria- ya no te puedes negar, no tienes ningún hijo y mi propuesta fue muy en serio… quiero que algún día tú y yo nos casemos, Kim KiBum… aunque tengamos que ir al fin del mundo para hacerlo…
   -Y yo quiero casarme contigo, Kim JongHyun, aunque tengamos que ir al fin del mundo…- susurré antes de ser atrapado entre sus brazos y entre sus labios por todo lo que quedó de noche.



martes, 23 de abril de 2013

Crazy Night


Crazy Night


   Después de ganar el premio al que optábamos esa noche, nos fuimos de fiesta junto con los demás ganadores a la discoteca más exclusiva de la ciudad. Muy pocas veces teníamos la oportunidad de hacer eso, por lo que bebimos, bailamos e hicimos todo lo que se nos vino a la cabeza sin que nadie nos dijera nada.

   Los cinco acabamos la noche borrachos. ¿Cómo llegamos a casa? Yo por lo menos no lo recuerdo, el primer recuerdo que tuve desde que entré a la discoteca, fue de la mañana siguiente.

   Me dolía la cabeza horrores no volvería a ver más en toda mi vida. Ja, ni yo mismo me lo creía. Iba a seguir bebiendo como un cosaco cada vez que pudiera salir (N.A.: Beber como un cosaco, expresión que significa beber mucho). Sentí un pinchazo en mi cerebro de nuevo y grité de dolor.

   Aun con los ojos cerrados intenté levantarme de la cama para tomarme una pastilla y el mejunje de JinKi para volver a estar como nuevo. Pero hubo dos cosas que me impidieron hacerlo. La primera, un mareo enorme que me dejó en el sitio, y la segunda, unos finos brazos, de piel suave y blanca que rodeaban mi torso.

   Abrí mis ojos rápidamente asustado por lo que hubiera podido hacer esa noche. Borracho como estaba podría haberme tirado a cualquier tía y eso no sería nada bueno, ni nada conveniente. Me relejé un poco cuando vi que a quien tenía abrazado a mí, era a KiBum, pero me volví a tensar cuando vi marcas en su cuellos, sus labios destrozados y su cuerpo denudo, al igual que el mío.

   Su cuerpo perlado de sudor, subiendo y bajando sobre el mío, gimiendo, gritando, suspirando mi nombre.

   Casi grito al tener ese recuerdo tan vívido de anoche y me volví a marear, pero no por el alcohol, sino por lo que había hecho. Me había acostado con KiBum. Me levanté de la cama intentando no despertarlo y fui al baño que había en nuestro cuarto. En el espejo, vi cómo tenía un montón de marcas por todos lados. No podría ocultarlas, así que ni siquiera lo intentaría, ninguno de mis compañeros se extrañaría.

   Abrí el grifo del lavabo y me eché el agua helada por el rostro para refrescarme y aclararme un poco los pensamientos. Salí del baño y vi a KiBum tendido en la cama, dormía tranquilamente. Suspiré y comencé a buscar mis bóxers por el suelo y cuando los encontré me los puse rápidamente. Volví a girarme hacia él. Estaba medio destapado, así que me acerqué y lo cubrí, no pudiendo retener el impulso de darle un pequeño beso en la frente, después, salí de allí, dirigiéndome a la cocina en busca del mejunje de JinKi.

   -Buenos días- me saludó mi único hyung alegremente cuando entré al lugar.
   -No me grites, por favor- llevé mis manos a mi cabeza, su voz me retumbaba en el cerebro.
   -¿Resaca?- asentí sentándome- ¿quieres mi mejunje?- volví a asentir- así no se piden las cosas- me entraron ganas de asesinarlo, él seguía allí plantado, con su encantadora sonrisa, mientras yo me desmoronaba por dentro.
   -Por favor, hyung, necesito tu mejunje- acabé diciendo.
   -Así me gusta…

-oooOOOooo-

   Estaba muy bien, muy calentito, me agradaba sentirme así, pero de repente, sentí un movimiento a mi lado y el calor que me envolvía desapareció. Abrí mis ojos lentamente, justo cuando la puerta del baño se cerraba.

   Me estiré como un gato y de repente sentí una punzada muy fuerte en mi trasero que me hizo quedarme quieto. Sabía lo que eso significaba, me había acostado con un tío mientras estaba borracho, y ese tío no había tenido ningún cuidado al metérmela, ahora no podría hacer movimientos bruscos en un par de días. Pero lo peor de todo, era que  ese hombre estaba ahora en el baño.

   Justo en ese momento, el hombre salió del baño y antes de cerrar los ojos para hacerme el dormido, pude ver que era JongHyun. Me había acostado con mi mejor amigo, con mi compañero de grupo, de cuarto. ¿Cómo había podido pasar? Bueno, eso lo sabía, pero, ¿por qué?

   Sentía su pene en mi interior mientras yo botaba una u otra vez sobre su cuerpo. Sus manos recorrían mi espalda y las mías sus pectorales bien marcados.

   -Ahh… ahh… Jong… te amo… ahh… ahh…

   Casi abro mis ojos de la sorpresa y por la nitidez de ese recuerdo, pero en ese momento sentí como las sábanas me volvían a cubrir y un suave beso sobre mi frente.

   En cuanto escuché la puerta cerrarse, comencé con la tarea de levantarme. Me dolía horrores el trasero, pero debía aguantar. Cuando estuve sentado en mi cama, me puse de pie lentamente, agarrándome a todo lo que encontré y luego caminé hacia el baño, una distancia de dos metros que tardé en salvar cinco minutos.

   Me eché agua en la cara y cuando me incorporé, pude ver por todo mi cuerpo miles de marcas. Me entró una mala leche enorme y me metí en la ducha para intentar relajarme. ¿Cómo narices haría para disimularlas? Bueno, podría maquillarme y decirle a TaeMin que me acompañara a comprar algo de ropa, así, mataría tres pájaros de un tiro, sí, tres. Ocultaba las marcas, me alejaba de Jong, y de paso, ya que estaba, me quitaba la frustración.

   Cuando terminé de ducharme, me vestí para salir y me maquillé, después cogí todas las cosas que me hacían falta y salí hacia la sala, donde seguro que estaría mi pequeño jugando a lo que fuera con MinHo, y no me equivocaba, allí estaba.

   -Minnie, ¿vendrías conmigo a comprar ropa?- le puse cara de perrito y al final se levantó.
   -Vale, iré contigo, pero primero quiero pasar por la cocina- contestó.
   -Ok, bebé.

   Nos dirigimos a la cocina y lo vi. Vi allí a la causa de todos mis problemas, y en ese momento estuve seguro de que seguiría dándome problemas, pero de otra manera, una manera que me agradaba.

-oooOOOooo-

   Por fin tenía en mis manos el mejunje de JinKi. Estaba asqueroso, pero no me importaba, me despejaba. No sabía con qué narices lo hacía, pero bueno, no me importaba antes, y ahora tampoco me iba a comenzar a importar, tenía cosas más importantes que hacer y en las que pensar.

   De repente, por la puerta, apareció la causa de mis problemas, unos problemas que al verlo me parecieron insignificantes, porque en su rostro noté que lo sabía, porque sus labios mostraban una sonrisa, una sonrisa sincera, dirigida solo a mí, entonces supe que aquella noche loca lo cambiaría todo, pero para mejor…











domingo, 23 de septiembre de 2012

GET OUT MY KITCHEN


GET OUT MY KITCHEN


   ¿Cuándo me enamoré de él? Ni idea, este sentimiento no surgió de la noche a la mañana, sino del día a día y ahora estoy enamorado como un perro de él (N.A: nunca mejor dicho XD). Me desperté esa mañana y lo primero que hice fue mirar hacia la cama de al lado. Él no estaba. Miré el reloj. Las 6 a.m. ¿Dónde podría haberse metido? Él no tenía que despertarse temprano hoy, al igual que yo, sólo los otros tres miembros de nuestro grupo debían hacerlo para ir a la sesión de fotos que tenían. Me levanté pesadamente de la cama y agucé el oído por si estaba en el baño. No se escuchaba nada de ruido en aquel lugar, así que descarté ese sitio. Entré después de asegurarme que no estaba. Aunque amaba a mi compañero de habitación, nunca se me había ocurrido hacerle nada, quiero decir, sólo lo abrazaba o daba besos de vez en cuando, nunca había ido más allá de eso.

   Sumido en mis pensamientos como estaba, salí del baño y me dirigí a la búsqueda del desaparecido, no podría haber ido muy lejos, la casa no era muy grande. Busqué por todas las habitaciones del piso superior. No estaba, aunque tampoco es que tuviera mucha esperanza de encontrarlo por allí. Bajé las escaleras y me dirigí directamente hacia la cocina al notar el rico olor de algo dulce haciéndose allí.
   Estaba de espaldas a mí, mirando el horno fijamente, aún en pijama pero con un delantal puesto. Sabía lo que estaba haciendo. ¿Cómo no podía haberme acordado antes? Hoy era su cumpleaños y estaba haciendo su pastel. Llevaba tiempo planeando cuál iba a ser su regalo, y me había metalizado, incluso, para todas las reacciones posibles, pero al ser tan olvidadizo, no había recordado su cumpleaños.

   Me quedé en la puerta de la cocina, observándolo. Miraba con atención el horno y de vez en cuando se revolvía nervioso el cabello y consultaba el reloj de la cocina. No quería sobresaltarlo, por lo que esperé en silencio hasta que una alarma sonó y él apagó el horno dando saltitos feliz. Al girarse me descubrió echado sobre el marco de la puerta y pegó un grito.

   -¿Qué haces ahí?- preguntó- menudo susto que me has dado- dijo colocándose la mano ceca del corazón y girándose de nuevo. Me había quedado embobado, tenía su rostro lleno de harina, y eso me parecía excitante, pero tenía que controlarme- ¿vas a decir algo o te vas a quedar todo el día mirándome con cara de bobo?
   -Feliz Cumpleaños, KiBum- dije solamente. Él se volvió lentamente y me miró durante bastante tiempo a los ojos.
   -Creía que te habías olvidado- comentó.
   -¿Cómo me voy a olvidar del cumpleaños de mi diva caprichosa?- pregunté acercándome y le di un largo abrazo, seguido por un beso en la mejilla.
   -Oish, ya, aparta, lapa- me dijo intentando deshacerse de mí, cosa que no logró, así que pasó a lo siguiente- y… ¿dónde está mi regalo?
   -Yo soy tu regalo- contesté.
   -¡Ja!- rio fuerte- yo no quiero un perro- comentó- ahora, venga, dame ya lo que sea que me hayas comprado.
   -Es en serio.
   -Jong…- se mordió el labio inferior, nervioso. Lo abracé más fuerte y pegué mis labios a su oreja.
   -Te quiero, KiBum- susurré. Noté como temblaba de los pies a la cabeza- éste es mi regalo, mis sentimientos por ti- me separé un poco- puedes aceptarlos o no, pero es lo más preciado que tengo, y te los regalo.

   KiBum se quedó estático, mirándome fijamente. No decía nada, no hacía nada, sólo me miraba.

   -Ya veo…- susurré al darme cuenta de que mis sentimientos no eran correspondidos. Comencé a darme la vuelta lentamente, pero su voz me detuvo.
   -No, espera…- susurró- Jong… yo…- me giré y lo vi abriendo el horno- yo… también… te quiero.

   Mi corazón comenzó a dar saltos de alegría dentro de mi pecho y lo primero que hice fue salir corriendo a abrazarlo por la espalda. Él pegó un respingo y soltó el plato con el pastel recién hecho que cayó al suelo, rompiéndose. Pero no me importó, era la persona más feliz del mundo. Noté como KiBum temblaba, pero lo achaqué a que era por mi cercanía y no porque me iba a pegar una voz.

   -¡KIM JONGHYUN!- gritó alejándose de mí- ¡LLEVABA PREPARANDO ESE PASTEL DESDE LAS DOCE DE LA NOCHE!
   -Lo siento- susurré, pero no fue suficiente para aplacar su enfado.
   -¡GET OUT MY KITCHEN!
   -Yeobo, no entiendo inglés…
   -¡QUÉ TE VAYAS DE MI COCINA O HOY COMEREMOS PERRO PARA ALMORZAR!- gritó agarrando un cuchillo peligrosamente.
   -Te quiero- dije mientras salía de la cocina y lo escuché reír mientras decía: “Y yo a ti, babo.”







miércoles, 25 de julio de 2012

[One Shot] AYER, HOY, MAÑANA {JongKey}



POV Key.

Hace frío, mucho frío, me estoy congelando. Abro mis ojos y me encuentro en la más absoluta soledad. No hay nadie a mi lado, ni siquiera tú. Todo lo que veo está distorsionado por una luz blanquecina que me hace daño en los ojos, así que los cierro de nuevo y la oscuridad me envuelve. ¿Por qué estoy aquí? No lo sé. No lo sé, y eso me asusta. Quiero que estés a mi lado, por favor, JongHyun.

POV JongHyun.

-Vamos, Key, despierta, por favor- pido, pero sé que por mucho que yo esté allí nada se arreglará, si tan solo hubiera... Comienzo a llorar antes de darme cuenta- por favor...

Flash Back.

El sol me ciega. Debí haber cogido mis gafas, pero en este momento no importa, lo único que importaba era salir de aquel infierno en el que vivía. Corro por las calles, sin fijarme en nada, sólo dejo que mis pies me guíen, seguro que ellos me llevan a un lugar seguro. Llego a un parque que nunca antes he visto, está medio abandonado, pero no me importa, necesito descasar. Jadeo por la carrera. Busco un banco donde sentarme, pero como todos están oxidados y no quiero coger nada opto por sentarme en el suelo, apoyado contra uno de los árboles. Respiro hondo e intento calmarme. De repente, escucho algo al otro lado del árbol, un hipido. Alguien llora.
-¿Estás bien?- pregunto. No obtengo respuesta y me muevo un poco para poder ver a la otra persona.
-No... te... acer...ques...- escucho decir a la voz de un chico. ¿Por qué tenía que ser un chico? Yo esperaba más una damisela hermosa en apuros.
-Como quieras- digo. Tampoco es que me importara mucho le que le pasara a otra persona, yo ya tenía bastante con mis propios problemas. Pero sigo escuchándolo llorar. Lentamente comienzo a darle la vuelta al árbol y lo veo. Está sentado abrazando sus rodillas. Sus cabellos negros son lo único que puedo ver con claridad de él. Todavía no se da cuenta de mi presencia, así que me quedo a unos pasos para no asustarlo- esto...- comienzo, pero él se asusta y se aleja de mí. En el instante en el que levantó su cabeza pude ver su rostro amoratado. Alguien le había golpeado. Ahora sí que no me podía ir de allí. Ese pensamiento se incrusta en mi mente y no sale de ella. Me quedo plantado en el mismo lugar, mirando el pequeño cuerpo que se encuentra delante de mí y no lo resisto más. Me siento a su lado en el suelo y le paso el brazo por los hombros para acercarlo a mí- no me digas que me vaya- pido- si quieres llorar hazlo, esta ropa es para lavar.
Aunque al principio te resistes, luego me agarras la camiseta y comienzas a desahogarte. Tiempo después, paras de llorar.
-Lo siento- me dices.
-No pasa nada- contesto- ¿qué es lo que te ha pasado?- me atrevo a preguntar.
-Me he peleado con mis padres.
-¿Por?
-No es de tu incumbencia- sueltas y te levantas dispuesto a marcharte.
-Espera- digo agarrándote del brazo. Tú te vuelves.
-¿Qué?
-Dime tu nombre- pido.
-KiBum.
-JongHyun- te digo mi nombre y sonrío- ¿vendrás aquí mañana?- pregunto. Sólo me miras, no dices nada, y entonces te sueltas y te vas.

Fin Flash Back.

-Allí fue donde nos conocimos- digo aun entre lágrimas- Key, eras muy Diva incluso en aquel entonces- intento sonreír, por si me estás viendo en el lugar en el que estés- desde ese momento, íbamos a aquel parque todas las tardes. Nos hicimos amigos enseguida, aunque tú lo negaras- sonrío al recordarlo- estando contigo, todos los problemas que tenía en casa se esfumaban.

Flash Back.

Otra vez se hace insoportable estar en casa. Salgo de nuevo al encuentro de aquel parque en donde sé que KiBum me estará esperando. Lo veo apoyado contra nuestro árbol y mirando al cielo. Ha crecido desde la primera vez que nos vimos, ahora es algo más alto que yo, y no me gusta, yo soy un año mayor que él, debería ser más alto también. Olvido mis pensamientos homicidas cuando repara en mi presencia y me sonríe. Siento la ya bastante conocida opresión en mi pecho cuando estoy con él, es la alegría de verlo, por lo que me siento así.

-Hola, KiBum- le digo. Él sólo hace un gesto con la cabeza. Aunque le encanta hablar, siempre es muy tímido al principio- ¿qué tal el día hoy?
-Me han intentado molestar de nuevo en clase- dice tan tranquilo.
-Pero... ¿por qué no dices nada?- me angustia mucho que lo traten mal en la escuela y yo no pueda ayudarlo.
-Te lo he dicho a ti.
-Pero yo no te puedo ayudar en la escuela- le digo- tienes que decírselo a los profesores.
-Cómo si hicieran algo- agacha la cabeza.
-KiBum...- no me hace caso, empieza a actuar como un niño pequeño caprichoso. Me acerco a él y le cojo la barbilla, haciendo que me mire a los ojos- no puedo protegerte si tú no haces algo también.
-¿Y quién quiere tu protección?- me dices arrogante y te separas de mí con los ojos vidriosos. Te he vuelto a hacer llorar, y eso no me gusta. Todos los días peleamos, pero no en serio, hoy no es así.
-KiBum...
-¡Aléjate!- gritas. Estás muy cabreado, pero no me doy por vencido. Me acerco a ti por la espalda y te abrazo. Al principio te sobresaltas, pero luego te dejas mecer por mis brazos. Cuando te calmas te giro y hago que me mires a la cara.
-No te voy a pedir perdón porque no es mi culpa- digo, y haces un puchero encantador- pero si te voy a pedir perdón por hacerte llorar- me miras muy raro, como sin entender, yo tampoco me entiendo, pero da lo mismo- lo siento, KiBummie, y quiero que sepas que te protegeré- pasamos unos minutos en silencio, hasta que te dignas a hablar.
-No te entiendo Jjong- dices y sonrío- y tampoco me gusta que me llames KiBum.
-Entonces, ¿cómo quieres que te llame?- pregunto desconcertado.
-Busca algo- me dices, y te alejas de mí corriendo.
-¡Hey!- te grito para que regreses, pero no me haces caso y desapareces.

Fin Flash Back.

-Me pasé semanas decidiendo cuál sería tu nuevo nombre, ¿sabes?- digo al cuerpo inmóvil y rodeado por tubos que tengo tumbado ante mí- sé que nunca te dije cuál era su significado, pero te prometo una cosa, te lo diré en cuanto despiertes, te diré eso y muchas cosas más, Key.

POV Key

Aquí hace demasiado frío. Demasiado. Tú siempre haces que entre en calor cuando estás junto a mí. ¿Por qué no estás aquí? Quiero que estés aquí, te necesito, Kim JongHyun. ¿Por qué nunca estás aquí cuando te necesito? Nunca, nunca estás aquí. Nunca.

POV JongHyun.

Flash Back.

-Key- digo mientras te acomodas entre mis piernas. Te sientas ahí desde que comenzó el invierno y hace frío, porque siempre estás helado y yo soy un horno.
-¿Qué dices?- preguntas sin entender, girando un poco tu cara.
-Así te llamaré de ahora en adelante- te contesto- querías que te llamara de otra forma, ¿no?
-Sí, pero, ¿por qué así?
-Son cosas mías- no podía decírselo. Lo había descubierto mientras pensaba en su apodo. ¿Qué era KiBum para mí? Era más que un amigo, porque yo tenía muchos amigos en el instituto y no me sentía así con ninguno. Me di cuenta que en realidad me había enamorado de él, y por eso le puse ese nombre. Key, la llave que abrió mi corazón al amor.
-Venga, porfa, dímelo- formas un puchero en tus labios y me pongo muy nervioso. Desde que me dí cuenta de qué es lo que siento, mi corazón late muy rápido cada vez que estoy contigo. Me entran unas ganas enormes de besarte, pero no puedo, no quiero asustarte.
-Te lo diré algún día- logro decir sin que me tiemble la voz.
-Anda- pides de forma sensual retorciéndote en mis brazos y quedándote cara a mí. No me puedo resistir más, me acerco a ti y te beso. No dura mucho. Tú no me correspondes, y entonces siento como mi corazón se rompe en pedazos. Rompo el beso y abro los ojos. Me miras lloroso. No quería hacerte llorar.
-Key...- te levantas y echas a correr- Key- me levanto y voy detrás de ti, pero me detengo al dar unos cuantos de pasos. No está bien que haga esto. No puedo ir detrás de ti. Te he perdido porque soy un inútil- lo siento, Key- digo a la nada, porque y hace un rato que te has ido- lo siento.

Fin Flash Back.

-Dos días después comenzaron las vacaciones de Navidad- cuento- fui al parque todos los días, lloviera, nevara o hiciera sol. Tenía la esperanza de que algún día volverías, aunque fuera sólo para pedirme explicaciones, pero tú nunca volviste... no lo hiciste.

Flash Back.

Comienzo el nuevo curso en otro instituto. Mis padres se han separado y yo me he ido a vivir con mamá. Ahora el parque está más lejos que antes, pero sigo yendo todos los días. Debido a la separación de mis padres y a tu desaparición, suspendí todas las asignaturas y repito curso. Quiero olvidarlo todo, pero no puedo. Quiero olvidarte, pero no puedo, te has clavado bien hondo en mi corazón... Key. Entro a la clase y te veo, en la primera fila. Varios chicos están a tu alrededor. Te están molestando, lo sé, pero no puedo acercarme, me tiemblan las piernas. Llevo mucho tiempo sin verte y mi corazón da saltos dentro de mi pecho. De repente, uno de los chicos levanta la mano dispuesto a pegarte y salgo corriendo en tu busca. Le agarro la mano, lo alejo de un empujón y me pongo delante de ti.
-¿Quién eres tú?- me pregunta uno.
-No es de tu incumbencia- le digo.
-¿Eres amigo de la princesita?- me pregunta otro.
-¿O su amante?- dice el que había empujado.
-Ni se os ocurra tocarlo- les grito- para eso tenéis que pasar por encima de mí- se retiran porque son todos más delgados y tienen menos fuerza que yo y yo me giro hacia Key. Está llorando de nuevo, me agacho y me quedo a su altura. Le quito las manos de la cara y lo hago mirarme- Key- susurro.
-¿Jjong?- preguntas entre hipidos- ¿eres tú?- asiento- ¿qué haces aquí?
-Me he cambiado de instituto- contesto.
-Jjong...- dices y me abrazas. Llevo tanto tiempo sin estar a tu lado que te apretujo contra mí y te acaricio el pelo, ahora dorado.
-Te he extrañado mucho- susurro- Key- te alejas y te secas las lágrimas.
-Yo también te he extrañado- reconoces con una sonrisa.
-¿Por qué no volviste?- le pregunto.
-No sabía que decir.
-Eso no importa- digo, y te vuelvo a abrazar.

Fin Flash Back.

-Me alegré mucho de encontrarte de nuevo en el instituto- digo- ahora si podría protegerte, tal y como te prometí, y eso hice, o intenté. No podría haberme imaginado nunca lo que pasaría...

Flash Back.

Acabo el entrenamiento de baloncesto y te busco. No estás por ninguna parte y me asusto. Me prometiste que siempre me esperarías viendo el entrenamiento y después te llevaría a casa para que esos matones dejaran de intimidarte. Salgo corriendo como un loco y te buso por todo el instituto. No te encuentro. Te llamo al móvil y no contestas. Te dejo mil veces el mismo mensaje: “¿Dónde estás, Key?” Pregunto a todo el que me encuentro por ti. Nadie sabe dónde estás. No me pienso dar por vencido. Te he buscado por todas partes y no hay rastro de ti. Los únicos lugares que no he mirado han sido los baños de las chicas, pero ahí no puedes estar... ¿o sí? Entro en ellos, sin preocuparme, pues a estas horas ya no debe haber ninguna chica. Cuando ya casi creo que me he vuelto loco y que nunca te encontraré, te veo, tirado en el suelo, con la ropa de chica con la que estás vestido, destrozada, llorando.

-Key- te llamo y alzas la cabeza. Además de todo, también te han golpeado. Corro a tu lado y te abrazo- lo siento, lo siento mucho- digo- si yo hubiera estado a tu lado... yo... Key... te hubiera protegido... Key... lo siento...

No dices nada, solo te dejas abrazar. Tienes la mirada perdida y parece que no sabes qué estoy aquí. No me gusta lo que te han hecho. Pagarán por ello. Te dejo un momento y saco de mi bolsa de deporte mi ropa de baloncesto. Está sudada, pero es mejor que lo que llevas. Te quito la camisa y las veo, las veo y la rabia me consume. Te han dejado marcas sobre tu fina piel. Los mataré, es lo que me juro en aquel momento. Te pongo mi camiseta, te queda grande, pero importa. Luego te quito la falda y veo que también hay marcas en tus piernas. Quiero matarlos ahora mismo, pero tú eres mas importante. Termino de vestirte y te cargo en brazos. Salgo del lugar y los veo, están allí, riéndose de todo lo que te han hecho. Paso delante de ellos y les hecho una mirada de odio por la que se encogen. La venganza se sirve en plato frío.

No te llevo a tu casa, sino a la mía. No creo que tus padres puedan verte en este estado, y a mi ni siquiera me tragan, así que te llevo a la mía. Mi madre trabaja, por lo que no habrá preguntas incómodas. Cuando te dejo sobre mi cama todavía no has reaccionado. Eso me preocupa.

-Key- te llamo. Sigues sin contestar, aunque parece que me reconoces- Key- te abrazo y me abrazas. He conseguido una reacción. Pienso que será mejor que te de un baño y así pueda borrar todo a lo que te has tenido que enfrentar. Te cargo al baño, te desnudo y te meto en el agua calentita. Empiezas a reaccionar lentamente mientras voy pasando la esponja por tu cuerpo.
-Puppy- dices, últimamente te ha dado por llamarme así.
-Sí, soy yo.
-Tengo miedo.
-Estoy aquí- digo- nunca más te alejaré de mí, siempre estaré a tu lado.

Fin Flash Back.

-Siempre rompo mis promesas, ¿verdad?- pregunto- aunque te dije eso, no pude cumplir mi promesa...

POV Key.

El frío y el silencio me envuelven. Intento recordar porqué estoy en este lugar, pero lo único que encuentro en mi memoria es una luz cegadora. Nada más. Después de eso nada más. Y antes de eso, tu rostro, tu rostro asustado, y tus brazos extendidos hacia mí. Nada más.

POV JongHyun

Flash Back.

Después de sacarte de la bañera y de secarte con una toalla te llevo de nuevo a mi cama y voy a por el botiquín. Al regresar, te encuentro hablando por teléfono.

-¿De verdad?- dices- creía que lo había dicho, bueno, no importa- me miras- me quedo en casa de Jjong, sí, sí, su madre está- haces una pausa- oh, ha ido a... a... comprar algo para la cena- suspiras- claro, sí, adiós- cuelgas- no me gusta mentirle a mi madre- me dices.
-A mí tampoco- te contesto y me acerco con un algodón para curarte los cortes y raspones. Comienzo a curarte y no te quejas demasiado, es cuando termino que te pones a llorar de nuevo-Key-ssi...
-Jjong- susurras entre hipidos.
-Perdóname- digo- lo siento... tenía que haber estado allí...
-No te culpo- me dices- ellos... me emboscaron... antes... de que pudiera hacer nada... tú... no tienes la culpa... no tienes la culpa...

Te quedas dormido en mis brazos poco después, sigues con la toalla así que te la quito y te pongo un pijama mío. Te queda corto, pero ya he visto demasiadas veces tu cuerpo desnudo y no puedo más. Me voy al baño y me comienzo a desahogar. Es demasiado lo que te ha pasado hoy, y encima yo tengo más ganas que nunca de hacerte mío y borrar de tus recuerdos todo lo que esos hijos de puta te hicieron. Me corro susurrando tu nombre.

Fin Flash Back.

-No pude salvarte aquella vez- digo- ni tampoco pude salvarte esta... soy un fracaso, de verdad que soy un fracaso...

Flash Back.

Me giro al escuchar un ruido detrás mía y te veo. Intento taparme con lo primero que pillo y tú te ríes.

-Me has visto desnudo- dices- es justo que yo también te vea a ti.
-¿Qué?- pregunto.
-¿Recuerdas el día que nos conocimos?- preguntas de pronto.
-¿A qué viene eso?- digo.
-¿Te acuerdas?- repites, y asiento- ese día me había peleado con mis padres- asiento de nuevo- ese día les dije que era gay- abrí los ojos desmesuradamente, me lo esperaba todo menos eso, yo ya había aceptado que lo era porque estaba enamorado de Key, pero nunca llegué a pensar que él sintiera lo mismo hacia los hombres- me encanta hacer los bailes de los grupos de chicas- confiesas- y también me enamoré de Rain, aunque sé que es mayor para mí.
-¿De Rain?- digo sin creérmelo todavía. La verdad es que a mí no me gustaban otros tíos, sólo Key.
-Sí- dices- está muy bueno, pero a él no lo tengo al alcance de mi mano- haces una pausa y te me acercas- a ti sí.

¿Eso qué era? ¿Una declaración? ¿Key se quería acostar conmigo? Avanzas hacia mí y me comienzas a tocar. En unos instantes vuelvo a estar listo y sonríes. Me llevas a mi cama, me tiras encima y te quitas toda la ropa que te puse antes.

-Hazme olvidarlos.

Fin Flash Back.

-Esa fue nuestra primera vez- digo al recordarlo- intenté no hacerte daño, pero sé que sufriste. Ahora me pregunto si fue lo correcto, pero en ese momento, los dos lo queríamos...- agarro tu mano y la beso.

POV Key.

Siento algo cálido. Algo cálido que se extiende desde mi mano por mi brazo y mi corazón late fuertemente. ¿Estás a mi lado? ¿De verdad estás a mi lado? ¿Jjong?

POV JongHyun.

Flash Back.

Tomé mi venganza y esos hijos de puta fueron expulsados del colegio. Sabían que fui yo el que lo orquestó todo, pero no tenían ninguna prueba. Ya no tenía porqué preocuparme por lo que te pudiera pasar. Terminamos el instituto y entramos a la Universidad, además, nos fuimos a vivir juntos. Tú estudiabas diseño, mientras que yo me decanté por administración y gestión de empresas. Ya no estábamos siempre juntos, y por las tardes, yo me conseguí un trabajo de medio tiempo. Nuestra relación se acabó deteriorando sin que pudiéramos hacer nada.

-¡Te vi con ella!- me gritas con lágrimas en los ojos- ¡la abrazabas!- me tiras el conejo de peluche que te regalé para tu anterior cumpleaños- ¡me estás engañando!
-Key, por favor, escúchame- pido- te lo puedo explicar.
-¡No quiero que me digas cómo te la tiraste!- coges las llaves y te diriges a la puerta.
-Tienes que creerme- te pido de nuevo sujetándote por la espalda.
-¡SUÉLTAME!- te deshaces de mi abrazo y sales del apartamento.

Me quedo unos momentos plantado, sin saber qué hacer y luego cojo mi chaqueta y salgo detrás tuya. Te alcanzo cuando estás apunto de cruzar la calle con el semáforo en rojo.

-¡Key!- grito- te quiero, sólo a ti.

Te vuelves, e intentas venir hacia mí. Extiendo los brazos. Pero es demasiado tarde...

Fin Flash Back.

-Si te hubiera dicho desde el principio que te quería, si te hubiera retenido en el apartamento, si no hubiera abrazado a aquella chica a la que acababa de rechazar... si tan solo hubiera sido capaz de estar a tu lado en todo momento... esto no habría pasado- comienzo a llorar de nuevo- Key, te amo, te amo...

POV Key.

El calor del brazo empieza a extenderse por todo mi cuerpo y mi corazón comienza a latir muy rápido, como cuando tú estás a mi lado. El lugar vacío y frío se torna cálido. Estás junto a mí. Siento tu cálida mano apretar la mía y siento tus lágrimas cayendo sobre ella. ¿Lágrimas? Tú nunca lloras, ¿por qué lloras? Escucho tu voz. Me dices que me amas. Ya lo sé, yo también te amo. Abro los ojos.

POV JongHyun.

Noto cómo tu pulso relativamente bajo comienza a acelerarse. No sé qué pasa pero sigo diciéndote que te amo. Aprietas mi mano. Te estás moviendo. Te mueves.

-Key, te amo, te amo- Abres los ojos de golpe. Te ves desubicado- Key, ¿me conoces?
-Jjong...- dices con voz pastosa.
-Key- te abrazo con mucho cuidado de no hacerte daño.
-¿Dónde estoy?- preguntas.
-En el hospital- contesto separándome- te atropelló un coche.
-Oh, vaya...- me seco las lágrimas- ¿por qué lloras?
-Creí que nunca te iba a poder volver a ver despierto- contesto- fue por mi culpa que todo esto te pasara...- me puso un dedo en los labios.
-No es tu culpa, es mía por cruzar en rojo y por no creerte.
-Entonces, ¿me crees?
-Claro que sí, ¿cómo podría gustarte esa tipa si me tienes a mí?- dices sonriendo.
-Te quiero, no lo olvides.
-Yo también te quiero.


Espero que os haya gustado este One Shot de SHINee. Nos veremos próximamente.