Capítulo 3
El Comienzo
Volví a notar en mi cuerpo la misma
sensación que tuve la noche anterior cuando estaba viendo la película y me
tensé. La mirada de mi compañero de piso se posó sobre mí, como preguntándome
qué me pasaba. Sacudí la cabeza intentando quitarme la sensación.
-¿Te pasa algo?- me preguntó sin poderse
contener.
-No- contesté. Él siguió mirándome sin creerme,
suspiré- es sólo que… me parece haber olvidado algo y no sé lo que es- inventé
sobre la marcha.
-¿De verdad?- alzó una ceja.
-Sí, YiXing.
-Últimamente estás muy raro.
-No es tu problema- dije algo brusco, no
quería que se metiera en lo que yo hacía o no. Él no.
-¿Por qué eres tan brusco cuando digo o
pregunto algo sobre ti?- se levantó del otro sofá y se sentó junto a mí en el
que yo estaba- nos conocemos desde hace mucho, y yo apenas sé nada de ti,
Kevin.
-Sólo somos compañeros de piso, no tienes
que saber más de mí aparte de que soy ordenado y limpio cuando me toca-
contesté
-Kevin…- noté un escalofrío recorrerme la
espalda. Otra vez la sensación. La misma sensación que cuando encontré a Tao.
La misma sensación. Me levanté del sofá como si tuviera un resorte- Kevin- dijo
YiXing asustado por mi repentino gesto.
-Lo siento- dije- pero acabo de recordarlo.
-Genial, ¿qué era?- lo ignoré y salí del
salón hacia la habitación de mi otro compañero de piso- Kevin, no me ignores-
me siguió por el pasillo- Kevin…
-Pareces una esposa celosa- comenté.
-¿Qué?
-Lo que oyes, y deja de seguirme.
-Oish…- se quejó y se fue murmurando.
-Por fin.
Me giré y sin llamar siquiera entré en la
habitación. Me encontré con Tao tumbado en su cama, escuchando música. Él no se
dio cuenta de mi presencia hasta que me senté en la cama junto a él y le hundí
un poco el colchón, entonces se sobresaltó, y al verme, se tranquilizó.
-Casi me matas del susto- se quitó los
auriculares con una mano, y la otra la llevó a su corazón.
-Lo he notado de nuevo- dije.
-¿El qué?- preguntó él sin comprender.
-He notado justo lo sentí cuando te conocí-
respondí- alguien… alguien ha despertado.
-oooOOOooo-
Al final acabé arrastrando a BaekHyun a mi
casa, tenía demasiado miedo cómo para pasar esa noche solo, aunque no estaría
solo, mis padres ya habían regresado, pero sentía que si no tenía a mi amigo no
iba a poder dormir.
Cuando
aparecí con él por casa, mis padres me miraron raro, pero no me dijeron nada,
aunque se pasaron toda la cena con cara de amargados. Seguían estando
resentidos por haberles quemado el sofá, pero creo que tendrían suerte si esta
noche no acababa quemando mi habitación.
-Siento que molesto- comentó BaekHyun cuando
ya estábamos en mi habitación.
-No digas tonterías.
-Es que tus padres se han pasado la cena…
-No les hagas caso, están cabreados conmigo,
contigo no es nada- contesté.
-¿Seguro?
-Seguro.
-¿De verdad?
-Sí, no molestas.
-Está bien- susurró.
-Pues vamos a dormir- me metí en la cama,
hoy vestido, no quería asustar a mi amigo, y le hice un hueco a mi lado. Él se
echó allí y lo abracé fuertemente- buenas noches- murmuré en su oído.
-Buenas noches…
-oooOOOooo-
Llevábamos horas encerrados en la habitación
de Tao, y YiXing ya estaba dando la lata, paseando de un lado a otro del
pasillo y parándose en la puerta de vez en cuando para intentar captar algo de
lo que hablábamos.
-¿Qué podemos hacer?- me preguntó Tao.
-De verdad que no lo sé- susurré- sería
conveniente que lo buscáramos, pero, ¿cómo empezar?
-¿Con un mapa?
-Muy gracioso, Tao.
-No, lo digo en serio- contestó- si notas
eso debe ser porque quien ha despertado está en la ciudad.
-Como Seúl no es grande y no hay gente- dije
sarcástico.
-Por eso decía lo del mapa, para no
perdernos…
-Bufff…- suspiré, esa era la única idea,
buscar hasta encontrarlo- deberíamos empezar a buscar cada momento que tengamos
libre y tachar las áreas en el mapa cuando no encontremos nada.
-Bien.
-Comenzamos mañana en cuanto salga del
trabajo- dije.
-¿Pero no tienes clases por la tarde?
-Ya pediré los apuntes- contesté- esto es
mucho más importante.
-oooOOOooo-
Me desperté sintiéndome aprisionado por
algo, y con un ruido infernal en mi oreja. No tenía ganas de abrir los ojos,
seguía con mucho sueño, pero me obligué a ello para saber qué era la causa de
mis molestias.
Tenía
alrededor de mi torso unos brazos largos que no podían ser de otra persona más
que de ChanYeol, ya que me había quedado a dormir en su casa y me había metido
en su cama. El ruido que me molestaba era su fuerte respiración.
Suspiré y me giré en sus brazos para tratar
de despertarlo. Al quedar cara a cara con él pude apreciar como un hilillo de
baba le colgaba de su boca abierta y caía en la almohada. En estos momentos,
dormido, se veía cómo un niño pequeño. Lastima que despierto fuera un verdadero
coñazo.
Me hubiera gustado seguir durmiendo un poco
más, pero teníamos que coger un autobús, el metro, ir a mi habitación en la
Residencia, ducharme y cambiarme de ropa y después salir piando para la
Universidad.
-Channie…- susurré mientras le acariciaba el
rostro.
-No apagues la luz…- murmuró, y me apretó
más fuerte contra él.
-Vamos, Channie…- dijo algo, pero esta vez
no lo entendí- despierta…
-Mmm…- apretó los ojos fuertemente unos
segundos y luego los abrió lentamente, mirándome con sueño y los ojos pegados y
con legañas.
-Hasta
que por fin despiertas.
-¿BaekHyunnie?- preguntó con la voz pastosa.
-¿Quién más podría ser?
-¿Una chica?- dijo sonriendo- sinceramente
lo pareces.
-Ya quisieras tú tener a una chica en tu
cama- dije zumbón- anda, quita de encima, que me tengo que arreglar.
-Y yo.
-Pero tu ropa está aquí, la mía no.
-¿Entonces te traje desnudo o algo así?
-Channie…- dije como una advertencia.
-Voy- retiró sus brazos de mi cuerpo y se
incorporó en la cama estirándose como un gato- ¿tenemos que ir a tu
residencia?- me preguntó girándose. Asentí- tengo ganas de conocer a tu nuevo
compañero de habitación.
-oooOOOooo-
Estaba profundamente dormido cuando sentí
unos pasos al fondo del pasillo y me desperté de golpe. Agucé mi oído y volví a
escuchar los pasos, y cómo alguien se chocaba contra algo. Habían entrado a
robarnos en el piso. Seguro. Me entró el pánico, no sabía qué hacer. Me levanté
cómo un resorte de la cama. Seguro que si iba con Kevin él sabría qué hacer,
era el mayor, no obstante, así que tenía que proteger a todos los de aquel
apartamento, y no es que tuviera miedo, era sólo que… bueno, sí tenía mucho
miedo.
Avancé hasta la puerta lentamente, y la abrí
poco a poco hasta que hubo hueco para asomar la cabeza. No vi a nadie en el
pasillo, pero aun así, estaba muy seguro de lo que había escuchado. Salí sin
hacer nada de ruido y luego entré a la habitación de mi compañero de puntillas,
me acerqué a la cama y comencé a tocar suavemente su hombro para que
despertara.
-Kevin- susurré- Kevin, despierta…
-Cinco minutos más- murmuró y se giró para
seguir durmiendo.
-Kevin, por favor…- me senté en el claro que
acababa de dejar libre y seguí dándole la lata- Kevin… alguien ha entrado en el
piso… creo que nos están robando…- el chico que dormía en la cama se despertó y
se giró hacia a mí.
-¿Estás seguro, YiXing?- asentí.
-He oído ruidos raros por el pasillo… y…- no
pude seguir porque me tapó la boca con la mano.
-Shhh…- susurró.
Por el pasillo volvían a escucharse los
pasos, pero ésta vez no estaban tan lejos, se escuchaban cerca, muy muy cerca,
cada vez más cerca, hasta que se detuvieron junto a la puerta de la habitación
en la que estábamos. Miré a Kevin con pánico.
-Entra- susurró y me hizo espacio en la cama
para que entrara. En cuanto lo hice, nos tapó a los dos con las sábanas hasta
la cabeza.
De repente, se escuchó la puerta abrirse y
cerré los ojos mientras me apretaba fuertemente a Kevin. El ladrón entró a la
habitación, y noté cómo mi compañero asomaba un poco la cabeza por encima de
las sábanas. Intenté volver a meterlo bajo las sábanas, pero sentí cómo su
cuerpo se destensaba.
-No es ningún ladrón- susurró y me quitó las
sábanas para que pudiera ver quién era el que había entrado a la habitación.
-¿Tao?- pregunté al ver a mi otro compañero
de piso allí.
-Shhh, calla- me dijo Kevin- no hay que
despertarlo.
-Pero si está despierto- él negó con la
cabeza.
-Tao es sonámbulo- abrí los ojos cómo
platos.
-¿Y por qué no se me informó eso cuando se
vino a vivir con nosotros?
-Porque él no lo sabe…
-Pero me ha dado un susto de muerte.
-No puede ser peor que el que me llevé yo al
descubrirlo.
-¿Por qué?
-Siempre que camina en este estado viene a
mi habitación, se mete en mi cama y se queda dormido, imagina el susto que me
llevé al despertarme por la mañana y tenerlo aquí metido- me contó. Sonreí, era
la primera vez que Kevin me contaba algo de su vida- ¿de qué te ríes?- preguntó
serio.
-Es que supongo que le estoy quitando el
sitio- me levanté de la cama y me dirigí a la puerta, intentando esquivar al
sonámbulo- qué paséis una buena noche, tortolitos- y salí de allí respirando
tranquilo, y algo enfadado conmigo mismo por haberme asustado de Tao, pero
también feliz, porque estaba derritiendo poco a poco la capa de hielo que tenía
Kevin puesta a su alrededor.
-oooOOOooo-
Dos horas después de despertarnos, llegamos
a mi habitación en la Residencia. Cogí las cosas para ducharme y la ropa que me
pondría y me metí deprisa en el baño, dejando
a ChanYeol pululando por mi habitación. Me desnudé y me metí en la
ducha, dejando el agua caliente caer por mi cuerpo para quitarme el frío de
Enero de mi piel. Cerré los ojos disfrutando me la sensación, hasta que escuché
unos golpes en la puerta.
-¿Sí?- pregunté.
-Me gustaría que tu compañero estuviera aquí
algún día de los que yo viniera- dijo ChanYeol.
-Ya te he dicho que se pasa sus días y
noches de una discoteca en otra- contesté pasándome la esponja por el cuerpo.
-Por eso quiero conocerlo, tendríamos que
llevarnos de maravilla.
-¿Cambiarías mi amistad por la suya?- no
escuché nada de su parte, así que proseguí- después de todo yo soy más serio y
estoy todo el día regañándote por las cosas infantiles que haces.
-No- dijo- no cambiaría tu amistad.
-Me alaga- cogí la alcachofa de la ducha y
me enjuagué rápidamente.
-No cambiaría tu amistad por nada del mundo-
sonreí mientras buscaba mi toalla y me secaba, después de todo, ChanYeol podía
ser muy tierno con algunas cosas. Me vestí, recogí un poco y salí del baño con
la ropa sucia en las manos para dejarla en mi canasto.
-Ya estoy listo- le cogí los mofletes como
una abuela- ¿nos vamos?- él asintió.
-oooOOOooo-
-Habría pagado por verlo- me dijo Tao- no me
imaginaba que se hubiera asustado tanto cómo para ir a tu habitación.
-No sabía que eras sonámbulo- contesté-
creía que era un ladrón y vino para que lo protegiera, ¿increíble verdad?
-Pues sí, porque debería tener más miedo de
ti, que de cualquier ladrón que pudiera entrar en casa- contestó él.
-Cierto- giramos en una esquina y Tao se
chocó con un chico más o menos igual de alto que yo.
-Lo siento- dijo el chico y de repente sentí
una sacudida en mi interior, una sensación muy extraña, algo que hizo que todos
mis sentidos se pusieran alerta al momento. Me giré, y vi cómo los dos chicos
se alejaban de nosotros.
-¿Kevin?- me giré y vi cómo Tao me miraba
preocupado- ¿pasa algo?- preguntó.
-No- susurré negando con la cabeza- no pasa
nada- me siguió mirando cómo sino me creyera- no pasa nada- y eché a andar, con
él detrás de mí.