miércoles, 14 de noviembre de 2012

Vampire Stories


Capítulo 3
Nuestra vida en Seúl


-*Jo, Ana- se quejó Lorena caminando por la calle- todavía no sé por qué solamente tenemos que trabajar tú y yo.
-*Porque las otras dos listas se lo pidieron- contestó ella recogiéndose el pelo en un coletero.
-*Pero esa no es razón...
-*Ya, pero necesitamos el dinero para comer y pagar las cosas- dijo Ana- por cierto, ¿no hace hoy mucho calor?
-*Eso es que acabas de ver al casero y te has puesto así- concluyó Lorena.
-*Si tu lo dices...
-*A ver, tenemos que coordinar los horarios de trabajo con el horario de las clases- comentó Lorena.
-*Es verdad- dijo Ana- que ayer LeeTeuk oppa cuando nos despedimos nos dio los horarios.
-*Sí.
-*Y también nos dio dos besos- dijo la chica emocionada- yo tenía entendido que aquí se saludaba inclinándose y va él y nos da dos besos.
-*Yo también me sorprendí- comentó Lorena.
-*Ah, esta es la tienda- dijo Ana.
-*Pues, allá vamos- y entraron.

   Mientras, Lourdes se encontraba en la cocina limpiando la encimera e Inma estaba sentada en el sofá. La mayor, al no escuchar ningún ruido en las otras habitaciones, fue a ver que es lo que hacía Inma. Entró en el salón y vio a Inma sentada en el sofá leyendo un libro de 1000 páginas muy entretenida.

-*¡Oye! ¿Qué haces?- dijo Lourdes molesta.
-*Leer- dijo Inma tranquilamente.

   Al ver a la chica tan tranquila salió del salón sin decir nada y se dirigió hacia el lavadero. Cogió un cubo y una bayeta y regresó al lugar donde se encontraba Inma.

-*Toma. Ahora vete a limpiar- dijo Lourdes dándole el cubo y la bayeta.
-*Pero...- dejó la frase a medias con pucheros.
-*Nada de peros. O lo haces o te meto.

   Inma cogió el libro y se fue a limpiar mientras Lourdes volvió a su labor. Ésta última fue a hacer su cama y la de Lorena, y la otra chica, la cama de Ana y la suya propia. Al cabo de media hora llegaron Lorena y Ana. Lorena venía resoplando y Ana muy feliz.

-*¿Qué ha pasado?- preguntó Inma.
-*¿Os han cogido?- preguntó Lourdes- que si no os han cogido hay otros sitios para ganar dinero.
-*Que no- dijo Ana.
-*Nos han cogido- contestó Lorena- lo que pasa, es que Ana me pone de los nervios.
-*¿Por qué?- preguntó Inma.
-*Yo me lo puedo imaginar- murmuró Lourdes.
-*Lleva toda la mañana dándome el coñazo con que el muchacho es muy guapo- dijo Lorena.
-*Si es que es un dios griego- comentó Ana con los ojos en forma de corazón.
-*¿Hefesto?- dijo Lourdes. [N.A.: Hefesto es el Dios Griego del fuego, los volcanes, etc. El herrero de los Dioses y el marido de Afrodita. El más feo de los Dioses, estando cojo, medio ciego…]
-*Ja, ja, ja, muy graciosa- dijo Ana irónicamente.

   Todas nos reímos por el comentario.

-*Bueno, además de guapo- siguió ella- es agradable, y guapo.
-*Lo de guapo ya lo has dicho- comentó Inma.
-*Ya, pero es muy guapo.
-*Anda, vete a arreglar tu habitación y deja de decir chorradas- dijo Lourdes- que yo he hecho tu cama, pero no pienso recoger tus bragas.
-*Voy.
-*Si, por fin- dijo Lorena.
-*Y tú también.
-*Jo- protestó Lorena.

   Las dos chicas se fueron a sus respectivas habitaciones y el silencio se instauró de nuevo en la casa.

-*Tú y yo solas no damos un ruido- comentó Inma- ahora, en cuanto llegan las otras, es mortal.
-*Sí.

   El resto de la mañana pasó rápidamente, y después de almorzar, las cuatro salimos a comprar algunas cosas, especialmente, las entradas para el concierto de SHINee.

-*¡Síííí!- dijo Ana motivada- ¡Ya tenemos las entradas!
-*Ahora solo falta que Inma no pierda la suya- comentó Lorena.
-*La guardaré en un lugar seguro- dijo la aludida.
-*No, mejor no la guardes- sugirió Lourdes- déjala en un lugar que esté a la vista.
-*La pondré como señalador en el libro que estoy leyendo ahora- dijo ella sin hacer ni caso.
-*Luego no te acuerdas en que libro la metiste- comentó Ana.
-*También es verdad- coincidió ella- vale, la dejaré en la mesa del ordenador.
-*Si te decimos esto es por tu bien- dijo Lorena- que si al final se te pierde y no puedes ver a Onew...
-*No, no- dijo ella convencida- a Onew no me lo pierdo por nada del mundo.

   Media hora después de regresar a casa tras haber comprado los materiales que LeeTeuk nos había dicho que necesitábamos, pasó, lo que tenía que pasar.

-*¡Lorena!- gritó Inma desde su habitación- ¡Ayúdame, he perdido la entrada!

   Lorena y Ana se pusieron a buscar como locas ayudando a Inma a encontrar la entrada del concierto, y desordenaron toda la habitación en aperas unos minutos.

-*¿Pero dónde la has puesto?- preguntó Lorena.
-*No lo sé, si no, no la estaría buscando- contestó ella.
-*¿Veis?- dijo Ana- si yo ya lo sabía, que se te iba a perder la entrada en cuanto volviésemos a casa.
-*Yo quiero ver a Onew- dijo Inma haciendo pucheros.
-*Lourdes- dijo Lorena al verla tan tranquila en el pasillo.
-*Está en la entrada, al lado de las llaves- dijo yendo para su habitación, sin siquiera saber de lo que iba la cosa.

   Inma salió corriendo por le pasillo y fue a la mesa de la entrada. Allí estaban las llaves, y a su lado la entrada del concierto.

-*¡Aquí está!- dijo muy feliz  y fue a la habitación de Lourdes- tú eres vidente, ¿no?- le preguntó.
-*No- contestó ella- aquí la bruja es Ana, yo te he visto soltarla al entrar.

   Mientras Inma le daba las gracias a Lourdes por haber encontrado la entrada llamaron a la puerta, y Ana fue a abrir. Se encontró con el casero acarreando una gran caja de cartón que parecía pesar mucho dado la cara de sufrimiento que tenía el pobre muchacho.

-Hola- dijo Ana.
-Hola- contestó educadamente él- el cartero ha traído esta caja para una de vosotras, pero como no estabais, me la ha dejado a mí.
-Oh, gracias- dijo la chica- déjala en el suelo- el casero soltó la caja y sopló cansado, después de masajeó los brazos.

-Buf, como pesa- dijo.
-*¡Madre mía! ¡Que brazos!- murmuró ella- gracias- repitió en coreano.
-No pasa nada- contestó SiWon- para algo soy el casero- y se fue. Ana se agachó y miró el nombre que ponía en la caja, llamó a la propietaria.
-*¡Lorena!- gritó- un paquete para ti.
-*Ahora voy- contestó la otra- que estoy en el baño.
-OK- dijo Ana- *¿puedo abrirlo?
-*Haz lo que te de la gana- respondió- si de todas maneras lo vas a abrir.
-*Pero yo pido permiso.

   Y dicho esto, comenzó a quitar las cintas de carrocero y a abrir la caja. Nada más despegar las solapas, vio el contenido.

-*¡Lorena!- volvió a gritar.
-*¿Qué?- preguntó la chica a su lado.
-*¡Coño!- dijo Ana asustada- ¡Qué susto me has dado!
-*Te aguantas- contestó- por cotilla.
-*¿No me habías dicho que hiciera lo que quisiera?- dijo Ana- bueno, da igual, tu madre te ha enviado tus libros.
-*Ah, mis libros- y se lanzó a por la caja.

   Los días pasaban sin pena ni gloria. Ana y Lorena comenzaron su trabajo en la tienda “24h”, e Inma y Lourdes, comenzaron a preparar la comida sabiendo algo mejor que al principio.

-*Ains- dijo Ana tras volver de trabajar un día, cansada.
-*¿Qué pasa?- preguntó Lourdes mientras la veía sentarse en el sofá y estirarse como un gato.
-*Odio trabajar- contestó.
-*¿No decías que era genial estar todo el rato con el muchacho guapo?- dijo la otra.
-*Sí, es verdad- respondió alegremente y llena de energía de nuevo- YiXing, aunque prefiere que lo llame Lay, es perfecto- y comenzó a desvariar.
-*¿Cómo lo has hecho?- preguntó Inma entrando por la puerta- si hace un segundo estaba muerta.
-*Tú háblale de un tío bueno, y vuelve a estar como nueva- contestó Lourdes.
-*Chicas- dijo Lorena entrando por la puerta del salón- ¿mañana que día es?
-*Uno- contestó Lourdes
-*Gracias- y comenzó a irse- … un momento... ¡mañana empiezan las clases!-gritó.

   Y aquel día, que había comenzado como todos, se convirtió en un caos tras esta revelación. Todas comenzamos a prepararnos para el día siguiente, que sería el más importante para nosotras en todo aquel tiempo. Nos fuimos a dormir temprano tras cenar y la casa quedó en silencio.



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