4/8 Mirror {TaoBaek}
Acabábamos de llegar al apartamento después de un día medianamente
tranquilo, no habíamos hecho mucho comparado con la carga que trabajo que
teníamos todos los días desde que había comenzado el ComeBack. Aun así, estaba
algo cansado y lo único que me apetecía era darme una ducha, porque me sentía
pegajoso, quitarme aquel traje e irme a dormir.
Sin
embargo, también tenía ganas de que me mimaran un poco. Desde que habíamos ido
al Happy Camp ninguno quería bañarse conmigo, y yo odiaba bañarme solo. No es
que fuera un niño pequeño (que también) es que estaba acostumbrado a bañarme
con mucha gente. Por eso, fui a por mis hyungs, ya que SeHun, que nunca me
decía que no, todavía no había llegado con ChanYeol de la grabación a la que
habían ido solo ellos dos.
-Kris gege- llamé y me puse meloso- ¿te bañas conmigo?
Él
negó enérgicamente con la cabeza y yo le hice aegyo, lo que sirvió para que se
fuera de allí rápidamente para no ablandarse. Bufé y fui a por el siguiente. Me
encontré con LuHan y Lay y antes de poder abrir la boca ambos negaron.
-Ni hablar, conmigo no cuentes- dijo LuHan.
-Conmigo tampoco- secundó Lay.
Volví a poner un puchero, pero ellos tampoco le hicieron caso. Me dirigí
a por los demás, pero Chen dijo que él era demasiado bueno para ducharse con
más gente; KyungSoo comenzó a hacer la comida, ayudado por XiuMin y SuHo, Kai
se les unió en cuanto me vio aparecer para preguntarle. Así que sólo me quedaba
BaekHyun como última opción, pero seguro que no querría.
Aun
sabiendo que iba a tener un no rotundo como respuesta, me dirigí hacia él, que
estaba en nuestro dormitorio y me senté en su cama. Estaba tumbado con los ojos
cerrados, escuchando música y cantando con voz queda.
-BaekHyun hyung- llamé, pero él no me hizo caso, por lo que le quité un
auricular con cuidado y le susurré lo mismo al oído. Él se incorporó
rápidamente de la cama, mirándome asustado- lo siento- dije- no quería
asustarte- pasamos unos momentos mirándonos a los ojos y luego él se relajó.
-¿Qué quieres, ZiTao?- preguntó.
-¿Te
duchas conmigo?- pedí lo más meloso que pude y haciéndole ojitos. Él bufó y
negó.
-Lo
siento, pero no quiero ser tu último recurso- dijo molesto cruzándose de
brazos.
Abrí
la boca para protestar, pero luego la cerré. Tenía razón, él era uno de mis
mejores amigos y lo había dejado para el final. Claro que, tenía mis razones, a
él no le gustaba mucho eso de bañarse conmigo y solo aceptaba cuando estaba muy
cansado o cuando estaba de buen humor. Lo miré con disculpa e hice un puchero.
-Lo
siento, perdóname- le dije- es que como la mayoría de las veces me dices que no
y como parecías estar muy ocupado con la música, pues… no quería molestar…
-Eso
son excusas…- murmuró.
-Baek…
-Excusas…
Lo
miré con cara de cachorrito, quiero decir, de panda, pero él no me hizo ningún
caso y tampoco se ablandó. Suspiré y simplemente me bajé de la cama y me
enderecé para ir al baño, solo. No me gustaba bañarme solo, al igual que a los
otros no les gustaba bañarse acompañados. Cuando iba a salir por la puerta de
la habitación que ambos compartíamos, junto con XiuMin y ChanYeol, él me
detuvo.
-Tao…- dijo- espera…- lo escuché salir de la cama y venir hacia mí hasta
que me abrazó por la espalda- está bien, me ducharé contigo- en mi rostro
apareció una gran sonrisa de satisfacción que él no vio, y menos mal que no lo
hizo, porque seguro que no volvería a bañarse conmigo nunca más.
-Gracias, hyung- contesté.
-Vamos antes de que se nos haga demasiado tarde- dijo separándose de mí
y adelantándome por el pasillo en dirección al baño- no quiero que se me enfríe
la deliciosa comida que esté preparando KyungSoo… que ya huele que da gusto.
Lo
seguí con una sonrisa hasta el baño y cuando entré, cerré la puerta con el
pestillo tras nosotros. Él ya estaba comenzando a desnudarse. Nunca habíamos
sido muy pudorosos ninguno de los dos, por lo que estaba acostumbrado a ver su
cuerpo desnudo. Sin embargo, mis partes bajas dieron un tirón en el momento en
el que sus pantalones se deslizaron por sus blancas y torneadas piernas,
dejando estas a mi vista y su trasero solo cubierto por unos calzoncillos que
hacían que se le marcase una barbaridad.
Me
mordí el labio inferior intentando pensar en cosas asquerosas para que no se me
levantara, pero en cuanto él se dio la vuelta y vi cómo se le marcaba
deliciosamente el paquete en aquellos calzoncillos se fue todo por la borda y
boqueé.
-¿Qué te pasa, ZiTao?- preguntó y yo volví a la realidad, negando con la
cabeza.
-Nada, solo pensaba en algunas cosas- él me
sonrió y me indicó que me desnudara.
Le
hice caso y al momento, mi camisa yacía en el suelo no muy lejos de la suya y
mis pantalones fueron por el mismo camino. Tras regalarme una sonrisa hermosa,
BaekHyun se dedicó a bajarse lentamente sus calzoncillos, sin siquiera darse la
vuelta, dejándome ver en todo su esplendor su miembro, haciendo que el mío
volviera a dar otro tirón.
Pero
sin duda lo más excitante que hizo fue ponerse en pompa a tomar la temperatura
del agua que salía del grifo. Ahí ya sí que no me pude contener nada. Su
trasero levantado hacia mí, dejándome admirarlo completamente sin pudor alguno.
Sus nalgas redondas que te invitaban a mordisquearlas y su entrada, pidiendo a
gritos ser invadida.
Me
quité mis boxers rápidamente y me acerqué a BaekHyun, abrazándolo por la
cintura fuertemente, atrayéndolo hacia mí, para que pudiera sentir la leve
tensión en mi entrepierna que había provocado. Él jadeó y se agarró al filo por
donde discurría la mampara que cerraba la bañera.
-Tao- suspiró mi nombre de una manera completamente excitante y yo me
apreté aún más contra su delgado cuerpo- ahh… mmm… ¿qué haces?
-¿No
es obvio?- pregunté.
-Oh
Dios, Tao, sé que estamos todos con los nervios a flor de piel y deseando
follar un poco para calmarnos, pero los chicos están aquí- dijo y yo sonreí,
comenzando a besar su nuca. Lo noté estremecerse contra mi cuerpo y le di un
pequeño mordisco- Tao…- jadeó- los demás…- pasé mi lengua por ese lugar y él jadeó.
-Si
no haces ruido… no se enterarán de nada…- llevé mi mano a su miembro y comencé
a masturbarlo lentamente.
-Ahh… Tao… ahh…
-No
hagas ruido…
Empecé a besar toda su espalda, arriba y abajo mientras lo masturbaba y
frotaba mi erección contra su trasero. Él jadeaba y suspiraba levemente, pero a
la vez que mi movimiento sobre su miembro iba haciéndose más rápido y más
fuerte estos subían en intensidad. No podía dejar que nos escucharan.
La
mano con la que me sujetaba a su cintura fue ascendiendo por su cuerpo hasta
llegar a su boca y taponarla para que no saliera ningún ruido de ella. Sin
embargo, lo que comenzó a hacer fue mucho mejor. BaekHyun empezó a lamer y a
morder mis dedos.
Eso me excitaba, porque me invitaba de una
manera muy sutil a que no me contuviera, a que lo siguiente que hiciera fuera
enterrarme dentro de él. Empecé a frotar mi erección contra su trasero de una
forma más notoria y él a jadear bajito, recordando no hacer ruido para que los
demás no nos descubrieran haciendo lo que estábamos a punto de hacer.
Cuando noté mis dedos lo suficientemente lubricados, los aparté de su
boca y lo hice inclinarse hacia delante, para que su trasero quedara levantado
hacia mí y no le doliera tanto como si lo hacíamos contra la pared. Comencé a
toquetear su ano, primero desde fuera y luego internando mi dedo índice en él.
Su
interior estaba caliente. Me gustaba sentir eso, pero me encantaba más sentirlo
sobre mi miembro. No podía más con mi excitación. Quería metérsela hasta lo más
profundo, pero debía aguantar unos momentos más o no sería placentero para él,
y yo quería que él disfrutara tanto como yo.
Empecé a mover mi dedo en su interior y sus jadeos fueron intercambiados
por pequeños gruñidos. No le hacía daño. Él podía aguantar mucho más que eso.
-Ahh… Tao… más…- suspiró y yo sonreí, inclinándome sobre su cuerpo,
pegándome a su espalda blanca e introduciendo más mi dedo, tocando su próstata.
Él
jadeo, pero supuse que lo que quería hacer era gemir y se contuvo. Sonreí de
nuevo y saqué ese dedo para meter otro más. Noté un poco de presión esta vez,
su cuerpo se tensó y rechazaba un poco la intrusión, pero comencé a mover mis
dedos, adentro y afuera, penetrándolo lentamente, abriendo y cerrando el
espacio entre mis dedos, para lo que vendría después.
Volví a tocar su próstata y esta vez no pudo contener un pequeño gemido
que reverberó en mis oídos. Me encantaría poder ver su expresión mientras lo
penetraba, pero en el baño sería algo incómodo.
Saqué los dos dedos y metí tres. BaekHyun gruñó, ahora estaba estirando
bastante aquella cavidad y debía dolerle un poco, por lo que, con la mano que
lo había estado masturbando antes y que ahora yacía en su cadera, comencé a
tocarlo. Su miembro estaba duro como una piedra, como el mío y ambos pedían
atención.
Seguí penetrándolo con mis dedos, creando espacio, mientras él gemía
bajito por la intrusión y por la paja que le estaba haciendo. Cuando noté que
estaba lo suficientemente dilatado, saqué mis dedos y él gimió. Le di la vuelta
para verlo, para ver su rostro. Sus ojos estaban extasiados de placer y sus
labios mordisqueados.
No
pude contenerme y me incliné sobre él para besarlo de una manera completamente
excitante. Mi lengua chocó contra sus labios y él abrió su boca para darme
paso. Nuestras lenguas jugaron, explorando toda la cavidad ajena. Choques de
labios, dientes y lenguas y solo nos separamos cuando se hizo imprescindible
respirar.
Lo
miré a los ojos y los vi nublados por el placer. Eso me excitó aun más y no
pude evitar lo siguiente que dije.
-Lubrícame la polla y penétrate.
Durante unos segundos me miró con la boca abierta, pero después, hizo
exactamente lo que le pedía. Se agachó hasta quedar de rodilla y con su mano
izquierda buscó su entrada, para comenzar a auto-penetrarse. Esa imagen tan
erótica me estaba volviendo loco y acerqué mi miembro a su boca para que
comenzara a chupar.
Él
sonrió de forma picara y con la mano que tenía libre agarró mi miembro y
comenzó a masturbarlo. Su delicada mano de largos dedos me estaba haciendo
sentir en el paraíso, no quería ni imaginar lo que su boca haría en ese mismo
lugar. Comencé a gemir bajito, intentando no cerrar los ojos, porque el
espectáculo que me estaba dando era completamente excitante.
Unos momentos después, agarró fuertemente la base de mi miembro
haciéndome jadear y llevó su boca hasta este, dejándola a escasos centímetros.
Su respiración sobre mi pene sensible, casi hizo que me corriera. Un escalofrío
recorrió mi cuerpo y él alzó su vista hacia mí.
Sus
ojos cargados de placer mientras se auto-penetraba me pidieron permiso y yo
asentí. BaekHyun, sin dejar de mirarme, acercó más su cara a mi miembro y sacó
la lengua hasta que esta rozó la punta. Sentí como más pre-semen del que ya
salía se escapaba de mi interior. Él sonrió y comenzó a chupar todo el líquido
que segregaba.
Aquello era demasiado para mí. Tuve que agarrarme a la mampara de la
ducha para no caerme cuando me temblaron las rodillas. Su lengua era lo mejor
que había en este mundo. No pasó mucho tiempo cuando comenzó a lamer mi miembro
como si fuera un helado que estaba a punto de derretírsele.
Sus
ojos cargados de placer fijos en los míos, sus débiles jadeos cuando tocaba su
próstata con sus dedos sobre mi pene y su lengua y sus labios haciendo con este
lo que querían era demasiado para mí. Cuando noté que estaba próximo al orgasmo
lo hice separarse y él me miró con reproche.
-Quiero correrme en un lugar más excitante que tu boca- susurré ronco y
él sonrió, incorporándose del suelo.
-No
hay lugar más excitante que mi boca- replicó alzándose de puntillas para
capturar mis labios con un beso que me dejó temblando- métemela, ya- demandó.
Sonreí y lo puse contra el lavabo, inclinado sobre este para que su trasero
estuviera levantado hacia mí. Había tenido la suficiente preparación, por parte
mía y por parte suya, pero así sería más fácil el acceso. BaekHyun me miró a
través del espejo y sentí que me derretía con esa expresión de deseo.
Fácilmente me podría correr si veía su expresión de orgasmo.
Agarré su trasero y abrí su ano. Con la mano libre, guie mi miembro
hacia su entraba y comencé a internarme lentamente. No aparté mis ojos de los
suyos en ningún momento y pude ver una expresión de dolor mientras me internaba
poco a poco en él hasta que estuve completamente dentro. Ahogué un gemido ronco
cuando estuve completamente adentro. Sus calientes paredes apretándome eran la
mejor sensación del mundo.
Nos
miramos fijamente, jadeando por el esfuerzo hasta que BaekHyun asintió y
entonces comencé a moverme en su interior. Al principio lento, muy lento. Su
expresión cuando me enterraba en él era completamente excitante y me ponía más
y más duro por momentos, aunque eso fuera casi imposible.
Seguí internándome en él, cada vez más rápido, cada vez más fuerte. Sus
ojos me devolvían l mirada a través del espejo y estaban nublados de placer.
Me
sentía próximo a llegar y quería que él también llegara. Moví miembro en su
interior hasta que toqué de nuevo su próstata y memoricé el lugar para dar ahí
en cada embestida. Llevé mi mano derecha a su miembro desatendido y comencé a
masturbarlo de nuevo.
Los
gemidos escapaban de nuestros labios y aunque intentábamos contenerlos para que
los demás no nos escucharan, aquello era casi imposible. Me sentía en el
paraíso, sentía que cada vez faltaba poco y por su expresión también sabía que
le quedaba poco.
Un
par más de movimientos de mi mano y la expresión en su rostro mientras se
corría fue lo que me hizo llegar a mí al orgasmo. Sus ojos cerrados, su boca
ligeramente entreabierta y su cuerpo temblando entre mis brazos.
Ambos acabamos echados sobre el lavabo, intentando recobrar la
respiración. Todavía estaba en su interior, pero mi semen comenzaba a desbordar
por los pequeños huecos que quedaban, así que, me retiré de él y el líquido
blanco comenzó a resbalar de su ano.
BaekHyun alzó su cabeza y me miró, completamente extasiado. Si seguía
mirándome de esa forma me pondría duro de nuevo. Iba a acercarme de nuevo a él
para comenzar con otra ronda cuando unos golpes en la puerta detuvieron todo mi
movimiento.
-Baek, Tao, salid del baño- dijo la voz de ChanYeol al otro lado- la
cena ya está.
-Ya
vamos- contestó BaekHyun y me miró- vamos a ducharnos… y seguimos la próxima
vez- asentí y ambos nos metimos bajo el agua para retirar todo rastro de lo que
había pasado entre nosotros en ese baño.