sábado, 6 de septiembre de 2014

Dandelion

Título: Dandelion
Pareja: KaiNoe (Kai x Noe) (EXO)
Clasificación: G
Género: AU, romance, fluff
Número de palabras: 859 palabras
Resumen: JongIn era como un diente de león: precioso, delicado e inestable.
Notas: dedicado a Noe.
Comentario de autora: hace tiempo que por ask me pediste un KaiNoe, en mi primer reto, y te dije que te lo haría aunque no formara parte de este. Sé que no tiene perdón de Zeus porque he tardado demasiado, pero hoy ha venido mi inspiración y quería darte este regalo. Espero que te guste ^^




Dandelion


            JongIn era como un diente de león: precioso, delicado e inestable. Noe lo sabía, lo sabía muy bien porque lo conocía desde que eran pequeños y jugaban al pilla–pilla en el parque con los demás niños o en casa, poniendo de los nervios a sus respectivas madres. Lo sabía porque había sido ella quien le curaba las heridas cuando se caía y se hacía daño en la rodilla y porque cuando creció siempre era la que lo animaba tras una ruptura.

            Noe había estado prácticamente toda su vida con él y sabía hasta sus más oscuros secretos, como el lugar en el que guardaba las diversas revistas de contenido no apto para menores. Por eso sabía también, que el JongIn que mostraba al mundo no es el que ella conocía.

            Porque él nunca fue sexy, nunca pudo aguantarle la mirada más de dos segundos a una chica, nunca sonrió como si se creyera el mejor del mundo y nunca la había dejado de lado.

            La banda de rock que había formado con sus amigos años atrás ganó la atención de una discográfica que los había visto tocar en el club hacía apenas unos meses y JongIn fue a perseguir su sueño, de hecho, fue ella la que lo animó a hacerlo. Pero Noe nunca había pensado que aquello sería el fin de su amistad.

            Desde el momento en el que salió al mercado su primer single y su videoclip, desataron la histeria entre las adolescentes del país y JongIn no había vuelto a hablar con ella desde aquel día, cuando la llamó para preguntarle “¿qué te ha parecido? No me gusta mucho el maquillaje, pero… ¿a qué salgo guapo?” y Noe solo le pudo contestar que sí le había gustado y que estaba guapísimo.

            Después de aquello lo había intentado llamar, le había mandado un montón de mensajes, pero siempre era su mánager quien atendía el teléfono o no recibía ninguna respuesta.


            Hacía demasiado tiempo que no tenía noticias de JongIn, así que cuando este la llamó y le preguntó si podían quedar le pareció tan irreal que dijo inmediatamente que sí.

            El parque en el que jugaban cuando eran pequeños había sido el lugar elegido para el encuentro, porque era un sitio al que apenas iba ya gente porque el barrio en el que habían crecido se había convertido en un lugar prácticamente desierto. Noe se dejó caer en el suelo, importándole poco que su ropa se ensuciara, dispuesta a esperar al que todavía consideraba su amigo a pesar de no mantener contacto ninguno.

            Unos minutos después, el chico llegaba al lugar. El saludo fue torpe, los silencios al principio incómodos y la conversación bastante mala porque las palabras no querían salir ni con sacacorchos, pero a medida que avanzaba la tarde, pudieron soltarse lo suficiente como para volver a estar cómodos el uno con la otra.

            —Lo siento —le dijo JongIn en un momento dado y Noe lo miró confundida.
            —¿Por qué te disculpas?
            —Por todo lo que ha pasado desde que me convertí en el miembro de una banda de éxito —respondió, sin alzar la cabeza del suelo—. Quería contestar a tus llamadas, hablar contigo y quedar, pero nuestro mánager nos quitó nuestros móviles y los guardó él para que nos concentráramos. Así que lo siento si pensabas que me había vuelto un imbécil que no quería saber nada de ti —Noe le alzó la cabeza para que la mirara, descubriendo su sonrojo y que seguía sin poder mantenerle la mirada. Aquel era el JongIn que conocía.
            —Sí que lo he pensado algunas veces, ¿para qué te lo voy a negar? —él hizo un puchero—. Pero me alegra que estés de vuelta y que no hayas olvidado como eras antes de subir a los escenarios.
            —Te he echado mucho de menos y, a veces, sí que era un completo imbécil porque no tenía a nadie que me bajara los humos —JongIn jugueteaba con sus dedos mientras decía aquellas palabras—, por eso, a partir de ahora prometo hablar contigo todos los días, para que la fama no se me suba a la cabeza y porque me gustaría saber de ti.
            —¿Eso es una promesa?
            —Lo es.

            Ambos juntaron sus dedos meñiques mientras sonreían ampliamente. Noe estaba feliz porque por fin el JongIn que conocía había vuelto y porque ya se ocuparía ella de que no se fuera de nuevo.






Notas finales: en realidad te estoy escribiendo otro fic, un poquitín más largo y con más sentido que esto, pero pensé que te había hecho esperar demasiado y que te lo debía.

jueves, 4 de septiembre de 2014

First Sarang

Título: First Sarang
Pareja: KaiGi (Kai x SeulGi) (REDEXO)
Clasificación: G
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.519 palabras
Resumen: SeulGi regresa a los tiempos de su primer amor.
Notas: inspirado/basado en el primer capítulo del genial manga Ao Haru Ride de Io Sakisaka, pero con algunas diferencias.
Comentario de autora: hacía algunos días que me estaba rondando la cabeza escribir sobre esta pareja porque son buenos amigos y el anime salvaje de Aoharaido apareció en mi vida justo en el momento indicado. Espero que os guste ^^


First Sarang


            Caminaba por los pasillos de mi instituto con mis amigas cuando ocurrió. Estaba distraída, hablando con ellas, riendo y no me di cuenta de que me dirigía directamente hacia una persona hasta que me choqué con esta, haciendo que mi teléfono móvil, que llevaba en un precario equilibrio, saltara de mi mano. Lo siguiente ocurrió a cámara lenta para mí aunque realmente no pasó ni un segundo. Una mano de piel morena agarró mi móvil justo antes de que cayera al suelo y luego me lo tendió, diciendo estas palabras con voz grave:

            —Ten cuidado.

            En ese momento, algo se removió en mi interior. Mi corazón comenzó a latir rápidamente y no pude evitar girarme para intentar verlo porque era imposible. No era la misma voz, no era la misma altura, pero en el fondo de mi ser, sabía que era él… mi primer amor.

            Sin poder evitarlo, me vi sumergida en el torrente de mis recuerdos mientras observaba su espalda alejándose.


            La lluvia había comenzado tan repentinamente que no pude hacer más que correr para ponerme a cubierto en el primer lugar que encontré, un templo que había a unos cuantos minutos de casa. Subí las escaleras lo más rápido posible y luego me refugié bajo el saledizo del tejado para esperar a que escampara. No me di cuenta de que había alguien justo al doblar la esquina hasta que no giré mi cabeza y lo vi.

            Era Kim JongIn, un chico de mi clase, no habíamos hablado mucho pero lo conocía un poco. Parecía que también le había pillado de improviso el aguacero y se había resguardado como yo en el templo. Lo miré de reojo, haciendo un leve puchero porque me sentía empapada, y en ese momento él se giró hacia mí, notando por primera vez mi presencia. Nuestros ojos se encontraron un par de segundos, pero inmediatamente apartamos la mirada.

            —Ha empezado repentinamente… la lluvia… —murmuró, tosiendo para aclararse su suave voz.
            —Sí —contesté.

            Después de esto, estuvimos un buen rato en silencio, solo mirando a cualquier sitio para que nuestros ojos no volvieran a coincidir. Estábamos incómodos, no sabíamos qué hacer o qué decir.

            Mis ojos se detuvieron entonces en un póster que se encontraba colgado en la pared en el que anunciaba el festival de verano. Lo miré con los ojos entrecerrados porque aún faltaba más de un mes para él, pero pensé que sería mi oportunidad para entablar una conversación.

            —¿Irás al festival, JongIn? —pregunté de pronto. En ese momento me di cuenta de que aquello había sonado a que le estaba proponiendo una cita—. Quiero decir, JooHyun, SooYoung y Wendy vendrán y tú puedes venir con tus amigos y nos encontramos todos luego y… achús —antes de que pudiera terminar mi explicación estornudé.

            Me tapé la nariz y la boca con las manos para ocultar los posibles mocos y babas que hubieran escapado y busqué en mis bolsillos un pañuelo para sonarme la nariz. Lo hice mirando hacia el lado contrario, intentando no ser demasiado brusca.

            —Toma —de repente sentí algo sobre mi cabeza y la alcé, viendo cómo JongIn había dejado una toalla sobre esta—. Puedes secarte con ella para no resfriarte —dijo desviando su mirada.
            —Gracias —le sonreí y comencé a secarme con la toalla.

            La lluvia se detuvo un poco después y cada uno se dirigió a su casa. Mi corazón latía muy rápido y mis mejillas ardían todavía por el encuentro. Nadie lo sabía, pero Kim JongIn siempre me había gustado y siempre lo había observado desde la distancia. Era un chico tímido, pero agradable y amable con todos, y se llevaba muy bien con casi todos los chicos de la clase. Era delgado y muy moreno de piel y eso hacía que las chicas como yo suspiráramos por él.

            Al día siguiente, cuando le devolví la toalla después de lavarla, le agradecí por lo que había hecho por mí.

            —No… No fue nada… —murmuró.
            —Aun así, muchas gracias —me incliné levemente y me dispuse a volver a mi asiento junto a mis amigas, pero él me detuvo llamándome por mi nombre.
            —SeulGi —me giré y vi la morena piel de sus mejillas cubierta por un sonrojo—. A las siete, bajo el reloj del parque junto al tempo el día del festival —se tapó la boca con las manos y desvió su mirada, como si no pudiera creer que hubiera hecho eso. Sin poder evitarlo, una amplia sonrisa apareció en mi rostro.
            —Allí estaré.

            Sin embargo, cuando un mes después llegó el día del festival, por más que lo esperé bajo el reloj del parque, él no apareció.


            Salí de mi ensoñación cuando mis amigas me zarandearon y me hicieron volver a la realidad. Miré a un lado y a otro y vi que él todavía no había desaparecido de mi vista, así que, sin pensarlo, corrí hacia él. Tenía que comprobar que no era JongIn, que no era el chico de mis recuerdos, que no era mi primer amor. Lo perseguí por los pasillos, intentando encontrar el momento para llamarlo, pero cuando me dispuse a hacerlo, alguien se me adelantó.

            —Kai —escuché y él se volvió. Un chico pasó por mi lado y se acercó a él—. ¿Dónde te habías metido, Kai?

            Su rostro era parecido, su sonrisa también, su piel, sus ojos, todo era muy parecido… pero no podía ser él, su nombre era JongIn, no Kai. Me había ilusionado pensando que era mi primer amor, pero me había equivocado.


            Me despedí de mis amigas al salir del tren, ya que ellas tomaban un camino diferente a casa y me dirigí a la mía. Iba tan metida en mis pensamientos que casi no me doy cuenta de que delante de mí, caminaba el chico que se parecía a JongIn. Mi corazón comenzó a latir rápido, aunque lo intenté calmar. No era él, así que ¿por qué me exaltaba? Negué con la cabeza y me centré en seguir caminando.

            “No es él, SeulGi, no es él” me repetía una y otra vez como un mantra.

            Sin embargo, cuando llegó al templo que había cerca de casa se detuvo y miró hacia atrás, me miró a mí y me dirigió una cálida sonrisa antes de adentrarse en los terrenos sagrados.

            “No puede ser. Imposible”.

            Sin pensarlo, salí corriendo detrás de él y recorrí el mismo camino que había hecho tres años atrás cuando la lluvia había comenzado a caer repentinamente y me había refugiado bajo el saledizo del tejado. Lo encontré en el mismo lugar que aquella vez y, aunque en mi interior me repetía que no podía ser, que era imposible, mis labios dejaron escapar un nombre.

            —¿JongIn?
            —No, Kai —respondió.
            —Lo… lo siento… me he confundido… yo… —comencé a girarme, pero unas palabras me detuvieron.
            —Ha empezado repentinamente… la lluvia… —me giré de nuevo hacia él, con los ojos brillándome.
            —Jong…
            —Kai, mi nombre es ahora Kai —asentí, tragando saliva—. Pensé que no tardarías tanto en reconocerme, yo supe quien eras en cuanto te vi, SeulGi.
            —Estás… distinto… más alto…
            “Más guapo” pensé.
            —He crecido, como tú.
            —¿Por qué no viniste al festival? ¿Por qué te transferiste de instituto sin decirle nada a nadie? —pregunté. Siempre había tenido aquella duda, ¿Por qué se había ido de mi vida sin decir ni una palabra?
            —Las cosas se pusieron complicadas en casa y no tuve la oportunidad de avisar a nadie, lo siento —se disculpó—. De la noche a la mañana ya lo teníamos todo empaquetado y listo para mudarnos.
            —Yo… —las lágrimas comenzaron a acumulárseme en los ojos—, te esperé… durante horas… te esperé… me gustabas y yo… me sentí fatal… —murmuré, sin poder controlar mis sentimientos. Después de tres años lo volvía a tener frente a mí y tenía que decírselo, decirle lo que me había callado en otro tiempo.
            —Lo siento —se acercó un par de pasos y comenzó a retirar las lágrimas de mi rostro—, de verdad que lo siento… tú, también me gustabas —alcé mi cabeza y lo vi con una tímida sonrisa—. Podríamos… podríamos intentarlo, si quieres… —sin dudar asentí y su sonrisa se hizo más amplia—. Estaba preparado para un no, pero esto me hace muy feliz —murmuró abrazándome. Su pecho era cálido y me apreté contra él.
            —Podemos volver a aquellos tiempos…

            No estaba segura de que funcionara ahora que ambos habíamos crecido, teníamos metas diferentes y ya no éramos tan inocentes, pero quería aferrarme a mi primer amor, por lo menos, para saber qué nos hubiera pasado.



lunes, 1 de septiembre de 2014

[RANDOMLAND] 100.000 Visitas

Hola Hermosas Criaturas

Me complace dirigirme a vosotras para daros una gran noticia. El blog está próximo a las 100.000 visitas (sí, sé que todavía quedan cerca de 10.000, pero tengo que ir haciendo esto con antelación), así que he pensado en daros como regalo un fic dirigido a vuestros gustos.

Cuando empecé hace poco más de dos años con este proyecto jamás pensé que llegaría a ser tan grande y la verdad es que estoy muy ilusionada, así que agradecería vuestra participación. Aquí abajo os dejo una lista de grupos y de géneros, para que podáis ir eligiendo las parejas y lo que queréis que tenga la historia.

Dejad un comentario en esta entrada con vuestra selección. Las listas estarán abiertas todo el mes de Septiembre y a partir de Octubre comenzaré a escribir para cuando se lleguen a las 100.000 visitas tener el fic de regalo.


Lista de Grupos por Agencias

SM

Solistas

J-Min (Oh JiMin)
Zhang LiYin

Super Junior

LeeTeuk /Park JungSoo)
HeeChul (Kim HeeChul)
YeSung (Kim JongWoon)
KangIn (Kim YoungWoon)
ShinDong (Shin DongHee)
SungMin (Lee SungMin)
EunHyuk (Lee HyukJae)
ZhouMi (Jin ZhouMi)
DongHae (Lee DongHae)
SiWon (Choi SiWon)
RyeoWook (Kim RyeoWook)
KyuHyun (Cho KyuHyun)
Henry (Henry Lau)

SNSD (Girls' Generation)

TaeYeon (Kim TaeYeon)
Jessica (Jung SooYeon)
Sunny (Lee SoonKyu)
Tiffany (Hwang MiYoung)
HyoYeon (Kim HyoYeon)
Yuri (Kwon YuRi)
SooYoung (Choi SooYoung)
Yoona (Im YoonAh)
SeoHyun (Seo JooHyun)


SHINee

Onew (Lee JinKi)
JongHyun (Kim JongHyun)
Key (Kim KiBum)
MinHo (Choi MinHo)
TaeMin (Lee TaeMin)


F(x)

Victoria (Song Qian)
Amber (Amber Liu)
Luna (Park SunYoung)
Sulli (Choi JinRi)
Krystal (Jung SooJung)

EXO

XiuMin (Kim MinSeok)
LuHan (Xi LuHan)
SuHo (Kim JunMyeon)
Lay (Zhang YiXing)
BaekHyun (Byun BaekHyun)
Chen (Kim JongDae)
ChanYeol (Park ChanYeol)
D.O. (Do KyungSoo)
Tao (Hwang ZiTao)
Kai (Kim JongIn)
SeHun (Oh SeHun)

Red Velvet

—Irene (Bae JooHyun)
—SeulGi (Kang SeulGi)
—Wendy (Son SeungHwan)
—Joy (Park SooYoung)

JYP

2PM

—Jun.K (Kim Min Jun)
—Nichkhun (Nichkhun Buck Horvejkul)
—TaecYeon (Ok TaecYeon)
—WooYoung (Jang WooYoung)
—JunHo (Lee JunHo)
—ChanSung (Hwang ChanSung)

2AM

—ChangMin (Lee ChangMin)
—SeulOng (Im SeulOng)
—Jo Kwon
—JinWoon (Jeong JinWoon)

GOT7

—Mark (Mark Yi En Tuan)
—JB (Im JaeBum)
—Jackson (Jackson Wang)
—Jr. (Park JinYoung)
—YoungJae (Choi YoungJae)
—BamBam (Kunpimuk Bhuwakul)
—YuGyeom (Kim YuGyeom)

TOP Media

TEEN TOP

—CAP (Bang MinSoo)
—ChunJi (Lee ChanHee)
—L.Joe (Lee ByungHun)
—Niel (Ahn Daniel)
—Ricky (Yoo ChangHyun)
—ChangJo (kim JongHyun)

100%

—MinWoo (Kim MinWoo)
—RokHyun (Kim RockHyun)
—JongHwan (Jo JongHwan)
—ChanYong (Kim ChanYong)
—ChangBum (Woo ChangBum)
—HyukJin (Jang HyukJin)
—SangHoon (Lee SeungHoon)

TS

B.A.P.

—Bang YoungGuk
—HimChan (Kim HimChan)
—DaeHyun (Jung DaeHyun)
—YoungJae (Yoo YoungJae)
—JongUp (Moon JongUp)
—Zelo (Choi JunHong)

Secret

—HyoSung (Jeong HyoSung)
—Hana (Jung HaNa)
—JiEun (Song JiEun)
—SunHwa (Han SunHwa)

Woolim

INFINITE

—SungGyu (Kim SungGyu)
—DongWoo (Jang DongWoo)
—WooHyun (Nam WooHyun)
—HoYa (Lee HoWon)
—L (Kim MyungSoo)
—SungYeol (Lee SungYeol)
—SungJong (Lee SungJong)

Tasty

—DaeRyong (Zheng DaeRyong)
—SoRyong (Zheng SoRyong)

PLEDIS

NU'EST

—Aron (Aaron Kwak)
—JR (Kim JongHyun)
—BaekHo (Kang DongHo)
—MinHyun (Hwang MinHyun)
—Ren (Choi MinKi)

Jellyfish

VIXX

—N (Cha HakYeon)
—Leo (Jung TaekWoon)
—Ken (Lee JaeHwan)
—Ravi (Kim WonSik)
—HongBin (Lee HongBin)
—Hyuk (Han SangHyuk)

Solistas

Han Geng
Kris (Wu YiFan)


Géneros

AU (universo alternativo = protagonistas no idols)
Angst (angustia)
Ciencia-Ficción
Drama
Fantasía
Fluff (historias que dejan una sensación agradable)
Romance
Smut (sexo)
Thriller (miedo)
Tragedia

*Podéis elegir varios géneros

TaeYeon en el País de las Pornopesadillas

Parte II

            TaeYeon salió al exterior asombrada. Parecía un mundo completamente distinto al suyo. Estaba sobre un camino de tierra y a cada lado de este se encontraban plantas exóticas que nunca antes había visto. Eran de muchos colores y, además, enormes —aunque sospechaba que era porque ella había encogido—. En ese momento, vio un destello blanco y segundos después aparecía el conejo del pene grande con un reloj entre sus patas delanteras.

            —Llego tarde, llego tarde —dijo y echó a correr.

            TaeYeon quiso seguirlo, pero tampoco quería alejarse mucho de la puerta que la había llevado hasta allí. Sin embargo, cuando miró hacia atrás, no había ninguna puerta, solo se encontraba la botella que la había encogido o eso pensó, porque cuando se acercó, tenía otra nota dentro.

            —“Úsame para crecer”.

            La chica no lo pensó mucho antes de introducirse la botella de nuevo por la vagina, descubriendo con satisfacción que sin hacer mucho esfuerzo pudo meterla hasta el cuello. Se masturbó con ella, utilizando su otra mano para frotarse y pellizcarse el clítoris para así llegar más rápidamente al orgasmo. Cuando lo alcanzó, sintió la misma sacudida de antes y cuando abrió los ojos se encontró con que las plantas a ambos lados del camino ya no eran tan enormes, pero ahora que las podía ver bien gracias a su altura, estas parecían tener caras dentro de las flores. TaeYeon las miró unos momentos, extrañada, ya que en casa las flores no tenían rostros. Los ojos de estas se abrieron de golpe y comenzaron a mirarla fijamente, con deseo y a la chica no le gustó aquello.

            Sacó la botella de cristal de su vagina y se levantó del suelo, sacudiéndose el polvo del trasero, echando ahora de menos la ropa que se había dejado en la habitación cuando empequeñeció. TaeYeon echó a andar, si quitarle la vista de encima a las plantas y con la botella en la mano por si la necesitaba más tarde para encoger de nievo. Una de ellas le llamó la atención porque tenía una sonrisa muy amplia y muchos dientes, la chica la miró y de la flor comenzó a aparecer un gato rosa con rayas de color morado. Dio un paso atrás, asustada, y se chocó contra una planta pero a pesar de que eso no le gustaba, no podía dejar de mirar al gato, que tenía unos ojos hipnóticos.

            Sin que TaeYeon se diese cuenta de lo que ocurría, el gato la estaba hipnotizando para que todo lo que ocurriera a partir de aquel momento le causara un placer infinito y nada le diera asco o sintiera por ello repulsión. Tan ensimismada estaba con los ojos del gato que no notó de que tallos de las plantas se enredaban en sus tobillos, en sus muslos y en sus muñecas hasta que estos la alzaron del suelo. La chica pataleó e intentó liberarse del agarre, pero aquellos tallos tenían demasiada fuerza y eran gruesos, así que no podía romperlos, parecía que tenían vida propia y ella no era rival.

            —¡Soltadme! —gritó, pero ahora, aparte de elevarla, la tumbaron en el aire y le abrieron las piernas, dejando al descubierto su entrepierna. El gato la miró relamiéndose y ella forcejeó de nuevo, pero siguió sin conseguir nada.
            —Es inútil escapar —dijo una voz detrás de ella así que giró su cuello lo máximo que pudo para descubrir que quien había hablado era una oruga con unos genitales enormes, casi tan grandes como el tamaño de la oruga, que no era para nada normal.
            —¿Por qué no puedo liberarme? —preguntó.
            —Porque estás en el país de las Pornopesadillas, TaeYeon, y aquí, todo y todos querrán follar contigo —aclaró.
            —¿País de las Pornopesadillas?
            —Sí, eres la elegida, pero antes de ir al lugar que debes tienes que pasar por esto.
            —¿Lugar dónde debo ir? ¿Dónde debo ir? ¿Para qué? ¿Por qué tengo que pasar por esto y porque todos quieren follarme?
            —Eso no te lo puedo decir —contestó la oruga, llevando sus patas a su miembro, comenzando a masturbarse—. Por ahora disfruta del placer que te ofrecen las plantas, son muy buenas haciendo su trabajo.

            La chica volvió su atención al frente, siguiendo la vista de la oruga y se encontró con un tallo con forma de pene, yendo directamente hacia su vagina y más allá de esto, al gato rosa, masturbando su gran miembro con su cola. Observó sus ojos de nuevo y, en ese momento, dejó de forcejear, ya le daba igual que la penetrara un tallo con forma de pene, la oruga, el gato o el conejo, solo necesitaba que algo, preferiblemente grande, se colara por su vagina para calmar el calor que comenzaba a sentir en ella.
           
            El tallo se introdujo en su vagina y comenzó a moverse, pero TaeYeon sentía que después del culo de la botella, aquello no era tan grueso como para satisfacer su sed de sexo, así que comenzó a mover sus caderas, intentando crear más fricción cuando aquel tallo la penetraba, y cerró sus ojos, dejándose llevar, por lo que no vio el segundo tallo hasta que sintió cómo este empujaba para unirse al otro. Dos tallos eran mejor que uno, sin duda, y la chica comenzó a gemir porque aquello le gustaba demasiado y no sabía por qué, porque le debería de dar asco.

            Los dos tallos se movían en su interior, penetrándola a distintos tiempos y moviéndose hacia los lados para abrir más su vagina para que así pudiera introducirse un tercer tallo que se había acercado hasta ella. Se sintió llena cuando finalmente este se le metió dentro, pero necesitaba más, mucho más.

            Comenzó a gemir y a pedir enloquecida por más tallos en su vagina y estos no se hicieron esperar, introduciéndose dos de golpe en esta y otros dos por su recto y su boca. La chica no podía pensar más que en el placer y quería mucho más, así que se dejó follar hasta llegar al orgasmo, contrayéndose y convulsionando cuando este la alcanzó, haciendo que todos los tallos se derramaran en su interior dejando un líquido verde y viscoso que, sin embargo tenía sabor dulce en su boca, por lo que lo tragó antes de que los tallos se retiraran. Unos segundos después, TaeYeon sentía cómo los cinco tallos que habían conseguido empujar dentro de su vagina y los dos de su recto se retiraban a la vez, haciendo que el líquido verde saliera de su interior, derramándose sobre el suelo de tierra y las demás flores.

            La chica respiraba entrecortado y aún sentía el placer del orgasmo recorriéndole el cuerpo. Había sido maravilloso, así que cerró los ojos de nuevo, recordando las sensaciones que los tallos le había provocado.

           Cuando los abrió de nuevo, fue porque sintió algo empujando para entrar en su vagina de nuevo. Algo parecido a una planta carnívora había sacado una especie de lengua gruesa con forma de pene y se la introdujo, entrando hasta rozar con la entrada a su útero. Una vez allí, la flor se despegó del tallo y aferró sus fauces a la entrepierna de TaeYeon, que estaba bastante confusa, ya que no entendía cómo aquello podría moverse en su interior sin el resto de la planta. Lo entendió todo cuando la lengua comenzó a moverse en su interior y vio como la cabeza de la flor tenía una especie de tendones que ayudaban a que la lengua se moviera dentro y afuera, como si de un mecanismo complejo se tratara.

            La chica comenzó a gemir a medida que el ritmo de las embestidas aumentaba. Aquella planta estaba haciendo un gran trabajo, pero quería que fuera mucho más rápido, así que, tras forcejear, se soltó de los tallos que mantenían presa una de sus muñecas y llevó su mano libre a su entrepierna para mover con más velocidad aquella cosa, proporcionándose aún más placer. Estaba a punto de llegar al orgasmo cuando las plantas que la sujetaban dejaron de hacerlo y ella cayó los centímetros que la separaban del suelo, hincándose el músculo de la planta hasta lo más profundo y llegando así al orgasmo con un grito que tuvo que ser escuchado en todo el maldito País de las Pornopesadillas.

            Se tumbó sobre el suelo y tiró de la planta hasta sacarla de su interior, haciendo que el líquido verde que había soltado, se desparramara de nuevo desde su vagina.

            —Menos mal que las plantas y yo no somos de la misma especie, no me gustaría quedarme embarazada y tener niños parecidos a estas cosas —murmuró—, aunque me podría llevar esto para casa —tomó la planta carnívora y la olvidada botella por si la necesitaba de nuevo más tarde y se levantó del suelo, tambaleándose por el orgasmo.

            Buscó con la mirada al gato y a la oruga que la habían estado observando mientras la penetraban, masturbándose con la vista que les había ofrecido, pero lo único que quedaba de ellos eran dos charcos de semen en las flores en las que habían estado atentos al espectáculo. TaeYeon se encogió de hombros, sino estaban allí no podía preguntarles nada más y tendría que seguir adelante para averiguar qué era lo que pasaba en aquel lugar.

            En ese momento, apareció de nuevo el conejo y la chica salió corriendo tras él, aunque sentía su interior bastante vierto y le era muy complicado correr rápido hizo lo posible para no perderlo. Salieron del camino de las plantas y entraron a un bosque con árboles enormes por todos lados de gruesos troncos y altas raíces. En un momento dado, la chica perdió al conejo, pero antes de poder buscarlo, salieron a su paso dos gemelos corriendo en su dirección.

            —Vienen las cartas de su majestad, la reina de corazones —decía uno.
            —Vienen a por ti, TaeYeon —dijo el otro.
            —Ven por aquí —el primero la agarró del brazo derecho y tiró en esa dirección.
            —No, por aquí —el otro la agarró del izquierdo y tiró hacia ese lado.
            —Por aquí, seguidme —el conejo había aparecido de nuevo y TaeYeon se soltó de los dos gemelos.

            Siguió al conejo rápidamente con los otros dos detrás suya hasta una especie de madriguera y se adentró en ella sin pensar. Era un sitio pequeño y oscuro, pero cabían todos perfectamente. Todo estaba en silencio y solo se oían las respiraciones agitadas, pero de repente, comenzaron a escucharse ruidos en la superficie.

            —Nos van a ver —dijeron a la vez los gemelos—. Nos verán si no lo hacemos.
            —¿Hacer qué? —preguntó TaeYeon.

            Los gemelos no le respondieron, simplemente uno de ellos se timbó y sacó su miembro erecto de sus pantalones mientras el otro la tomaba y la ponía sobre su hermano, dejándola caer sobre el pene que la penetró hasta el fondo de su vagina, luego, se quitó él sus pantalones, le separó los glúteos y se internó en su recto.

            —Gime —le pidieron los dos comenzando a moverse.

            TaeYeon no tardó en obedecer, exteriorizando todo el placer que sentía teniendo dos gruesos miembros en su interior. Tanto su recto como su vagina habían ido recuperando su tamaño natural, por lo que los notaba frotándose contra sus paredes hinchadas por los anteriores orgasmos y que habían adquirido una gran sensibilidad.

            Siguieron embistiéndola hasta que todos llegaron al orgasmo. En ese momento, la chica se dejó caer contra el gemelo que se encontraba en el suelo porque no podía con más. Estaba demasiado cansada, por ese día había tenido ya suficientes orgasmos, ocho eran más de los que había llegado a experimentar en una semana de trabajo, ya que allí solo tenía que satisfacer a los clientes.

            Sin embargo, a pesar de que quería descansar, el conejo no la dejó hacerlo, porque tiró de su brazo y la levantó, haciendo que, los ahora flácidos miembros de los gemelos salieran de su interior y su semen comenzara a recorrerle las piernas. El conejo la sacó de la madriguera y TaeYeon lo siguió tambaleándose mientras este corría a través del bosque. Algunos minutos después, llegaban a la linde de este, donde se encontraba una pequeña casa con un jardín delantero en el que había una mesa llena de dulces y té, presidiéndola, había un hombre con cara de loco y un sombrero desvencijado sobre su cabeza.

            —Mi nombre es HeeChul y soy el sombrerero —se presentó—. Ven aquí, TaeYeon —le indicó con un movimiento de su mano que se acercara—. Tenemos muchas cosas que hacer.

            La chica caminó hasta él, viendo cómo se sacaba su miembro de los pantalones. Cuando estuvo a su lado, la tomó por el brazo y la puso contra la mesa. TaeYeon tuvo que apoyar las manos sobre esta para no caer de cara contra los pasteles que había allí mientras notaba las manos de HeeChul recorriendo sus piernas, abriéndolas para pegarse más a su cuerpo y luego tirar de su vagina. Sintió cómo el semen que todavía quedaba de los gemelos se le terminó de escurrir de su interior y, en ese momento, HeeChul la penetró.

            —Eres la elegida, TaeYeon —comenzó a hablar mientras la embestía—. Tienes que acabar con la malvada reina de corazones —el sombrerero dio una embestida por cada palabra que dijo, cortándole la respiración.

            La chica sentía que se estaba volviendo loca. Era demasiado sexo para solo un día y seguramente, cuando el sombrerero acabara con ella tendría la vagina en carne viva de tantas veces que la habían utilizado a lo largo del rato que llevaba en el País de las Pornopesadillas, porque por la posición del sol, no parecían haber pasado más de tres o cuatro horas.

            Las embestidas fueron cada vez más rápidas y erráticas hasta que el sombrerero se corrió, llenándola por completo de semen. Salió de ella rápidamente y le dio la vuelta para que estuviera cara a él, le sonrió de una manera excitante y luego la sentó sobre la mesa, para abrirle las piernas e internarse en ellas, comenzando a lamer su entrepierna, retirando cualquier rastro de semen que se escapaba de su vagina, mandándole intensas oleadas de placer.

            TaeYeon estaba a punto de llegar al orgasmo de nuevo cuando el sombrerero se separó bruscamente de ella, cogió una botella y se la metió en la vagina, masturbándola con gran velocidad. Estaba a punto, lo sentía, sentía que el orgasmo se avecinaba, sin embargo, justo antes de llegar al clímax, la mano de HeeChul se detuvo por completo, mirando con los ojos abiertos como platos detrás de ella.

            La chica giró su cabeza y vio un montón de cartas, como de las que había escapado en el bosque gracias a los gemelos, con unas lanzas que amenazaban al sombrerero para que no hiciera ningún movimiento más, y a los demás personajes que estaban en la mesa, y de los que TaeYeon no se había dado cuenta de su presencia porque estaba demasiado absorta en su placer. Una de las cartas se acercó a ella y le sacó de un tirón la botella de la vagina, haciéndola gemir, pero no llegar al orgasmo, ya que sin ella dentro se sentía vacía.

            —Le gustarás a la reina Tiffany —dijo.

            Después, la cogió y la llevó en brazos hasta una plataforma de madera con rejas que era tirada por algunos caballos. Tanto los caballos, como las cartas tenían unos prominentes miembros que no dejaban de apuntar alto, como les había pasado al gato, a la oruga y al conejo y TaeYeon se preguntó si aquello era normal.

            La chica fue dejada dentro de aquella pequeña prisión, tumbada bocabajo y con los brazos y las piernas sujetos por una especie de grilletes que la mantenían anclada al suelo y con las piernas abiertas, dejando ver perfectamente su vagina hinchada. En cuanto la carta salió, TaeYeon se giró para ver cómo en ese momento, esta le metía su lanza por la vagina, por la parte del mango hasta que llegó a lo más profundo que pudo.


            Las demás cartas se acercaron a ella y repitieron esa misma acción. Dos, tres, cuatro, cinco, seis, hasta la séptima las acogió bien, pero la octava le hizo daño y la novena sintió que la desgarraba por dentro. Cuando le introdujeron la décima y la undécima, perdió el conocimiento.