martes, 28 de agosto de 2012

Love Outside Logic


Capítulo 3
JR

-¿Por qué quieres hacer creer a todo el mundo que eres una chica?- su pregunta me dejó descolocado, ¿cómo podía haberme descubierto? Bueno, lo mejor era hacerse el loco.
-No sé de que me hablas- contesté y seguí mi camino.
-No me ignores- me agarró del brazo y me detuvo.
-Es que no sé de qué me hablas, de verdad- traté de hacerme el inocente.
-Eres un tío, no me lo niegues- dijo muy convencida.
-¿Por qué dices eso?
-Porque eres un tío- dijo simplemente.
-Esa no es una razón para que digas que soy un tío- le contesté soltándome de su agarre haciéndome el indignado.
-Choi MinKi- dijo- antes estabas estudiando en el Instituto que tiene el mejor equipo de fútbol.
-¿Cómo sabes eso?- susurré.
-Ves, lo sabía, no estaba loca eras tú- gritó en medio de la calle. Le tapé la boca con la mano.
-Cállate- le ordené con muy mala hostia.
-¿Por qué quieres hacerte pasar por chica?- volvió a preguntar, no se rendía.
-No es de tu incumbencia- dije y me alejé.
-¿Quieres que le diga a todas esas chicas que fueron amables contigo que eres un tío y que has jugado con ellas?- eso era chantaje.
-No me importa- dije volviéndome hacia ella. La verdad no me importaba nada qué les pasara a esas chicas. Eché a andar de nuevo.
-¿Y si se enterara cierto rubio peligroso?- preguntó. Me paré en seco. Hablaba de BaekHo. Lo de las chicas no me importaba, pero esto, extrañamente sí. No dije nada, solo me mantuve parado en el mismo lugar- claro, que tú y yo podemos llegar a un acuerdo- se puso a mi altura.
-¿Qué clase de acuerdo?- susurré, ella me miró y sonrió.
-Cuéntamelo todo y yo prometo guardar tu secreto- dijo.
-Hecho.

Volvió a sonreír y me cogió de la mano, tirando de mí hacia algún lugar. Yo sólo me dejé llevar. Pensaba en cómo decirle a alguien más lo que ocurrió, sólo se lo había dicho a su vecina fujoshi, y ella no contaba como persona. La chica se detuvo en la puerta de una cafetería.

-No- dije y ella me miró- no pienso hablar de esto y que la gente me escuche.
-Tranquilo- susurró- la cafetería es de mis padres, vivo arriba.
-Soy una chica- contesté.
-Claro, al igual que tu rubio es natural- dijo ella y tiró de mí.

Era un local pequeño, pero bonito, tenía su encanto, había que admitirlo. Una decena de mesas salpicaban el lugar decorado de una manera simple y sencilla. Una mujer apareció desde la cocina, era extranjera, se parecía mucho a Rose, así que supuse que sería su madre.

-Hola, mamá.
-Bienvenida, cariño- saludó- oh, ¿traes a una amiga?
-Sí- contestó- ¿nos podrías traer algo luego para merendar?
-Claro que sí, ¿no me presentas a tu amiga?
-Oh- me miró.
-Soy Ren, encantada- dije haciendo una reverencia.
-Eres una monada- dijo la mujer- ojalá trajeras más chica a esta casa y no tanto a tu novio.
-Pero si te encanta MingHyun- protestó ella.
-Claro que sí, pero quiero que te relaciones con chicas también-si esa pobre mujer supiera que yo también soy un hombre le da un ataque- encantada de conocerte Ren, os subiré algo luego.
-Hasta luego, señora- dije educadamente y subí las escaleras arrastrado por Rose. Llegamos a su habitación y me hizo sentarme en su cama. Luego se sentó a mi lado.
-Cuenta, soy toda oídos- la miré unos momentos, todavía no sabía cómo había accedido a aquello, bueno, sí lo sabía, pero no quería admitirlo. Suspiré y comencé a recordar.
-Él era un chico de mi clase, comenzó a hablar conmigo casi al instante de conocernos. Era muy amable conmigo, siempre me sonreía y me ayudaba- relaté, ella me miraba atentamente, yo bajé un poco la cabeza- comencé a sentir cosas extrañas por él, al principio lo achaqué a que era porque era mi mejor amigo y lo quería, luego me di cuenta de que lo quería, pero no por eso, lo quería como algo más que un amigo- no puede continuar, se me había formado un nudo en la garganta. Alcé el rostro, sentía mis ojos acuosos.
-No llores, pequeño- se acercó a mí y me abrazó. Dejé que lo hiciera, la verdad, su contacto no me era desagradable como el de las otras chicas. Me quedé un buen rato sollozando en sus brazos hasta que me calmé. Ella me miró muy seria- lo siento- susurró- no sabía que fuera tan duro, no quería hacerte pasar por ésto, lo siento muchísimo. Negué con la cabeza, no había creído a mi vecina fujoshi cuando me dijo que hablar de ello me haría olvidar, pero ahora estaba notando cómo mis lágrimas arrastraban el dolor de mi corazón lejos- no hace falta que continúes si no quieres.
-Quiero- susurré secándome las lágrimas.
-Pero...
-¿Después de hacerme chantaje para que te lo cuente no quieres saber toda la historia?- le pregunté intentando verme bien.
-Pero...
-Pues ahora te jodes y escuchas mi triste historia- le solté.
-No seas malhablado- me riñó- ahora eres una señorita, compórtate como tal- la miré extrañado- vamos, cuenta, ahora me ha salido la vena cotilla- sonrió, pero de pronto se puso seria- si necesitas que te abrace para que te sientas cómodo lo haré.
-Necesito que te calles y que te refieras a mí en femenino, no en masculino- le dije.
-Ok- la miré y ella cerró su boca como si fuera una cremallera, luego le puso un candado y tiró la llave. Me quedé flipando con lo que hacía, pero me sobrepuse a su excentricidad y comencé a hablar de nuevo.
-El año pasado, sin poder contenerme más le dije a mi mejor amiga que él me gustaba- susurré- ése fue el error más grave que he cometido en mi vida- Rose me sonrió animándome a seguir- ella le contó a él todo lo que yo le había dicho... a él y a todo el que se cruzara en su camino. En unos pocos días todo el Instituto se enteró, y como él era muy popular, todas las chicas del colegio se me pusieron en contra- conté- me hicieron el curso un infierno, pero lo peor de todo fue, que cuando él se enteró de que me hacían la vida imposible él intentó defenderme.
-¿Por qué eso fue lo peor?- preguntó ella- ¿No era tu mejor amigo?
-Me humilló al hacer eso.
-Oh, es verdad, El Hombre y Su ORGULLO.
-¿No habías cerrado tu boca con una cremallera, un candado y tirado la llave?
-Sí, pero por si no te habías dado cuenta, lo del candado era parafernalia... no sujetaba nada- contestó sonriendo.
-Eres un caso...
-Gracias, por cierto, ¿cuál era el nombre del chico?
-Kim JongHyun- contestó.
-¿No jodas? ¿El de SHINee?- dijo emocionada.
-No.
-¿El tiro a yo no sé qué que salió en los JJOO?
-No.
-Jo, pues cómo no hay Kim JongHyuns en Corea, especifica, que sino me pierdo.
-¿No te estoy diciendo que estaba en el Instituto conmigo?
-El de SHINee es muy joven...
-Rose- dije un poquito bastante cabreado.
-Lo siento, era para relajar el ambiente.
-No lo relajes, no hace falta.
-Ok, entonces, ¿quién es ese Kim JongHyun?- me preguntó.
-JR, el capitán del equipo de fútbol.
-¡De eso te conocía!- me gritó como loca levantándose de un salto- tú venías a sus partidos cuando jugabais en nuestro Instituto.
-¿Y te acuerdas de mi cara?
-Soy muy buena en eso- contestó.
-¿Se puede?
-Claro, mamá- la mujer entró y nos dejó unas pastas y unos refrescos, después se fue del lugar. Comenzamos a comer sin decirnos una palabra, pero de repente, Rose habló- espero que tú y yo podamos ser amigas- no supe como reaccionar a aquello, así que no dije nada, pero interiormente, también pensé que podríamos ser amigas.

2 comentarios:

  1. Oishhhhhhhhhhh que cuca mi princesa, un poco borde... pero mu cuca :3
    Me gusta lo de "Rubio peligroso" jajajaja xD
    aishhh sigue pronto que quiero saber q pasa :DD

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    Respuestas
    1. lo dejaré un tiempecillo a ver si me aclaro las ideas...
      sorry, sorry, sorry sorry, neka, neka, neka... XD

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