domingo, 19 de agosto de 2012

[Capítulo 3] Terrorist In Love {Bang YongGuk}


Capítulo 3
Lo Que Me Gusta y No Me Gusta

La tarde se pasó rápida. Los chicos ensayaban y yo los observaba, realmente bailaban muy pero que muy bien. No le dirigí siquiera una mirada a YongGuk, ¿para qué? ¿para que me mirara mal o me dijera cosas bordes? No, gracias, no estaba el horno para bollos.


Cuando descansaban, me iban haciendo una lista de sus vacaciones. Aunque no era para mí, sino para la empresa. La jornada laboral terminó tranquila. Llevé a los chicos al apartamento en un viaje algo incómodo. Todos estaban dormidos en los asientos traseros excepto YongGuk, que al no tener espacio detrás, se tuvo que sentar en el asiento del copiloto.

La mayoría del viaje se lo pasó callado, mirando por la ventanilla o viendo a los otros chicos por el espejo. Hasta que unos diez minutos antes de llegar al apartamento me miró a mí. Me miró fijamente. Lo podía notar aunque yo tuviera los ojos puestos en la carretera. Se podría decir que su mirada me penetraba completamente haciendo que se sucedieran los temblores de mi cuerpo.

Cuando aparqué fue todo un alivio. Él fue a despertar a los chicos, pero al final acabó cargando con JongUp para no despertarlo y HimChan acabó con Zelo subido a su espalda también. Los otros dos se sujetaban mutuamente. Al llegar al piso después de un apretado trayecto en un pequeño ascensor en el que noté como durante un milésima de segundo algo me tocaba el culo, tuve que abrir la puerta y dejarlos a todos pasar.

-Me voy a casa- murmuré bajito- si necesitáis algo sólo tenéis que llamarme.
-Buenas noches, Noona- me deseó HimChan- te esperamos aquí mañana.
-Buenas noches- deseé yo y me fui del lugar, caminando, tal y como había hecho por la mañana. Llegué a mi apartamento casi una hora después. Nada más entrar, me eché en el sofá, y en ese lugar, me quedé dormida.

A la mañana siguiente me levanté con un dolor de espalda horrible, pero me repuse y fui al apartamento de los chicos ya desayunada, no quería que tuvieran que cocinar para mí otra vez. Llegué y me los encontré a todos comiendo en la cocina.

-Buenos días, Noona- dijeron todos, bueno, todos no, YongGuk ni siquiera levantó la vista del plato.
-Buenos días- saludé sonriendo- ¿preparados para un día de prácticas intenso?
-¡SÍ!- gritaron emocionados los dos pequeños. Los demás solo me miraron con mala cara, incluso el líder, que parecía querer matarme.

Volvimos a la empresa y ellos se fueron a ensayar. Yo, por mi parte, tuve que llevar los papeles al jefazo con lo que los chicos iban a hacer en las vacaciones. Claro, vacaciones para ellos, yo no iba a tener vacaciones, me tenía que quedar con ellos y confraternizar, a no ser que todos se fueran a ver a sus familias las dos semanas, cosa que no tenía pensado hacer ninguno. Le entregué los papeles y me fui con los chicos, no tenía otra cosa más que hacer. De la agenda de esta semana se había encargado el anterior mánager, así que yo solo tenía que seguirla y nada más.

Fue un día bastante productivo, puesto que ya tenían bien aprendidos los pasos que el día anterior ensayaron, el coreógrafo entró en escena y comenzó a enseñarles nuevos pasos. El hombre era bastante guapo, tenía un buen cuerpo y no parecía tener más de treinta años. Cuando acabó de enseñarles, se acercó hasta donde yo estaba sentada en el suelo y se puso a mi lado a observar a los chicos.

-Me llamo Jung MinHo- me dijo.
-Anna.
-¿Ese es tu nombre real o tu nombre para la industria?- me preguntó.
-Mi nombre real.
-Pues... Anna- me cogió el rostro con sus manos me y miró fijamente- ¿tendrías una cita conmigo?- y sin darme tiempo a responder me dio un beso en los labios, a los pocos segundos se separó. Sonreí, era directo.
-¿Ésta es tu táctica para ligar con una chica?- pregunté y me di cuenta de que los chicos nos miraban.
-Sí.
-¿Suele funcionar?
-Siempre- me contestó pasándose la lengua por los labios de manera seductora- todas caen rendidas a mis pies.
-Me alegro- dije- pero siempre hay una excepción- lo aparté de mí un poco brusca- no me van los chicos que me meten la lengua hasta la campanilla antes de la primera cita- miré a los seis chicos paralizados de la habitación- vamos, vamos, a ensayar- di algunas palmas y todos volvieron al trabajo.

El día pasó demasiado lento. Aunque había rechazado al coreógrafo, él no se daba por vencido, y acabé más que harta de él. Los chicos se dieron cuenta, pero no podían hacer nada. Él tenía que enseñarles pasos, y yo tenía que confraternizar con ellos, nadie podía salir de la habitación. Por la tarde, cuando estaban descansando unos momentos, de repente YongGuk se levantó de golpe del suelo.

-Lo tengo- murmuró.
-¿Qué tienes?- preguntó HimChan.
-La canción, ya sé cómo seguir- contestó emocionado.
-Qué bien, hyung- comentó Zelo.
-Me voy a la sala- y comenzó a dirigirse hacia la puerta, pero unas palabras de HimChan lo detuvieron.
-Noona podría ir contigo y así ve cómo compones- sé que lo hacía con la intención de que me largara de aquel lugar y así dejara de intentar seducirme en vano el coreógrafo, pero la verdad, prefería eso a que YongGuk no me dirigiera la palabra o me mirara con odio. El líder pasó su vista por todos los de la habitación y acabó en mí.
-Está bien- dijo y se fue del lugar. Me quedé unos segundos sin saber qué hacer hasta que la sangre me volvió a llegar al cerebro y me levanté.
-Con permiso- me incliné y desaparecí de la sala. Me dirigí a la otra y allí me esperaba YongGuk, mirándome con cara de mala leche. Abrí la boca para agradecerle pero él hablo antes.
-Ni se te ocurra abrir la boca- me ordenó- a mí me da igual que Jung te de la tabarra o no, sólo te he sacado de allí porque sino los demás me matarían al llegar a casa- explicó- les has caído bien- dijo y se sentó.
-Bueno, gracias de todos modos- se volvió hacia mí y me miró mal.
-¿No te he dicho que nada de gracias?- me preguntó brusco.
-Ante todo hay que ser educado- respondí.
-No me vengas con esas chorradas tú también, con YoungJae ya tengo bastante- dijo molesto- puedes sentarte en aquel sofá- me lo señaló- haz lo que quieras, pero no me molestes.

Me senté allí y me quedé mirándolo. YongGuk comenzó a tocar algunas notas en el teclado y a apuntar algo en un papel. En apenas unos segundos estaba tan concentrado en su tarea que podría jurar que su hubiera un terremoto y el edificio se cayera a pedazos, él no se enteraría hasta no estar sepultado por los escombros.

Tenía una imagen muy varonil en esos momentos. Escribía o tachaba cosas mientras estaba en una especie de trance en el que su pierna derecha se movía sola y su mano izquierda tocaba notas sueltas en el teclado. Me quedé embobada durante un buen rato, hasta que me di cuenta y me recriminé a mi misma. Me levanté del sofá cuando noté al chico algo cansado y salí del lugar. Encontré una máquina expendedora y saqué una bebida energética, después volví a la sala. Me lo encontré recostado en la silla y suspirando cansado. Me acerqué a él y le puse la botella en frente de su cara. YongGuk se giró rápidamente.

-Supongo que necesitarás esto si quieres terminar con la canción- dejé la botella en la mesa y me dispuse a sentarme, pero alguien entró de repente por la puerta.
-Anna- dijo- te llaman, ha habido un problema con lo de mañana- dijo una chica bajita con el pelo largo.
-Voy- salí de allí siguiendo a la chica hasta donde se encontraba el despacho compartido de todos los mánagers de la empresa y descolgué el teléfono que me indicó- ¿dígame?
-¿Es usted Anna, la nueva mánager de B.A.P.?- preguntó la voz de un hombre al otro lado del teléfono.
-Sí, soy yo.
-Quiero informarle que la actuación de su grupo mañana ha sido cancelada.
-¿Y eso? ¿Hay algún problema?

El hombre empezó a soltar idioteces para justificar el cambio de planes y yo debatía cada una de ellas hasta que una hora después, se cansó de dar malas explicaciones a la cancelación y dijo que la actuación se realizaría a la hora prevista. Cuando colgué el teléfono me dejé caer en la silla agotada, puesto que había estado todo el rato de pie, dando vueltas por todo el lugar.

-Buf- suspiré.
-Lo has hecho muy bien- me felicitó la mánager de SECRET.
-Gracias- contesté- pero sus argumentos no tenían ni pies ni cabeza.
-Normalmente lo hacen.
-¿El qué?
-A los nuevos les hacen siempre algo así para ver cómo se desenvuelven ante las adversidades y también para probar sus capacidades- me contestó.
-La madre que los parió- me quejé levantándome de golpe de la silla- serán...- me quedé a medias de mis insultos al ver cómo todos los que había allí me miraban- lo siento- dije y me incliné.

Miré el reloj y decidí pasar la última media hora de la jornada en la empresa, viendo componer a YongGuk. Era muy borde conmigo, pero ya que era al único al que no agradaba, tenía que intentar más llevarme bien con él. Entré en la sala después de echar un ojo a la de baile y ver al coreógrafo allí metido todavía. Él estaba tumbado en el sofá, con los brazos sobre la cabeza y los ojos cerrados. Sonreí al verlo, y dirigí mi vista hacia la mesa donde había un montón de partituras y folios con cosas escritas y tachadas. Me acerqué como buena cotilla y fui a coger uno de los folios, cuando una voz grave me detuvo.

-Ni se te ocurra tocar eso.

6 comentarios:

  1. I LIKE IT!!! :D
    me mola el momento, los peques saltando de alegria y el resto like vas a morir en breves momentos xDD
    Sigue así Unni!! :3

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    Respuestas
    1. Me gusta que te guste (?)
      Jajajajajajajajajajajajajajaja XD

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  2. "Al llegar al piso después de un apretado trayecto en un pequeño ascensor en el que noté como durante un milésima de segundo algo me tocaba el culo"

    Creo que por ahí hay algún pervertido suelto xD Y anda que el coreógrafo... Eso ya no es ser directo, a eso se le llama descaro. Menos mal que le ha(s) puesto en su sitio.

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