sábado, 1 de junio de 2013

Cenizas del Pasado


Cenizas del Pasado


   Calor, mucho calor. Demasiada luz, me duelen los ojos. Gritos, gritos por todas partes, gritos que resuenan en mis oídos. Humo en mi garganta, no puedo respirar, me ahogo. Pero sigo buscando, lo sigo buscando por aquella casa en llamas.

   -¡Hyung!- grito y lo veo, encerrado en aquella habitación, rodeado por el fuego. Sus ojos llorando, sus labios clamando por ayuda, llamándome a mí. Intento avanzar hasta él, pero unos brazos rodeando mi cintura me detienen. Pataleo e intento librarme, pero su agarre es fuerte y me arrastra hasta el exterior mientras mis lágrimas corren por primera vez por mis mejillas.

   Abro los ojos y veo el techo de mi habitación, desenfocado por las lágrimas. Otra vez he vuelto a tener ese mismo sueño. Doy una vuelta en mi cama y me encuentro a mi primo, durmiendo abrazado a mí. Me quito su brazo de encima y él hace un ruidito de inconformidad mientras se gira. Sonrío levemente y me levanto de la cama intentando no despertarlo.

   Estoy sudando por el sueño, así que, me voy al baño de la habitación y me desnudo para meterme en la ducha y quitarme todo el sudor y aquel recuerdo de la cabeza, porque no era un sueño, era un recuerdo, un recuerdo de hace dos años, un recuerdo que me hacía mucho daño.

    Flash Back

   Tengo su cuerpo debajo de mí y entro y salgo una y otra vez de su interior, ahogando gemidos de placer besando sus labios desacompasadamente y mordiendo su cuello a veces, dejando claro que él es mío y de nadie más. Llegamos al clímax y caigo sobre él, respirando entrecortadamente y sintiéndome pringoso, pero a la vez perfectamente.

   -Iré contigo…- murmura y yo sonrío.
   -Gracias.
   -Aunque a tu familia no les gustará que vaya a vuestra casa en Navidades- comentó.
   -Se tendrán que ir acostumbrando… eres mi chico… hyung…
   -No me llames hyung después de hacerlo… me hace sentir mal…- sonrío y beso su pecho.
   -Está bien… Minnie… te amo…
   -Yo también te amo… Kyu…

    Fin Flash Back

   Si no le hubiera pedido que viniera a pasar las Navidades en mi casa. Si no hubiera salido hecho una furia de casa tras aquella pelea que tuve con mi padre. Si no lo hubiera dejado solo, durmiendo. Si aquella vela no hubiera prendido aquella cortina. Si yo hubiera estado allí con él…

   Mis lágrimas se confunden con las gotas de agua que caen desde la alcachofa de la ducha y la culpa me carcome por dentro, porque si no hubiera sido por mí, él nunca habría estado allí.

   Salgo de la ducha sintiéndome lo peor del mundo y voy a la habitación para vestirme y poder salir de casa para ir a aquel lugar. Mi primo sigue durmiendo en mi cama tranquilamente. Tras vestirme, me acerco a él y le doy un beso en la frente. Él era la única persona que no me había abandonado desde aquella noche en la que mi hyung había muerto.

   -Gracias… JongWoon…- susurro y él sonríe en sus sueños, luego salgo de nuestro apartamento.

   Me dirijo a mi coche y lo pongo en marcha para salir de allí e ir a visitar su tumba, porque hoy es 1 de Enero, el día de su nacimiento y el de su muerte. Poco después, llego al cementerio y camino por las hileras de tumbas hasta que diviso la suya. Me hinco de rodillas en el suelo y le muestro mis respetos mientras por mis mejillas vuelven a caer saladas lágrimas.

   -Lo siento… hyung…- murmuro atragantándome con mis lágrimas- lo siento tanto… te amo… te sigo amando… no sabes cuánto… te amo…
   -Yo también te sigo amando- escucho una voz muy conocida, su voz. Creo que me estoy volviendo loco, aun así, me giro rápidamente y lo veo detrás de mí, sonriendo. Me levanto corriendo del suelo y avanzo hacia él sin poder creerme lo que veo.
   -¿Hyung…?- llevo mis manos a su rostro y él cierra sus ojos complacido por mi contacto.
   -Sigues llamándome así aunque sabes que no me gusta…- murmura.
   -¿Cómo?- pregunto- moriste en el incendio…
   -Tu padre me sacó de aquella habitación y luego me llevó a su hospital privado para que me curaran las quemaduras- abro mis ojos como platos sin poder creerme lo que escucho- desde entonces he estado a su cuidado.
   -Pero… me dijo… me dijeron que… estabas muerto… Minnie… yo… Minnie…- mis lágrimas volvieron a derramarse.
   -Siento que hayas tenido que pasar por todo esto, pero no pude comunicarme contigo… hasta ahora…
   -Minnie…
   -Lo siento tanto… Kyu...- pasa sus brazos alrededor de mi cintura, abrazándose a mí y yo me estremezco por su contacto- pero… te amo… te amo…- sonrío levemente y lo aprieto fuerte contra mí.
   -Yo también te amo…
   -A partir de ahora no nos separaremos nunca más- susurra.
   -Nunca…





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