miércoles, 19 de junio de 2013

Hot Times


Hot Times


   Calor, hacía un calor horrible y no ayudaba en nada a aplacar este calor que JongIn no parara de bailar frente al espejo de la sala de baile, con sus ojos fijos en los mío, mirándome de una manera lasciva.

   Ya todos se habían largado de aquel lugar, y yo me hubiera ido con ellos, de no ser porque él me había pedido, con aegyo encima, que me quedara, y no le pude decir que no. Por eso me encontraba allí, solo con él, aguantando el calor que me producía el verano, sumado al calor que me producía ver esos movimientos tan excitantes de JongIn, sus gestos faciales, sus dientes mordiendo su labio inferior, su sudor resbalando por su piel tostada y mi pensamiento volando hacia lo que querría hacerle y dejarme hacer.

   Abrí los ojos de golpe al tener estos pensamientos y me lo encontré quieto, mirándome ahora fijamente, sin el cristal de por medio que la suavizaba y ahora sentía todo el peso de su mirada sobre mí. Tragué saliva para intentar que alguna palabra saliera de mi boca seca, pero ningún sonido hizo aparición.

   Él caminó hacia mí, sin dejar mis ojos, hasta que se sentó frente a mí, muy cerca, tan cerca que notaba su respiración acelerada mezclarse con la mía, tan cerca que veía claramente las gotas de sudor trazar caminos sobre su piel, perlándola, tan cerca que escuchaba el golpeteo rápido de su corazón, tan cerca que seguramente él notaría el mío.

   -Baek- susurró roncamente mi nombre y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo haciéndome temblar. Vi su sonrisa torcida y supe que algo malicioso se estaba fraguando en su mente pervertida- hyung…- me llamó.
   -Dime, JongIn…- murmuré.
   -¿Quieres salir conmigo…- hizo una pausa, pero luego continuó- y dar una vuelta…?
   -Hace mucho calor, JongIn…- le contesté y aparté mi mirada de la suya, intentando así aclarar mi mente.
   -Vamos, Baek…- pidió e intentó hacer aegyo, pero una mirada mía lo hizo desistir- es solo una vuelta…- se inclinó hacia mí poniendo su mano en mi rodilla desnuda, debido a que llevaba pantalones cortos- por favor… Baek… por favor…- lo sopesé durante unos segundos antes de asentir. No podía negarle nada- me ducho y salimos- se levantó del suelo haciendo presión en mis rodillas para tomar impulso- ¿o quieres ducharte tú también?- preguntó y yo me tensé- estás sudando… y a mí no me importa compartir ducha… ya lo sabes…- negué rápidamente moviendo mi cabeza y mis manos para sujetármeles y que dejara de moverlas- no seas tímido, hyung- se agachó hasta que su boca quedó a la altura de mi oído- no es que nunca me hubieras visto desnudo- me susurró roncamente haciendo que mis partes dieran un tirón dentro de mis boxers al vislumbrarlo desnudo ante mí.
   -JongIn…- conseguí decir, como una advertencia, pero él no me hizo ningún caso y pasó sus brazos por mi cintura para levantarme del suelo y ponerme de pie, quedando en un abrazo tan íntimo que seguro que notó la tirantez que tenía allí abajo.
   -Vamos hyung… tú también me deseas…- claro que lo deseaba, ¿quién en su sano juicio no deseaba a JongIn? Por Dios, si era la encarnación del deseo sexual- deja de reprimirte…- murmuró.
   -¿Y después qué?- pregunté. Él separó un poco su rostro de mí para poder mirarme bien.
   -Después seré todo tuyo… y tú serás todo mío…- y me metió la lengua hasta la campanilla.



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