Hot Times
Calor, hacía un calor horrible y no ayudaba en nada a aplacar este calor
que JongIn no parara de bailar frente al espejo de la sala de baile, con sus
ojos fijos en los mío, mirándome de una manera lasciva.
Ya
todos se habían largado de aquel lugar, y yo me hubiera ido con ellos, de no
ser porque él me había pedido, con aegyo encima, que me quedara, y no le pude
decir que no. Por eso me encontraba allí, solo con él, aguantando el calor que
me producía el verano, sumado al calor que me producía ver esos movimientos tan
excitantes de JongIn, sus gestos faciales, sus dientes mordiendo su labio
inferior, su sudor resbalando por su piel tostada y mi pensamiento volando
hacia lo que querría hacerle y dejarme hacer.
Abrí
los ojos de golpe al tener estos pensamientos y me lo encontré quieto,
mirándome ahora fijamente, sin el cristal de por medio que la suavizaba y ahora
sentía todo el peso de su mirada sobre mí. Tragué saliva para intentar que
alguna palabra saliera de mi boca seca, pero ningún sonido hizo aparición.
Él
caminó hacia mí, sin dejar mis ojos, hasta que se sentó frente a mí, muy cerca,
tan cerca que notaba su respiración acelerada mezclarse con la mía, tan cerca
que veía claramente las gotas de sudor trazar caminos sobre su piel,
perlándola, tan cerca que escuchaba el golpeteo rápido de su corazón, tan cerca
que seguramente él notaría el mío.
-Baek- susurró roncamente mi nombre y un escalofrío recorrió todo mi
cuerpo haciéndome temblar. Vi su sonrisa torcida y supe que algo malicioso se
estaba fraguando en su mente pervertida- hyung…- me llamó.
-Dime, JongIn…- murmuré.
-¿Quieres salir conmigo…- hizo una pausa, pero luego continuó- y dar una
vuelta…?
-Hace mucho calor, JongIn…- le contesté y aparté mi mirada de la suya,
intentando así aclarar mi mente.
-Vamos, Baek…- pidió e intentó hacer aegyo, pero una mirada mía lo hizo
desistir- es solo una vuelta…- se inclinó hacia mí poniendo su mano en mi
rodilla desnuda, debido a que llevaba pantalones cortos- por favor… Baek… por
favor…- lo sopesé durante unos segundos antes de asentir. No podía negarle
nada- me ducho y salimos- se levantó del suelo haciendo presión en mis rodillas
para tomar impulso- ¿o quieres ducharte tú también?- preguntó y yo me tensé-
estás sudando… y a mí no me importa compartir ducha… ya lo sabes…- negué
rápidamente moviendo mi cabeza y mis manos para sujetármeles y que dejara de
moverlas- no seas tímido, hyung- se agachó hasta que su boca quedó a la altura
de mi oído- no es que nunca me hubieras visto desnudo- me susurró roncamente
haciendo que mis partes dieran un tirón dentro de mis boxers al vislumbrarlo
desnudo ante mí.
-JongIn…- conseguí decir, como una advertencia, pero él no me hizo
ningún caso y pasó sus brazos por mi cintura para levantarme del suelo y
ponerme de pie, quedando en un abrazo tan íntimo que seguro que notó la
tirantez que tenía allí abajo.
-Vamos hyung… tú también me deseas…- claro que lo deseaba, ¿quién en su
sano juicio no deseaba a JongIn? Por Dios, si era la encarnación del deseo
sexual- deja de reprimirte…- murmuró.
-¿Y
después qué?- pregunté. Él separó un poco su rostro de mí para poder mirarme
bien.
-Después seré todo tuyo… y tú serás todo mío…- y me metió la lengua
hasta la campanilla.
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