Capítulo 16
Ayuda
No
podía parar de dar vueltas en la cama. Ya era hora de levantarme, pero eso
quería decir que ya era Domingo y que al día siguiente era el cumpleaños de
MinSeok y yo no le había podido comprar nada. Era completamente increíble.
Llevábamos dos años compartiendo habitación y este, precisamente este es el año
en el que se me olvidaba.
No
podía poner como excusa lo de los poderes, porque ya nos habíamos acostumbrado
a ellos, de hecho, no tenía ninguna excusa y además, tenía que regalarle algo.
No solo era mi amigo si no que él era… ¿Qué era MinSeok para mí?
Cerré mis ojos, completamente frustrado por todo y me dispuse a seguir
durmiendo, aunque aquello no mejorara mi situación, sino que la empeoraba. Sin
embargo, no pude hacer nada porque mi teléfono móvil comenzó a sonar Paradise –
Infinite y tuve que cogerlo al ver el nombre en la pantalla.
-¿Ha
pasado algo, YiXing?- pregunté.
-Después de comer, venid al piso, hay algo importante que debéis saber-
fue lo único que dijo antes de colgar.
-oooOOOooo-
Corrí sin importarme nada. No sabía a donde iba, pero ¿qué más daba?
Habían matado a mi mejor amigo delante de mis narices, lo habían matado las
personas que supuestamente eran aliadas. Dejé que mis lágrimas cayeran como
cascadas desde mis ojos, ignorando a la gente que me miraba con lástima cuando
pasaba por su lado.
Solo
detuve mi carrera cuando sentí que no podía más. Me incliné, apoyándome sobre
mis rodillas para recuperar el aliento y miré a mi alrededor, intentando
averiguar dónde estaba. Abrí los ojos como platos al darme cuenta del lugar en
el que había acabado. ¿Por qué mis piernas se habían detenido justo en la
puerta de la casa de JunMyeon hyung?
Dudé
unos segundos, pero decidí darme la vuelta y caminar los pocos metros que
restaban hasta mi casa. Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso, la
puerta de la casa de JunMyeon se abrió y mi amigo salió por ella, quedándose de
piedra al verme.
-K…KyungSoo… ¿qué te ha pasado?- caminó hacia mí hasta que quedó a
apenas un paso- ¿pasó algo con RyeoWook?
Escuchar su nombre hizo que mis emociones volvieran a aflorar. Los ojos
se me aguaron de nuevo, sin embargo, ahora no estaba solo.
-Hyung- solo pude hacer salir de mi garganta un sonido ahogado y él
inmediatamente me abrazó.
-Estoy aquí…- susurró- no pasa nada… hyung no dejará que te pase nada…
-oooOOOooo-
-¿Por qué estamos aquí?- preguntó JongDae de una forma que me irritó,
aunque todo lo que hacía me irritaba.
-Hay
algo que tenemos que contaros- dijo YiXing a mi lado.
-¿Qué?- preguntó LuHan, cruzándose de brazos. Él también me irritaba
mucho.
-Es
algo que ha pasado hoy- contestó YiXing de nuevo.
-¿Os
ha atacado algún enemigo?- preguntó Tao preocupado y yo negué.
-Era
un enemigo, pero no nos ha atacado- respondí.
-No
lo entiendo- dijo MinSeok.
-El
enemigo resultó ser un amigo mío- contesté- al igual que la otra vez fue un
chico que YiXing conocía, sin embargo el encuentro fue distinto.
-¿Qué pasó?- preguntó Tao.
-Nos
dio información valiosa.
-¿Información valiosa?- dijo incrédulo JongDae- ¿y si era una trampa?
-Nos
informó acerca de los planes del enemigo.
-¿Qué planes?- preguntó LuHan.
-Los
ataques se irán sucediendo hasta que desarrollemos más nuestros poderes-
contesté- a ÉL le gusta jugar y no nos quiere destruir sin que estos estén
restablecidos.
-¿Por qué?- preguntó MinSeok.
-Porque necesita tener la satisfacción de habernos destruido de nuevo
cuando estábamos en plena forma.
-oooOOOooo-
Estaba tranquilamente tumbado en mi cama cuando mi móvil comenzó a sonar
Love – CNBLUE, el tono que le había asignado a LuHan. Rápidamente me lancé a
cogerlo del escritorio, sobresaltando a JongIn en el proceso.
-LuHan- dije al descolgar.
-Hunnie, escúchame bien porque no tengo mucho tiempo- dijo seriamente al
otro lado de la línea.
-Te
escucho.
-Quiero que nos encontremos el Sábado para hablar.
-¿Esta semana no vamos a poder…?
-No,
lo siento, esta semana es imposible.
-LuLu…
-Lo
siento, cariño, pero no podemos ser tan descuidados, ¿vale?
-Sí.
-Nos
vemos el Sábado, mismo lugar, misma hora.
-oooOOOooo-
Entré en mi
habitación justo cuando LuHan salía de ella, jugueteando con su móvil. Tenía el
rostro muy serio, al igual que todos nosotros después de la reunión. Me dirigió
una pequeña sonrisa y luego desapareció por el pasillo, en dirección al cuarto
de Tao. Parecía que se habían hecho muy buenos amigos.
Estaba por cerrar la puerta cuando apareció JongDae con cara de
circunstancias, pidiéndome paso con la mirada. Asentí y él entró a mi cuarto,
cerrando la puerta. Después, se sentó en mi cama y dirigió su mirada hacia la
ventana, ahora ya arreglada.
-¿Cuándo
la arreglaron?- preguntó.
-Hace un par de días- contesté.
-Genial, estaba preocupado por eso- dijo, pero yo no lo creí.
-No
has venido por eso, ¿verdad?- pregunté y él me miró unos momentos antes de
negar con la cabeza.
-No,
no vine por eso.
-Entonces, cuéntame, ¿qué es lo que te preocupa?- me senté a su lado y
puse mi mano en su muslo, dándole confianza para que comenzara a hablar.
-Mañana es el cumpleaños de Minnie y no le he comprado nada porque se me
ha olvidado y no sé qué hacer- contó y yo sonreí.
-Te
importa mucho, ¿no?
-Claro, es mi amigo, ¿cómo no me iba a importar?
-Yo
también soy tu amigo y a mí me regalas siempre chorradas- repliqué.
-Ya,
pero tú no eres MinSeok…- abrió sus ojos de manera desmesurada, pero ya lo
había dicho y yo lo había escuchado perfectamente.
-¿Te
gusta?- pregunté y él sólo agachó su cabeza, avergonzado. Debería haber
comenzado a meterme un poco con él, en venganza por lo que siempre hacía
conmigo, pero mi personalidad no era así- entonces, si de verdad es así y no
puedes comprarle nada… regálale algo tuyo a lo que le tengas aprecio y que él
lo sepa- pasamos unos momentos en silencio y luego, a JongDae se le iluminó la
cara.
-Gracias YiXing- me dijo con una sonrisa y me dio un abrazo antes de
salir rápidamente de mi dormitorio. En ese momento, mi móvil comenzó a sonar
Again & Again – 2pm.
-oooOOOooo-
KyungSoo acababa de contarme lo que había pasado y ahora, estaba dormido
entre mis brazos. Lo había subido hasta mi habitación y lo había recostado en
mi cama para que descansara y entonces había explotado. Todavía no podía
creerme que Kevin hubiera hecho aquello.
Intenté levantarme de la cama, pero KyungSoo me aferraba fuertemente
contra sí, se notaba que su poder era el de la fuerza, casi no podía ni
respirar. Aun así, tras mucho esfuerzo, conseguí girarme en la cama, para que
me abrazara por la espalda y para poder alcanzar mi teléfono móvil.
Suspiré y luego busqué en mis contactos su nombre antes de llamarlo. En
apenas un par de tonos, descolgó.
-¿JunMyeon?- lo escuché preguntar.
-Sí,
soy yo.
-Sabes que no…
-Es
importante- lo corté.
-¿KyungSoo?- adivinó.
-Sí.
-¿Cómo está?
-Destrozado.
-Lo
siento mucho.
-¿Qué fue lo que pasó, YiXing?
-Ahora mismo no te lo puedo contar.
-¿Cuándo y dónde?
-Te
mandaré un Kakao cuando lo sepa- contestó.
-Lo
esperaré- y colgué, volviéndome a girar en la cama para abrazar fuertemente a
KyungSoo. No pensaba dejarlo sufrir.
-oooOOOooo-
Llegamos bastante tarde a la Residencia después de aquella reunión,
puesto que nos habíamos quedado a cenar allí por la insistencia de YiXing. Ya
eran casi las doce y yo tenía que ducharme. No tenía ninguna gana de hacerlo,
pero no era cosa ir echando peste, por lo que nada más llegar, me apropié del
baño.
No
tardé mucho en darme una ligera ducha y salir, envuelto en una toalla. No me
gustaba estar desnudo delante de JongDae, pero se me había olvidado coger la
ropa antes de entrar, por lo que no tenía remedio.
En
cuanto salí, me fui a mi armario y luego caminé hasta la cama. JongDae parecía
no prestarme ninguna atención, así que me tranquilicé un poco. Sin embargo,
cuando fui a sacar mi pijama de debajo de la almohada me di cuenta de que había
un pequeño cuadrado envuelto con papel de regalo. Rápidamente me giré hacia
donde estaba JongDae, con el paquete en la mano.
-¿Y
esto?- pregunté y él se giró mirándome con una sonrisa.
-Ábrelo y sabrás qué es- contestó. Asentí y comencé a rasgar el papel,
quedándome de piedra al ver lo que había dentro.
-Kim
JongDae…- murmuré- no… no puedo aceptarlo…
-Claro que puedes, siempre lo quisiste y ahora es tuyo- dijo sin quitar
aquella hermosa sonrisa de su rostro.
-Pero…
-Nada de peros- se levantó de su silla de escritorio y caminó hacia mí,
hasta que quedó sentado a mi lado en la cama- es una edición especial de la que
solo se vendieron algunas copias y siempre habías querido este CD, así que, es
tuyo.
-Yo…- un gran sentimiento de felicidad me embargó y no sabía qué decir-
yo… yo no… no sé qué decir…- sentía que mis ojos comenzaban a aguarse.
-Solo di “gracias”- murmuró- con eso es suficiente.
-Gracias, JongDae, muchísimas gracias- y me abracé a él. Me daba igual
estar medio desnudo, me daba igual que escuchara mi corazón latir rápidamente,
me daba igual todo, era completamente feliz.
-Feliz cumpleaños, Minnie- susurró en mi oreja, rozando sus labios
contra ella, haciéndome estremecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario