Capítulo 15
Imposible
En
cuanto acabó el tráiler de la película que llevaba siglos queriendo ver,
anunciando que ya estaba en el cine, me abracé fuertemente a Kevin, ignorando
la mirada inquisitiva de LuHan.
-Quiero ir a ver esa película- le susurré lo suficientemente bajito para
que solo él me oyera.
-¿Esa de zombis que acaban de anunciar?- me preguntó en el mismo tono de
voz en el que yo le había hablado. Asentí y él miró hacia otro lado- ¿cuándo
quieres ir?- una gran sonrisa se extendió por mi rostro al escuchar su
respuesta.
-¿Puede ser mañana por la mañana?
-Puede ser- me apreté más fuerte contra su cuerpo y él me rodeó con sus
brazos.
-Gracias…- dudé en lo siguiente que iba a decir, pero al final lo dije-
te quiero- no esperaba una respuesta, sabía que Kevin era muy dado a no mostrar
sus emociones, así que cuando me dio un pequeño beso en la frente y susurró un
“y yo a ti” sentí que moría de felicidad.
-oooOOOooo-
Estaba mirando mi calendario para ver cuando tenía que entregar algunos
trabajos, por si tenía que ponerme a ello o poder dedicar mi tiempo a otra
cosa, cuando vi algo que no recordaba haber apuntado. El día 26 de Marzo estaba
redondeado con color rojo y tenía un pequeño texto a su lado:
“MinSeok. No te olvides de mi cumpleaños
^.^”.
Sonreí unos momentos y luego la sonrisa se me borró de la cara.
Estábamos a 24, eran más de las diez de la noche y al día siguiente era
Domingo. No me había acordado de su cumpleaños y no le había comprado ningún
regalo.
-Mierda.
-oooOOOooo-
-Por lo que he entendido- comencé- el chino este de las ojeras os apoya
y os va a encubrir- él asintió- muy bien, entonces… ¿qué tengo que ver yo en la
ecuación?
-Pues… es que si LuHan sale solo mucho tiempo y muchos días, los otros
comenzarán a sospechar, por lo que te necesitamos- contestó SeHun.
-Sigo sin entenderlo.
-Es
para que Tao no se sienta incómodo entre nosotros dos- dijo- y así haces
también otro amigo.
-Yo
no quiero hacer otros amigos- me quejé.
-Hacer amigos no es malo.
-Sí lo es.
-oooOOOooo-
Bajé
a la cocina el Domingo por la mañana por el rico olor que provenía de ella. Me
esperaba a mi madre haciendo alguna cosa deliciosa para el desayuno, pero mi
gran sorpresa fue ver a BaekHyun, con un delantal rosa de flores y volantes en
la cocina, moviendo su cuerpo al ritmo de una música que él solo escuchaba y
poniéndome a cien desde primera hora de la mañana. Su cuerpo debería ser un
delito.
Caminé hacia él, intentando no hacer ningún ruido para darle una
sorpresa y abrazarlo por la espalda, para darle algunos mimos. Mis padres
todavía dormían, los Domingos eran sagrados para ellos.
Cuando estuve justo detrás de él, llevé mis brazos alrededor de su
cintura y lo atraje fuertemente contra m cuerpo. BaekHyun se puso tenso al
momento, pero en cuanto su trasero rozó contra mi erección matutina, lanzó
gemido bajo.
-Channie…- susurró- ¿qué haces?
-¿No
es obvio?- pregunté- abrazo a la persona a la que quiero.
-Channie… ¿tus padres?
-Durmiendo.
-Pero…
-Quiero tocarte- murmuré en su oreja con mi voz cargada de deseo y él se
estremeció entre mis brazos.
-No
podemos…
-Claro que sí- llevé una de las manos que envolvían su cintura un poco
más abajo y él jadeó.
-Ahhh… nos van a descubrir…
-No
lo harán…
-Channie…
-Oh,
¿qué es ese olor tan bueno?- al escuchar la voz de mi madre bajando las
escaleras de casa me separé rápidamente de BaekHyun en me senté en la mesa de
la cocina, intentando esconder mi erección, mientras él intentaba volver a
concentrarse en el desayuno que estaba preparando- ya decía yo- dijo al entrar
en la cocina- sabía que mi hijo no podría estar preparando nada que oliera tan
bien.
-No
sirvo para la cocina- murmuré.
-Antes de que te salga bien algo quemas la cocina- comentó mi madre.
-Qué
razón tiene, señora Park- secundó BaekHyun mirándome con una sonrisa adorable
que me derritió.
-oooOOOooo-
Estaba quitando las malas hierbas del jardín delantero de casa cuando
KyungSoo se asomó por la verja y me dirigió una sonrisa encantadora. Estaba
radiante. Ver a su amigo parecía que le había hecho muy bien.
-Hola- saludó.
-Hola, KyungSoo- le devolví el saludo- ¿qué tal ayer con RyeoWook?-
pregunté y una enorme sonrisa apareció en su rostro.
-Fue
genial- contestó- de hecho hoy quedamos otra vez.
-Oh,
eso es fantástico.
-Sí,
aunque dijo que hoy quería decirme algo importante…- su semblante cambió a uno
más serio y yo me levanté del césped para ir hacia él.
-Tranquilo, seguro que será algo bueno- él me dirigió una pequeña
sonrisa y asintió.
-Espero que sea así- murmuró mirando su reloj.
-¿llegas tarde?- cuestioné y él negó con la cabeza- entonces… ¿te
importaría hacer un poco de compañía a este desgraciado chico al que le toca
arrancar las mala hierbas del jardín un rato?
-No
me importaría- dijo- tu compañía siempre es agradable, JunMyeon hyung.
-oooOOOooo-
Salimos sobre las diez del apartamento, dejando a Tao y a LuHan
durmiendo como troncos, para ver la película. El día anterior YiXing se había
puesto tan meloso al pedirme que lo acompañara que no me había podido resistir
y decirle que no, aunque la película no era nada del otro mundo.
Por
la calle iban parejas de adolescentes en su día libra, agarrados de las manos
tímidamente o tan pegados el uno al otro que a veces costaba diferenciar donde
acababa cada uno. ¿Por qué tenían que hacer cosas así en la calle?
Me
tensé cuando sentí la mano de YiXing deslizarse por la mía tímidamente hasta
que ambas encajaron perfectamente. Lo miré interrogativo, pero él solo me dio
un pequeño golpe en el brazo y agachó su cabeza, avergonzado.
Sentía su pulso a través de nuestras manos unidas y este era acelerado.
Quizás no fuera tan malo agarrar la mano de alguien. Una pequeña sonrisa se
asomó a mis labios, pero fue borrada en cuanto doblamos la esquina.
En
aquella calle se encontraba un chico menudo y castaño que reconocería en
cualquier sitio. ¿Cómo podría olvidarme de la persona que me guio cuando estaba
perdido?
-RyeoWook- dije y él esbozó una pequeña sonrisa.
-Nos
volvemos a encontrar- murmuró.
-¿Qué… qué haces aquí?- estaba confundido, muy confundido.
-Vengo a darte información y a pedirte un favor- contestó.
-¿Cómo sabías…? Da igual… dime.
-Kevin… ¿quién es él?- preguntó YiXing.
-Te
lo explicaré todo en casa.
-oooOOOooo-
Me
levanté de la cama y todavía medio dormido, fui hacia el baño. Un poco más
despierto me dirigí hacia la cocina, esperando encontrarme a los otros tres
chicos con los que vivía. Esperaba a Kevin mirando disimuladamente a YiXing,
cuando no me echaba miradas asesinas a mí. A Tao comiendo cualquier cosa
mientras hablaba animadamente con YiXing y a este intentando captar la atención
de Kevin, sin saber que ya la tenía.
Sin
embargo, cuando entré, no me encontré nada de eso. No había nadie en la cocina.
Extrañado me dirigí al salón, pero tampoco había nadie. En mi habitación YiXing
no estaba y no pensaba entrar en la de Kevin para comprobar si se encontraban
allí. A saber qué cosas estarían haciendo esos dos allí dentro.
Así
que finalmente opté por ir a la habitación de Tao. Llamé a la puerta, pero no
obtuve contestación ninguna, solo una suave música que te invitaba a relajarte
y a quedarte dormido de pie y con los ojos abiertos. Entré sin permiso y me
encontré a Tao con una vara de madera moviéndose al suave ritmo de la música.
Daba patadas, puñetazos, vueltas y manejaba aquel palo como si fuera una parte
más de su cuerpo.
-Wow- murmuré en cuanto acabó y él me sonrió- no sabía que pudieras
hacer esto.
-Bueno… no sé muy bien todavía, tengo que seguir practicando…- contestó
algo avergonzado.
-Pero eres bueno- comenté- si yo hiciera eso, el palo acabaría estampado
contra la cabeza de alguien, mínimo- él sonrió- ¿desde cuándo practicas?
-Desde que descubrí que tenía poderes- dijo- como mi poder no es muy
útil para poder luchar, pensé en esto como un buen método para poder defenderme
si alguna vez me atacaban y estaba solo.
-Pero tu poder es impresionante, Tao- le dije- para el tiempo es una
cosa increíble.
-Ya…
pero no sirve para matar enemigos.
-oooOOOooo-
Salí
de la casa de JunMyeon cuando aún faltaba una media hora para encontrarme con
RyeoWook. Me gustaba llegar a los sitios temprano para así poder observar la
gente que iba y venía de un lado a otro.
Estaba muy emocionado. Hacía siglos que no veía al chico y me encantaba
estar en su compañía, así que encontrarme dos días seguidos después de tanto me
ilusionaba. Estaba feliz.
Sin
embargo, me quedé de piedra al doblar la esquina. Era imposible que aquello
estuviera pasando. Kevin tenía en sus manos dos bolas de fuego, levitando, al
igual que él. No podía ser, no podía. Me acerqué titubeando al lugar en el que
estaban y YiXing me vio.
-¿Ryeo?
Él
se giró y abrió sus ojos al máximo al verme. Lo último que vi de él antes de
que entrara en combustión espontánea, fue su expresión de disculpa. Noté una
lágrima caer por mi mejilla y aunque vi a YiXing intentar acercarse a mí, yo
salí corriendo.
Acababan de matar ante mis ojos a mi mejor amigo.
OMAIGOT! Lo de Tao y las artes marcialea fue tan :v
ResponderEliminarY Kevin que monoso con Yixing :3 si es que es un cacho de pan!
Pero el final me ha dejado descolocada jajaa
Es que es hiper ultra mega genial!! Adoro cuando se pone a hacer artes marciales!!!
EliminarShiii!!! Es un cacho pan, muy cuqui ^^
Bueno... es que el final así está para eso XD