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jueves, 19 de enero de 2017

[Capítulo 12] El Instituto de la Muerte {Varias}



            ZiTao estaba impaciente después de escuchar la conversación que estaba teniendo lugar en el sótano entre el espíritu que los mantenía retenidos y sus amigos que habían bajado a aquel lugar para intentar liberarlos. Parecía que finalmente iban a poder salir de aquel lugar, que ya no iban a tener que pasar más días a base solo de beber pequeños sobros de agua y barritas energéticas, viviendo con miedo a morir cualquier día. Sin embargo, no podían cantar victoria todavía, no hasta que el fantasma por fin hiciera algo.

jueves, 12 de enero de 2017

[Capítulo 11] El Instituto de la Muerte {Varias}



            KyungSoo dudaba mucho que esa vez fueran a obtener algo más del fantasma, pero por intentarlo que no quedara, debían hacer todo lo que pudieran ayudar a SeHun y ZiTao y si eso incluía ser pesados con el espíritu que los tenía retenidos, lo harían.

            Los chicos se dirigieron al  agujero en la valla por el que se habían estado colando de forma asidua en los últimos tiempos y después ingresaron a los terrenos del instituto, dirigiéndose al sótano. El camino ya le era más que conocido a KyungSoo, así que no le prestó ninguna atención a este. Sus ojos estaban fijos en la espalda ancha de ChanYeol ante él, en el brazo que tenía extendido hacia atrás y cuya mano grande se agarraba a la suya, envolviéndola completamente y llevándolo hacia delante.

jueves, 22 de diciembre de 2016

[Capítulo 10] El Instituto de la Muerte {Varias}



            SeHun y ZiTao se quedaron muy quietos cuando oyeron aquella noche cómo se abría la puerta del sótano y cuando poco después vieron que se trataba de sus amigos, intentaron llamar su atención, pero el fantasma no los dejó. Generalmente se podían mover más o menos libremente por el sótano, pero en aquellos instantes ni siquiera podían llegar a una fila de cajas para empujarlas y armar ruido para que los demás supieran que estaban allí.

jueves, 15 de diciembre de 2016

[Capítulo 9] El Instituto de la Muerte {Varias}



            Al final, KyungSoo había decidido quedarse en su casa a pesar de que RyeoWook y HyoYeon no parecían estar todavía de muy buen humor para que al chico le fuera bien quedándose y ChanYeol no sabía cómo tomarse aquello. Sabía que su decisión de quedarse la había tomado después de que él lo besara repentinamente en mitad de la calle y el chico se arrepentía a medias de aquello.

jueves, 8 de diciembre de 2016

[Capítulo 8] El Instituto de la Muerte {Varias}



            De la noche anterior habían sacado en claro quién debía ser el fantasma vengativo y ese no era nadie más que Kim JongIn. Ahora ya tenían mucho más que la semana pasada, cuando no sabían absolutamente nada de lo que sucedía, ni sabían siquiera si aquel espírituo existía. Al menos habían avanzado bastante y Lu Han casi sentía que estaba próximo a volver a tener a su hermano menor entre sus brazos de nuevo. El chico terminó de colocarse la chaqueta del uniforme del instituto y luego salió de casa en dirección a las clases mucho más motivado que los anteriores días.

jueves, 1 de diciembre de 2016

[Capítulo 7] El Instituto de la Muerte {Varias}




            La puerta de la casa de JongDae se abrió y por ella apareció una persona que MinSeok no quería ver por nada del mundo, aun así, intentó que su gesto no se torciera demasiado y que el hombre que le había abierto no notara el desagrado que le provocaba.

            —Vaya, vaya —murmuró—. No te esperaba por aquí, JongDae no me ha dicho nada —le sonrió—, pero pasa, pasa. Estás en tu casa.
            —Solo he venido a recogerlo, gracias —respondió el chico de una forma algo más fría de lo que pretendía.
            —¿Esa es forma de tratar a tu padre, Kim MinSeok?

jueves, 17 de noviembre de 2016

[Capítulo 6] El Instituto de la Muerte {Varias}






            Lu Han apenas había podido pegar ojo aquella noche por la anticipación que sentía por lo que al día siguiente tenía dos grandes ojeras bajo sus ojos casi tan grandes como las que solía tener ZiTao, solo que el menor las tenía porque se quedaba enganchado a los videojuegos hasta altas horas de la madrugada y las de Lu Han habían aparecido porque quería que llegara ya el momento de regresar al instituto a la mañana siguiente para poder maquinar con sus amigos qué era lo siguiente que iban a hacer para poder encontrar a su hermano lo más rápido posible. Ya casi hacía una semana de lo sucedido y estaba preocupado por lo que les hubiera podido suceder a los chicos.

jueves, 10 de noviembre de 2016

[Capítulo 5] El Instituto de la Muerte {Varias}






            SeHun y ZiTao no sabían cuántos días llevaban realmente metidos en el sótano, sin poder salir de él y sin poder hacer nada más que esperar a que todo terminara. Habían visto cómo sus amigos los buscaban la noche de Halloween y también habían presenciado cómo una figura les cubría los ojos uno a uno para que no pudieran ver, escondiéndolos de ellos. Al principio habían tenido mucho miedo, porque el fantasma los había ocultado del mundo y los había hecho sus prisioneros, pero a medida que fue pasando el tiempo se comenzaron a sentir menos miedosos, pero sí más desesperados.

jueves, 3 de noviembre de 2016

[Capítulo 4] El Instituto de la Muerte {Varias}




            Las clases de Literatura del profesor SungMin siempre se le habían hecho eternas por las mañanas a primera hora a JongDae y sin quererlo, siempre acababa bostezando y, a veces incluso, dando cabezadas. El hombre tenía muy buena fe al explicar la materia, pero la forma en la que lo hacía dejaba a JongDae más dormido que despierto. Por ese motivo, el chico no se dio cuenta de que la clase se detenía porque el profesor salía unos momentos, ni tampoco se dio cuenta de que el motivo de aquella salida había sido que una pareja de policías se encontraba en el pasillo hasta que escuchó su nombre, dicho por la voz soporífera del profesor.

jueves, 27 de octubre de 2016

[Capítulo 3] El Instituto de la Muerte {Varias}




            Esa tarde habían salido temprano del instituto para poder comenzar cuanto antes la búsqueda de cualquier indicio para poder encontrar a ZiTao y a SeHun. Se habían dividido el trabajo entre los ocho para así ser más rápidos y no llamar tampoco tanto la atención de ninguno de los profesores del colegio, sus padres o de la policía. Debían averiguar todo lo que pudieran en el mínimo tiempo posible.

jueves, 20 de octubre de 2016

[Capítulo 2] El Instituto de la Muerte {Varias}




            Correr nunca había sido el fuerte de KyungSoo, aunque cuando estaba cabreado con alguien y lo perseguía sus cortas piernas parecían ir al doble de la velocidad que alcanzaba normalmente; sin embargo, en aquellos momentos, ChanYeol se tenía que detener cada pocos segundos para esperar a que el menor lo alcanzara para llegar ambos juntos al lugar al que habían sido citados por el chat del grupo: el sótano. No sabía bien los detalles porque el mensaje de MinSeok había sido un escueto «No podemos encontrar a SeHun ni ZiTao. Bajad al sótano», pero aquellas palabras le daban muy mala espina y eso que nunca había sido una persona demasiado miedosa.

            Quizás… y solo quizás… los rumores eran ciertos.

jueves, 13 de octubre de 2016

[Capítulo 1] El Instituto de la Muerte {Varias}



            YiXing estaba tumbado sobre el césped del instituto, con su cabeza apoyada sobre las piernas de su novio, YiFan, mientras este pasaba las manos por su cabello castaño despreocupadamente. Había otros seis chicos a su alrededor, pero a ninguno les importaba esta inocente acción, después de todo, ellos eran mucho peores.

            Las conversaciones que estos mantenían eran tan dispares que el chico apenas podía seguir el hilo, solo distinguía la voz grave de ChanYeol diciendo gilipolleces junto a SeHun, Tao y KyungSoo y la voz profunda de su novio, porque ésta la reconocería en cualquier parte, haciendo la conversación con JunMyeon y JongDae una completa batalla de conocimientos —no por nada ellos tres, junto a Lu Han, eran los alumnos con mejor ranking de aquel instituto—.

jueves, 6 de octubre de 2016

[Prólogo] El Instituto de la Muerte {Varias}



            Suspiros ahogados se escuchaban dentro de uno de los cubículos del baño de hombres de la Shindongshin Industrial High School. Dos chicos se habían encerrado en el lugar aprovechando que Henry, su profesor de inglés, no había podido ir a impartir su hora y llevaban allí ya un buen rato juntos, jugando un poco con sus cuerpos.

            —Aquí no podemos —susurró por quinta vez Lu Han, intentando apartar las manos de su novio de su cuerpo, sin embargo, el pelirrojo ante él solo sonreía y volvía al ataque—. MinSeok…
            —Adoro cuando tus labios se mueven formando las sílabas de mi nombre —dijo el chico antes de volver a besar aquellos labios finos que le pertenecían, sin hacer ningún caso a lo que el otro le había dicho anteriormente.

miércoles, 5 de octubre de 2016

[Ficha] El Instituto de la Muerte {Varias}

Título: El Instituto de la Muerte
Autora: Riz Aino
Parejas: Kray (Kris x Lay), SuChen (SuHo x Chen), XiuHan (XiuMin x Lu Han), ChanSoo (ChanYeol x D.O.) y TaoHun (Tao x SeHun), mención a KaiBaek (Kai x BaekHyun) (EXO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, romance, escolar, thriller, terror, drama, fantasía
Número de palabras: 36.765 palabras
Número de capítulos: Prólogo + 12 Capítulos
Resumen:
“—¿Cómo han podido tenerlo todo tapado? Que desaparezcan de vez en cuando maricas en la escuela y que nadie les vuelva a ver el pelo es algo bastante importante… e inquietante”.
Avisos: muerte de personajes.
Notas: comencé a escribir este fanfic a mediados de 2013 (tengo una conversación guardada con la chica que me ayudó con el desarrollo de agosto de ese mismo año) y me dije que lo mejor que podía hacer para ser feliz era terminarlo de una puñetera vez (?)
Otras notas: si os preguntáis por qué en el fic todo el mundo es gay… echadle la culpa a Shungiku Nakamura, ella me enseñó que si los protas son gays, su entorno también debe serlo LOL
Comentario de autora: nunca he escrito nada así de suspense y “terror”, así que no sé cómo ha sido el resultado final… pero bueno, espero que os guste ^^



martes, 29 de septiembre de 2015

[Drabble] Learning Chinese {TaoHun}

Título: Learning Chinese
Autora: Riz Aino
Pareja: TaoHun (Tao x SeHun) (EXO)
Clasificación: PG
Géneros: romance, fluff
Número de palabras: 960 palabras
Resumen: SeHun está enamorado de ZiTao, pero no sabe cómo decírselo, así que se propone aprender chino para poder declararse.
Notas: escrito para el cumple de mi preciosa Jenni, sabes que te quiero mucho, mucho, mucho, mucho. Y gracias a Ruu por ayudarme con el chino.
Comentario de autora: TaoHun exprés porque tenía muchas ganas de esta parejita, pero la gran paja mental que tenía en mi cabeza no ayudaba a que fuera un poquitín más largo.


Learning Chinese


            La mejor manera de aprender un idioma es tener un profesor nativo que te enseñe todo lo que necesitas saber de ese idioma... o eso es lo que dicen algunos expertos; otros dicen que la mejor manera es estar enamorado y querer comunicarte con la persona a la que quieres en su idioma, para poder entenderla, comprenderla y para ganar puntos con ella. Oh SeHun se había enamorado hasta las trancas de ZiTao, su compañero de grupo, y no podía evitar querer aprender chino para ser aún más cercano al mayor de lo que ya era, para poder ser algo más que un amigo para él, para poder decirle cuánto lo quería en su lengua materna.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Christmas Day

Título: Christmas Day
Pareja: TaoHun (Tao x SeHun) (EXO)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 775 palabras
Resumen: la emoción que siente un niño frente al día de Navidad es la misma que siente SeHun cuando ve a la persona de la que está enamorado.
Notas: this is a random thing~ No me lo tengáis en cuenta, ¿vale? (La Navidad me hace daño (?))
Comentario de autora: Daleth se apostó a Tao y SeHun si acertaba una cosa y como lo hizo y yo cumplo mi palabra, aquí tiene su drabble TaoHun. Espero que te guste.


Christmas Day


           El corazón se le acelera a cada paso que da sobre el acerado de las calles del centro de la ciudad. SeHun está muy emocionado porque después de tantísimo tiempo va a volverlo a ver y eso es todo un acontecimiento. Por eso aquella mañana se había duchado, se había adecentado el pelo con un poco de gomina, poniéndoselo en punta, se había puesto la ropa más chic que tenía en el armario e incluso había usado aquel perfume caro que le había regalado JongIn en una ocasión y que procuraba no utilizar mucho para no gastarlo.

            La ocasión lo merecía.

            Después de casi un año volvería a ver a la persona de la que estaba enamorado, aquel chico que había aparecido en su adolescencia y quien había sido su mejor amigo (JongIn entendería que no hubiera sido él), hasta que el año anterior se había marchado a Qingdao, su tierra natal, tan rápido cómo había llegado. Habían pasado tres años juntos y esos habían sido los mejores de su vida.

            SeHun se siente, a medida que se acerca al punto de encuentro, cómo un niño el día antes de Navidad, expectante por los regalos que le van a traer y rezando porque sean los que ha pedido. Le gusta aquella sensación, pero aún no sabe qué es lo que siente ZiTao por él y no puede demostrar nada más allá de la alegría de volver a reencontrarse con un gran amigo.

            Dándole vueltas a aquello, SeHun llega al lugar de la cita, bajo el gran árbol de Navidad que se encuentra en la plaza. Mira a un lado y a otro, buscando a un chico alto y moreno al que quiere ver más que a nada. Sin embargo, no lo encuentra. Un poco de esa ilusión muere al darse cuenta de que ha llegado diez minutos antes de la cita por las ganas que tenía de verlo y que lo más probable es que el chico llegue a su hora y no antes, así que deja caer sus hombros e intenta que su corazón deje de saltar de alegría.

            No ha pasado mucho tiempo, quizás un par de minutos, cuando siente dos manos congeladas sobre sus ojos y si no se equivoca, porque lleva más de un año sin sentir el roce de aquellas manos, debe de ser él.

            —ZiZi —susurra, y escucha una pequeña risa muy conocida tras él. Su  corazón se acelera al máximo y quiere darse la vuelta para ver a su amigo, pero este lo le deja.
            —No, antes de que me veas necesito decirte una cosa —SeHun traga saliva porque es incapaz de imaginar qué es más importante que verlo y se pone en lo peor—. Tengo que decirte que te he echado muchísimo de menos, Hunnie…
            —Yo también te he echado mucho de menos, ZiZi —responde, interrumpiéndolo, y se gana un rodillazo en su trasero.
            —Calla, déjame terminar —SeHun cierra su boca y escucha a su amigo chino coger aire antes de volver a hablar—. Te he echado de menos… como alguien que echa de menos a la persona que ama…

            Y en esos momentos, SeHun ya no puede aguantarlo más y se da la vuelta con rapidez porque necesita verlo. ZiTao está muy cambiado, tiene el pelo tintado de rubio y le queda bien, además de un sonrojo en sus mejillas que lo hace ver completamente adorable y los ojos brillando de emoción. SeHun se ve reflejado en aquellos ojos castaños, viendo que tiene la misma expresión que el otro y lo único que puede hacer para demostrarle que también lo ha echado de menos de aquella forma es dándole un beso.

            Quizás no fuera el sitio más adecuado porque están rodeados de personas, pero SeHun siente que es la única forma.

            —Yo también —murmura, por si acaso no ha quedado claro—. Yo también te he echado de menos de esa forma —y esta vez, quien cruza la distancia que separa sus labios es ZiTao, para besarlo dulcemente, derritiendo el corazón del chico.




Christmas Drabbles

Título: Christmas Drabbles
Pareja: Varias (EXO)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff
Número de palabras: 1.683 palabras
Número de drabbles: 2 drabbles
Resumen: conjunto de drabbles navideños sin nada en común.
Avisos: absténganse de leerlo personas con la glucosa alta.
Notas: el primer drabble, dedicado a Daleth, el segundo drabble, a Nyerelia. Ambos llevan por título el título (valga la redundancia) de dos canciones del álbum especial de Navidad que EXO sacó en 2013.
Comentario de autora: estos son un par de drabbles para las dos personas que me han ayudado tanto a salir adelante en este 2014 y que fueron las únicas que se acordaron de mi cumpleaños. Espero que os gusten.





 1. Christmas Day (TaoHun)
 2. The First Snow (KaiTao)


martes, 19 de agosto de 2014

Sex, Sex, Sex

Título: Sex, Sex, Sex
Pareja: TaoHun / SeTao (Tao x SeHun) (EXO)
Clasificación: NC–17
Género: smut, romance
Número de palabras: 3.529 palabras
Resumen: Tao nunca dejará que SeHun tome el mando de sus relaciones sexuales… A no ser que el menor le demuestre que puede dominarlo.
Advertencias: sexo y vocabulario vulgar.
Comentario de autora: básicamente no sé a qué viene esto, quiero decir, un rato estaba tranquilamente estudiando y al siguiente me había puesto a escribir esto de la nada. Espero que os guste, mis pervertidas.


Sex, Sex, Sex


            SeHun se tapaba la boca con el dorso de su propia mano, mordiéndola incluso, a veces, intentando que los gemidos que pugnaban en su garganta no escaparan de sus labios, mientras movía la parte inferior de su cuerpo hacia delante y atrás, queriendo sentir más contacto de aquella lengua juguetona y aquellos labios que sabían dónde, cómo y cuándo apretar su miembro para hacerlo sentirse en la gloria. Su espalda estaba contra la pared de azulejos y sus manos intentaban agarrarse a esta para así sujetarse, ya que sus piernas no podrían aguantar su peso por mucho más tiempo.

            —Tao… —murmuró débilmente—. Tao… —un gemido breve se abrió paso por su garganta.

            Estaba a punto de llegar, SeHun lo notaba y quería decírselo al otro para que se alejara rápidamente. Llevaba algunos minutos retrasándolo, pero ya no podía más. Una de sus manos viajó al pelo plateado de Tao para retirarlo, pero este se aferró a sus caderas e introdujo su miembro más hondo en su boca, haciendo que la punta casi rozara contra el final de la cavidad. SeHun volvió a gemir, tapándose la boca con la otra mano, mordiendo sus dedos y sintiendo cómo el orgasmo se abría paso desde su interior, nublándole levemente los sentidos.

            La primera oleada de semen fue tragada diligentemente por el mayor, las siguientes fueron a parar a su rostro sin que ninguno de los dos pudiera o quisiera hacer nada por evitarlo. SeHun sintió cómo sus piernas flaqueaban y no pudo hacer más que resbalarse por la pared hasta caer sentado en el pequeño plato de ducha, dónde Tao se encontraba todavía de rodillas. Con la vista empañada por el placer, vio su semen en el rostro de este y se movió todo lo rápido que pudo para quedar de rodillas junto a él y llevar sus manos a sus mejillas, pero el otro se las sujetó para que no las utilizara.

            —No —le dijo—. Con tu lengua.

            SeHun tragó saliva. No le gustaba besarlo después de que lo hubiera masturbado con su boca porque el sabor salado de su propio ser no le era agradable. Tampoco le gustaba tener que hacérselo a Tao, pero de vez en cuando, si el mayor se lo pedía no se negaba, y ahora le estaba pidiendo que le retirara su semilla del rostro con su lengua. Quiso negarse, pero la mirada gatuna del mayor fija en él, no lo dejó pensar con claridad y lo único que pudo hacer fue acercar su boca a su rostro y comenzar a retirar todo rastro del placer que lo había embargado unos momentos antes.

            Las manos de Tao se dirigieron a su espalda baja mientras SeHun hacía este trabajo para acercar más sus cuerpos, haciendo que este notara su miembro erecto contra su vientre. Iba a tener que satisfacerlo, lo sabía, porque Tao no iba a quedarse de aquella manera, pero la única forma de hacerlo era imposible de realizar aquella noche. El menor retiró el último rastro de semen de la nariz del otro y se alejó un poco para mirarlo. En ese momento, notó cómo las manos viajaban a su trasero y lo apretaban, jugando con este.

            —Hoy no, Tao —murmuró.
            —¿Por qué no? —le preguntó desconcertado.
            —Mañana tenemos concierto.
            —Estás acostumbrado —sonrió Tao—, así que no te voy a hacer daño.

            Y como siempre, SeHun no pudo decir que no.

            Sus manos contra la resbaladiza pared de azulejos, al igual que su torso y su mejilla izquierda. Tao rodeaba con sus brazos su cintura y jugaba con su miembro mientras lo penetraba una y otra vez. No tenía la inclinación adecuada para rozar su próstata y hacerlo ver las estrellas, pero simplemente la fricción de su recto lo estaba matando de un dolor placentero. El mayor lo hizo pegarse un poco más a la pared y así encontró su próstata, golpeándola con su miembro una y otra vez.

            Los dos eran un mar de gemidos que ya no podían ser ahogados. El sexo les había hecho enloquecer y que les diera igual ser escuchados por los compañeros que dormían en la habitación contigua del hotel. El placentero orgasmo le llegó antes a Tao, que se corrió en su interior, provocando su orgasmo después. El mayor se retiró, dejándose caer contra su espalda mordisqueando la piel de su hombro mientras el semen se le escurría por las piernas lentamente.

            —Eres lo mejor que me ha  pasado en la vida —escuchó SeHun aunque había sido un susurro contra su piel.
            —¿Mucho más que debutar? —preguntó, intentando normalizar su respiración.
            —Más o menos igual, porque si no hubiera debutado en el mismo grupo que tú, ahora no estaríamos aquí haciendo esto —respondió Tao, haciéndole sonreír.


            A SeHun le gustaba bromear con los miembros de su grupo ahora que les había cogido la confianza a todos, también le gustaba mucho molestarlos y hacerlos rabiar porque simplemente ahora podía. Ya no lo solían tratar como a un niño al que había que cuidar y proteger, habían visto que podía valerse por sí mismo y también habían comprobado que ya no era tan servicial como al principio y que ahora, incluso, era bastante caprichoso. Todos cedían ante sus encantos, todos menos uno: Tao.

            El chico no sabía por qué, pero cuando el mayor estaba a su lado no podía decirle que no a nada. Eran pareja y eso tenía parte de la explicación, pero Tao le negaba las cosas que no quería hacer, así que él no sabía por qué tenía aquella debilidad. Quizás era porque estaba enamorado, pero ya lo estuvo durante la secundaria y se negaba a algunas cosas, por eso no entendía lo que le pasaba con Tao.

            Hacía tiempo que quería cambiar los roles durante sus relaciones sexuales, su miembro le pedía a gritos cada vez que Tao lo penetraba poder internarse en el cuerpo del otro tal y como este se internaba en el suyo, hacerlo gemir cuando lo sintiera en lo más profundo de su ser, pero cuando llegaba el momento, simplemente no podía decir no y dejaba que fuera el mayor quien lo dominara.



            SeHun caminaba por el back stage del escenario. Estaban en mitad del ensayo en Wuhan y Tao hacía su solo en el escenario, moviéndose como un profesional, haciendo aquellos movimientos de Wushu que tanto había practicado y que lo hacían ver tan masculino. La canción terminó y tras esta, en el concierto de la noche debía de aparecer un vídeo mientras los técnicos arreglaban las cosas para la siguiente actuación: el solo de Kai, en el ensayo simplemente estos comenzaron a arreglar las cosas sin el vídeo y Tao bajó del escenario bebiendo de una botella de agua y pasándose una toalla por la cara para retirarse el sudor.

            El chico caminó hasta el lugar en el que se encontraba su novio para felicitarlo por lo bien que lo había hecho, pero cuando casi estaba por llegar, vio cómo Tao hablaba con Kai. Durante unos momentos, se quedó paralizado, sin saber qué hacer. Ambos eran sus amigos, así que no había problema en que se acercara y les diera un susto o algo por el estilo, pero cuando estaba a punto de hacerlo, unas palabras llegaron a sus oídos y se quedó completamente quieto, escondido entre las sombras.

            —Anoche os escuché —dijo Kai—. Sois muy poco silenciosos.
            —¿Te despertamos?
            —¿Tú que crees? —ironizó—. Vuestra ducha da directamente al cabecero de mi cama.
            —Siento no haberte dejado dormir —Tao le giñó un ojo.
            —Ya… Esto me lo tenéis que compensar.
            —Claro que sí —el mayor echó a andar, pero Kai lo detuvo, agarrándolo por un brazo.
            —Hay algo que quiero saber.
            —Pregunta.
            —SeHun se movía algo incómodo durante todos los bailes, sobre todo cuando tenía que hacer movimientos algo bruscos —dijo.
            —¿Dónde quieres ir a parar?
            —¿Él es quien recibe siempre?
            —Sí.
            —Sabes que eso le puede afectar al baile, más cuando estamos en mitad de la gira.
            —A mí también me afectaría si fuera yo quien recibiera.
            —Pero SeHun es más amigo mío que tú y me preocupo más por él —dijo Kai—. ¿Por qué no os turnáis? Así no os afectará tanto.
            —Sé que SeHun quiere cambiar algunas veces —confesó Tao—. Pero no es capaz de decirlo, de imponerse a mi voluntad y de empotrarme contra la pared —Kai hizo un gesto de asco porque tampoco necesitaba tantos detalles—, en el momento en el que se imponga, dejaré que sea él quien tome las riendas, mientras, su culito respingón es todo lo que mi polla necesita para estar satisfecha.

            Tras decir esto, dejando a Kai con una expresión extraña en su rostro, Tao se alejó del lugar, caminando por suerte para SeHun en la dirección contraria a la que se encontraba. El chico, después de escuchar toda la conversación, estaba un poco confuso. Tao también quería intercambiar los roles de vez en cuando, pero no se iba a dejar hasta que la voluntad de SeHun fuera lo suficientemente fuerte para imponerse a la suya. Se mordió el labio inferior y luego pasó su lengua por este, intentando mitigar el daño infligido por sus dientes. Tenía que ser fuerte para dominar a Tao, tenía que dejar atrás sus dudas y sus vacilaciones y empotrarlo de una vez contra la pared.



            Tao acababa de bajar del escenario, estaba sudoroso, su respiración entrecortada y eso hizo que SeHun sintiera un pinchazo en su entrepierna, como cada vez que lo veía de esa forma. (Se podía pensar que SeHun debía estar caliente a todas horas porque Tao generalmente se pasaba casi veinte horas al día de aquella forma y la realidad no era más que esa). Tao tenía que cambiarse rápidamente mientras el VCR aparecía en las pantallas y luego le tenían que retocar el maquillaje para después correr hasta el escenario.

            SeHun lo felicitó dándole un abrazo antes de que el chico se dirigiera dentro para hacer todo aquello y Tao debió notar el deseo en la mirada del menor, porque nada más separarse corrió para hacer lo que debía lo más rápido posible. Kai ni siquiera había comenzado a realizar su solo cuando el mayor ya se encontraba junto a él, así que SeHun no se esperaba las manos que lo rodearon por la cintura y lo atrajeron hacia un cuerpo demasiado conocido.

            —Tao —suspiró.
            —Quiero hacerlo.
            —No hay tiempo, y además, tenemos que bailar Overdose en menos de cinco minutos —respondió SeHun.
            —Hay tiempo para algo rápido.

            Sin decir una palabra más, Tao lo tomó de la mano y lo llevó un poco más lejos de donde sus otros compañeros se encontraban, escondiéndose entre las sombras para no ser vistos por los miembros del staff e hizo que su espalda se apoyara en la pared para después pegarse a su cuerpo y comenzar a rozar sus entrepiernas incesantemente.

            El VCR había finalizado y Kai comenzaba su solo cuando Tao metió la mano entre sus cuerpos y comenzó a tocar el miembro de SeHun por encima de los pantalones anchos que utilizaban para bailar la canción que estaban promocionando en aquellos momentos, pidiendo con sus ojos, fijos en los del menor que hiciera lo mismo con él. SeHun no pudo negarse a la muda petición y agarró firmemente el pene del otro para masturbarlo como hacía con él.

            La música reverberaba en sus oídos y el rubor había subido a sus mejillas. De nada había servido quitarse el sudor minutos antes porque este comenzaba a ser expelido por los poros de su piel. La mano de Tao era fuego y lo quemaba, su miembro estaba tan duro que dolía y lo único que quería era liberar toda la tensión acumulada. El solo de Kai estaba a punto de terminar y Tao tenía que subir al escenario, así que se afanó en mover su mano rápidamente hasta que notó que el trozo de carne que tenía en sus manos convulsionaba, al igual que el chico frente a él, pero Tao no se dio ningún momento para respirar y, aun cuando los movimientos sobre su pene serán erráticos, hizo a SeHun llegar al orgasmo justo cuando Kai bajaba del escenario.

            SeHun lo vio con sus ojos empañados por el placer tambalearse hasta las escaleras que daban acceso a la plataforma, pero cuando llegó a esta se colocó firme sobre sus pies e inspiró hondo antes de subir. El chico todavía tenía la respiración acelerada y las mejillas ardiendo cuando se acercó a sus compañeros de K para prepararse para salir a bailar. Kai le dirigió una mirada astuta, pero el chico la ignoró, al igual que ignoró el semen que manchaba su bóxer y que le era terriblemente incómodo. SeHun daba gracias al cielo porque el concierto estaba a punto de terminar y no iba a tener que esperar mucho tiempo para quitarse aquella prenda pringosa.



            Había vuelto a casa porque ya no tenían más conciertos hasta pasadas dos semanas. No obstante, tenían otros compromisos, así que EXO no paraba. Llegaban a casa después de estar ensayando casi todo el día o de estar yendo a un lado para otro. A veces, incluso se quedaban despiertos para ver algunos partidos del mundial y apoyar a los diversos países, aunque a Corea más, por supuesto. Por eso, SeHun no había tenido tiempo todavía de poner en práctica la voluntad que había estado desarrollando para dominar a Tao.

            Lo había pensado bastante y quería ser lo suficientemente fuerte para decirle que no cuando el otro le pidiera que se volteara para poder penetrarlo, así que había comenzado con pequeñas cosas, intentando negarse primero a las cosas más nimias para ir acostumbrándose hasta llegar al máximo. Así que, a unos días de su próximo concierto, cuando volvieron a casa más temprano de lo normal y todos se fueron a dormir, cansados, SeHun se quedó con Tao en el sofá viendo una película mala que echaban aquella madrugada.

            No se escuchaba ni un alma dentro ni fuera del piso cuando SeHun se echó sobre Tao, tomándolo totalmente desprevenido, besando sus labios con desesperación y moviendo sus manos por su cuerpo como si estas hubieran sido poseídas. La boca del mayor también se vio invadida por una lengua juguetona cuando la abrió levemente para poder coger aire y lo hizo jadear dentro del beso. SeHun sabía que no se esperaba que tomara el mando de aquella manera, así que, antes de que pudiera comenzar a pensar con claridad, tenía que haber conseguido colocarlo a cuatro patas delante de él.

            Llevó sus manos a la entrepierna de Tao y le bajó los pantalones, tirando también de su bóxer, ayudado levemente por el otro, que levantó su cuerpo inconscientemente para que las prendas salieran mejor. Después, SeHun comenzó a jugar con su miembro, masturbándolo, junto a sus testículos para conseguir rápidamente una erección, a la vez que dejaba los labios del mayor y maltrataba su cuello, sin dejar evidencia para que las fans no empezaran a elucubrar sobre las posibles relaciones que el chico hubiera mantenido.

            Tao era todo gemidos ahogados bajo él, así que sonrió cínicamente cuando su rostro descendió hasta la entrepierna de este y sopló sobre la punta de su erecto miembro, consiguiendo que de esta emanara un poco de líquido y que el cuerpo del mayor se retorciera por el escalofrío que le había provocado. A SeHun no le gustaba masturbar el miembro del mayor con su boca, no le gustaba el sabor que quedaba en su lengua después de hacerlo, pero tenía que hacerlo, tenía que hacer que le suplicara por más, que le pidiera que se la metiera de una vez por todas.

            Lo primero que rozó su lengua fue la punta que segregaba espeso líquido y después, siguió una de las venas hacia abajo, hasta llegar al lugar espesamente poblado de vello, porque Tao, al contrario que él, tenía demasiado pelo por todas partes. Después siguió el contorno de la misma vena hacia arriba y, antes de introducir el miembro en su boca, miró con deseo a Tao y este le devolvió la mirada, pero con un toque suplicante. Volvió a sonreír y, sin dejar de mirar las expresiones de su novio, comenzó a bajar.

            Al principio, el ritmo fue lento y tortuoso, porque quería torturarlo un poco, pero después fue casi frenético. Las manos de Tao habían viajado hasta su pelo y tiraban de este para marcar un ritmo acelerado y para que su miembro se internara más y más en aquella cavidad. Sin embargo, antes de correrse, Tao lo separó de él. su mirada era de puro deseo, de deseo de internarse en SeHun, pero este sostuvo su mirada.

            —Esta vez me toca a mí —le dijo con firmeza y Tao sonrió.
            —Perfecto.

            SeHun no tardó en levantarse del sofá y correr hacia la habitación en busca del lubricante y de los condones. Era la primera vez que penetraba al mayor y quería hacerlo bien para que esto no le supusiera ninguna incomodidad. Cuando volvió al salón, Tao se encontraba a cuatro patas sobre el sofá, completamente receptivo y por un momento, SeHun dudó sobre prepararlo o directamente internarse en su cuerpo porque aquello era completamente excitante.

            Se quitó su ropa y se colocó tras Tao. Echó en su mano una abundante cantidad de lubricante del bote y luego comenzó a jugar con la entrada del mayor, introduciendo primero uno y luego más dedos para crear espacio hasta que estuvo completamente dilatado. En aquel momento, no dudó un segundo en colocarse el condón, echar más lubricante sobre su miembro e internarse en Tao lentamente. Cuando la base de su miembro chocó contra el trasero del mayor no pudo evitar que el gemido que había estado aguantando desde que las paredes de este habían comenzado a apretar su pene escapara de sus labios.

            Se sentía caliente, apretado y palpitante, como su propio miembro y SeHun no pudo esperar mucho tiempo para comenzar a moverse. Sentía que Tao estaba tenso, sentía que podía hacerle daño sino lo hacía lentamente y con cariño. Más que nadie, SeHun sabía lo que dolía una penetración sin la adecuada preparación y sin el tacto suficiente, así que no quería que sufriera demasiado. Sin embargo, todos estos pensamientos dejaron de ser prioritarios cuando el trasero de Tao se movió hacia él buscando más contacto.

            Se agarró a la cintura del mayor y se mordió el labio inferior antes de comenzar a penetrarlo una y otra vez, cada vez más rápidamente. Los dos se deshacían en gemidos que intentaban controlar para no ser escuchados, pero que después de unos momentos, cuando SeHun dio con el ángulo correcto para embestir la próstata de Tao y siguió dando en el mismo sitio una y otra vez hasta que no pudo controlarse más y acabó llegando al orgasmo. En su afán de penetrar al mayor no se había acordado de darle más atenciones a su miembro, pero cuando comenzaba a retirarse de su interior, Tao empezó a contraerse y convulsionarse, lo que le indicó que sí había llegado al orgasmo como él y sonrió.

            Durante unos momentos, se dedicaron a recuperar la respiración y el domino de sí mismos, después limpiaron todo el semen que Tao había dejado escapar sobre el sofá y tiraron todas las pruebas a la basura. El mayor parecía andar con incomodidad, ya que su entrada todavía no había vuelto a su tamaño natural, pero no parecía tener más daño, por lo que SeHun suspiró aliviado, abrazando a su chico antes de que entrara a su habitación, pidiéndole así unos momentos más con él.

            —¿Cómo ha estado? —le preguntó. Tenía dudas de si había hecho lo correcto o no, pero la sonrisa en los labios del otro le dijo que había estado bien antes de que las palabras fueran expulsadas por sus labios.
            —Ha sido genial —le respondió—. ¿Cómo lo has sentido tú?
            —Maravilloso —una sonrisa besó sus labios unos momentos, haciendo que sintiera escalofríos por todo su cuerpo.
            —Entonces habrá que ir rotándose —murmuró Tao—. No sabes cuánto tiempo llevaba deseando esto.

            Le dio otro beso, esta vez un poco más largo y luego se alejó de él, caminando a su habitación, dejando a SeHun en el pasillo, con una sonrisa radiante y una sensación de felicidad que no iba a ser opacada fácilmente porque, por fin, se había impuesto a Tao, por fin había probado lo que era estar en su interior y ya no volvería a ser tan sumiso como hasta entonces porque ahora el mando en sus relaciones sexuales también podía llevarlo él.