Título:
Beautiful Killer
Pareja:
LuChen (Lu Han x Chen), mención a SuYeol (SuHo x ChanYeol), a LayBaek (Lay x
BaekHyun) y a XiuKai (XiuMin x Kai) (EXO)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
Gremio de los Cazadores!AU, vampiros, ángeles, cazadores, aventuras, romance,
smut
Número de palabras:
7.196 palabras
Resumen:
JongDae es uno de los pocos cazadores natos que hay en el Gremio de Seúl, por
eso es él a quien le encargan la misión de encontrar a aquel vampiro que ha
escapado de su dueño poco antes de que se cumpliera su contrato.
Avisos:
sexo explícito y algo de mención a violencia y sangre.
Dissclaimer:
el mundo en el que está ambientada esta historia no me pertenece, le pertenece
a la gran Nalini Singh.
Notas:
fic escrito para la tercera edición de Doce Dioses, en el reto literario.
Comentario de autora:
me pensé mucho si presentarme o no a este reto porque tenía muchas cosas que
hacer, pero finalmente lo hice tras leerme “La espada del arcángel”, libro que
había dejado aparcado demasiado tiempo y al que le tenía muchísimas ganas.
Espero que os guste.
Aclaraciones:
esta historia se enmarca justo después de la batalla contra Lijuan de Rafael y
Elena en Beijing, para los que se hayan leído los libros que tengan un poco de
situación cronológica de los hechos.
Kim JongDae olfateó el frío aire de
la noche en busca de algún rastro del vampiro en el ambiente; sin embargo, no
había nada. Era un vampiro muy joven el que había matado a la chica que se
encontraba a sus pies, completamente desangrada, tan joven que seguramente no
llegaría ni al año, por eso le resultaba tan difícil encontrar su rostro en el
ambiente. El cazador negó con la cabeza y luego se acercó de nuevo al cuerpo de
aquella chica morena, cuyas puntas estaban teñidas de un vivo color naranja
—aunque en aquellos momentos su cabello tenía rastros de sangre por todas
partes— y volvió a aspirar el aroma que había dejado aquel vampiro en ella,
incorporándose rápidamente al haber dado con lo que buscaba.
Rápidamente echó a correr, sacando
de su bolsillo su teléfono móvil y marcando el uno, donde tenía guardado el
número de ChanYeol. Él se encargaría del cuerpo de aquella chica y de averiguar
quién era mientras él se dedicaba a encontrar a aquel vampiro que se había
escapado de su dueño. Kim MinSeok era uno de los vampiros más antiguos de Seúl,
y se rumoreaba que uno de los más antiguos de aquella parte del mundo, casi
tanto como podía serlo Dmitri, el segundo al mando de Rafael, el arcángel de
Nueva York, y a este no le gustaba que los vampiros a su cargo se le escaparan
por nada del mundo, así que JongDae debía encontrar rápido a su presa.
—¿Pasa algo ChenChen? —escuchó la
voz grave de ChanYeol al otro lado de la línea, con un leve matiz de enfado e
irritación en ella. Probablemente lo había molestado con su llamada de
madrugada, aunque su voz no denotaba que se acabara de despertar…
—Sal de la cama de JunMyeon y ve a
la ribera del río Han, cerca de Myeongdong, allí te encontrarás a una chica que
necesita ser identificada —le dijo sin perder el tiempo.
—No estoy en la cama de JunMyeon
—protestó el más alto, aunque ambos sabían que si ChanYeol estaba despierto de
madrugada solo había dos opciones: o estaba de caza o con JunMyeon.
—Pues si estás en nuestro piso y te
has metido en mi cama, mañana te encontrarás que te has quedado sin esas
bonitas orejas de soplillo que adornan tu cabeza —amenazó JongDae, escuchando
un gemido de dolor al otro lado de la línea.
—En unos minutos estaré allí
—respondió el otro con seriedad y JongDae pudo escuchar el rozar de las sábanas
y una voz dulce susurrando al otro lado que identificó como la de JunMyeon,
aunque no pudo saber qué era lo que decía—. ¿Dónde estás tú? —cuestionó
ChanYeol.
—Persigo el rastro del vampiro de
MinSeok —contestó—. Es muy joven y se pierde de vez en cuando, pero creo que
puedo encontrarlo antes del amanecer.
—Suerte con la caza —fue lo último
que escuchó antes de colgar y guardar su teléfono en el bolsillo de cremallera
de su cazadora de cuero.
JongDae detuvo su carrera de golpe
porque había perdido el rastro de nuevo y se mordió el labio inferior, muy
frustrado. Era la primera vez que cazaba a alguien tan joven y no estaba
acostumbrado a que aquello le pasara, generalmente tenía un rastro muy nítido
que sus sentidos de cazador nato podían seguir sin ningún problema. Sin
embargo, a pesar de las dificultades, tenía que dar con aquel vampiro llamado
Kai antes del amanecer, así que JongDae se volvió a poner en marcha.
★★★
Llegar al despacho de JunMyeon para
darle el parte de caza por la mañana después de entregar a Kai a su dueño y ver
cómo el vampiro milenario lo recibía con los brazos abiertos y un látigo para
comenzar con el castigo por haberse escapado y encontrarse al director del
Gremio de Cazadores de Seúl sobre la mesa de su escritorio, con los pantalones
por los tobillos, y a ChanYeol lamiendo su miembro como si se tratase de un
caramelo no era lo más agradable de ver del mundo. Por eso, JongDae decidió
carraspear para hacerles saber que estaba allí.
Inmediatamente, los otros dos se separaron
y JunMyeon se adecentó, adoptando la posición seria que le correspondía como
director.
—¡JongDae! No te esperábamos aquí
—dijo. Su voz era una octava más alta que lo que era habitual.
—No tan pronto al menos —murmuró
ChanYeol. Apenas si levantó su voz, pero el oído desarrollado de JongDae pudo
captar claramente sus palabras.
—He terminado mi caza con éxito
—anunció—. Kai ha sido entregado a MinSeok y yo te traigo el informe de la caza
—le tendió al mayor de los tres una carpeta con unos cuantos de folios con los
detalles de la caza que había realizado durante los días anteriores—. Espero
que el dinero que me vaya a pagar el vampiro esté en mi cuenta en los próximos
días y la próxima vez, cerrad la puerta —les dijo, caminando hacia el exterior
del despacho, aunque se volvió una vez más hacia los dos—. Ah, Yeol, te espero
en casa después de que le hayas bajado la erección al director —y se fue.
El cazador salió del edificio que
tenía el Gremio en el centro y cogió un taxi a su casa. Tenía el coche aparcado
por allí cerca, pero después de casi cuarenta y ocho horas sin dormir, no se
sentía con fuerzas para conducir y no le gustaban las aglomeraciones de los
autobuses o el metro, había demasiados olores para sus sensibles fosas nasales
y prefería no estar rodeado de mucha gente, aunque eso le supusiera tener que
pagarle una pasta al taxista. Bueno, MinSeok siempre pagaba bien y su cuenta
bancaria tenía muchos ceros, no era algo por lo que tuviera que preocuparse en
demasía.
JongDae pasó la mayor parte del
trayecto al piso que compartía con ChanYeol mirando por la ventana cómo
cambiaba la bulliciosa ciudad de Seúl a través del cristal y cuando llegó a
aquel lugar que consideraba su hogar, se bajó del vehículo tras pagarle al
taxista y entró al edificio de apartamentos. Le dirigió un lánguido saludo al
portero y se subió al ascensor, pulsando la planta número diez y dejándose caer
contra una de las paredes de espejos del cubículo. En la de enfrente, pudo ver
su reflejo y este le devolvió la mirada. Estaba un poco demacrado y se veía a
la legua que necesitaba comer y descansar.
Por este motivo, una vez el ascensor
se detuvo en su planta, entró a su apartamento y se dirigió directamente a su
cama, tumbándose en ella en plancha, pensando que en cuanto ChanYeol llegara a
casa lo mataría porque además de haber pasado la noche con JunMyeon en su cama,
no había tenido ni siquiera la decencia de cambiarle las sábanas para que su
olfato no delatara lo que había sucedido allí la noche anterior.
★★★
Zhang YiXing todavía se estaba
acostumbrando a la nueva ciudad a la que se había tenido que trasladar algunos
meses antes cuando abandonó la corte de Lijuan porque la locura de la arcángel
china era más que patente y él no quería formar parte de aquello que tenía
planeado contra Rafael. El ángel había querido quedarse dentro de los dominios
de Lijuan, en su China natal, pero finalmente había cedido a lo que BaekHyun le
había pedido y se había trasladado a Seúl. BaekHyun había entrado en su pequeña
familia cuando todavía era un ángel muy joven y ya llevaba con él al menos dos
siglos, por lo que tenía muy en cuenta sus opiniones, aunque las tenía mucho
más en cuenta cuando estas eran expresadas en la intimidad de su dormitorio.
El ángel miró por la ventana del apartamento
que había conseguido en Gangnam y que estaba hecho a medida para ángeles y vio
a sus pies extenderse una parte de la ciudad. Le gustaba el cambio, aunque el
lugar era más bullicioso de lo que estaba acostumbrado.
YiXing escuchó cómo la puerta se
abría a sus espaldas y vio por el reflejo del cristal que se trataba de
BaekHyun. Esbozó una pequeña sonrisa en su rostro de alabastro antes de girarse
lentamente hacia el recién llegado, cuidando que sus alas no rozaran el jarrón
de fina porcelana que había sobre una mesita, era un obsequio muy antiguo.
—BaekHyun… —murmuró. El ángel
inclinó levemente su cabeza y terminó de acercarse a él para besar levemente
sus labios. El beso fue como una caricia, nada parecido a los que se había
acostumbrado a recibir del menor desde la primera vez que había pasado por su
cama—. ¿Sucede algo? —cuestionó.
—No podemos encontrar a Lu Han
—respondió—. Parece que se ha escapado.
Las manos de YiXing se cerraron en
un puño y se clavó las uñas en la piel de las palmas. Lu Han, el vampiro más
antiguo que le servía y al que solo le quedaban algunos meses para terminar su
contrato se había escapado de su control. Aquello era una tontería, una
soberana estupidez y Lu Han era muy listo, no podía haberse escapado sin ningún
motivo. Sin embargo, aquello no significaba que no fuera a recibir su castigo
por irse, teniendo tal edad soportaría muy bien cualquier cosa que le hiciera a
su cuerpo, excepto la decapitación.
—Va a pagar muy caro su atrevimiento
—murmuró.
El cuerpo de BaekHyun se pegó al
suyo y sus sensibles alas se rozaron. Aquello era una manera de calmarlo del
menor y YiXing inspiró hondo un par de veces para tranquilizarse.
—Deberíamos avisar al Gremio
—propuso este, escondiendo su rostro en su cuello y besando el punto débil de
YiXing—. Ellos se encargarán de traerlo a casa.
—Está bien —se dejó convencer
fácilmente. Era mejor que los especialistas hicieran el trabajo sucio, así él
no se cansaría y estaría fresco para poder aplicar el castigo.
★★★
Era la primera vez que BaekHyun
pisaba el edificio del Gremio de los Cazadores de Seúl y se sintió un poco
cohibido al entrar. El lugar estaba diseñado para los humanos corrientes, por
lo que para el tamaño de sus alas del
color del oro blanco era un poco angosto, por eso, el ángel replegó un poco más
las alas contra su cuerpo y siguió avanzando, obviando aquella mala sensación
que le provocaba el poco espacio.
Durante su camino hacia la oficina
del director del Gremio, el ángel se cruzó con algunos cazadores que lo observaron
fijamente —algunos con recelo, otros con admiración— pero él estaba
acostumbrado a recibir esas miradas por parte de los mortales que pasaban por
su lado. BaekHyun siempre había sido uno de los ángeles más bellos de oriente y
rivalizaba en belleza con muchas de las criaturas más hermosas que había en el
mundo.
Cuando el ángel se encontró frente a
la puerta del despacho se detuvo y llamó débilmente con sus nudillos, esperando
la respuesta del interior que le indicara que podía pasar. Esta no se hizo de
rogar y BaekHyun no esperó mucho más para abrir la puerta de madera e ingresar
a la habitación.
Detrás de una mesa de escritorio de
aspecto caro, se encontraba el director del Gremio de Seúl, con una sonrisa
afable en su rostro, dándole la bienvenida.
—¿Qué te trae por aquí? —lo escuchó
preguntar. La voz de aquel hombre que rondaría la treintena era suave y cálida
y te invitaba a compartir todos tus secretos.
—La desaparición de uno de los
vampiros que están bajo el mando de Zhang YiXing —respondió, parco en palabras.
—¿Puedes darnos algo más, BaekHyun?
—cuestionó el hombre, levantándose de la silla de cuero y respaldo alto en la
que estaba sentado. Al ángel no le sorprendió que supiera su nombre porque al
igual que el Gremio tenía sus informaciones, los ángeles y vampiros también
tenían las suyas.
—Su nombre y su descripción física
—dijo—, además de la posibilidad de rastrear su aroma si hay en este lugar
algún cazador nato. Con eso debe ser más que suficiente, señor Kim —el hombre
asintió.
—Es más que suficiente para que
alguno de mis Cazadores se ponga manos a la obra inmediatamente —contestó.
—Perfecto —BaekHyun esbozó una
sonrisa que en otra época habría hecho caer imperios—. Su nombre es Lu Han y es
el vampiro más hermoso que jamás hayas conocido —describió—. Estaremos
esperando a tu sabueso en el piso de Gangnam dentro de unas horas.
Tras decir aquellas palabras,
BaekHyun se giró hacia la puerta y salió del despacho. Su cometido en aquel
lugar había finalizado, ya solo quedaba que el Gremio realizase su trabajo
rápida y limpiamente para que todo volviera a ser como antes y YiXing no
tuviera que preocuparse por su oveja descarriada.
★★★
JongDae se despertó a media tarde,
después de estar durmiendo desde la mañana temprano y se dio una ducha porque
se sentía muy pegajoso. Era verano y, aunque por la noche siempre refrescaba,
la caza lo había hecho sudar. Meterse debajo del agua fría y sentirla recorrer
su cuerpo hasta relajar todos sus músculos era un gran placer para el cazador y
no se privó de nada durante la casi media hora que duró aquella refrescante
ducha. Cuando salió del baño, con una pequeña toalla anudada en su cintura y
con el pelo —quizás más largo de lo que era habitual en él— goteándole sobre
los hombros, se encontró con ChanYeol en la cocina y esbozó una pequeña sonrisa
cínica.
—A ti quería verte yo —le dijo,
haciendo que el más alto se sobresaltara y casi se le cayera la taza de
humeante café que tenía en las manos.
—Joder, ChenChen, en otra vida
tuviste que ser gato porque no he escuchado tus pisadas —comentó ChanYeol,
llevándose una mano al pecho para darle mayor dramatismo a sus siguientes
palabras—: me has dado un susto de muerte.
—Pues yo te veo bastante vivo
—JongDae pasó por su lado y abrió uno de los armarios superiores para tomar el
pan de molde—, y no hago ruido porque soy un buen cazador, no como tú, que
siempre pareces un elefante en una cacharrería.
—Idiota —murmuró el otro por lo bajo
y el mayor aprovechó para clavarle el dedo en el costado.
—La próxima vez que te metas en mi
cama con JunMyeon cambia las sábanas al menos —JongDae dijo aquello con hielo
en su voz para que ChanYeol aprendiera la lección mientras buscaba algo en el
frigorífico que ponerle a su sándwich—. Odio dormir donde otra gente ha follado
y el olor a sexo y sudor no es algo que me apasione a no ser que haya sido yo
quien lo haya practicado.
—Lo sé, lo siento —ChanYeol se
acercó a él para darle un cariñoso abrazo por la espalda y el chico se dejó
mecer entre aquellos largos brazos con una pequeña sonrisa, demasiado pequeña
para que el otro la pudiera ver—. Pensaba dejarte la habitación como estaba,
pero como me llamaste para que fuera a recoger y a identificar al cuerpo no me
dio tiempo a nada.
—Ajá… —murmuró, untándole
mantequilla al pan—. ¿Y lo de hacerlo en mi cama fue por morbo o…?
—Tu habitación está antes que la mía
y no podía aguantar las ganas de metérsela a JunMyeon —contestó—. Lo siento, la
próxima vez me aguantaré un par de metros más para evitar percances.
—Espero que te acuerdes de tus
palabras la próxima vez que te traigas al dire al piso.
JongDae se giró en los brazos del
más alto con su sándwich ya preparado y se alzó de puntillas para darle un beso
en la nariz antes de salir de la cocina y sentarse en el sofá a ver la tele un
rato. Apenas había cogido el mando y había pulsado un botón aleatorio cuando el
teléfono de la casa comenzó a sonar y se tuvo que estirar como un gato sobre el
sofá para cogerlo.
—¿Diga? —contestó.
—JongDae… —escuchó decir su nombre a
la voz del director del Gremio y el chico inmediatamente llamó a su compañero
de piso.
—¡Yeol, tu churri está al teléfono!
—No quiero hablar con ChanYeol —dijo
JunMyeon al otro lado—, y no soy su churri.
—Mmm… ¿entonces qué pasa? —JongDae
le dio un bocado a su sándwich y le indicó a ChanYeol con su mano que no era
para él la llamada mientras escuchaba atentamente lo que el otro le decía.
—Se ha escapado uno de los vampiros
de Zhang YiXing y quieren que un cazador lo busque —contó—. Dado que necesitan
que el trabajo sea rápido y nos van a dar un buen rastro que seguir, tú eres el
más indicado para el trabajo.
—Acabo de volver de una caza,
JunMyeon… —comentó, como si aquel hecho no fuera algo obvio—. SeHun también es
un cazador nato, encasquétaselo a él.
—SeHun lleva un par de días en Rusia
detrás de aquella vampira de pelo morado que se escapa una y otra vez de él
solo para que la encuentre —respondió el director.
—Dile a SeHun, por si aún no se ha
dado cuenta, que HaYoung quiere algo con él y que la próxima vez que la atrape
se la tire, así se le acabará el problema —comentó—. ¿Kris tampoco está
operativo? —aventuró.
—Sabes que no tiene tan buena nariz
como tú y que los vampiros bonitos le pierden —le contestó—, y según me han
informado Lu Han es bastante guapo.
—Total, que solo te quedo yo y no
tienes más opciones, por eso me das el trabajo a mí a pesar de que estoy
reventado —bufó.
—No te enviaría si tuviera a alguien
más y lo sabes, Kim JongDae —respondió.
—Como esto lo hayas hecho para poder
otra noche en el apartamento con ChanYeol juro que te mato en cuanto encuentre
al vampiro —amenazó, aunque había una pequeña sonrisa en su rostro por la
emoción de una nueva caza.
—No, solo quiero al mejor para
realizar un trabajo limpio y rápido —dijo—. Después de esto no te asignaré más
cazas en algunas semanas.
—Perfecto.
—Te esperan en el piso de Zhang
YiXing en Gangnam lo más pronto posible —anunció—. Allí encontrarás el rastro
de Lu Han.
★★★
JongDae había estado pocas veces en
aquella zona de Gangnam porque allí solían vivir los ángeles y no le gustaba
demasiado su presencia. Eran seres demasiado inhumanos y fríos, por muy
hermosos que la gente los encontrara. Cuando el cazador los ha visto volando,
surcando los cielos de la ciudad de Seúl, siempre ha sentido escalofríos
recorrer su columna vertebral, y no de placer precisamente.
El chico caminó hacia el edificio
que JunMyeon le había indicado y llamó al porterillo para hacer saber a la
gente de arriba que había llegado. No tuvo que esperar más que unos segundos
para escuchar una voz aterciopelada preguntarle quién era y él solo tuvo que
asegurar que se trataba del cazador del Gremio para que le abriesen la puerta. Al
subirse al amplio ascensor, JongDae se recolocó las armas que llevaba en su
cuerpo para que pasaran lo más desapercibidas posible y se miró al espejo del
cubículo, viendo que tenía mucha mejor cara que aquella mañana. Cuando el
ascensor se detuvo, el cazador se dirigió a la puerta del apartamento que
estaba abierta, lugar en el que le esperaba un vampiro alto, con los ojos muy
rasgados y bolsas oscuras bajo sus ojos, que contrastaban enormemente con su
piel canela.
JongDae aceptó la invitación del
vampiro al interior del apartamento y tuvo que concentrarse en demasía para
aislar todo el olor a vampiro que había en aquel lugar —le había molestado un
poco en el vestíbulo, pero allí dentro estaba muy reconcentrado y le dieron
ganas de salir a la terraza para respirar un poco del aire cargado con polución
de Seúl, pese a que las alturas y él nunca se habían llevado bien—.
—El cazador del Gremio, ¿verdad? —le
dijo aquel mismo vampiro y JongDae comprobó que era aquel que le había
contestado al telefonillo también. Asintió a su pregunta, incapaz de abrir la
boca todavía para respirar correctamente—. Te llevaré con BaekHyun.
JongDae sabía que BaekHyun era el
segundo de Zhang YiXing y, según la información que le había pasado Irene
cuando se lo había pedido algunos minutos antes, su amante también.
Probablemente no vería al ángel que contaba con más de quinientos años a sus
espaldas y realizaría todos los trámites con el otro.
Mejor,
se dijo, cuánto más antiguos, más
inhumanos.
El cazador fue llevado hasta una
habitación en la que se encontraba el ángel al que debía ver. Este se giró en
cuanto notó su presencia y le dedicó una especie de sonrisa que habría hecho
caer imperios en otra época.
—¿Tú eres el sabueso? —cuestionó.
Aquella comparación le crispó los nervios un poco a JongDae porque aunque los
cazadores natos tenían mejor olfato y oído —además de mayor agilidad y fuerza—
que los demás, no eran nada parecidos a los perros.
—Si por sabueso te refieres al mejor
cazador nato de toda Corea; sí, soy yo —respondió, cruzándose de brazos y
dirigiéndole una mirada dura que fue correspondida por una sonrisa traviesa por
parte del ángel.
—Perfecto, esta es la habitación de
Lu Han —anunció—. Te dejo vía libre para que olfatees su ropa y luego salgas en
su busca.
—No me hace falta olfatear su ropa
—contestó. JongDae aisló todos los olores vampíricos del lugar y se quedó con
la esencia que más predominaba en aquella habitación: una mezcla a hierba
recién cortada y a verano—. Ya tengo su rastro.
—Vaya… —murmuró BaekHyun. Parecía
levemente asombrado y eso fue algo que se anotó el cazador como una pequeña victoria—.
Entonces ya no necesitas nada más, ¿verdad? —JongDae negó—. YiXing quiere
tenerlo pronto de vuelta, así que no lo hagas esperar demasiado.
—Descuida —el chico se dio la vuelta
para salir, siguiendo el rastro que acababa de encontrar—. Soy muy rápido
haciendo mi trabajo.
★★★
Apenas llevaba siguiendo aquel aroma
un par de horas cuando JongDae se encontró el primer signo de que estaba
haciendo perfectamente su trabajo. En Cheongdandong, cerca del edificio de una
empresa de entretenimiento que entrenaba a chicos y chicas guapas para que
cantaran o actuaran, el cazador vio el cuerpo de un muchacho tirado en un
callejón. Se acercó rápidamente a él para buscarle las constantes vitales y las
halló sin mucho problema, además de encontrar dos orificios de colmillos en su
cuello. Aquel muchacho moreno y de piel pálida seguía vivo, aunque se
encontraba demasiado débil y necesitaba una transfusión de sangre inmediata.
JongDae sacó su teléfono móvil y
llamó a ChanYeol para que fuera a por él y lo llevara a un hospital para que él
pudiera seguir con la caza de aquel vampiro.
El cazador olfateó el aire en busca
de su rastro, encontrando un leve matiz a sexo junto con los otros dos olores
característicos que llevaba persiguiendo durante un tiempo. Se volvió a agachar
junto al chico y vio que aquella esencia procedía de él. Probablemente habría
querido probar lo que era que un vampiro le succionara la sangre mientras tenía
sexo con él. El vampiro tenía bastante autocontrol para haberlo dejado vivo,
así que no podía ser demasiado joven, más bien, debía tener mucha más edad para
poder haber hecho algo como aquello. Por este motivo, sacó su teléfono móvil de
nuevo para llamar esta vez a Irene.
—¿A qué debo tu llamada, cariño? —le
preguntó ella. De fondo, JongDae podía escuchar cómo sus dedos tecleaban a gran
velocidad en el ordenador.
—Necesito que me digas todo lo que
encuentres sobre Lu Han —contestó.
—¿El vampiro de YiXing? —cuestionó
ella, aunque sabía que estaba en lo cierto y no le hacía falta el asentimiento
de JongDae—. Creía que no te hacía falta que yo investigara para ti porque con
tu olfato te valía para capturar a los vampiros, pero ayer me pediste una foto
de Kai y hoy que te busque información de Lu Han.
—Irene…
—Sí, está bien —el chico la escuchó
teclear de nuevo—. ¡Qué guapo! —exclamó y JongDae oyó un par de “a ver” de dos
voces que distinguía muy bien, una era la de Joy y la otra la de Wendy—.
Chicas, atrás —les pidió porque seguramente se habían echado sobre ella para
ver mejor al vampiro—. Es un vampiro que está a punto de cumplir su contrato,
solo le quedan algunos meses, así que es algo raro que se haya escapado de su
dueño —comentó.
—O sea… que tiene casi un siglo
—murmuró JongDae.
—Exacto —contestó Irene—. Ten
cuidado, JongDae —le deseó—, por muy bueno que seas, un vampiro de casi cien
años es fuerte incluso para ti.
—Lo sé —el chico olfateó el aire
para dar con la esencia que buscaba y seguir con su caza.
—Si necesitas ayuda no dudes en
llamar, mandaré a alguna de estas dos pelmas para que te cubra las espaldas
—JongDae escuchó protestas al otro lado de la línea.
—No te preocupes, Irene —aseguró—.
Me las apañaré —y colgó.
★★★
La noche caía con todo su peso sobre
la ciudad de Seúl y, a pesar de lo bulliciosa y llena de vida que estaba
siempre, a esas horas ya no había casi gente en la calle. JongDae seguía
siguiendo el rastro de aquel vampiro que le habían encomendado encontrar rápidamente,
vampiro que parecía deambular de un lado a otro y sin rumbo fijo. Sin embargo,
JongDae sabía que pasar varias veces por el mismo punto era una estrategia para
embotar sus sentidos y que perdiera su rastro antes de dar con él.
Lu Han parecía ser un vampiro muy
listo, pero JongDae era el mejor cazador de aquella región y, a veces había
sido requerido por sus servicios en lugares muy lejanos del mundo.
Mientras el cazador intentaba
determinar cuál de los tres rastros que tenía frente a él era el más reciente,
una bocanada a hierba recién cortada y verano le vino de repente y supo que su
vampiro no debía de andar muy lejos. Miró a un lado y a otro, intentando
determinar cuál había sido el lugar del que procedía, pero sin dar ningún
motivo a su posible observador para que se sintiera amenazado. Tenía que ser
cauto ahora que lo tenía tan cerca.
Por ese motivo, JongDae pensó que lo
más sensato que podía hacer era seguir un rastro más antiguo hasta perderse de
la vista del vampiro y luego buscar detenidamente el lugar en el que se
encontraba. Sin embargo, la criatura que tenía que cazar tenía otros planes.
Cuando a JongDae le vino otra
bocanada de la esencia del vampiro la notó muy cerca, demasiado cerca para su
gusto y el cazador se giró rápidamente, sacando una de sus pistolas de la
cartuchera que tenía en su muslo y apuntando a la figura que se encontró.
Tanto JunMyeon como Irene tenían
razón: Lu Han era la criatura más hermosa que había visto en su vida. Tenía un
rostro aniñado que podría pertenecer perfectamente al de un adolescente, pero
JongDae sabía que solo se convertían en vampiros a personas que superaran los
veinte años de edad; sus ojos eran casi como los de los occidentales y sus
facciones suaves y delicadas, sus labios eran rosados y parecían de terciopelo,
aunque tenían algunos restos de sangre probablemente del muchacho que se había
encontrado horas antes.
JongDae contuvo el aire ante tal
despliegue de sensualidad y cuando volvió a inspirar, mezclados con la esencia
que llevaba persiguiendo toda la noche, el cazador nato notó una nada sutil
esencia a chocolate con fresas y a promesa de sexo duro. El chico jadeó sin
poder evitarlo. Tenía las defensas bajas porque nadie le había informado de que
el vampiro pudiera hacer aquello, de hecho, si alguien lo hubiera sabido, nunca
lo habrían enviado, porque un cazador nato frente a aquellos aromas y aquella
poco sutil invitación a sexo desenfrenado era más bien inútil.
El chico se sintió muy excitado y no
tuvo que mirarse la entrepierna para saber que su miembro se estaba poniendo
cada vez más duro, este luchaba por abrirse paso y escapar de sus bóxeres y
pantalones de cuero.
—Vaya, vaya —murmuró Lu Han,
acercándose a él. JongDae quiso dar varios pasos atrás, coger su teléfono y
avisa a ChanYeol de que lo necesitaba, pero no pudo hacer nada de aquello y
solo se quedó en el sitio, en mitad de la acera, viendo cómo el vampiro se
quedaba a un par de pasos de su cuerpo y seguía expeliendo por todos sus poros
aquella promesa a sexo que lo estaba excitando tanto—. Sabía que debía tener a
un buen cazador nato detrás de mí —comentó—, aunque en mi vida me había
imaginado que fuera uno tan sensible a mis encantos.
JongDae quiso abrir la boca para
contestarle algo, pero sus fosas nasales fueron inundadas con otra ración de
aquella esencia que lo estaba volviendo completamente loco y que lo estaba
haciendo sentir pulsaciones en su miembro. Lu
Han pareció ser consciente de ello porque rio levemente antes de salvar la
distancia que los separaba por completo para dejar un beso húmedo en sus labios
que hizo sentir al cazador mucho más necesitado de lo que ya estaba.
—Ven conmigo, cazador —le susurró.
Su voz debería de haber sido clasificada como un pecado mortal—. Ven conmigo si
quieres pasarlo bien.
El vampiro echó a andar… y JongDae
fue tras él.
★★★
JongDae volvió en sí cuando sintió
un placer infinito recorrer todo su sistema nervioso y lo primero de lo que se
dio cuenta fue de que acababa de tener un orgasmo y que este había sido
provocado por las manos finas del vampiro que había junto a él en una cama. El
cazador se mordió el labio inferior con fuerza y se recriminó mentalmente por
ser tan débil, por haberse dejado engatusar por aquella esencia tan sexual que
el otro emitía y por haber acabado en la cama con él. Sin embargo, no pudo
hacer mucho más porque aquella esencia estaba de nuevo invadiendo sus sentidos,
acompañada esta vez del olor de su propio semen.
—No sabía que fuera tan divertido
hacer que un cazador nato se rindiera a mis encantos —sus palabras deberían
haberlo enfurecido, pero JongDae era incapaz de pensar con claridad—. Tenía que
haberlo probado antes, pero no estaba seguro de que hubiera un cazador tan
sensible como tú en este lugar.
JongDae tragó saliva e intentó por todos
los medios aislar aquel olor que lo perturbaba tanto, pero no consiguió
absolutamente nada.
El cazador notó de nuevo las suaves
y cálidas manos del vampiro sobre su miembro, endureciéndolo casi al instante.
El chico quiso apartar las manos de aquel lugar tan sensible de su anatomía,
pero no pudo hacerlo porque descubrió que tenía las manos atadas al cabecero de
la cama. JongDae maldijo por lo bajo y escuchó la risa clara del vampiro, risa
que le hizo sentir un escalofrío recorrer todo su cuerpo, desde la punta de los
dedos de sus pies hasta su cabello.
—No puedes escapar de mí, cazador
—susurró gravemente, inclinando su cabeza sobre su miembro. El aliento caliente
despertó su miembro de una forma más rápida—. Además, tenemos que jugar…
Y aunque JongDae no quería por nada
del mundo, se dejó llevar porque no podía hacer absolutamente nada contra la
voluntad del vampiro ni con aquellas esencias tan sexuales que expelía por
todos sus poros, excitándolo de una manera que el cazador nunca habría creído posible.
★★★
¿Cuántos días llevaba en aquel
lugar? No lo sabía realmente. Tampoco era algo que le importara demasiado
porque el tiempo que estaba pasando junto a Lu Han estaba siendo maravilloso.
Aquellos eran pensamientos que
avergonzaban a JongDae pero que no podía evitar tener después de estar sometido
durante tanto tiempo a sus esencias, a su cuerpo. Debía regañarse mentalmente
por ello, pero cuando volvía a sus sentidos, Lu Han volvía a expeler aquella
esencia sexual que hacía que su mente se nublara por el deseo de aquel ser de
cuerpo escultural que se había encaprichado de él, al parecer. El cazador
intentaba resistirse a aquello y, en ocasiones lo conseguía durante algunos
minutos, pero después volvía a caer en aquella espiral de placer, cegado por
sus agudos sentidos.
En un momento en el que el chico
estaba algo más consciente aprovechó para preguntarle al vampiro por qué lo
mantenía allí y Lu Han apareció ante él, desnudo, exhibiendo aquel cuerpo del
pecado y JongDae tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas y de pensar en algo
asqueroso —como la vez que pilló a ChanYeol chupándole la polla a JunMyeon en
su despacho— para no caer de nuevo en los encantos del vampiro.
—¿Por qué? —cuestionó, subiéndose a
la cama y gateando para quedarse sobre él—. Porque me gusta jugar contigo…
—susurró contra sus labios antes de tomarlos con los suyos—. Es muy divertido.
Una respuesta parecida había
recibido anteriormente el cazador, pero no por ello iba a dejar de intentar
averiguar el por qué se había escapado de su dueño cuando apenas le quedaban
unos meses para terminar el contrato que efectuaban los vampiros con otros
vampiros o ángeles durante sus primeros cien años de vida.
—¿Y por qué te escapaste del control
de YiXing? —preguntó, haciendo gala de todo su autocontrol, aunque ya le
quedaba poco para rendirse a los aromas a sexo y a chocolate con los que estaba
llenando la habitación el vampiro.
—Estando bajo su mando no podía
divertirme —respondió.
Aquello tenía que haber preocupado a
JongDae, pero no lo hizo porque se estaba dejando llevar de nuevo por sus
sentidos y la boca de Lu Han en su cuello le estaba provocando una sensación
tan exquisita que el cazador sentía cómo podía llegar perfectamente al orgasmo
sin que este tocara ni una sola vez su miembro. Con los últimos pensamientos
claros en su mente, JongDae deseó que esta vez el vampiro tuviera cuidado al
clavarle los dientes y al penetrarlo porque aún sentía adoloridas algunas
partes de su cuerpo.
★★★
ChanYeol colgó el teléfono de nuevo
tras haber esperado a que los tonos terminaran. Llevaba haciendo eso desde
hacía dos días y estaba bastante preocupado por su mejor amigo, compañero de
piso y cuñado —aunque ese último detalle era algo que los dos preferían obviar,
JongDae le había dicho muchas veces que no quería que nadie se enterara que era
el hermano menor del director del Gremio—. El cazador miró por la ventana de su
piso y luego negó con la cabeza a la pregunta muda de JunMyeon, que se
encontraba allí con él.
No. No había rastro de JongDae y lo
único que podían hacer en aquel momento era esperar a que SeHun regresara de
Rusia y a que Kris saliera de los sótanos del Gremio para establecer una
búsqueda.
—Tranquilo —murmuró JunMyeon a su
lado, echando su cabeza en su brazo porque no era lo suficientemente alto como
para ponerla en su hombro—. JongDae es un gran cazador y seguro que está bien.
—Espero que tengas razón… —susurró
él, sin estar convencido del todo.
★★★
Quizás llevaba una semana en aquel
lugar, atado a la cama y moviéndose solo cuando Lu Han se lo ordenaba, siendo
víctima día tras día de sus encantos, de su sexo y de sus ganas de jugar.
JongDae, en los pocos momentos de lucidez que tenía, intentaba crear planes de
escape para poder salir de allí lo más pronto posible, otras veces, pensaba en
cómo podría inmovilizar a Lu Han para poder capturarlo y así poder hacer su
trabajo correctamente, pero aquellos momentos eran muy pocos.
Sin embargo, con el paso de los días
JongDae se había ido dando cuenta de que el aroma que lo tenía encadenado
siempre a los deseos sexuales del vampiro estaba cada vez menos concentrado,
como si el otro sintiera que ya no tenía la necesidad de tenerlo coaccionado
cada momento del día para que hiciera su voluntad. Aquello podía ser un signo
de debilidad o de confianza en sí mismo, pero cuando llegara el momento
oportuno, el cazador lo iba a aprovechar en su favor. Solo necesitaba el acceso
a uno de aquellos dispositivos que hacían que los vampiros se encontraran completamente
indefensos para poder acabar la misión que le habían encomendado.
Seguramente ChanYeol estaría
preocupado por él y por no poder hacer nada por ayudarlo ya que no era un
cazador nato y no tenía tan buen olfato, por eso debía ser rápido y acabar con
aquello cuanto antes.
★★★
La oportunidad se le presentó a
JongDae mucho antes de lo que esperaba. No había pasado ni siquiera un día
desde que había tenido aquellos pensamientos coherentes sobre lo que debería
estar haciendo o no cuando se encontró a sí mismo siendo capaz de deshacerse de
aquellas cuerdas que lo habían mantenido preso por las muñecas durante tantos
días y caminar hasta el lugar en el que se encontraban su ropa, al otro lado de
la habitación.
Para pegarles a la piel el chip a
los vampiros había demasiadas armas a su disposición y cada cazador usaba la
que más le convenía según sus habilidades para la lucha. A JongDae siempre le
había resultado más cómoda de utilizar una pequeña pistola que escondía entre
los pliegues de su ropa y que era muy fácil de pasar desapercibida. El cazador
casi dejó escapar un pequeño gritito de júbilo al hallarla en el lugar en el
que la había escondido al salir de su apartamento, pero se serenó
inmediatamente y desplegó todos sus sentidos.
Debía encontrar a Lu Han, debía
inmovilizarlo, debía llevarlo con su dueño y después regresar al Gremio.
No tardó demasiado tiempo en
encontrarlo, el vampiro se encontraba en lo que parecía el salón de la casa
viendo la televisión sin prestar atención a su alrededor. Quizás pensaba que
JongDae jamás se libraría de sus ataduras y estaba demasiado confiado, porque
no le hizo falta más que apuntar a la nuca del vampiro y disparar para terminar
el trabajo que había empezado tantos días atrás.
★★★
Regresar al Gremio después de haber
estado desaparecido tanto tiempo y encontrarse al abrir la puerta del despacho
del director otra vez a ChanYeol y a JunMyeon en uno de sus calentones no era
lo que esperaba el cazador, de hecho, esperaba verlos llorando su pérdida.
—Creo recordar que os dije que
echarais el pestillo —dijo para que ambos notaran que había regresado.
Rápidamente, tal y como habían hecho
la vez anterior que los había encontrado con las manos en la masa —o más bien,
con la boca en la polla—, se arreglaron sus ropas y después corrieron a
abrazarlo, diciéndole lo mucho que lo habían echado de menos y lo preocupados
que estaban por lo que le hubiera pasado. JongDae sonrió y se dejó querer,
intentando así, olvidar las últimas palabras que le había dicho Lu Han cuando
lo dejó bajo la custodia de Zhang YiXing un par de horas atrás.
“Nos
volveremos a encontrar”.
Un año después
JongDae estaba reventado después de
pasarse una noche de caza junto a Wendy y no haber conseguido más que encontrar
el cuerpo del vampiro que buscaban desperdigado por los jardines de la
Universidad Nacional de Seúl y marcado con un tatuaje extraño en su rostro.
Wendy había ido con él porque cuando Irene le dio su descripción la chica
estaba con ella y dijo que era una marca en una lengua antigua que podía ser
bastante interesante. Al final lo único que había podido hacer había sido
llevarse el cuerpo en distintas bolsas para que la cazadora lo estudiara, pero
JongDae estaba muerto por todo el esfuerzo físico que había tenido que realizar.
Por este motivo, el cazador
simplemente se tumbó sobre su cama y no tuvo que hacer esfuerzo ninguno para
quedarse profundamente dormido.
JongDae se despertó cuando sus fosas
nasales captaron un olor muy conocido, un olor que había hecho que durante una
semana se sintiera excitado a todas horas, un olor que le traía buenos y malos
recuerdos a la vez, un olor a hierba recién cortada y a verano. El cazador nato
abrió sus ojos de golpe y se puso en guardia, buscando en la semioscuridad de
la habitación hasta que pudo ver la silueta de aquel vampiro centenario sobre
su cama, aquel con el que había compartido su sangre y su cuerpo un año atrás.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó el
cazador nato antes de que el otro pudiera desplegar sus esencias y lo
convirtiera en un muñeco de trapo a su completa merced.
—Mi servicio a YiXing ha acabado
—anunció—, así que ahora estoy libre para que podamos jugar…
La voz de Lu Han era muy sexual, una
clara invitación a pasar una noche en la cama, haciendo de todo menos dormir,
pero por primera vez, no había comenzado a expeler aquella esencia a sexo que
lo volvía loco. El vampiro no lo estaba coaccionando, quería que tomara aquella
decisión por su propia voluntad y JongDae no estaba seguro de cuál era el
camino que debía seguir en aquel momento.
—Sin trucos… sin esencias… —pidió y
vio asentir al vampiro en la penumbra de la habitación.
—Ven a jugar, JongDae.
El chico no tenía su comportamiento
condicionado por nada, pero no pudo resistirse a aquella invitación y se subió
a la cama de nuevo, buscando los labios de Lu Han para besarlo con ansia y con
fuerza porque al parecer, su cuerpo había echado mucho de menos al vampiro, a
aquel ser tan bello y a la vez tan mortífero.
Vale, estoy viendo que hay unos cuantos a los que le habia dejado comentario y han desaparecido xd.
ResponderEliminarMe gusta como escribes sobre los vampiros, les das un foque diferente a lo general jaja
Madre mía, eso es grave... ¿Por qué desaparecen los comentarios cuando son cosas bonitas que me alegran?
EliminarMe alegra que te guste mi forma de caracterizar a los vampiros, intento que no sean gente moñas que si les da el sol brillan (?)
Creo yo que es el segundo LuChen que leo, pero claramente es el que más me gustó. Ángeles, vampiros, cazadores, realmente fue muy bueno y además de que me encanta como escribes.
ResponderEliminarMe voy a leer más, Saludos.
Me alegra muchísimo que fuera el que más te gustara <3 Aw~ muchas gracias <3
EliminarEspero que te gusten los que leas ^^