GYM

Título: Gym

Autora: Minako Aino (Riz Aino / Annalovesasianboys) (@sbeaea)

Pareja: XiuYeol (XiuMin x ChanYeol) (EXO)

Clasificación: PG–13

Géneros: romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.137 palabras

Resumen: ChanYeol y MinSeok pasan últimamente mucho tiempo juntos en el gimnasio.

Aclaraciones: esta historia fue escrita a partir de una app para el móvil que te da o frases para empezar a escribir o una serie de palabras que deben estar en la historia o situaciones o lugares en los que debe desarrollarse, yo escogí el prompt de que tuviera lugar en un gimnasio, que apareciera alguien mirando por la ventana y que incluyera un diálogo que comenzara por ¿por qué sonríes?, de ahí que saliera esta cosa random.

Notas: fic escrito para ver si termino ya de una vez el reto de las parejas de EXO, que después de este ya solo me quedan tres más y por fin puedo morirme en paz.

Comentario de autora: no puedo juntarme con Daleth, es una mala influciencia… cómo sino tuviera yo ya ideas por mí misma me pasa la app para que tenga más cosas todavía (es broma, sabes que te quiero). Espero que os guste esta historia extraña y aleatoria ^^

Gym

            En los últimos tiempos, ChanYeol había tenido bastante compañía en el gimnasio porque los demás miembros se habían tomado a rajatabla aquello de que tenían que comenzar a tener un cuerpo deseable que mostrar y así dejar a las fans con las bragas húmedas; sin embargo, quién más horas se pasaba allí con él era MinSeok. El mayor había sufrido un cambio en su cuerpo durante los años anteriores y en aquellos momentos había decidido que tenía que mostrar un cuerpo trabajado como forma de atracción para las fans porque era uno de los miembros que menos fans tenía a pesar de que siempre se había portado con ellas de una forma increíble.

            Por este motivo, ChanYeol y MinSeok pasaban mucho tiempo en el gimnasio los dos juntos. Al principio, solo se dedicaban a entrenar, pasando por las distintas máquinas que había en aquella sala que les había sido asignada, pero a medida que fue pasando el tiempo, comenzaron a entablar alguna que otra conversación. Nunca habían sido demasiado cercanos pero no se llevaban mal, así que no fue complicado, de hecho, tenían muchas cosas en común, como que ambos pertenecían al mismo grupo de kpop y a ambos les gustaba la buena música. Sus conversaciones al principio fueron sobre esos temas, el grupo, los horarios, las canciones que escuchaban y algunas cosas más, pero poco a poco, a medida que se fueron cogiendo confianza —huelga decir que fue ChanYeol quien la cogió antes y a quien en algún momento de la segunda semana le pareció una gran idea cogerle los pezones a MinSeok y retorcérselos (sin llegar a hacerle daño) para romper un poco más el hielo—, comenzaron a hablar de otros temas, pasando de uno a otro indiscriminadamente y dando su opinión sobre todo, descubriendo en el otro algo que jamás habrían esperado: entendimiento.

            A pesar de que casi siempre se encontraban ellos solos en el gimnasio, trabajando y moldeando sus cuerpos respetando un plan que les habían puesto a cada uno, a veces contaban con la presencia de algún que otro miembro más de EXO. Generalmente era JunMyeon quien se les unía porque le había dado la paranoia de comenzar a tener músculos y YiXing a veces también les hacía compañía, pero había ocasiones en que los dos chicos se sentían muy observados y descubrían que era BaekHyun quien les miraba por la ventana pequeña que había en la puerta de aquella sala o por la luna del escaparate que daba al exterior. Los dos habían hablado mucho de lo creepy que les parecía que BaekHyun hiciera cosas como aquella, pero aguantaban su mirada pícara porque no les quedaba otra opción —aunque siempre tuvieran la opción de salir y estamparle la cara contra el cristal, pero después de discutirlo varias veces pensaron que no era demasiado ético—.

            Las bromas entre ellos eran constantes y las competiciones para ver quien hacía mejor los ejercicios eran su pan de cada día. ChanYeol contagiaba su alegría y su buen humor a MinSeok, que había dejado de sumirse en el mutismo y parecía siempre más que dispuesto a empezar las conversaciones aunque fueran sobre tonterías sin importancia. El menor se sentía orgulloso por haber sido capaz de tener una relación como aquella con el mayor del grupo porque siempre le había parecido alguien demasiado maduro como para juntarse con él y compartir aventuras.

            El día que su relación dio un paso más allá fue el día en el que, de repente, MinSeok comenzó a reírse como loco señalando al menor. ChanYeol lo había estado observando hacer un par de ejercicios y le había llamado mucho la atención la forma en la que se estaban definiendo los músculos del mayor, pero no tenía ni idea de qué tenía que ver eso con que este se estuviera riendo como un poseso.

            —¿Por qué te ríes? —le preguntó, algo harto de que el otro no parara de reír—. ¿Tengo monos en la cara o qué?

            ChanYeol no estaba enfado, realmente, rara vez se enfadaba y solo lo hacía cuando las cosas de verdad lo superaban, aquello no era nada, pero sí que quería entender el porqué de la risa ajena. Lo que no se esperaba para nada fue que con lágrimas en los ojos, MinSeok le contestara:

            —Te has empalmado mientras me mirabas fijamente.

            El chico miró sus pantalones de chándal y se dio cuenta de que su miembro había crecido y había un bulto señalándose allí abajo. Rápidamente cruzó sus piernas, ocasionando más risas en el mayor. No se había dado cuenta de aquello, no había sido consciente de que estaba excitado porque había estado demasiado pendiente de cómo el sudor recorría la piel del MinSeok, perlándola y haciéndola más que apetecible a la vista. ChanYeol negó con la cabeza porque no podía haberse empalmado observando a su hyung y porque tampoco podía estar creciendo cada vez más y más con el recuerdo. Él no era gay… o eso pensaba.

            —No pasa nada, Yeol —le dijo el mayor, acercándose a él y poniéndole una mano en el hombro—. No me voy a molestar porque me estés apuntando con tu trabuco —MinSeok le sonrió y le palmeó la espalda levemente—. Me voy a por unas bebidas y prometo tardar un buen rato, así que puedes hacer lo que gustes —le giñó un ojo y se alejó de él.

            Aquella vez fue la primera que ChanYeol se masturbó pensando en cómo sería que las pequeñas manos de MinSeok lo acariciasen de la misma forma en la que él lo estaba haciendo… pero no fue la última.