Título:
Chocolate
Pareja:
KaiXing (Kai x Lay) (EXO)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, romance, humor, smut, pwp
Número de palabras:
2.586 palabras
Resumen:
el chocolate y Kim JongIn le parecen a YiXing igual de apetecibles, por eso no
puede resistirse cuando se lo encuentra de aquella guisa frente a él.
Avisos:
sexo explícito, así que, menores fuera de esta historia.
Notas: créditos
a la persona que hizo el edit, no sé quién es, pero los créditos por la imagen
a ella, yo simplemente le agregué las letras.
Comentario de autora:
edit salvaje apareció y no pude resistirme a hacer un fic random. Espero que os
guste.
Kim JongIn era un verdadero idiota y
un completo inútil que no sabía dónde tenía la cara a no ser que se la viera en
un espejo. Era miles de cosas que hacían a la gente cabrearse y sobretodo, que
hacían cabrearse a YiXing, su novio. Y era evidente para todo el mundo que
JongIn debía haber hecho algo muy malo cuando el chino entró a su puesto de
trabajo pisando fuerte sobre las baldosas aquel día.
Ese día era uno de los que todo en
Zhang YiXing gritaba “cómo te acerques a mí puedes morir y será solo
responsabilidad tuya” y era mejor no tropezarse con él, no hablarle, ni
siquiera mirarlo, un día en el que no podía haber ni un fallo o podía pasar
algo gordo… pero siempre había algún valiente o insensato que hacía algo que
captaba su atención directamente y la chispa saltaba, quemándolos a todos.
Ese día le había tocado a ZiTao.
—Jefe —lo llamó. YiXing alzó su
cabeza hacia él y la mirada que le dirigió gritaba “huye y sálvate”, pero el
chico nuevo, aunque le habían explicado que debía alejarse de él en aquellas
situaciones, se quedó allí porque tenía que decirle algo muy importante.
—¿Qué quieres? —preguntó. Había
hielo en su voz, un hielo que ni el chocolate más caliente que se encontrara en
aquella fábrica podría derretir. ZiTao tragó saliva antes de volver a hablar.
—Hemos tenido un problema en el
sector L y nadie sabe cómo solucionarlo —contó. YiXing se levantó de su silla
como si tuviera un resorte y se acercó a él, hasta quedar a unos pocos
centímetros de su rostro, mirándolo fijamente.
—¿Qué tipo de problema? —cuestionó.
—Creemos que técnico… —susurró el
chico, desviando su mirada, incapaz de aguantar la intensidad de la de su jefe.
Por este motivo, se perdió la sonrisa irónica que este le lanzó antes de
gritar.
—¡PUES SI ES UN MALDITO PROBLEMA
TÉCNICO QUE VAYA UN TÉCNICO Y LO ARRGLE! —ZiTao abrió sus ojos al máximo y se
alejó un poco del cuerpo de su jefe—. Y ahora vete de mi vista antes de que te
tire por la ventana.
ZiTao hizo un par de reverencias
diciendo “si, jefe” una y otra vez hasta que salió por la puerta del despacho y
la cerró, dejando allí dentro a aquella fiera. Fuera, lo esperaban algunos de
los trabajadores de aquella fábrica y unos pocos le dieron unas palmaditas de
ánimo en el hombro. El chico suspiró, ya se encontraba fuera de peligro, pero
debía hacer dos cosas antes de que todo estuviera solucionado: una, intentar
arreglar aquella averían antes de que eso les reportara pérdidas a la empresa y
dos, averiguar qué cojones había hecho Kim JongIn aquella vez.
♥♥♥
Kim JongIn seguía sobre la cama, tal
y como estaba antes de la marcha de su chico del apartamento que ambos
compartían. Seguía completamente paralizado por los gritos de su casi siempre
calmado y tranquilo novio a pesar de que estos habían sido hacía más de dos
horas. No sabía qué podía haber hecho para haber desencadenado aquella furia
contra su persona, pero intuía que había sido muy malo, demasiado malo para que
YiXing estallase así. Por eso se estaba devanando los sesos buscando qué podía
haber sido.
Sin embargo, en medio de sus
cavilaciones, su teléfono móvil comenzó a sonar y fue sacado de sus
pensamientos. El chico tardó un poco en reaccionar, pero cuando lo hizo, se
estiró sobre el colchón y cogió el aparato antes de descolgar y llevárselo a la
oreja izquierda, sin siquiera mirar quién era la persona que lo llamaba.
—Kim JongIn, ¿¡qué cojones le has
hecho a YiXing!? —aquello fue lo primero que escuchó en un tono de voz quizás
demasiado alto para que fuera bueno para su oído, por eso se retiró un poco el
teléfono de la oreja.
—Yo también me alegro de hablar
contigo, ZiTao —le contestó.
—Déjate de sarcasmos, inútil de
mierda, ¿qué has hecho para joderla de nuevo? —le increpó.
—No tengo ni puta idea —respondió
sinceramente.
—Algo habrás hecho porque YiXing no
es una fiera, ni grita, ni nada parecido solo porque sí, tú has tenido que ser
el desencadenante —comentó su amigo al otro lado del teléfono.
—Sé que he tenido que ser yo porque
esta mañana me ha gritado cosas como “mal novio” y tipo antes de largarse dando
un portazo —contestó.
—A ver, recuerda… ¿cumpleaños?
—Imposible, es el 7 de octubre.
—¿Aniversario?
—No, el 8 de abril.
—¿Alguna cita que tuvierais
planeada?
—No… —dijo, pero en ese momento se
acordó—. ¿Qué día es hoy, ZiTao?
—Quince de febrero.
—Maldita sea —murmuró el chico.
—¿Qué? ¿Ya sabes qué ha sido?
—preguntó ZiTao.
—Sí.
—¿Y qué es?
—Ayer fue San Valentín y no hice nada
con él —murmuró.
—Capullo.
—Gracias.
—Yo te habría dejado —sentenció.
—Y yo no tengo muy claro que YiXing
no lo haya hecho —susurró—, me ha gritado tantas cosas esta mañana cuando
estaba recién levantado que no recuerdo si algún “te dejo” ha salido de sus
labios.
—Eso es muy malo Kim JongIn… —dijo
el otro con un deje de miedo en su voz.
—Lo sé —suspiró.
—Tienes que arreglarlo.
—¿Cómo?
—Ni idea, apáñatelas como puedas
—contestó—, pero haz feliz al maestro chocolatero o saldrás volando por la ventana
del apartamento y te recuerdo que doce pisos es una altura considerable.
—Yo también te quiero, ZiTao —le
dijo al chico antes de colgar. El chico dejó caer el teléfono móvil sobre las
sábanas sin preocuparse lo más mínimo por él y luego suspiró—. ¿Qué cojones voy
a hacer para que me perdone? —preguntó a la habitación vacía.
♥♥♥
Después de un horrible día de
trabajo en el que todo le había salido mal desde que se había despertado, Zhang
YiXing lo único que quería era no volver a casa. Se había peleado con su novio
y no quería volverle a ver la cara, pero no tenía otro sitio al que ir y le
parecía algo muy inútil irse a un bar a beber y a contarle sus penas a un
camarero, ya tendría bastante el pobre hombre con los suyos propios.
Por eso, no tenía más remedio que
regresar.
En su mente lo había planeado todo
muy bien. Entraría, se dirigiría derecho al baño, sin ver nada ni a nadie y
después cogería cualquier cosa de la nevera, ignorando cualquier disculpa que
procediera de los labios de su novio y cualquier intento de que lo mirara
porque si veía aquellos ojos de cachorro sabía que su determinación no iba a
aguantar intacta demasiado tiempo. Una vez hubiera cenado se metería en la cama
y dormiría hasta el día siguiente.
No obstante, su plan no salió bien
porque falló el primer paso.
Nada más entrar en casa, fue al baño
para ducharse pero no encontró ninguna toalla, por lo que tuvo que ir a la
habitación por alguna y, en ese momento, Zhang YiXing tuvo una vista que no pudo
ignorar: su novio, embadurnado en chocolate y tumbado sobre la cama.
—¿Qué demonios? —cuestionó. JongIn
sonrió de forma traviesa primero, pero luego su expresión cambió a una de
arrepentimiento.
—Lo siento mucho Xing —dijo—. Sé que
ayer querías que celebrásemos San Valentín, pero llegué muy tarde y estaba
cansado, así que quise posponerlo para hoy y darte una sorpresa… —explicó,
haciendo que la determinación de YiXing comenzara a flaquear—. no creía que me
gritarías esta mañana por eso, pero sé que si lo hiciste fue porque hice muy
mal, así que, lo siento mucho, cariño.
Ver la expresión del rostro de su
novio que destilaba arrepentimiento por todos sus poros y escuchar aquella
sincera disculpa, hizo que YiXing casi olvidase al instante que JongIn había
dejado que esperase con la cena puesta y las velas derritiéndose poco a poco
hasta que a las doce de la noche lo retiró todo y se fue a dormir porque su
chico no llegaba.
—Podrías haberme llamado para avisar
de que llegabas un poco tarde —murmuró YiXing, acercándose lentamente a la cama,
hasta quedar sentado al final de esta, con aire amenazador.
—Podría… —murmuró JongIn—, pero me
dejé el móvil aquí.
—¿Y no te sabías mi número para
poder llamarme desde otro sitio? —cuestionó.
—Cariño, has cambiado de número al
menos quinientas veces desde que nos conocemos… me aprendí los primeros pero ya
después me daba pereza porque sabía que lo ibas a cambiar al poco —respondió.
—Vale… me vale tu excusa —YiXing se
quitó la camisa, dejándola caer a su espalda y exponiendo su torso blanco y levemente
trabajado a su chico—, pero aún no has dicho las palabras mágicas…
—¿Me perdonas? —murmuró JongIn y su
novio sonrió antes de deshacerse de los pantalones y de sus bóxeres también
para después colocarse a gatas sobre el chico, mirándolo con lascivia.
—Dime que estas son las sábanas
viejas que había que tirar —pidió.
—Lo son…
—Entonces no me voy a contener —y
diciendo estas palabras, YiXing se inclinó sobre JongIn para besar sus labios
de chocolate, sintiendo cómo aquel dulce saber se mezclaba en su boca. No podía
esperar para devorar a aquel JongIn de chocolate—. Hoy no se te está permitido
hacer nada —murmuró, lamiendo la mejilla derecha del chico.
—Entendido…
—Déjame comerte entero…
—Por supuesto.
Si iba a decir algo más, no supo lo
que era, porque las palabras murieron en sus labios una vez YiXing pasó a
devorar su cuello con su lengua y sus dientes y JongIn no pudo hacer más que
gemir y gemir porque aquel punto era uno de los más sensibles de su cuerpo,
solo superado por sus pezones y su miembro, zonas que se había esmerado en
cubrir con una abundante capa de chocolate. YiXing degustó su cuello hasta que
lo dejó prácticamente limpio, jugando con su nuez, y después comenzó a bajar
por sus clavículas y su pecho, deteniéndose deliberadamente en sus pezones para
hacerlo gemir por más.
—Joder… ahhh… joder… YiXing…
—gemía—. Mmm… tu lengua… mmm… mi pene… ya…
YiXing rio contra su cuerpo ante sus
demandas, haciendo que JongIn se sintiera mucho más ansioso. Pero el mayor no
iba a ceder, no tan pronto, primero lo degustaría entero antes de pasar a
aquella parte en la que había puesto tanto chocolate y que se estaba levantando
poco a poco a pesar de que YiXing ni siquiera la había rozado. Después de sus
pezones bajó por aquel abdomen de infarto y se entretuvo unos momentos en su
ombligo, haciendo jadear al chico que tenía a su merced.
—Dime algo bonito, JongIn —pidió—, y
depende de lo bonito que sea, atacaré lo que tanto quieres que ataque o te
chuparé las piernas.
—Te quiero… —murmuró el menor, con
los ojos brillantes por el placer y los labios rojos por la acción de la boca
de YiXing momentos antes. El mayor hizo un puchero.
—Si me dices esas cosas… no me dejas
más opción… —susurró, inclinándose sobre el miembro de JongIn para comenzar a
besarlo y a chuparlo, retirando todo aquel chocolate que lo cubría.
JongIn gemía bajo su cuerpo mientras
su miembro se endurecía más y más cada vez que la experta lengua de YiXing lo
rozaba por todas partes, deteniéndose en las que sabía que volvía loco a su chico,
disfrutando del sabor del chocolate mezclado con el de los fluidos de JongIn.
Le gustaba cómo este estaba a su merced cada vez que hacían el amor, le gustaba
complacerlo, pero sobre todo, le gustaba cómo encajaban sus cuerpos y como el
interior de JongIn se le ajustaba perfectamente y lo hacía llegar al paraíso.
Teniendo aquellos pensamientos y
sintiéndose repleto de chocolate, YiXing no quiso esperar mucho más tiempo.
Dejó el miembro ya completamente erecto de su novio y sonrió mientras le pedía
que se girase. El chico sonrió y lo hizo, rodando sobre la cama para dejar su
trasero a su vista. YiXing llevó su propia mano a su miembro, descubriendo que
estaba un poco duro, se masturbó durante unos momentos y luego separó los
glúteos de JongIn para poder tener acceso a su entrada.
Después de tantas veces que lo
habían hecho, el menor apenas necesitaba preparación, por lo que YiXing
introdujo dos de sus dedos sin problema alguno y sin lubricante, para después
de unos minutos introducir el tercero y sentir cómo JongIn ya estaba listo para
él. Sin perder mucho más tiempo, guio su miembro a su entrada y lo penetró de
golpe. El chico gimió bajo él y YiXing tampoco quiso contenerse, le gustaba
demasiado aquella sensación de quedarse atrapado entre aquellas paredes.
—Mmmm… JongIn… —gimió, justo antes
de comenzar a moverse.
El mayor se agarró a sus caderas
para equilibrarse y hacer los movimientos mucho más rápidos y profundos, para
llegar a aquel punto que haría a JongIn volverse completamente loco y que una
vez se corriera contra las sábanas apretase su recto y le proporcionase el
orgasmo también a él. Sabía que no podía tardar demasiado, porque había dejado
su miembro a punto de estallar y ahora este se rozaba contra las sábanas por
sus constantes embestidas.
Algunos minutos después, JongIn
llegaba al orgasmo, agarrándose a las sábanas y ahogando su voz ronca cargada
de placer contra la almohada. YiXing no tardó mucho tiempo más en llegar el
también, corriéndose en su interior y luego sacando su miembro ahora flácido,
tumbándose a su lado en la cama.
—Kim JongIn —murmuró. El chico giró
su cabeza en su dirección con una sonrisa satisfecha en su rostro—. A veces te
odio cuando se te olvidan todas las cosas que hemos planeado juntos —su novio
hizo un puchero—. Pero te quiero cuando veo todo el esfuerzo que haces para que
te perdone —JongIn esbozó una sonrisa cálida, con restos de chocolate todavía
por algunas partes de su cuerpo—. Va a ser muy divertido quitarte todo eso bajo
la ducha —murmuró el mayor, besando sus labios y pensando que realmente era muy
afortunado por tener a alguien como JongIn a su lado.
♥♥♥
Al igual que el día anterior toda la
fábrica de chocolate sabía que Km JongIn era un completo idiota y que lo mejor
era no acercarse a su jefe porque cualquier objeto con un poco de filo podía
ser un arma mortal ese día, todos sabían que todo se había arreglado en casa y
que su vida volvía a la normalidad. Zhang YiXing expelía por sus poros un aire
a “he follado y hoy puedo firmar incluso incrementos de sueldo” a kilómetros y
eso era algo que en su lugar de trabajo se agradecía.
Notas finales:
esto es una cosa muy random, lo sé, pero no me lo echéis en cara, era tarde
cuando lo escribía LOL. Espero que os haya gustado al menos un poquito XD
Utra random jajajaja
ResponderEliminarAquí el papel de olvidadizo lo tiene Jongin y no Yixing jajaja Pero ese caracter rudo me ha gustado, sobre todo cuando le ha gritado a Tao jajaja me ha hecho reir bastante.
Zhang YiXing maestro chocolatero XD Lo más aleatorio que se me hubiera podido ocurrir en la vida XD
EliminarSep, se han intercambiado un poco los papeles ^^ No siempre tiene que ser Xing el olvidadizo, también puede hacer de otras cositas XD Pobre Tao, siempre está en medio en las cosas estas y me lo asustan con sus gritos (?) XD
No le voy mucho al Seme!Yixing¿? pero la trama en sí me da gracia y me gustó.
ResponderEliminarLa charla que tuvo JongIn con ZiTao AJAJAJAJAJAJAJAJAJA será.
Ya todos en el trabajo de Yixing deben saber quién le hace reventar venas (?) hasta que tienen que tener escudos cuando se desata la gata, ahr (??)
¡Saludos!
Generalmente es una cosita adorable que alksxkjancjan, pero también tiene su lado de machomen (sobre todo cuando baila, se levanta la camisa y la muerde con los dientes para que no se le caiga aklnajkncxjancjabcaj) Me alegra que te gustara la trama ^^
EliminarJajajajajajaja XD Se adoran mutuamente esos dos XD Tienen una amistad muy bonita en la que se dicen de todo y no pasa nada XD
Por supuesto, JongIn es el que lo desencadena todo, el que hace que Xing se ponga de mal humor y todos en la empresa saben que cuando él la caga, deben de andar protegidos porque sino pueden morir XD
Saludos <3