Cuando el sudor jamás te ha resultado algo erótico (hasta ahora)

Título: Cuando el sudor jamás te ha resultado algo erótico (hasta ahora)

Autora: Minako Aino (Riz Aino / Annalovesasianboys) (@sbeaea)

Pareja: TaoAra (Tao x Araceli) (EXO)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, romance, fluff, humor

Número de palabras: 510 palabras

Resumen: a pesar de que a Ara no le gusta el baloncesto, accede a las peticiones de ZiTao de ir a verlo jugar con sus amigos.

Comentario de autora: ejem… ya me darás las gracias luego por esto… (?) (Y lo siento, no he podido evitar meterme de intrusa babeando por Kris LOL)

Cuando el sudor jamas te ha resultado algo erotico

(hasta ahora)

            —Llegaremos tarde —dijo Ana, apremiando a su amiga a salir de la casa—. Vamos, venga, Ara.

            —No me metas bulla —respondió la otra—. De todas formas no pasa nada si llegamos tarde.

            Todavía no estaba para nada convencida de lo que estaba a punto de hacer, pero era algo que le hacía mucha ilusión a ZiTao, y él había accedido a presentarle a sus amigos cuando ella se lo pidió tiempo atrás, por eso no había podido negarse cuando le había pedido que fuera a verlo jugar con sus amigos al baloncesto. El deporte ni le iba ni le dejaba de venir, por eso había preguntado si con ella podía ir Ana, que si era gran aficionada, pero ahora se arrepentía de ello.

            —Va... —comenzó Ana, pero no pudo seguir porque Ara la cortó.

            —Sí, ya vamos, ya vamos.

            Poco más de media hora después, las dos chicas estaban sentadas en las gradas de un pequeño pabellón en el que se jugaba un partidillo entre equipos de categorías inferiores. Había con ellas unas diez personas más a lo sumo, pero parecía que a su amiga no le hacía falta mucho para volverse loca con aquel deporte y ponerse a animar al equipo de ZiTao y sus amigos. Araceli suspiró y se concentró en el juego que se desarrollaba ante ella, intentando prestar atención y enterarse más o menos de lo que sucedía; sin embargo, hubo algo que se lo impidió.

            Jamás había pensado que ver el sudor recorrer el musculado cuerpo de su chico hiciera que la boca se le secara y que no pudiera apartar los ojos de aquel cuerpo, pensando cosas, como mínimo, indecentes. De aquellos pensamientos la sacó repentinamente Ana cuando comenzó a darle codazos en el costado una y otra vez.

            —¿Quién es el del tatuaje? —preguntó cuando se volvió hacia ella, señalando de una forma muy poco disimulada.

            —Kris creo que dijo que se llamaba —contestó, bajando el brazo de la chica para que dejara de señalar antes de que los amigos de su novio se dieran cuenta de lo que estaba pasando allí.

            —Kris… —repitió Ana—. Luego me lo presentas.

            —Sí…

            Después de aquello, Ara intentó concentrarse en el juego, esta vez de verdad, porque ya que había ido allí cuando ZiTao se lo había pedido no podía desentenderse del tema y, por todos los medios, intentó obviar aquel rastro de sudor que recorría el cuerpo musculado del chico. Cuando el partidillo finalizó y ZiTao se acercó a ella para preguntarle si se lo había pasado bien y cómo había jugado él le contestó a ambas cosas “maravillosamente”, aunque no se refería a eso exactamente.