viernes, 24 de junio de 2016

[DAY 24] 30 Days REDEXO Challenge: A cup of coffee {SuHanRene}

Día 24: Algo inspirado en una foto REDEXO


A cup of Coffee

            Trabajar en una cafetería era bastante agotador, ya fuera detrás de la barra o delante, simplemente, acababa el día destrozado, con dolor de pies y con ganas de no levantarse de la cama nunca más; sin embargo, al día siguiente tenía que volver a hacer lo mismo y así, un día tras otro, hasta que su contrato finalizara. Además de que acababa completamente reventado, Lu Han tenía que soportar aparte algo más durante su turno en la cafetería: que todo ser viviente, incluidos sus dos compañeros de trabajo, le tirasen los tejos a todas horas.


            Lu Han era un chico bastante guapo, tenía los ojos grandes y bonitos y la cara redonda, aún conservaba rasgos pueriles y parecía mucho más joven de lo que en realidad era, por ese motivo quería creer que era por lo que todo el mundo le tiraba los tejos de forma tan descarada. Además, tenía la impresión de que JunMyeon e Irene no lo hacían porque realmente les gustara, sino que lo hacían para meter baza y seguir molestándolo, como si hacer aquello fuera su único entretenimiento en el lugar de trabajo aparte de la taza de café que se bebían, todos juntos, después de cerrar.

            Aquella taza de café era el mejor regalo para Lu Han.

            Lu Han se dejó caer sobre una de las sillas en cuanto el último cliente de la noche se marchó y echó su cabeza sobre la mesa para poder descansar. Escuchó cómo sus dos compañeros retiraban las sillas de aquella misma mesa y se sentaban cada uno a su lado varios minutos después, también olfateó el aroma de café recién hecho y sonrió contra la mesa antes de alzar su cabeza y encontrarse a JunMyeon e Irene sonriéndole de una forma que daba escalofríos.

            —¿Sabes que si ahora sacáramos unas cuerdas podríamos atarte y hacer lo que quisiéramos con tu cuerpo? —comentó Irene como quien no quiere la cosa, pero mirándolo con deseo contenido.
            —Sería muy fácil —la siguió JunMyeon—. Tú no te resistirías mucho porque estás agotado y yo me ocuparía de sujetarte para que no te movieras mucho y de hacerte disfrutar por detrás, mientras Irene te ayuda por delante.
            —Por favor, no empecéis con lo mismo de siempre —murmuró Lu Han, derrotado, después de escuchar aquellas palabras demasiadas veces—. ¿No lo podéis dejar ni siquiera en la hora del café?

            Sus dos acompañantes se miraron a los ojos unos segundos antes de asentir al unísono y cerrar sus bocas para comenzar a beber la taza de café que cada uno tenía en frente. Lu Han respiró tranquilo porque otra vez había evitado aquel tema que en las últimas semanas parecía haber ganado fuerza entre las insinuaciones de lo que cada uno quería hacerle. El chico esperaba sinceramente que jamás se les ocurriera ponerlo en práctica porque sabía de una persona que se iba a enfadar mucho si se enteraba... o quizás se les unía, Lu Han nunca podía estar seguro de lo que pasaba por la cabeza de su chico porque era demasiado impredecible.

           


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