sábado, 25 de noviembre de 2017

[One Shot] GOT7 Ask Drabbles: Can't find my way {JJP}



Título: Can’t find my way
Autora: Riz Aino
Pareja: JJP (JB + JinYoung) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: highschool!AU, romance, drama
Número de palabras: 2.902 palabras
Resumen: JinYoung nunca ha estado seguro de nada en su vida, nunca ha sabido qué era lo que quería… hasta que lo tuvo claro.
Notas: one shot larguísimo (me daba y todo para sacarlo de esta compilación de drabbles, pero me gustaba cómo quedaba más aquí) escrito para aliensarewaitingforme.
Comentario de autora: me costó bastante sacar esto adelante porque no estaba acostumbrada a escribir nada tan lioso como esto, pero cuando lo acabé me sentí súper realizada. Espero que os guste.

Cant find my way

JinYoung no tenía claras demasiadas cosas en su vida, no sabía qué era lo que iba a estudiar una vez dejara el instituto (o si iba siquiera a seguir estudiando), no sabía cuál era la comida que más le gustaba, ni tampoco sabía qué era lo que más le gustaba hacer. Siempre había sido un chico demasiado indeciso y tener que elegir unas cosas sobre otras lo hacía sentirse mal, por lo que, finalmente había dejado de decidir y solo había hecho todo lo que quería (había estado en al menos dos clubs por año escolar desde que tenía memoria porque lo quería probar todo). Sin embargo, a pesar de que Park JinYoung no tenía la mayoría de las cosas claras, había algo que sí que tenía muy claro.

Le gustaba muchísimo Mark Tuan, aquel chico alto y callado con el que jamás había intercambiado una palabra (ni siquiera un saludo) pero al que observaba desde la distancia desde que al inicio del semestre anterior había llegado a su instituto.

JinYoung nunca le había dicho nada a nadie de su enamoramiento, más que nada porque su único amigo era Choi YoungJae y el menor era un bocazas al que no se le podía contar ningún secreto sino quería que todo el colegio se enterara; sin embargo, el chico se había comenzado a plantear si decir o no aquello que se guardaba en su interior y todo porque unos días antes había visto cómo JaeBum, un chico de su clase (con el que básicamente había hablado tres veces), al parecer se había  hecho amigo de Mark.

Por más que no tuviera claras las cosas en su vida, sentía que de alguna forma, debía ser capaz de estar junto a Mark y comenzar a salir con él y lo único que se le ocurrió para que aquello se hiciera realidad, fue proponerle a JaeBum que fuera su novio para acercarse de esa manera al otro, a cambio de una cita con su amigo YoungJae, por el que JaeBum bebía los vientos desde que había entrado en el club de canto (JinYoung creía que era poco disimulado cuando se quedaba embobado mirando a Mark pasar, pero JaeBum era un libro abierto y se le notaba a la legua que el menor le gustaba… menos mal que YoungJae era un poco corto de miras y todavía no se había dado cuenta de ello).

—¿Qué? —fue lo único que dijo JaeBum en cuanto JinYoung le expuso su plan el día que les tocó a ambos limpiar el salón de clases.
—Lo que has oído —le respondió, sin dejar de limpiar la pizarra, que todavía seguía con restos de las fórmulas matemáticas de la clase de última hora.
—¿En serio crees que voy a comenzar a salir contigo solo porque me vas a apañar una cita con Choi YoungJae? —le cuestionó.
—Por supuesto.
—Mira, JinYoung —comenzó el otro, acercándosele—. En el hipotético caso de que Choi YoungJae me gustara, que no lo me gusta, simplemente iría hacia él y se lo diría, no tendría la necesidad de hacer todo ese paripés., ¿entiendes?
—Claro que lo entiendo —contestó JinYoung—. Y si quieres decírselo, viene por ahí, así que, cuando quieras.

JinYoung tenía la suerte de que su único amigo viviera cerca de él y que fuera un total inepto con las direcciones, tanto, que ni siquiera sabía ir del instituto a su casa, por lo que siempre iba a su clase para poder salir juntos de la escuela. En aquel momento, la cabeza de YoungJae se asomó por la puerta y les dedicó una sonrisa encantadora a ambos como saludo.

—¿Te queda mucho, hyung? —le preguntó a JinYoung y éste negó con la cabeza.
—En cinco minutos o así acabo, puedes ir bajando a cambiarte los zapatos —respondió, haciendo que la sonrisa de YoungJae se hiciera más amplia y encantadora.

JinYoung miró a JaeBum, quien se encontraba a su lado con la boca abierta y totalmente paralizado por la presencia del menor allí. ¿Qué no le gustaba? Ni él mismo se lo creía. ¿Qué sería capaz de decirle las cosas sin necesidad que de JinYoung interviniera? Otra mentira más grande que una catedral.

—Entonces te espero abajo, JinYoung hyung —murmuró el chico desde la puerta y después de agitar su mano para despedirse de ambos, desapareció por el pasillo.

JinYoung aprovechó que JaeBum seguía embobado todavía para colocarse ante él y sonreírle, mostrando que lo sabía todo y que no tenía caso que lo negara. El otro salió de su estupor en ese momento y simplemente comenzó a retorcer el trapo con el que había estado limpiando las mesas en sus manos.

—¿Qué me dices? ¿Saldrías conmigo para que pueda acercarme a Mark Tuan a cambio de que te consiga a Choi YoungJae? —volvió a proponerle, sabiendo que esta vez no iba a recibir una negativa.
—Te ayudaré —murmuró JaeBum tras algunos momentos.
—¡Perfecto! Oficialmente, desde hoy estamos saliendo —dijo felizmente JinYoung antes de plantarle un beso en los labios al mayor.

Quizás fue porque el beso fue demasiado repentino y JaeBum no se lo esperó, pero después de que se lo diera se quedó totalmente paralizado y JinYoung aprovechó para soltar las cosas de la limpieza, coger su mochila y bajar corriendo a encontrarse con YoungJae, dejando al otro allí, todavía pasmado.



JinYoung y JaeBum ya llevaban más de un mes saliendo juntos y las cosas no habían cambiado mucho, en realidad. Lo único que había cambiado era que ahora los cuatro (ellos dos y Mark y YoungJae) se juntaban para comer en los almuerzos, pero eso no hacía que la persona por la que JinYoung estaba haciendo aquella locura, se empezara a fijar en él. El chico intentaba hablarle, sacar cosas que les podían gustar a los dos y así poder tener algo en común, también había acordado con JaeBum que cuando no estuviera él presente le hablara a Mark de lo maravilloso que era mientras que él hacía lo propio con YoungJae… pero nada de aquello estaba dando resultado, de hecho, parecía que tanto sus amigos como el resto del colegio parecían encantados con la “pareja” que se había formado y las chicas les pedían detalles de sus inexistentes intimidades para escribir algo que se llamaba fanfics.

JinYoung sabía que no estaba funcionando, que no estaba más cerca de Mark a pesar de todo lo que intentaba… y sin embargo, no quería dejar de fingir con JaeBum porque los momentos que pasaban juntos, los momentos en los que se cogían de las manos o se besaban en las mejillas (JaeBum había establecido la cláusula en su “contrato” de que no volviera a besarlo en los labios si quería que lo ayudara), se estaban volviendo unos momentos muy preciados para JinYoung.

—Pareces muy enamorado —le dijo un día YoungJae, cuando volvían a sus casas después del instituto—. No sabía siquiera que te gustara, pero desde que salís juntos hay como un aura de felicidad a tu alrededor que nunca había visto.
—¿Tú crees? —le preguntó al chico.
—Por supuesto —le sonrió—. Ya sabes que no suelo darme cuenta de la mitad de las cosas que pasan a mi alrededor, pero desprendes tanta felicidad cuando estás con JaeBum ssi que es imposible no darse cuenta de ello.

Dos calles después de decirle eso, YoungJae se despidió de él para ir a su casa y dejó a JinYoung solo para que durante el poco trecho que le quedaba de camino pensara en lo que le había dicho el chico. ¿De verdad parecía tan contento solo por estar con JaeBum? ¿Por qué? Él solo quería estar con Mark, pero todavía no había podido hacer nada para poder estar junto a él. Quizás… lo mejor que podían hacer antes de que la cosa se liara mucho más era romper y así comenzar cada uno por separado a intentar que las personas de quienes en realidad estaban enamorados, les hicieran caso.



—¿Romper? —le preguntó JaeBum. Parecía incrédulo—. ¿Por qué ahora quieres romper?
—Porque esto no funciona —replicó JinYoung—. Mark ahora al menos me habla, pero no me ve como nada más por mucho que lo intente debido a que piensa que como estamos juntos no puedo ser nada más para él.
—¿Y no se te había ocurrido antes de pedirme que hiciera esto contigo que podía suceder? —contestó el otro.
—Solo pensaba que de esta forma me acercaría a él —dijo JinYoung, agachando la cabeza.

Quizás había cometido un gran error al pedirle a su compañero de clase hacer aquello, pero todavía estaban a tiempo de solucionarlo, no había pasado mucho y las parejas salían y rompían cada día, así que, no tenía por qué verse raro que lo dejaran.

—Eres un idiota, Park JinYoung —fue lo único que le dijo JaeBum antes de irse del lugar, dejándolo solo y con una pequeña opresión en el pecho que no identificaba a qué se debía.



Debido a que lo habían dejado, todo comenzó a ser como antes y el grupito de cuatro que durante algo más de un mes se había estado juntando, comenzó a dejar de hacerlo y el ambiente alrededor de JinYoung y JaeBum comenzó a ser bastante lúgubre. YoungJae intentó por todos los medios que el mayor se sintiera bien, contándole chistes malos y distrayéndolo de todo lo que le pudiera recordar a JaeBum, pero JinYoung no podía dejar de pensar en él y en por qué no paraba de pensar en él.

El chico nunca había tenido nada tan claro en su vida como que le gustaba Mark Tuan, pero después de aquello, el chico ya no sabía ni quién le gustaba ni qué iba a hacer para poder recomponerse de todo. Quizás salirse del club de canto y entrar en el de tiro con arco sería algo bastante acertado, así podría dejar de ver a JaeBum casi todas las tardes y poder dispararle a algo seguro que mantenía entretenido, sin pensar en nada más.

—De verdad que no entiendo por qué lo habéis dejado si ibais a estar así los dos ahora —murmuró YoungJae, haciéndolo salir de sus pensamientos—. Hacíais una pareja perfecta.
—No creo que fuera así —respondió él.
—¿Entonces fuiste tú el idiota que rompió con JaeBum ssi? —JinYoung asintió lentamente—. Lo sabía, si es que eres idiota, hyung… para una vez que tienes algo bueno, lo dejas escapar como si nada. Y encima a JaeBum ssi parece que le sigues gustando, porque siempre te está mirando.
—No… eso es imposible —dijo.
—Compruébalo por ti mismo, ahora no te quita el ojo de encima.

JinYoung negó con la cabeza, pero la mirada que le dedicó YoungJae de advertencia hizo que no pudiera escaquearse y que tuviera que mirar hacia atrás, lugar en el que estaba JaeBum. El chico pensaba que en realidad, éste debía de estar mirando a YoungJae, como había hecho siempre, pero cuando sus ojos se encontraron y el mayor desvió su mirada rápidamente hacia la partitura que tenía en sus manos, JinYoung se sintió muy confuso.

—¿Ves? Te lo dije —murmuró el chico a su lado—. Tenía toda la razón.

JinYoung asintió levemente, sin poder hacer nada más, pensando que en realidad quería que YoungJae no tuviera razón en aquello.




Los días fueron pasando y el sentimiento de que quizás no debía haber echado a JaeBum de su vida de aquella forma se fue acrecentando. No tenía idea de por qué le pasaba aquello, así que, JinYoung trataba de no pensar en ello demasiado creyendo que, de aquella forma, todo comenzaría a evaporarse. Sin embargo, JinYoung no podía estar más equivocado.

Durante su segunda semana en el club de tiro con arco, JinYoung ya había mejorado mucho su puntería y las flechas ya no solían dar en la pared, en lugar de en la diana. Aquella actividad lo ayudaba a distraerse de todo, así que, había hecho bien en cambiarse a aquel club… no obstante, parecía que todo estaba en su contra, porque no podía dejar de pensar en JaeBum y todo fue a peor después de ese día, cuando recibió la visita de Mark.

—¿Puedo hablar contigo un momento? —le dijo y JinYoung asintió, teniendo la esperanza de que quizás no fuera a hablarle de JaeBum, sino de ellos dos. Una vana esperanza, todo había que decirlo.
—Sí, claro. Tengo un momento.

El chico soltó todas las cosas a un lado y después caminó junto al mayor hacia un lugar medio apartado de allí para poder hablar con tranquilidad sin que nadie pudiera escuchar su conversación. El camino fue totalmente en silencio y cuando se quedaron quietos, el uno frente al otro, el silencio siguió perdurando, al menos unos minutos más hasta que Mark se decidió a comentarle el por qué había ido en su busca.

—En realidad no sé cómo empezar —murmuró—. Pero supongo que sabrás por qué estoy aquí… —JinYoung asintió. Iba a hablarle de JaeBum, era obvio—. No sé cuáles fueron tus motivos para pedirle romper a JaeBum —dijo—, pero me gustaría que reconsideraras eso de salir con él.
—¿Por qué? —cuestionó.
—Porque él sigue estando enamorado de ti y desde que lo dejasteis ya no es el mismo de antes… ahora ya no sonríe nada y siempre está distraído.

JinYoung agachó su cabeza y suspiró, sin poder creerse que lo que estaba diciendo Mark fuera cierto porque la relación que habían tenido JaeBum y él había sido todo paripés… sin embargo, desde que lo habían dejado, todo se había vuelto mucho más complicado y nada de aquello tenía sentido, pero a la vez lo tenía porque muy en el fondo, JinYoung sentía que echaba de menos a JaeBum y quería volver junto a él, pero no tenía claro que fuera aquello lo que deseara de verdad.

—Si para ti no fue nada —dijo Mark sacándolo de sus pensamientos—, no hace falta que hagas ni digas nada, pero si JaeBum significó algo para ti, por favor, intenta reconsiderar volver con él. No me gusta ver a mi mejor amigo de esta forma y no me gustaría tener que darte una paliza porque en el fondo me caes bien —y tras decir todo esto, el chico se fue, dejando a JinYoung sin saber qué hacer.



Después de pensarlo detenidamente durante varios días, JinYoung decidió que quizás hablar con JaeBum era una buena opción (aunque eso no quería decir que tuviera en mente lo de volver juntos, pero sí que quería aclararlo todo con él antes de proseguir con sus vidas). Por este motivo, un día después de clase, se acercó al pupitre de JaeBum, en medio de toda una serie de murmullos de todos los de su clase hasta quedarse a su lado.

—JaeBum… —murmuró, haciendo que el otro levantara su cabeza y lo mirara a los ojos—. ¿Tienes un momento? Me gustaría que habláramos.

El chico tardó unos segundo es contestar, pero finalmente hizo un movimiento afirmativo con su cabeza. JinYoung le sonrió y después echó a andar, con el otro siguiéndole los talones hasta que llegaron a las escaleras que llevaban a la azotea, un lugar que solía estar desierto desde que habían cerrado el acceso afuera.

—¿Qué querías? —le preguntó JaeBum una vez llegaron allí.
—Mark vino a verme el otro día —comenzó, sorprendiendo al chico con sus palabras—, y me dijo que desde que ya no estábamos saliendo juntos estabas muy raro… también, YoungJae me ha dicho en varias ocasiones que parecía como si siguieras estando enamorado de mí y que no debería haberte dejado…
—Eso no es…
—Quiero que me digas la verdad —lo cortó, antes de que pudiera decir nada más y comenzar a negar las cosas—. Porque yo no dejo de pensar en ti.

JaeBum abrió los ojos como platos al escucharlo decir aquello y JinYoung se sorprendió también porque en ningún momento había planeado decir algo como aquello, simplemente, le había salido solo.

—¿Tú… tampoco…? —preguntó el otro y el menor sintió que no tenía caso negarlo porque realmente no había parado de pensar en él.
—Solo pienso en ti —dijo.

Apenas hubo terminado de decir aquellas palabras cuando JaeBum ya había cruzado la distancia que los separaba y se había lanzado hacia sus labios para besarlo de una forma desesperada, como si llevara ansiando aquello demasiado tiempo y JinYoung le respondió de la misma manera porque los labios de JaeBum se amoldaban perfectamente a los suyos y porque aquello se sentía como si fuera lo más correcto que el chico había hecho en su vida. Aun sin saber del todo si aquello era lo que quería del todo, porque JinYoung nunca había estado seguro de nada, quería intentarlo porque JaeBum merecía mucho la pena.




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