Título: Can’t find my way
Autora: Riz Aino
Pareja: JJP (JB + JinYoung) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: highschool!AU,
romance, drama
Número de palabras: 2.902
palabras
Resumen: JinYoung nunca ha
estado seguro de nada en su vida, nunca ha sabido qué era lo que quería… hasta
que lo tuvo claro.
Notas: one shot
larguísimo (me daba y todo para sacarlo de esta compilación de drabbles, pero
me gustaba cómo quedaba más aquí) escrito para aliensarewaitingforme.
Comentario de autora: me costó
bastante sacar esto adelante porque no estaba acostumbrada a escribir nada tan
lioso como esto, pero cuando lo acabé me sentí súper realizada. Espero que os
guste.
Can’t find
my way
JinYoung
no tenía claras demasiadas cosas en su vida, no sabía qué era lo que iba a
estudiar una vez dejara el instituto (o si iba siquiera a seguir estudiando),
no sabía cuál era la comida que más le gustaba, ni tampoco sabía qué era lo que
más le gustaba hacer. Siempre había sido un chico demasiado indeciso y tener
que elegir unas cosas sobre otras lo hacía sentirse mal, por lo que, finalmente
había dejado de decidir y solo había hecho todo lo que quería (había estado en
al menos dos clubs por año escolar desde que tenía memoria porque lo quería
probar todo). Sin embargo, a pesar de que Park JinYoung no tenía la mayoría de
las cosas claras, había algo que sí que tenía muy claro.
Le
gustaba muchísimo Mark Tuan, aquel chico alto y callado con el que jamás había
intercambiado una palabra (ni siquiera un saludo) pero al que observaba desde
la distancia desde que al inicio del semestre anterior había llegado a su
instituto.
JinYoung
nunca le había dicho nada a nadie de su enamoramiento, más que nada porque su
único amigo era Choi YoungJae y el menor era un bocazas al que no se le podía
contar ningún secreto sino quería que todo el colegio se enterara; sin embargo,
el chico se había comenzado a plantear si decir o no aquello que se guardaba en
su interior y todo porque unos días antes había visto cómo JaeBum, un chico de
su clase (con el que básicamente había hablado tres veces), al parecer se
había hecho amigo de Mark.
Por
más que no tuviera claras las cosas en su vida, sentía que de alguna forma,
debía ser capaz de estar junto a Mark y comenzar a salir con él y lo único que
se le ocurrió para que aquello se hiciera realidad, fue proponerle a JaeBum que
fuera su novio para acercarse de esa manera al otro, a cambio de una cita con
su amigo YoungJae, por el que JaeBum bebía los vientos desde que había entrado
en el club de canto (JinYoung creía que era poco disimulado cuando se quedaba
embobado mirando a Mark pasar, pero JaeBum era un libro abierto y se le notaba
a la legua que el menor le gustaba… menos mal que YoungJae era un poco corto de
miras y todavía no se había dado cuenta de ello).
—¿Qué?
—fue lo único que dijo JaeBum en cuanto JinYoung le expuso su plan el día que
les tocó a ambos limpiar el salón de clases.
—Lo
que has oído —le respondió, sin dejar de limpiar la pizarra, que todavía seguía
con restos de las fórmulas matemáticas de la clase de última hora.
—¿En
serio crees que voy a comenzar a salir contigo solo porque me vas a apañar una
cita con Choi YoungJae? —le cuestionó.
—Por
supuesto.
—Mira,
JinYoung —comenzó el otro, acercándosele—. En el hipotético caso de que Choi
YoungJae me gustara, que no lo me gusta, simplemente iría hacia él y se lo
diría, no tendría la necesidad de hacer todo ese paripés., ¿entiendes?
—Claro
que lo entiendo —contestó JinYoung—. Y si quieres decírselo, viene por ahí, así
que, cuando quieras.
JinYoung
tenía la suerte de que su único amigo viviera cerca de él y que fuera un total
inepto con las direcciones, tanto, que ni siquiera sabía ir del instituto a su
casa, por lo que siempre iba a su clase para poder salir juntos de la escuela.
En aquel momento, la cabeza de YoungJae se asomó por la puerta y les dedicó una
sonrisa encantadora a ambos como saludo.
—¿Te
queda mucho, hyung? —le preguntó a
JinYoung y éste negó con la cabeza.
—En
cinco minutos o así acabo, puedes ir bajando a cambiarte los zapatos —respondió,
haciendo que la sonrisa de YoungJae se hiciera más amplia y encantadora.
JinYoung
miró a JaeBum, quien se encontraba a su lado con la boca abierta y totalmente
paralizado por la presencia del menor allí. ¿Qué no le gustaba? Ni él mismo se
lo creía. ¿Qué sería capaz de decirle las cosas sin necesidad que de JinYoung
interviniera? Otra mentira más grande que una catedral.
—Entonces
te espero abajo, JinYoung hyung —murmuró
el chico desde la puerta y después de agitar su mano para despedirse de ambos,
desapareció por el pasillo.
JinYoung
aprovechó que JaeBum seguía embobado todavía para colocarse ante él y
sonreírle, mostrando que lo sabía todo y que no tenía caso que lo negara. El
otro salió de su estupor en ese momento y simplemente comenzó a retorcer el
trapo con el que había estado limpiando las mesas en sus manos.
—¿Qué
me dices? ¿Saldrías conmigo para que pueda acercarme a Mark Tuan a cambio de
que te consiga a Choi YoungJae? —volvió a proponerle, sabiendo que esta vez no
iba a recibir una negativa.
—Te
ayudaré —murmuró JaeBum tras algunos momentos.
—¡Perfecto!
Oficialmente, desde hoy estamos saliendo —dijo felizmente JinYoung antes de
plantarle un beso en los labios al mayor.
Quizás
fue porque el beso fue demasiado repentino y JaeBum no se lo esperó, pero
después de que se lo diera se quedó totalmente paralizado y JinYoung aprovechó
para soltar las cosas de la limpieza, coger su mochila y bajar corriendo a
encontrarse con YoungJae, dejando al otro allí, todavía pasmado.
JinYoung
y JaeBum ya llevaban más de un mes saliendo juntos y las cosas no habían
cambiado mucho, en realidad. Lo único que había cambiado era que ahora los
cuatro (ellos dos y Mark y YoungJae) se juntaban para comer en los almuerzos,
pero eso no hacía que la persona por la que JinYoung estaba haciendo aquella
locura, se empezara a fijar en él. El chico intentaba hablarle, sacar cosas que
les podían gustar a los dos y así poder tener algo en común, también había
acordado con JaeBum que cuando no estuviera él presente le hablara a Mark de lo
maravilloso que era mientras que él hacía lo propio con YoungJae… pero nada de
aquello estaba dando resultado, de hecho, parecía que tanto sus amigos como el
resto del colegio parecían encantados con la “pareja” que se había formado y
las chicas les pedían detalles de sus inexistentes intimidades para escribir
algo que se llamaba fanfics.
JinYoung
sabía que no estaba funcionando, que no estaba más cerca de Mark a pesar de
todo lo que intentaba… y sin embargo, no quería dejar de fingir con JaeBum
porque los momentos que pasaban juntos, los momentos en los que se cogían de
las manos o se besaban en las mejillas (JaeBum había establecido la cláusula en
su “contrato” de que no volviera a besarlo en los labios si quería que lo
ayudara), se estaban volviendo unos momentos muy preciados para JinYoung.
—Pareces
muy enamorado —le dijo un día YoungJae, cuando volvían a sus casas después del
instituto—. No sabía siquiera que te gustara, pero desde que salís juntos hay
como un aura de felicidad a tu alrededor que nunca había visto.
—¿Tú
crees? —le preguntó al chico.
—Por
supuesto —le sonrió—. Ya sabes que no suelo darme cuenta de la mitad de las
cosas que pasan a mi alrededor, pero desprendes tanta felicidad cuando estás
con JaeBum ssi que es imposible no darse cuenta de ello.
Dos
calles después de decirle eso, YoungJae se despidió de él para ir a su casa y
dejó a JinYoung solo para que durante el poco trecho que le quedaba de camino
pensara en lo que le había dicho el chico. ¿De verdad parecía tan contento solo
por estar con JaeBum? ¿Por qué? Él solo quería estar con Mark, pero todavía no
había podido hacer nada para poder estar junto a él. Quizás… lo mejor que
podían hacer antes de que la cosa se liara mucho más era romper y así comenzar
cada uno por separado a intentar que las personas de quienes en realidad
estaban enamorados, les hicieran caso.
—¿Romper?
—le preguntó JaeBum. Parecía incrédulo—. ¿Por qué ahora quieres romper?
—Porque
esto no funciona —replicó JinYoung—. Mark ahora al menos me habla, pero no me
ve como nada más por mucho que lo intente debido a que piensa que como estamos
juntos no puedo ser nada más para él.
—¿Y
no se te había ocurrido antes de pedirme que hiciera esto contigo que podía
suceder? —contestó el otro.
—Solo
pensaba que de esta forma me acercaría a él —dijo JinYoung, agachando la
cabeza.
Quizás
había cometido un gran error al pedirle a su compañero de clase hacer aquello,
pero todavía estaban a tiempo de solucionarlo, no había pasado mucho y las
parejas salían y rompían cada día, así que, no tenía por qué verse raro que lo
dejaran.
—Eres
un idiota, Park JinYoung —fue lo único que le dijo JaeBum antes de irse del
lugar, dejándolo solo y con una pequeña opresión en el pecho que no
identificaba a qué se debía.
Debido
a que lo habían dejado, todo comenzó a ser como antes y el grupito de cuatro
que durante algo más de un mes se había estado juntando, comenzó a dejar de
hacerlo y el ambiente alrededor de JinYoung y JaeBum comenzó a ser bastante
lúgubre. YoungJae intentó por todos los medios que el mayor se sintiera bien,
contándole chistes malos y distrayéndolo de todo lo que le pudiera recordar a
JaeBum, pero JinYoung no podía dejar de pensar en él y en por qué no paraba de
pensar en él.
El
chico nunca había tenido nada tan claro en su vida como que le gustaba Mark
Tuan, pero después de aquello, el chico ya no sabía ni quién le gustaba ni qué
iba a hacer para poder recomponerse de todo. Quizás salirse del club de canto y
entrar en el de tiro con arco sería algo bastante acertado, así podría dejar de
ver a JaeBum casi todas las tardes y poder dispararle a algo seguro que
mantenía entretenido, sin pensar en nada más.
—De
verdad que no entiendo por qué lo habéis dejado si ibais a estar así los dos
ahora —murmuró YoungJae, haciéndolo salir de sus pensamientos—. Hacíais una
pareja perfecta.
—No
creo que fuera así —respondió él.
—¿Entonces
fuiste tú el idiota que rompió con JaeBum ssi?
—JinYoung asintió lentamente—. Lo sabía, si es que eres idiota, hyung… para una vez que tienes algo
bueno, lo dejas escapar como si nada. Y encima a JaeBum ssi parece que le sigues gustando, porque siempre te está mirando.
—No…
eso es imposible —dijo.
—Compruébalo
por ti mismo, ahora no te quita el ojo de encima.
JinYoung
negó con la cabeza, pero la mirada que le dedicó YoungJae de advertencia hizo
que no pudiera escaquearse y que tuviera que mirar hacia atrás, lugar en el que
estaba JaeBum. El chico pensaba que en realidad, éste debía de estar mirando a
YoungJae, como había hecho siempre, pero cuando sus ojos se encontraron y el
mayor desvió su mirada rápidamente hacia la partitura que tenía en sus manos,
JinYoung se sintió muy confuso.
—¿Ves?
Te lo dije —murmuró el chico a su lado—. Tenía toda la razón.
JinYoung asintió
levemente, sin poder hacer nada más, pensando que en realidad quería que
YoungJae no tuviera razón en aquello.
Los
días fueron pasando y el sentimiento de que quizás no debía haber echado a
JaeBum de su vida de aquella forma se fue acrecentando. No tenía idea de por
qué le pasaba aquello, así que, JinYoung trataba de no pensar en ello demasiado
creyendo que, de aquella forma, todo comenzaría a evaporarse. Sin embargo,
JinYoung no podía estar más equivocado.
Durante
su segunda semana en el club de tiro con arco, JinYoung ya había mejorado mucho
su puntería y las flechas ya no solían dar en la pared, en lugar de en la
diana. Aquella actividad lo ayudaba a distraerse de todo, así que, había hecho
bien en cambiarse a aquel club… no obstante, parecía que todo estaba en su
contra, porque no podía dejar de pensar en JaeBum y todo fue a peor después de
ese día, cuando recibió la visita de Mark.
—¿Puedo
hablar contigo un momento? —le dijo y JinYoung asintió, teniendo la esperanza
de que quizás no fuera a hablarle de JaeBum, sino de ellos dos. Una vana
esperanza, todo había que decirlo.
—Sí,
claro. Tengo un momento.
El
chico soltó todas las cosas a un lado y después caminó junto al mayor hacia un
lugar medio apartado de allí para poder hablar con tranquilidad sin que nadie
pudiera escuchar su conversación. El camino fue totalmente en silencio y cuando
se quedaron quietos, el uno frente al otro, el silencio siguió perdurando, al
menos unos minutos más hasta que Mark se decidió a comentarle el por qué había
ido en su busca.
—En
realidad no sé cómo empezar —murmuró—. Pero supongo que sabrás por qué estoy
aquí… —JinYoung asintió. Iba a hablarle de JaeBum, era obvio—. No sé cuáles
fueron tus motivos para pedirle romper a JaeBum —dijo—, pero me gustaría que
reconsideraras eso de salir con él.
—¿Por
qué? —cuestionó.
—Porque
él sigue estando enamorado de ti y desde que lo dejasteis ya no es el mismo de
antes… ahora ya no sonríe nada y siempre está distraído.
JinYoung
agachó su cabeza y suspiró, sin poder creerse que lo que estaba diciendo Mark
fuera cierto porque la relación que habían tenido JaeBum y él había sido todo
paripés… sin embargo, desde que lo habían dejado, todo se había vuelto mucho
más complicado y nada de aquello tenía sentido, pero a la vez lo tenía porque
muy en el fondo, JinYoung sentía que echaba de menos a JaeBum y quería volver
junto a él, pero no tenía claro que fuera aquello lo que deseara de verdad.
—Si
para ti no fue nada —dijo Mark sacándolo de sus pensamientos—, no hace falta
que hagas ni digas nada, pero si JaeBum significó algo para ti, por favor,
intenta reconsiderar volver con él. No me gusta ver a mi mejor amigo de esta
forma y no me gustaría tener que darte una paliza porque en el fondo me caes
bien —y tras decir todo esto, el chico se fue, dejando a JinYoung sin saber qué
hacer.
Después
de pensarlo detenidamente durante varios días, JinYoung decidió que quizás
hablar con JaeBum era una buena opción (aunque eso no quería decir que tuviera
en mente lo de volver juntos, pero sí que quería aclararlo todo con él antes de
proseguir con sus vidas). Por este motivo, un día después de clase, se acercó
al pupitre de JaeBum, en medio de toda una serie de murmullos de todos los de
su clase hasta quedarse a su lado.
—JaeBum…
—murmuró, haciendo que el otro levantara su cabeza y lo mirara a los ojos—.
¿Tienes un momento? Me gustaría que habláramos.
El
chico tardó unos segundo es contestar, pero finalmente hizo un movimiento
afirmativo con su cabeza. JinYoung le sonrió y después echó a andar, con el
otro siguiéndole los talones hasta que llegaron a las escaleras que llevaban a
la azotea, un lugar que solía estar desierto desde que habían cerrado el acceso
afuera.
—¿Qué
querías? —le preguntó JaeBum una vez llegaron allí.
—Mark
vino a verme el otro día —comenzó, sorprendiendo al chico con sus palabras—, y
me dijo que desde que ya no estábamos saliendo juntos estabas muy raro…
también, YoungJae me ha dicho en varias ocasiones que parecía como si siguieras
estando enamorado de mí y que no debería haberte dejado…
—Eso
no es…
—Quiero
que me digas la verdad —lo cortó, antes de que pudiera decir nada más y
comenzar a negar las cosas—. Porque yo no dejo de pensar en ti.
JaeBum
abrió los ojos como platos al escucharlo decir aquello y JinYoung se sorprendió
también porque en ningún momento había planeado decir algo como aquello,
simplemente, le había salido solo.
—¿Tú…
tampoco…? —preguntó el otro y el menor sintió que no tenía caso negarlo porque
realmente no había parado de pensar en él.
—Solo
pienso en ti —dijo.
Apenas
hubo terminado de decir aquellas palabras cuando JaeBum ya había cruzado la
distancia que los separaba y se había lanzado hacia sus labios para besarlo de
una forma desesperada, como si llevara ansiando aquello demasiado tiempo y
JinYoung le respondió de la misma manera porque los labios de JaeBum se
amoldaban perfectamente a los suyos y porque aquello se sentía como si fuera lo
más correcto que el chico había hecho en su vida. Aun sin saber del todo si
aquello era lo que quería del todo, porque JinYoung nunca había estado seguro
de nada, quería intentarlo porque JaeBum merecía mucho la pena.
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