Título:
Over the clouds
Autora:
Riz Aino
Pareja:
MiJeong (MiMi + SeJeong) (Gugudan)
Calificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, fluff
Número de palabras:
889 palabras
Resumen:
SeJeong y MiMi están completamente enamoradas la una de la otra.
Advertencias:
¡Atención! Este fic contiene altas cantidades de azúcar que pueden ser perjudiciales
para la salud, absténganse de leerlo las personas con la glucosa alta.
Notas: historia
escrita para mi querida Sis Tania que me lo pidió por ganar uno de mis juegos
de Twitter.
Comentario de autora:
las Gugu no son un grupo del que escriba mucho, de hecho, este es solo el
segundo fic que hago de ellas, por eso me alegra poder escribir un poco más de
las niñas, gracias por pedirme este fic. Espero que os guste.
Over the clouds
“Unnie,
quédate conmigo hoy”.
Aquello era lo único que SeJeong había
tenido que decir para que MiMi no saliera por la puerta como el resto de sus
amigas después de ver la película de terror que se habían puesto aquella noche
de Halloween. No había tenido que decir absolutamente nada más porque la mayor
sabía que tras las películas de miedo a SeJeong nunca le había gustado quedarse
sola, más cuando era su casa el lugar elegido para ver dichas películas. MiMi
sabía todo aquello porque llevaban demasiados años siendo amigas y en muchas
ocasiones se había quedado con la menor en la casa para darle la seguridad de
que, si aparecía algún monstruo o fantasma, estaría allí junto a ella. Pero en
aquella ocasión no se había quedado en casa de SeJeong porque fuera su amiga…
sino porque era su novia.
Hacía tan solo unas semanas que
habían comenzado aquel viaje juntas por encima de las nubes después de haber
caminado por la tierra como amigas durante muchos años y MiMi estaba más que
encantada con poder andar sobre las nubes con SeJeong porque con el tiempo el
afecto entre ambas había ido creciendo poco a poco y se había desarrollado un
sentimiento que iba muchísimo más allá de la amistad. Al principio había sido
curioso, extraño, el cambio de la amistad a la relación sentimental que ahora
mantenían; al principio casi no podían acostumbrarse y todo era raro entre
ellas porque el corazón les latía demasiado rápido y fuerte… pero poco a poco
habían podido ir salvando todas las barreras que separaban la relación que
habían mantenido hasta el momento y la que mantenían en la actualidad.
Quizás no todas… pero sí habían
salvado las más importantes… y MiMi se había quedado esa noche en la casa junto
a SeJeong para tratar de salvar otra más.
—¿Tratamos de dormir, unnie?
Le cuestionó SeJeong después de
pasar algo de tiempo en el sofá, echadas la una sobre la otra, viendo sin ver
la tele y jugando con las yemas de sus dedos sobre el cuerpo de la otra,
trazando dibujos abstractos sobre la piel y la ropa que llevaban. MiMi asintió
y siguió a la anfitriona hasta su cuarto, poniéndose un pijama que la chica le
dejó para no pasar frío aquella noche, aunque MiMi se iba a abrazar muy
fuertemente al cuerpo de SeJeong en la estrecha cama que compartirían y no iba
a notar nada de frío; no obstante, el contacto piel con piel era algo para lo
que todavía no estaban preparadas… antes debían de dar algunos pasos más.
No se habían besado todavía porque
la vergüenza era todavía grande y no se habían podido sobreponer a ella, pero
MiMi tenía la intención de aquella noche poder saltar ese obstáculo y así poder
besar a SeJeong por primera vez, como llevaba muchísimo tiempo queriendo hacer,
quizás demasiado tiempo. Aquellos labios finos que ocultaban una sonrisa
preciosa y encantadora la habían tentado desde mucho antes de que comenzaran a
salir juntas, aquellos labios que habían hecho que MiMi se comenzara a percatar
de que pensaba en la menor de una forma que superaba la línea de la amistad y
que se parecía mucho más a la del amor y el deseo.
Cuando ambas tuvieron los pijamas
colocados y se metieron en la estrecha cama, MiMi aprovechó para abrazarse
fuertemente al cuerpo de SeJeong, escuchando por parte de la chica un pequeño
quejido lleno de aegyo.
—Te quiero mucho —murmuró.
En ese momento notó cómo la chica
comenzó a moverse entre sus brazos, tratando de girarse hacia a ella y la dejó
que lo hiciera sin poner ningún impedimento, a pesar de que el movimiento era
difícil en la estrechez del colchón; pero mereció la pena por ver la preciosa
sonrisa de SeJeong, brillando a la escasa luz que entraba de las farolas de la
calle, debido a la olvidada persiana que se había quedado sin bajar. SeJeong
era lo más bonito que le había podido pasar en su vida y MiMi sintió cómo una
sonrisa acudió en respuesta a la que la chica le mostraba.
—Yo también te quiero mucho, unnie —respondió SeJeong.
En ese momento lleno de magia, MiMi
sintió que era el momento ideal para hacer aquello que llevaba deseando hacer
tantísimo tiempo y salvó la escasa distancia que había entre ambas para besar
los labios de SeJeong, recibiendo inmediatamente una respuesta positiva de la
chica, que le devolvió el beso, haciendo que MiMi sintiera que se elevaba por
encima de las nubes.
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