[One Shot] 2019 Super Rookies Drabbles: Plastic flower {JoHoon}

Título: Plastic flower

Autora: Riz Aino

Pareja: JoHoon (YongHoon + Ravn) (WEUS – ONEUS + ONEWE)

Clasificación: PG

Géneros: AU, kindergarten, romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.130 palabras

Resumen: YoungJo se encuentra al volver a clase una flor de plástico sobre su mesa… y no le cuesta demasiado sacarles a sus alumnos quién ha sido la persona que le ha dejado dicha flor.

Notas: one shot escrito para completar la tercera casilla del bingo del ONEUS & ONEWE fanfic fest, la correspondiente al teachers!au.

Comentario de autora: este es el contenido WeUs que todos nos merecíamos, no lo digo yo, lo dice la ciencia. Espero que os guste.

Plastic flower

            —¿Esto qué es?

Es lo que pregunta YoungJo al llegar de nuevo a la clase, cogiendo de su mesa una flor de plástico que no estaba allí cuando se había ido unos minutos antes porque el jefe de estudios lo había llamado a su despacho para darle unos papeles que debía de llevarle. Enseña la flor a los niños de cinco años que tiene en la clase y todos ellos se hacen los sorprendidos, como si nunca hubieran visto aquello… obviamente, YoungJo ve en las caras de los niños que están ocultándole algo. No se les da demasiado bien mentir todavía.

            —Cuando me he ido hace cinco minutos esto no estaba aquí —dice.

            Su mesa estaba llena de papeles cuando se había ido, pero la flor de plástico que asemejaba una rosa roja no se encontraba allí, de eso está completamente seguro. Les dedica una mirada fija a sus niños, sabiendo que no muchos son capaces de seguir mirándolo si se siente culpables por algo y sabe que muchos se van a sentir culpables por esconderle algo tan importante como aquello. Inmediatamente, muchos de sus niños bajan la mirada hasta la mesa, donde tienen unas fichas que les había dejado coloreando antes de irse.

            —¿Sabéis quién ha podido dejarla aquí? —pregunta.

            Ante su pregunta, más de sus niños agachan su cabeza como si la cosa no fuera con ellos y se dedican a seguir coloreando para no tener que enfrentarse a él. Le carcome la curiosidad, porque jamás había esperado que alguien le dejara una flor en su lugar de trabajo —sabe que algunas de las profesoras de otras clases tienen un crush con él, pero también sabe que ellas entendieron el mensaje de que era gay, por lo que no espera que sea de ninguna de ellas, igual que sabe que hay muchos profesores guapos en ese colegio, pero no cree que ninguno de ellos sea gay—.

            —¿Sabes quién ha podido ser, KeonHee? —le pregunta al único niño que todavía lo sigue mirando, que parece que tiene muchas ganas de hablar y de contarle todo lo que sabe.

            —Ha sido el profe YongHoon —le responde el niño.

            —¡KeonHee! —chillan sus compañeros de mesa, SeoHo y HwanWoong, a la vez, mientras que su otro compañero, GeonHak, le da un codazo—. Nos hizo prometer que no le diríamos nada —añade HwanWoong.

            —No pasa nada, no pasa nada —dice YoungJo, calmando a sus niños para que no maten a KeonHee—. He preguntado y ha hecho bien en decirme lo que ha pasado, si un adulto os pregunta algo, siempre debéis responder, no ha hecho nada malo.

            —Pero el profe YongHoon nos pidió que no te dijéramos nada —replica SeoHo, con cara de pena.

            —Siempre puedo hacer como que no sé nada —responde YoungJo, dedicándole una sonrisa encantadora que parece calmar al chico y convencer a los demás de que no ha pasado nada y que no han hecho nada malo—. Ahora voy a ir viendo cómo lleváis la ficha, espero que hayáis coloreado mucho en mi ausencia.

            Los niños rápidamente se ponen a colorear el folio porque prácticamente no han hecho nada y YoungJo no puede evitar sonreír ampliamente mientras deja la rosa de plástico sobre su mesa. Ya tendrá tiempo de pensar en lo que significa que el otro profesor le haya dejado dicha flor sobre su mesa, ahora tiene una clase que dar.

~

            Horas mas tarde, cuando todos los niños han sido recogidos, YoungJo vuelve a su clase para coger sus cosas e irse a casa, encontrándose con alguien que realmente no se espera allí. El profesor YongHoon está dándose una vuelta por su clase, mirando los dibujos que los niños han coloreado esa mañana y que han colgado en la pared antes de irse, pero cuando lo escucha entrar se da la vuelta y se gira hacia él, esbozando una pequeña sonrisa.

            —KeonHee me ha dicho que se le ha escapado que he sido yo el que te ha dejado la rosa —le dice—, la verdad era que pensaba cortejarte un poco dejándote flores un tiempo antes de presentarme ante ti y esas cosas, para ser una especie de admirador secreto para que sintieras curiosidad y eso —el joven profesor sonríe, haciendo que sus ojos se vuelvan dos medias lunas—, en mi cabeza el plan era perfecto.

            —Los planes siempre suenan mejor en la cabeza que cuando se llevan a cabo —responde YoungJo—, pero, si pensabas cortejarme, ¿por qué una flor de plástico?

            —Soy romántico, pero no rico —responde el otro, provocando que YoungJo no pueda evitar reír ante la inesperada respuesta—; además, las flores de plástico duran para siempre, las de verdad mueren a los pocos días y no me gusta matar flores… las plantas también tienen su corazoncito.

YoungJo coge la flor de plástico de su mesa y la observa después de escuchar aquello, sintiéndose agradecido porque sea de plástico y no real porque además él no tiene ningún lugar donde poder poner flores de verdad en agua en casa.

            —¿Te ha molestado que… haga esto? —le pregunta en ese momento el otro profesor. YoungJo niega con la cabeza antes de responder en voz alta.

            —No me ha molestado —dice—. No me lo esperaba, no te voy a mentir, porque solo hemos hablado en un par de ocasiones en las reuniones, pero no me molesta para nada.

            —Entonces… ¿podría seguir haciéndolo? —cuestiona YongHoon, con cuidado, como si tuviera miedo de recibir una respuesta negativa.

            YoungJo esboza una pequeña sonrisa. Es verdad que no se esperaba aquello de YongHoon porque apenas lo conoce, pero no le ha molestado en absoluto conocer que ha sido él quien le ha dejado la flor de plástico sobre su mesa… menos le molesta que siga haciéndolo porque siente un poco de curiosidad por él ahora y no le importaría conocerlo un poco más.

            —Puedes seguir haciéndolo —responde—, también puedes pedirme una cita de vez en cuando —añade, probando que una sonrisa amplia se extienda por el rostro del otro.

            —Eso haré —contesta y YoungJo no duda que lo va a hacer.