Título:
The lost symbol
Autora:
Riz Aino
Pareja:
DoJae (JaeHyun + DoYoung) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
soulmate!AU, romance, drama
Número de palabras:
1.490 palabras
Resumen:
en un mundo en el que cada persona tiene una marca en la piel de su muñeca
idéntica a la de su alma gemela, JaeHyun es el único que no la posee.
Notas: historia
escrita para Akane, que fue de las pocas personas en adivinar un juego sobre
NCT.
Comentario de autora:
no soy muy dada a escribir soulmates!AU, de hecho, este es uno de los pocos que
he hecho a pesar de que llevo mil años escribiendo. Espero que os guste.
The
lost symbol
Cuando una persona nace, en su
muñeca derecha siempre hay una pequeña marca que con el tiempo se va haciendo
más y más definida hasta que llegado el momento oportuno, acaba por obtener la
forma final, una forma idéntica a la de su alma gemela. Todas las personas
tienen esa marca porque todas ellas tienen un alma gemela; sin embargo, es cosa
del destino que las almas gemelas se encuentren o no lo hagan… y el destino es
a veces caprichoso.
No obstante, en este mundo en el que
cada persona está marcada con un símbolo concreto que la conecta de forma
especial con su alma gemela, nace un niño que no tiene marca alguna en su
muñeca derecha, un niño al que llaman JaeHyun.
~
—Mamá… —murmura JaeHyun a los cinco
años, solo unas semanas después de haber comenzado el colegio, mientras la
mujer lo está arropando en la cama—. ¿Qué son las almas gemelas y por qué yo no
tengo una?
A su madre le pilla desprevenida la
pregunta porque, a pesar de que desde el principio sabía que era algo a lo que
iba a tener que responder en el futuro, no había esperado que se diera tan
pronto aquella situación. No obstante, la señora Jung se recompone y le dedica
una sonrisa tranquilizadora a su hijo antes de comenzar a responderle.
—Un alma gemela es una persona con
la que sientes una profunda conexión, que puede ser amor o amistad —explica con
calma—. Todo el mundo tiene una, así que, tú también la tienes, mi niño.
JaeHyun asiente lentamente a las
palabras de su madre, aunque no parece convencido del todo con aquella
explicación. No obstante, el niño tarda unos minutos en volver a hacer otra
pregunta, sacando de las mantas su brazo derecho y mostrándole a su madre su
muñeca, vacía de toda marca.
—Pero los niños de mi clase dicen
que no tengo el símbolo de mi alma gemela —dice—. Todos los demás tienen una
pequeña marca aquí —JaeHyun señala su muñeca—, mis amigos la tienen, los
profesores la también y mamá y papá también la tienen… ¿por qué yo soy el único
que no la tiene?
—Cariño, ven aquí.
Su madre se sienta en la cama junto
a JaeHyun y lo envuelve entre sus brazos de forma protectora mientras siente
cómo su hijo comienza a llorar desconsoladamente. La mujer trata de calmarlo
diciéndole palabras tranquilizadoras, diciéndole que no tener marca no
significa nada, que seguro que tiene un alma gemela en algún lugar, como el
resto de personas… pero ni ella misma está segura de eso y le parte el corazón
ver a su pequeño de esa forma. Si por ella fuera, su JaeHyun tendría el mejor
alma gemela, una persona encantadora que lo quisiera mucho y que lo tratara muy
bien… pero eso nunca había estado en su mano.
~~
Mire a donde mire y haga lo que
haga, JaeHyun no puede evitar estar rodeado de personas que han encontrado a su
alma gemela o la buscan desesperadamente. Desde que hacía diez años había
descubierto que él no tenía alma gemela, el chico ha acabado resignándose a
estar solo el resto de su vida. No obstante, aunque esté resignado a no
encontrar a su alma gemela como los demás, el chico no puede evitar sentirse un
poco celoso y algo molesto cada vez que se encuentra totalmente rodeado de
parejas especiales que no paran de hacerse carantoñas o decirse palabras moñas.
Celoso y molesto porque él no va a tener nada igual nunca.
Sin embargo, JaeHyun lo lleva más o
menos bien porque su mejor amigo TaeYong tampoco ha encontrado a su alma
gemela, a pesar de que éste tiene una pequeña marca que al chico le recuerda a
uno de los símbolos que componen el alfabeto tailandés. Estar junto a TaeYong y
tenerlo como amigo es algo que al menos aleja sus pensamientos de la soledad
que lo espera en el futuro, cuando ya no quede nadie a su lado que no haya
encontrado a su alma gemela, porque a pesar de que TaeYong le haya prometido
que no se alejará de él aunque encuentre a su alma gemela, JaeHyun no está tan
seguro de que eso pueda ser posible.
Pero cuando un par de años después,
llega a su grupo de baile un chico tailandés llamado Ten con la misma marca en
su muñeca derecha que tiene TaeYong, su amigo realmente no se aleja de él y Ten
se integra en las dinámicas de su grupo de baile y de su amistad sin que
JaeHyun se sienta mal.
~~~
La universidad es la etapa más dura
para JaeHyun porque TaeYong y Ten no están junto a él la mayor parte del tiempo
ya que han elegido carreras diferentes y el poco tiempo que se ven no es
suficiente para llenar el vacío que el chico siente en su interior. El chico ha
hecho amigos, Johnny y SiCheng, pero a pesar de ello, sigue sintiendo en lo más
profundo de su ser que le falta algo y sabe perfectamente lo que es. A JaeHyun
le falta encontrar a aquella persona especial con la que sentir aquella
conexión de la que todo el mundo habla, la conexión especial que solo se puede
sentir al encontrar al alma gemela de uno.
Es probablemente porque se pasa todo
el primer año de carrera arrastrándose por los pasillos de la facultad como si
de un muerto viviente se tratara que, durante el segundo año, sus amigos se
empeñan en presentarle a un montón de chicos y chicas que, o no han encontrado
a su alma gemela o ésta solo es una amistad, para ver si JaeHyun se siente
atraído hacia alguna de todas esas personas. Pero por muchas veces que vayan al
club que hay cerca de la residencia de estudiantes en la que todos se quedan o
que lo hagan quedar con diferentes desconocidos en cafeterías para ver si se
llevan bien o no, el chico es incapaz de animarse del todo.
No obstante, eso cambia en su tercer
año de carrera, cuando estando en la biblioteca estudiando para un examen, un
chico se sienta a su lado. JaeHyun lleva un montón de horas estudiando y tiene
la cabeza bastante embotada, por lo que cada mínimo ruido o movimiento cercano
capta su atención, así que, cuando el chico a su lado se remanga la camiseta,
no puede evitar fijarse en que su muñeca derecha está libre de toda marca, no
hay en ella ningún símbolo que lo conecte con su alma gemela. Es entonces
cuando JaeHyun se fija en el rostro fino y de rasgos afilados del chico moreno
que se ha sentado a su lado, sus cejas fruncidas en un gesto de concentración,
sus ojos rasgados prácticamente invisibles fijando su vista en los papeles que
tiene delante, su nariz recta y sus labios finos, siendo mordidos por un par de
paletas algo más prominentes que el resto de los dientes.
Su corazón late rápidamente ante la
visión de aquel desconocido sin marca y JaeHyun piensa por primera vez en la
posibilidad de que no tener marca en su muñeca puede ser a la vez el símbolo
que lo conecta con su alma gemela. Por ese motivo, el chico no puede evitar que
una sonrisa amplia aparezca en su rostro mientras llama la atención del
muchacho a su lado para presentarse, tendiéndole su mano, mostrándole deliberadamente
su muñeca desnuda de toda marca.
—Mi nombre es JaeHyun —susurra.
El chico al principio lo observa con el ceño
fruncido, sin entender por qué está siendo molestado; sin embargo, en cuanto
baja su mirada hacia la mano que JaeHyun le tiende y ve su muñeca, el chico le
dedica una sonrisa que ilumina el mundo de JaeHyun en un instante mientras toma
aquella misma mano.
—Mi nombre es DoYoung —responde, con una voz
dulce que hace que todo su cuerpo se estremezca y su piel se vuelva de gallina.
Notas finales:
—Entre
que las almas gemelas no son mi fuerte y que la narración en presente tampoco
lo es no sé qué es lo que he acabado haciendo aquí… pero lo he hecho con cariño
y eso es lo que cuenta, ¿no?
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