Título:
Dazzle Dazzle
Autora:
Riz Aino
Pareja:
YooRina (YooJung + Rina) (Weki Meki)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, high school, romance, mini-drama, fluff
Número de palabras:
1.370 palabras
Resumen:
a YooJung le gusta un montón SoEun… pero le gustaría que la chica se lo currase
un poco si de verdad quiere pedirle salir.
Notas: historia
inspirada más o menos en la letra de la canción homónima de Weki Meki. No la
sigue enteramente, pero tiene las mismas vibras que el fic. También escrito
para el día 11 del “31 Days of Fluff”
Comentario de autora:
me parecen super cuchis las dos y llevaba mil queriendo escribir de ellas. Espero
que os guste.
Dazzle Dazzle
—Pues… a mí me gustaría que, si alguien se me declarase, se
lo currase un poco —comentó YooJung como quien no quería la cosa y en un tono
de voz más alto del que acostumbraba a hablar justo cuando un grupo de cuatro
chicas de un curso inferior pasaban cerca de donde ella estaba con sus amigas,
obviamente, adrede para que éstas la escucharan—. No sé… las cosas típicas no
me van nada, quiero que se me deslumbre —añadió.
Unos
segundos después, recibía los dos pulgares alzados de su amiga DoYeon, que le
indicaban que la misión había sido un éxito. YooJung se atrevió a girar
levemente su cabeza para ver por el rabillo del ojo cómo el grupo de cuatro
chicas que había pasado por detrás suya en el momento exacto en el que alzaba
la voz se alejaba de ellas, cuchicheando y dándole pequeños empujones a la
chica más bajita del grupo. Sí. La misión había sido un éxito. SoEun había
escuchado perfectamente cómo quería que se le declarasen.
Todo había comenzado cuando hacía
más o menos una semana, SuYeon había escuchado en el baño de la segunda planta
cómo aquellas chicas debatían cómo debía de declarársele SoEun. Al final la
chica había dicho que simplemente le dejaría una nota anónima en la taquilla en
la que le pediría que se encontraran en algún lugar del instituto y, una vez
allí, decirle que le gustaba a YooJung. Cuando SuYeon lo había contado, porque
era una información muy necesaria, la chica se había sentido encantada con la
idea de que la menor quisiera declarársele porque le gustaba… porque a ella
SooEun también le gustaba, apenas habían interactuado en el club de baile, pero
las pocas veces que lo habían hecho le había parecido una chica super mona y
encantadora. No obstante, al saber que su idea de declaración perfecta era tan
normal que se podía ver prácticamente todos los días en los lugares más
recónditos del instituto, le habían invadido las ganas de querer que aquello
fuera un poco más especial. Por ese motivo, les había dicho a sus amigas que
quería hacer algo para que SoEun se enterara de que le gustaría que alguien se
le declarara de una forma menos corriente.
Así, habían preparado todo aquel teatrillo,
sentándose en un lugar que era de paso del otro grupo de amigas y teniendo a
DoYeon preparada, vigilante, para cuando éstas aparecieran para poder lanzar la
frase estrella y hacer que SoEun la escuchara… y la había escuchado, por lo que
lo único que le quedaba era esperar.
~
Una semana había pasado desde que
YooJung había dicho las palabras mágicas sin tener ni una sola noticia de que
SoEun de verdad estuviera preparando algo y, si no hubiera sido porque estuvo
muy ocupada con trabajos finales que debía entregar en esa semana,
probablemente YooJung se habría estado comiendo la cabeza todos los días
pensando que igual la menor no estaba tan interesada en ella como para
prepararle una declaración un poco menos típica y mucho más deslumbrante de lo que
había pensado —de hecho, en
los escasos ratos libres que tuvo, lo pensó, pero no pudo mortificarse tanto
como lo habría hecho en cualquier otro momento con algo más de tiempo libre—.
Sin embargo, justo a la semana de haber hecho aquel comentario premeditado, una
nota anónima apareció en su taquilla cuando la abrió aquel día antes de irse a
casa, una nota en la que le pedían que fuera al gimnasio.
YooJung no pudo evitar que un
suspiro profundo saliera de sus labios porque aquel comienzo tenía muy mala
pinta… aunque por dentro, su corazón estaba dando saltos de alegría dentro de
su pecho.
Miró a un lado y a otro de la zona
de taquillas para tratar de ver si se trataba de alguna otra declaración o si
era la de la chica que pensaba, encontrando al hacerlo a un par de sus amigas,
observándola mientras escribían como locas en sus móviles. Sí, debía de ser la
declaración de SoEun. YooJung cerró su taquilla y guardó la nota en el bolsillo
de la chaqueta del uniforme, para después simplemente echar a andar y dirigirse
haca el lugar en el que la habían citado, sintiéndose entre expectante y un
poco decepcionada, porque ella había esperado que después de aquel comentario,
la otra se lo currara un poquito más para sorprenderla y deslumbrarla. Por el
camino avisó a sus amigas de que iba a salir un poco más tarde porque “el
acontecimiento del siglo”, que era como lo habían bautizado, estaba a punto de
suceder y estas le dieron ánimos y la enhorabuena, como si ya tuviera a la
novia más bonita del universo.
YooJung simplemente puso los ojos en
blanco mientras guardaba el móvil y recorría los últimos metros que le quedaban
para llegar hasta detrás del gimnasio, dándose cuenta de que, en una esquina,
poco antes de llegar, se encontraba la otra amiga de SoEun que no había estado
junto a las demás cuando había recogido la nota de la taquilla, probablemente
para avisar a la chica de que ya estaba a punto de llegar para que preparara
algo. Aquello hizo que YooJung sintiera un poco más de expectación por lo que
podría encontrarse al llegar detrás del gimnasio, pero, nada la había preparado
para lo que se encontró de verdad cuando dobló la esquina del edificio y se
encontró con SoEun de pie en medio de un campo de globos de colores,
recibiéndola con una sonrisa preciosa en su rostro.
YooJung se derritió completamente al
ver la escena y sintió que tenía que agarrarse a algo para mantener sus
rodillas rectas y quedarse de pie… no obstante, haciendo un poco de esfuerzo,
logró mantenerse de pie contra todo pronóstico.
—Sé que no es ni de lejos algo precioso o increíble —comentó
la chica que se encontraba ante ella—, pero el presupuesto no daba para montar
una escena de película ñoña de Hollywood —SoEun sonrió—. Aun así, espero que
puedas darme una pequeña oportunidad de salir contigo, porque me gustas mucho,
YooJung.
Inmediatamente después de decir
aquellas palabras, la chica agachó su cabeza, con sus mejillas ardiendo,
moviendo sus pies contra el suelo, entre avergonzada y nerviosa. YooJung no
supo que decir durante unos momentos porque se había quedado sin habla.
Realmente la chica que tenía ante ella se había currado lo de hacerle una
declaración que la deslumbrara y la adoraba por ello porque era algo super
bonito que no se había esperado, así que, como vio que era incapaz de hablar,
YooJung echó a andar hacia SoEun hasta colocarse justo delante de ella, apenas a
unos centímetros de su cuerpo y, con su corazón martilleando rápidamente contra
sus costillas, llevó su mano derecha a la barbilla de la chica, rozándola
levemente para que indicara que levantara su cabeza. SoEun movió su cabeza y
sus ojos se encontraron durante unos segundos antes de que YooJung acortara la
escasa distancia que quedaba entre sus rostros, provocando que sus labios se
encontraran durante unos breves pero intensos segundos en un primer beso más
dulce de lo que había sido nunca ningún beso. Cuando se separaron, ambas
sonrieron tontamente.
—A mí también me gustas mucho —confesó YooJung—, y esto me
parece el evento más precioso del mundo, así que, me encantaría salir contigo.
Y SoEun no dijo absolutamente nada
más, solo una sonrisa encantadora y preciosa se instaló en su rostro antes de
lanzarse contra YooJung para abrazarla fuertemente.
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