domingo, 28 de junio de 2020

[One Shot] Girls Love Girls: Dazzle Dazzle {YooRina}


Título: Dazzle Dazzle
Autora: Riz Aino
Pareja: YooRina (YooJung + Rina) (Weki Meki)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, high school, romance, mini-drama, fluff
Número de palabras: 1.370 palabras
Resumen: a YooJung le gusta un montón SoEun… pero le gustaría que la chica se lo currase un poco si de verdad quiere pedirle salir.
Notas: historia inspirada más o menos en la letra de la canción homónima de Weki Meki. No la sigue enteramente, pero tiene las mismas vibras que el fic. También escrito para el día 11 del “31 Days of Fluff”
Comentario de autora: me parecen super cuchis las dos y llevaba mil queriendo escribir de ellas. Espero que os guste.

Dazzle Dazzle

            —Pues… a mí me gustaría que, si alguien se me declarase, se lo currase un poco —comentó YooJung como quien no quería la cosa y en un tono de voz más alto del que acostumbraba a hablar justo cuando un grupo de cuatro chicas de un curso inferior pasaban cerca de donde ella estaba con sus amigas, obviamente, adrede para que éstas la escucharan—. No sé… las cosas típicas no me van nada, quiero que se me deslumbre —añadió.


            Unos segundos después, recibía los dos pulgares alzados de su amiga DoYeon, que le indicaban que la misión había sido un éxito. YooJung se atrevió a girar levemente su cabeza para ver por el rabillo del ojo cómo el grupo de cuatro chicas que había pasado por detrás suya en el momento exacto en el que alzaba la voz se alejaba de ellas, cuchicheando y dándole pequeños empujones a la chica más bajita del grupo. Sí. La misión había sido un éxito. SoEun había escuchado perfectamente cómo quería que se le declarasen.

            Todo había comenzado cuando hacía más o menos una semana, SuYeon había escuchado en el baño de la segunda planta cómo aquellas chicas debatían cómo debía de declarársele SoEun. Al final la chica había dicho que simplemente le dejaría una nota anónima en la taquilla en la que le pediría que se encontraran en algún lugar del instituto y, una vez allí, decirle que le gustaba a YooJung. Cuando SuYeon lo había contado, porque era una información muy necesaria, la chica se había sentido encantada con la idea de que la menor quisiera declarársele porque le gustaba… porque a ella SooEun también le gustaba, apenas habían interactuado en el club de baile, pero las pocas veces que lo habían hecho le había parecido una chica super mona y encantadora. No obstante, al saber que su idea de declaración perfecta era tan normal que se podía ver prácticamente todos los días en los lugares más recónditos del instituto, le habían invadido las ganas de querer que aquello fuera un poco más especial. Por ese motivo, les había dicho a sus amigas que quería hacer algo para que SoEun se enterara de que le gustaría que alguien se le declarara de una forma menos corriente.

            Así, habían preparado todo aquel teatrillo, sentándose en un lugar que era de paso del otro grupo de amigas y teniendo a DoYeon preparada, vigilante, para cuando éstas aparecieran para poder lanzar la frase estrella y hacer que SoEun la escuchara… y la había escuchado, por lo que lo único que le quedaba era esperar.

~

            Una semana había pasado desde que YooJung había dicho las palabras mágicas sin tener ni una sola noticia de que SoEun de verdad estuviera preparando algo y, si no hubiera sido porque estuvo muy ocupada con trabajos finales que debía entregar en esa semana, probablemente YooJung se habría estado comiendo la cabeza todos los días pensando que igual la menor no estaba tan interesada en ella como para prepararle una declaración un poco menos típica y mucho más deslumbrante de lo que había pensado —de hecho, en los escasos ratos libres que tuvo, lo pensó, pero no pudo mortificarse tanto como lo habría hecho en cualquier otro momento con algo más de tiempo libre—. Sin embargo, justo a la semana de haber hecho aquel comentario premeditado, una nota anónima apareció en su taquilla cuando la abrió aquel día antes de irse a casa, una nota en la que le pedían que fuera al gimnasio.

            YooJung no pudo evitar que un suspiro profundo saliera de sus labios porque aquel comienzo tenía muy mala pinta… aunque por dentro, su corazón estaba dando saltos de alegría dentro de su pecho.

            Miró a un lado y a otro de la zona de taquillas para tratar de ver si se trataba de alguna otra declaración o si era la de la chica que pensaba, encontrando al hacerlo a un par de sus amigas, observándola mientras escribían como locas en sus móviles. Sí, debía de ser la declaración de SoEun. YooJung cerró su taquilla y guardó la nota en el bolsillo de la chaqueta del uniforme, para después simplemente echar a andar y dirigirse haca el lugar en el que la habían citado, sintiéndose entre expectante y un poco decepcionada, porque ella había esperado que después de aquel comentario, la otra se lo currara un poquito más para sorprenderla y deslumbrarla. Por el camino avisó a sus amigas de que iba a salir un poco más tarde porque “el acontecimiento del siglo”, que era como lo habían bautizado, estaba a punto de suceder y estas le dieron ánimos y la enhorabuena, como si ya tuviera a la novia más bonita del universo.

            YooJung simplemente puso los ojos en blanco mientras guardaba el móvil y recorría los últimos metros que le quedaban para llegar hasta detrás del gimnasio, dándose cuenta de que, en una esquina, poco antes de llegar, se encontraba la otra amiga de SoEun que no había estado junto a las demás cuando había recogido la nota de la taquilla, probablemente para avisar a la chica de que ya estaba a punto de llegar para que preparara algo. Aquello hizo que YooJung sintiera un poco más de expectación por lo que podría encontrarse al llegar detrás del gimnasio, pero, nada la había preparado para lo que se encontró de verdad cuando dobló la esquina del edificio y se encontró con SoEun de pie en medio de un campo de globos de colores, recibiéndola con una sonrisa preciosa en su rostro.

            YooJung se derritió completamente al ver la escena y sintió que tenía que agarrarse a algo para mantener sus rodillas rectas y quedarse de pie… no obstante, haciendo un poco de esfuerzo, logró mantenerse de pie contra todo pronóstico.

            —Sé que no es ni de lejos algo precioso o increíble —comentó la chica que se encontraba ante ella—, pero el presupuesto no daba para montar una escena de película ñoña de Hollywood —SoEun sonrió—. Aun así, espero que puedas darme una pequeña oportunidad de salir contigo, porque me gustas mucho, YooJung.

            Inmediatamente después de decir aquellas palabras, la chica agachó su cabeza, con sus mejillas ardiendo, moviendo sus pies contra el suelo, entre avergonzada y nerviosa. YooJung no supo que decir durante unos momentos porque se había quedado sin habla. Realmente la chica que tenía ante ella se había currado lo de hacerle una declaración que la deslumbrara y la adoraba por ello porque era algo super bonito que no se había esperado, así que, como vio que era incapaz de hablar, YooJung echó a andar hacia SoEun hasta colocarse justo delante de ella, apenas a unos centímetros de su cuerpo y, con su corazón martilleando rápidamente contra sus costillas, llevó su mano derecha a la barbilla de la chica, rozándola levemente para que indicara que levantara su cabeza. SoEun movió su cabeza y sus ojos se encontraron durante unos segundos antes de que YooJung acortara la escasa distancia que quedaba entre sus rostros, provocando que sus labios se encontraran durante unos breves pero intensos segundos en un primer beso más dulce de lo que había sido nunca ningún beso. Cuando se separaron, ambas sonrieron tontamente.

            —A mí también me gustas mucho —confesó YooJung—, y esto me parece el evento más precioso del mundo, así que, me encantaría salir contigo.

            Y SoEun no dijo absolutamente nada más, solo una sonrisa encantadora y preciosa se instaló en su rostro antes de lanzarse contra YooJung para abrazarla fuertemente.

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