Título: Hold my hand (hold me)
Autora: Riz Aino
Parejas: HeeSungHoon
(HeeSeung +
SungHoon) (ENHYPEN)
Clasificación: PG
Géneros: AU, figure skating,
romance, fluff
Número de palabras: 1.034 palabras
Resumen: SungHoon sujeta sus manos para ayudarlo a patinar y no caer sobre el frío hielo… pero a HeeSeung le gustaría que no solo lo cogiera de las manos por ese motivo.
Notas: historia inspirada en aquella escapada que hacen el trío lalala (aka HeeSeung, SungHoon y JungWon) en la que se van a patinar.
Comentario de autora: tengo mucho vicio al patinaje artístico desde hace milenios y SungHoon – Figure Skating!AU es algo que vais a ver mucho por mi parte. Espero que os guste.
Hold my hand (hold me)
—Cuidado —advirtió SungHoon, cogiéndolo
de las manos antes de que HeeSeung acabara con el culo en el frío hielo por
undécima vez en aquel rato.
—Gracias… —murmuró HeeSeung.
SungHoon le dedicó una sonrisa
encantadora y después soltó sus manos, dejándolo solo de nuevo para que
terminara de acostumbrarse a mantener el equilibrio mientras él hacía algunas
florituras sobre el hielo, de todos modos, estaba allí para entrenar un poco y
HeeSeung solo lo había acompañado para que no estuviera solo porque éste se lo
había pedido, ni siquiera había tenido intención de ponerse sobre el hilo y
patinar, pero el menor había insistido en que sería divertido y al final no
había podido resistirse. SungHoon había pasado un tiempo con él, tomándolo de
las manos y guiándolo para que se mantuviera de pie y en cuanto había visto que
más o menos se manejaba, lo había dejado para entrenar, solo volvía de vez en
cuando junto a él, cuando se caía para levantarlo o cuando veía peligro de
caída para sujetarlo y HeeSeung se lo agradecía porque ni siquiera era su
obligación y porque además le quitaba tiempo del entrenamiento… pero, en el
fondo, le habría gustado que el chico no se separase de su lado, lo agarrara
firmemente de las manos mientras patinaban juntos o lo abrazara fuertemente
para sujetarlo y que así no se cayera sobre el hielo.
Sin embargo, HeeSeung sabía
perfectamente que aquello no funcionaba de esa forma y que ni siquiera tenía
aquel derecho.
SungHoon y él simplemente eran
amigos, se habían conocido tan solo unos meses atrás por Jay, un amigo en
común, que los había presentado en su cumpleaños; pero a HeeSeung, desde el
primer momento, le habría gustado que fueran mucho más que amigos porque nadie
había hecho que su corazón latiera tan fuerte nunca antes y desde el mismo
instante en el que lo había conocido. Aquello le había demostrado a HeeSeung lo
diferente que SungHoon iba a ser para él y, durante los meses que llevaban
siendo amigos, lo había comprobado.
SungHoon era realmente especial.
—Ya estoy aquí de nuevo —dijo
SungHoon, sobresaltándolo, puesto que no se había esperado que el chico
volviera a su lado—. He hecho un par de veces todos los ejercicios que me
tocaba hoy practicar y puedo volver a ser tu profesor.
—Puedes practicar más —respondió
HeeSeung—, por mí no tienes que preocuparte, me las estoy apañando más o menos
bien.
—Lo sé, lo sé —contestó SungHoon—. Veo
el alma de patinador artístico que tienes —añadió con algo de sorna—-. Pero he
hecho los ejercicios sin ningún problema, así que puedo dedicarme a estar
contigo.
El chico le dedicó una de sus
encantadoras sonrisas y, finalmente, HeeSeung no tuvo más remedio que asentir.
Era débil a SungHoon y, sobre todo, era débil a sus sonrisas.
SungHoon lo tomó de la mano de nuevo y comenzó
a moverse, arrastrando con él a HeeSeung, que se dejó llevar como si nada
porque teniendo al menor sujetando su mano, sabía perfectamente que, si daba un
traspiés, éste lo agarraría con fuerza para que no cayera. Patinar de aquella
forma era mucho más fácil para él, le daba mucha más tranquilidad saber que
estaba allí junto a él por si lo necesitaba, pero a la vez lo hacía pensar en
lo mucho que le gustaría que sus manos estuvieran unidas, como lo estaban en
aquellos momentos, en cualquier otra situación en la que no fuera completamente
necesario y solo lo hicieran por el placer de tener sus manos unidas,
simplemente caminando por la calle, sentados en el autobús de vuelta a casa o
viendo una película en el sofá.
HeeSeung quizás era demasiado
optimista pensando que en algún momento algo como aquello pudiera suceder, pero
las sonrisas de SungHoon, aquellas sonrisas llenas de encanto que lo atrapaban,
le daban esperanzas y HeeSeung era demasiado débil a ellas. SungHoon lo
desarmaba cada vez que le sonreía y, aunque siempre le había gustado llevar el
control de su vida, no le importaba dejarse llevar por SungHoon, no le
importaba ser débil ante él.
—Hyung… —lo llamó SungHoon,
sacándolo de sus pensamientos y trayéndolo de nuevo a la realidad—. Tenía que
haberte invitado mucho antes a estas sesiones de entrenamiento libre —comentó—.
Es mucho más divertido venir contigo que hacerlo solo.
—Siempre es mejor estar acompañado a
estar solo —respondió él, sabiendo a la perfección que con aquello el chico no
le estaba dando ningún tipo de esperanzas.
—No… no… —murmuró el chico—. He
venido a entrenamientos con Jay o con Jake… pero contigo es diferente… —SungHoon
se detuvo en el hielo de repente y HeeSung no tuvo tiempo de frenar, así que se
chocó contra él, provocando que el menor soltara su mano para abrazarlo
fuertemente y así sostenerlo para que no se cayeran ambos sobre el hielo—. Es
mucho mejor —añadió, con una de sus encantadoras sonrisas.
Y HeeSeung no quería tener
esperanzas, pero estando tan cerca de SungHoon y notando la sinceridad de sus
palabras, acompañadas con una de aquellas sonrisas que tanto lo desarmaban,
siendo sujetado por sus brazos fuertemente, no pudo evitar tener esperanzas de
que en algún momento podría sujetar su mano o abrazarlo fuertemente sin que
hubiera una pista de patinaje sobre hielo bajo sus pies.
Notas finales:
—Y
ya está, con esta historia acabo esta pequeñita colección que me ha hecho mucha
ilusión escribir tras ver el programa y enamorarme de estos bebés adorables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario