Título: Blind Date (the perfect man)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JohnKun (Johnny + Kun) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, fluff
Número de palabras:
823 palabras
Resumen:
a Johnny no le gustan las citas a ciegas, pero accede a acudir a una después de
que su amigo Ten le diga que va a conocer al hombre perfecto.
Notas: historia
escrita a raíz de un comentario que vi por mi tl el día aleatorio que me puse a
escribir esto, sobre Johnny y Kun siendo los yernos perfectos.
Comentario de autora:
todo el mundo sabe que Kun es el hombre perfecto y no hay más vuelta de hoja… y
era más que necesario. Espero que os guste.
Blind
date
(the
perfect man)
Johnny
no estaba especialmente convencido de asistir a la cita a ciegas que su amigo
Ten le había organizado porque lo de las citas a ciegas nunca le habían
parecido la mejor forma de conocer a nadie. Sin embargo, nunca le había podido
decir que no a Ten… y en aquella ocasión tampoco había podido. Así que allí se
encontraba, en un restaurante bastante fancy en el centro de Chicago, esperando
a su cita, que ya llevaba diez minutos de retraso. Había concertado con Ten
que, si al cuarto de hora no había llegado, él se iría sin esperar más, porque
no le gustaba que lo plantaran y menos después de que el menor le hubiera dado
tanto la lata para que ambos se conocieran.
En
palabras de Ten, la persona que era su cita a ciegas era “el hombre perfecto”.
Era aquel al que todas las madres querrían tener como yerno, aquel por el que
suspiraban tanto hombres como mujeres porque era muy guapo, con buena posición
social, alto estatus, un trabajo de altura con un sueldo muy envidiable y
además educado, cariñoso y gran cocinero. Aparte tenía el plus de cantar como
los ángeles y tocar el piano, le había comentado también su amigo y a Johnny le
había dado un poco de curiosidad por saber quién era aquel tipo que si de
verdad era como lo describía Ten, sí que era el hombre perfecto. Le parecía un
poco extraño que alguien así siguiera soltero, pero había accedido de todas
formas a conocerlo.
Catorce
minutos habían pasado cuando Johnny comenzó a recoger sus cosas, con la
curiosidad no resuelta de conocer a la cita a ciegas que Ten le había
preparado, pero antes de levantarse de la mesa, unos pasos bastante apresurados
captaron su atención y giró levemente la cabeza para encontrarse con un joven vestido
con uniforme de piloto que se dirigía hacia su mesa, a grandes zancadas, y con una
sonrisa brillante en su rostro que parecía esculpido por los mejores maestros
del realismo. No pudo dejar de mirarlo hasta que se sentó frente a él y, solo
entonces, salió de su ensimismamiento.
—Llego
muy tarde, lo siento un montón —fue lo primero que le dijo el chico, respirando
entrecortadamente—. Tuvimos un retraso y el avión salió más tarde de lo que
debía, solo me ha dado tiempo a venir hacia aquí, le he dejado la maleta a mi
compañero para que la dejara en el hotel y no he tenido tiempo para cambiarme.
—No
te preocupes… no he esperado mucho tiempo —replicó Johnny.
—Ten
me avisó que si no llegaba a mi hora probablemente te irías porque no te gusta
la gente que te hace esperar —respondió—, así que he venido lo más rápido que
he podido… y me alegra que siguieras aquí —le dedicó entonces una sonrisa
amplia en la que se formaron unos hoyuelos en el marco de sus labios—. Soy Qian
Kun, por cierto.
—Johnny Seo —se presentó él.
—Encantado
de conocerte.
Después de aquella rápida
introducción, rápidamente comenzaron a hablar y conocerse, primero incluyendo a
su amigo en común Ten en cada conversación, tratando de ir dejando atrás la
incomodidad del primer encuentro, pero poco a poco su nombre ya no fue necesario
para nada. Johnny siempre era bastante amistoso y con Kun fue bastante fácil
hablar mientras disfrutaban de la comida y de las vistas en aquel restaurante
fancy. Y, realmente, se fue dando cuenta a medida que la conversación y la
noche avanzó, de que lo que Ten le había comentado acerca de Kun era
completamente cierto y ante él se encontraba el hombre perfecto.
Johnny
nunca había sido demasiado fan de las citas a ciegas, pero tras aquella, lo
único que quiso fue seguir conociendo a Kun, por lo que ambos intercambiaron
sus números de teléfono para seguir en contacto y crear otra oportunidad para
verse cuando Kun volviera a volar a Chicago en un par de semanas.
Notas finales:
—Maybe
puede que haya una parte dos de esta historia en el correspondiente fic a este
ship desde la lista de Kun… maybe… no lo sé todavía… pero me gustaría explorar
este universo un poco más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario