Título: 나쁜 짓 (Baby don’t like it)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JohnIl (TaeIl + Johnny), mención a JohnTae (Johnny + TaeYong) (NCT)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, romance, drama, smut, pwp
Número de palabras:
1.587 palabras
Resumen:
Johnny debería volver pronto a su apartamento con su novio, pero es imposible
para él dejar a TaeIl cuando éste está en la cama con él, medio desnudo y
tentándolo.
Advertencias:
mención a relaciones sexuales explícitas y a poner cuernos.
Notas: la historia
fue pensada después de ver este precioso
fanart de @_dtdtl10, a quien le pedí permiso para
poder usar su dibujo como inspiración (y bueno, en la canción homónima al fic,
que desde la primera vez que la escuché no me la pude quitar de la cabeza).
Comentario de autora:
en realidad quería escribir esta historia como un one shot kilométrico, pero a
falta inspiración y con muchas ganas de escribirlo, acabé recortándolo para
poder escribirlo de una vez. Espero que os guste.
나쁜 짓
(Baby
don’t like it)
—¿No decías que… tenías que estar en
casa… antes de las nueve? —le cuestionó TaeIl, dándole pequeños besos en el
cuello que no dejarían marca.
—Mmmm… sí… —respondió Johnny, a la
vez que el mayor se incorporaba un poco para quedarse sentado sobre él, con sus
piernas encajadas a cada lado de su cintura.
Debería estar en casa antes de las
nueve porque su novio TaeYong llegaba a las nueve al apartamento que
compartían, pero le apetecía mil veces más estar junto a TaeIl. Mantener la
fachada del novio perfecto cuando no lo era a veces se le hacía demasiado
complicado, sobre todo, cuando sostenía entre sus brazos a TaeIl y éste le
hacía ver el cielo lleno de estrellas cuando se movía y apretaba su miembro
dentro de su cuerpo. Porque el sexo con TaeIl era mucho más increíble que con
cualquier otro y se había vuelto adicto a él, por eso no podría dejarlo, aunque
quisiera… y no quería.
—My baby don’t like it when I’m
not around —continuó, hablando en inglés, su lengua materna.
—Entonces vete —replicó TaeIl,
aunque sus manos todavía seguían sobre su torso desnudo, rozando con las yemas
de sus dedos toda la superficie de su piel.
—Me tendrías que devolver la camisa
—murmuró Johnny, esbozando una sonrisa que se replicó en el rostro de TaeIl.
Habían pasado la noche juntos y
hacía un buen rato que se habían despertado, pero todavía a medio vestir, se
habían vuelto a enredar en besos y roces porque TaeIl se había colocado la
camisa de Johnny a modo de juego y él no había podido resistirse a besarlo de
nuevo apasionadamente. Y, por eso, se encontraban de nuevo en la cama del
mayor, Johnny con su espalda contra el colchón y TaeIl sentado sobre él. Tenía
que irse antes de que su novio volviera a casa después de su turno de noche,
pero no le apetecía nada salir de allí.
—¿Y si aprovechamos el rato que nos
queda? —le preguntó al mayor, provocando que la sonrisa de éste se ampliara.
Johnny cogió la mano derecha de
TaeIl para dejar un beso en ésta, mirándolo fijamente a los ojos y provocando
que éste se sonrojara por aquel gesto. Desde que se habían conocido, cuando
Johnny se había tomado un descanso con su novio, todo había sido mucho más sexo
que otra cosa… pero desde que había vuelto con TaeYong, no podía evitar que los
sentimientos que tenía por TaeIl fueran aflorando poco a poco y, aunque éste a
veces parecía avergonzado o incómodo por las muestras de cariño, las replicaba.
Todo había comenzado por despecho, por necesidad de alguien que le diera algo
que su novio le acababa de retirar, pero su corazón había comenzado a latir por
TaeIl y solo por él.
—Un polvo rápido —murmuró TaeIl—. Y
te vas antes de que tu novio te eche de menos… no quiero que tengas problemas
con él.
—Me da igual tener problemas con él
—replicó Johnny.
Esbozó una sonrisa pícara tras decir
aquellas palabras y se incorporó lo suficiente del colchón para alcanzar los
labios de TaeIl y besarlos con ganas, introduciendo su lengua en la boca ajena
y jugando con ella hasta que ambos se quedaron sin aire y tuvieron que
separarse. La visión de TaeIl, vestido con su camisa, que le quedaba bastante
grande debido a su cuerpo menudo, jadeando por el beso que acababan de darse,
con las mejillas encendidas y los ojos cerrados, fue demasiado para que Johnny
pudiera controlarse. No iba a ser un polvo rápido… iba a ser un polvo
increíble.
Aprovechó su fuerza para cambiar las tornas. Él ya no se
encontraba con la espalda contra el colchón, sino de rodillas sobre la cama,
con el cuerpo de TaeIl bajo él, la cara en la almohada y su trasero levantado
hacia él. La camisa se le había subido y ahora dejaba a la vista la mitad de su
espalda y sus calzoncillos negros, además de sus muslos de piel tersa y blanca
que a Johnny tanto le gustaba marcar. Todavía había un pequeño chupetón de
hacía una semana, cuando se habían encontrado, en la parte de atrás del muslo
derecho y Johnny decidió que el izquierdo merecía una marca similar, pero
reciente, así que, se inclinó hacia él para dejarle un chupetón. El cuerpo de
TaeIl se tensó durante unos segundos y un leve gemido escapó de sus labios
cuando Johnny mordió para dejarle la marca.
—Cuando pueda marcarte… mi venganza será
cruel… —jadeó TaeIl, provocando que él riera.
—Espero tu venganza con ansias
—replicó.
Después de aquello, simplemente se
deshizo de los calzoncillos del mayor, bajándolos por sus piernas hasta sus
rodillas, dejando a la vista su trasero, aquel que le daban infinitas ganas de
morder, pero no tenía mucho para entretenerse, por lo que simplemente jugó un
poco con el miembro de TaeIl, que había comenzado a ponerse duro por todos los
besos y los roces anteriores, y con sus testículos, antes de guiar su mano
derecha hasta su trasero y empezar a crear espacio con sus dedos para su propio
miembro. Después de la noche de sexo que habían tenido, su cuerpo todavía
estaba algo preparado para una nueva ronda, sus dos dedos entrando y saliendo
de él sin demasiado esfuerzo, pero a Johnny no le gustaba hacerle ningún tipo
de daño —y, además, adoraba cuando TaeIl gemía al alcanzar él con sus largos
dedos su próstata—.
Para poder introducir su miembro, no
obstante, necesitaría un poco de ayuda, por lo que sacó sus dedos del interior
de TaeIl y se levantó de la cama, a pesar de las protestas de éste por
alejarse, para abrir la mesita del mayor y sacar el tubo del lubricante y un
condón. Al volver a la cama, Johnny se bajó sus pantalones un poco y sacó su
miembro, endurecido a pesar de que no había recibido ninguna atención, de sus
calzoncillos, para comenzar a tocarse y así ponerse el condón con éste lo suficientemente
duro. No tardó en conseguirlo, porque solo la vista que tenía ante él, era
completamente perfecta y lo ponía a cien, así que, en poco tiempo pudo
colocarse el condón, abrir el bote del lubricante y echar un poco sobre su
miembro y el trasero de TaeIl. Con una mano se agarró a la cintura de TaeIl y
con la otra tocó su miembro para distraerlo y hacerlo sentir mucho mejor,
después, poco a poco, comenzó a introducirse en el cuerpo del mayor, con
lentitud, con cuidado… hasta que finalmente la longitud de su miembro estuvo
por completo en su interior.
Ambos gimieron, Johnny por sentir
cómo las paredes de TaeIl apretaban su miembro de una forma completamente
deliciosa, TaeIl por sentir la intrusión en su cuerpo que lo llenaba por
completo y lo rozaba allí donde sentía el mayor placer. TaeIl se agarró a las
sábanas con fuerza y Johnny comenzó a moverse, primero lentamente, después más
rápido, mucho más rápido, mientras su mano masturbaba a TaeIl también,
sintiéndose cada vez más y más cerca del orgasmo hasta que éste finalmente le
sobrevino, a la vez que al mayor quien se corrió en su mano. Ambos jadeando,
ambos satisfechos, ambos alcanzando las estrellas a pesar de que el cielo ya
estaba iluminado con la luz del sol, con el cuerpo de Johny sobre el de TaeIl,
tratando de recuperar las fuerzas, a pesar de saber que no las iba a poder
recuperar en un buen rato porque su cuerpo todavía temblaba por la virulencia
del orgasmo.
No quería volver con su novio
mientras tenía a TaeIl entre sus brazos… no quería dejarlo ahora cuando todavía
podían hacer tantísimas cosas… no quería tener que irse… pero finalmente,
Johnny se levantó, se vistió y se fue al apartamento que compartía con TaeYong.
Aunque sería la última vez que haría algo como aquello. Aquel día sería el último
día que tuviera que dejar a TaeIl para volver con su próximamente exnovio.
—Te quiero —le susurró al mayor
antes de salir finalmente de su piso, escuchando una respuesta similar de los
labios de TaeIl.
Notas finales:
—Desde
inicios de 2017 lleva esta historia en proceso y no me atreví a meterle mano
hasta finales del 2020… realmente me tomo las cosas con filosofía… pero es que
me gusta hacerlas bien y que todo quede bonito y precioso.
—Y
perdón si hay alguna incoherencia, escribí esto borracha de bombones de licor
en la mañana de Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario