Título:
Sugar (Daddy) Rush
Autora: Riz Aino
Pareja: IlCas (TaeIl + Lucas)
(NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, college, romance, drama, humor, fluff
Número de palabras:
1.394 palabras
Resumen:
YukHei no sabía si lo que tenía era un subidón de azúcar o si se había
enamorado hasta las trancas de su sugar daddy… tampoco sabía si aquello
se le iba a pasar pronto o no.
Notas: pareja
escrita porque me he dado cuenta que apenas hay fics de ellos y me gustan las
causas perdidas y los ships con cero interacciones.
Comentario de autora:
no sé por qué, pero me ha dado una época de escribir de sugar daddys, no
los subiré todos a la vez, pero literalmente llevo ya tres o cuatro del tirón.
Espero que os guste.
Sugar
(Daddy) Rush
—Hay veces en las que siento que se
me seca la boca, tengo dificultad para respirar, me duele el estómago y mi
corazón late demasiado rápido —dijo YukHei al médico que lo estaba
auscultando—. He buscado en internet los síntomas y me ponía que eran algunos
de los que se podían asociar a una subida de azúcar en la sangre, así que,
últimamente he tratado de no comer nada de dulce y me he estado pinchando de
vez en cuando para comprobar mis niveles de azúcar —continuó, mostrándole el
dedo índice, en el que tenía todavía los restos del último pinchazo—, pero en
ningún momento me ha salido nada extraño.
—Primero —comenzó el joven médico—,
no es lo mejor que vayas mirando por internet las cosas porque muchos síntomas
son parecidos en un montón de enfermedades y lo mismo puedes tener un resfriado
leve o cáncer de pulmón… pero internet te va a decir lo primero que es un
cáncer de pulmón, así que, si tienes síntomas de algo, lo mejor es pedir cita y
que algún médico te mire para ver qué tienes —YukHei agachó la cabeza, un poco
avergonzado porque le acababan de llamar la atención por lo que había hecho—. Y
segundo, ¿estás en una relación?
Inmediatamente, alzó la cabeza y
miró al doctor con los ojos como platos. Era guapo, guapísimo. Un poco más alto
que él, aunque no mucho tampoco, con una sonrisa encantadora y un cuerpo que,
debajo de la bata, parecía ser bastante atlético. No era su estilo, pero
tampoco le diría que no si le entraba a ligar… el problema era que ahora mismo
era su médico y aquello era un poco raro.
—¿Qué? —acabó preguntando, sin poder
creérselo.
—Ah, no, no, no —dijo el médico, alejándose
de él y caminando hasta su mesa, sentándose en la silla—. No quería causar
malentendidos, solo lo preguntaba porque si te has estado haciendo varias veces
la prueba y nunca te ha dado alta, pero tienes estos síntomas… lo más normal es
que se correspondan a estar enamorado.
***
YukHei no paraba de darle vueltas a
la conversación que había tenido aquella mañana con el médico que lo había
atendido porque obviamente él no podía estar enamorado. No podía, porque la
única persona con la que tenía algo de relación —y no estaban saliendo juntos—
era con su sugar daddy, porque sus demás relaciones eran con sus amigos
de toda la vida y no se sentía atraído por ninguno de ellos, aquello era más
que obvio… aunque tampoco se había sentido atraído hacia su sugar daddy,
o eso es lo que había estado pensando.
Moon TaeIl era su sugar daddy. Un chico
algo mayor que él, el heredero de una multinacional coreana que tenía negocios
en China bajo el nombre de una sub empresa que se suponía no estaba vinculada a
la principal para burlar el veto chino a las empresas del país vecino, pero que
en el fondo sí lo estaba. El joven había llegado allí hacía no mucho tiempo,
pero se había hecho un hueco en la alta sociedad de la ciudad y YukHei,
teniendo que pagar sus últimos años de universidad, había estado trabajando de
camarero en muchos de los actos y cenas que la alta sociedad hacía. Lo
contrataban porque era guapo, alto y encantador y a todos les gustaba cómo
aparecía llevando bandejas con las copas a rebosar de un champán más caro que
el piso que compartía con DeJun y KunHang. Había conocido a TaeIl en una de
aquellas fiestas… y, en esa misma fiesta, su moto había decidido no arrancar y
dejarlo tirado prácticamente nada más salir del complejo. TaeIl lo había visto
y lo había hecho subir a su coche para llevarlo a casa, también se había
llevado la moto y había pagado su reparación al oírlo quejarse sobre el alto
coste de ésta. Cuando quedaron para que le devolviera la moto, el mayor se
ofreció a ser su sugar daddy y a YukHei le faltó poco tiempo para
aceptarlo.
TaeIl era joven, era agradable, era
confiable y cuando sonreía sus ojos se volvían dos medias lunas. No eran muchas
las veces que quedaban, la mayor parte del tiempo hablaban por teléfono o se
mandaban mensajes, pero el mayor nunca había hecho nada que lo incomodara ni le
había pedido nada a cambio. Cuando YukHei les había contado a sus compañeros de
piso que había aceptado la oferta de sugar daddy de TaeIl porque el
dinero no caía del cielo y necesitaba dinero para mantenerse, ellos se habían
enfadado y le habían advertido que aquello era una muy mala idea porque el
mayor seguro que quería aprovecharse de él… pero con TaeIl nunca había tenido
ese problema. Cuando se encontraban hablaban de todo un poco y se sentía muy
cómodo con él, como si fuera alguien que llevaba en su vida casi tanto tiempo
como sus amigos, a pesar de que no hacía mucho tiempo que se conocían.
Y no hacía mucho que los síntomas de
la subida de azúcar habían comenzado a manifestarse… las palabras del médico le
habían hecho pensar en los momentos en los que se manifestaban más fuerte… y
YukHei se había dado cuenta de que quizás y solo quizás, sí que tuviera algo
que ver con ellos Moon TaeIl.
***
—Te noto distraído —comentó TaeIl,
dejando sus cubiertos sobre su plato para observarlo fijamente—. ¿Sucede algo?
¿Hay algo importante que quieras decirme?
YukHei también soltó los cubiertos
en el plato y levantó la cabeza para observar al mayor. Parecía preocupado por
lo que le pudiera estar pasando y su corazón dio un vuelco antes de comenzar a
latir como loco. El chico cerró sus ojos y trató de serenarse antes de hablar.
Después de todo, estaban allí solos, en un apartado del restaurante al que
habían ido a cenar, si los camareros querían entrar, primero tenían que llamar
a la puerta, así que, podía hablar de cualquier cosa.
—El otro día fui al médico
—comenzó—, porque pensaba que tenía el azúcar alto… tenía todos los síntomas…
—¿Estás… bien…?
—Sí, sí, sí —dijo, tratando de no
preocuparlo más, aunque él estaba demasiado nervioso—. No tengo el azúcar alto,
ni bajo, ni realmente me pasa nada…
—Es un alivio —murmuró TaeIl,
pareciendo de verdad aliviado por escuchar aquello.
—Pero el médico me dijo que los
síntomas se podían corresponder con otra cosa… y me gustaría comprobar si es
verdad…
YukHei se mordió el labio inferior, no sabiendo
si lo que iba a hacer le iba a costar demasiado o si iba a cambiar su vida por
completo, pero el chico se acabó levantando de la mesa, caminó hacia TaeIl, que
lo observaba confuso por lo que estaba sucediendo, y después tomó su rostro
entre sus manos para besarlo en los labios. Su corazón comenzó a latir
fuertemente dentro de su pecho, se quedó prácticamente sin respiración cuando
los labios de TaeIl correspondieron su beso, su estómago dio un vuelco y, si no
hubiera sido por la lengua del mayor, rozando la suya, estaba seguro que su
boca se le habría quedado completamente seca.
Definitivamente no tenía una subida
de azúcar… sino que se había enamorado de Moon TaeIl, su sugar daddy.
Notas finales:
—Los
síntomas que menciono al inicio del fic son los que se suelen tener con una
subida de azúcar (y podrían ser confundidos con los de un enamoramiento severo),
no sé nada de la rama sanitaria porque soy de letras, pero internet es muy
útil.
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