domingo, 24 de enero de 2021

[One Shot] Stray Kids, NOT Straight: First time (of many) {JeongMin}

Título: First time (of many)

Autora: Riz Aino

Pareja: JeongMin (SeungMin + I.N) (Stray Kids)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, high school, romance, fluff, smut, pwp

Número de palabras: 1,126 palabras

Resumen: es la primera vez de SeungMin y JeongIn.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas muy bonitas.

Notas: tenía esto a medio hacer en el baúl de los recuerdos (aka la carpeta de cosas a medio escribir en mi ordenador) y decidí remodelarlo y cambiarlo de grupo y ship para darle una salida.

Comentario de autora: a veces los bebés cutes no son tan cutes y también tienen una parte en la que son menos bebés y hacen cosas de personas mayores (?). Espero que os guste.

 

First time

(of many)

 

            —¿Tú… has hecho esto… antes? —pregunta JeongIn en voz baja, con los nervios a flor de piel.

 

SeungMin levanta su cabeza y lo mira a los ojos fijamente durante unos segundos antes de negar con su cabeza. JeongIn asiente y luego se muerde el labio inferior. Es la primera vez para ambos, entonces. Por eso tocan el cuerpo del otro con indecisión y con torpeza, no sabiendo realmente si lo que hacen es lo correcto, si le está gustando al contrario o si deben pararse a observar las reacciones que desencadenan sus actos. Ninguno de los dos ha hecho algo como aquello antes y no tienen conocimientos previos aparte de lo que han visto o leído por internet, lo cual es bastante básico y no los ha preparado para la realidad en la que se encuentran ahora. Por ese motivo, se mueven más por instinto que por conocimiento. Y JeongIn se siente mejor al saber que no es el único que esta dando palos de ciego cuando roza con la yema de sus dedos el cuerpo de SeungMin.

 

            —¿Te gusta? —le pregunta SeungMin, casi con miedo.

 

            JeongIn ha hecho la pregunta cuando SeungMin ha empezado a dejar cortos besos sobre su piel, simplemente acariciándola con sus labios, sin querer dejar ninguna marca sobre ella que delatara lo que están haciendo en aquellos momentos.

 

            —Me gusta… —susurra JeongIn.

 

            SeungMin asiente a aquello y vuelve a inclinarse sobre su abdomen. A JeongIn todavía le da vergüenza haberse quitado la camiseta y, cada vez que los labios de SeungMin rozan su piel, sus mejillas y sus orejas se tiñen del rojo más brillante. No obstante, le encanta aquel cosquilleo que provoca en su piel y le encantan las pequeñas descargas eléctricas que siente por todo su cuerpo. Es todo nuevo para él, al igual que lo es para SeungMin y JeongIn no puede evitar pensar que aquello lo hace mágico, a pesar de los titubeos, a pesar de la torpeza, de los dedos apresurados, de los besos descoordinados, porque es todo un poco ensayo y error hasta que dan con la tecla de cómo se hace algo sin poner en peligro su integridad física.

 

            Para cuando SeungMin deja de besarlo y lleva su mano tentativamente hacia la entrepierna de JeongIn, éste no puede evitar suspirar profundamente. El roce ha sido electrificante y necesita más de aquello porque se ha dado cuenta de que su miembro está erecto dentro de la tela de sus calzoncillos, a pesar de que ni él mismo ni SeungMin lo han tocado en todo el rato que llevan explorando el cuerpo del otro.

 

            —¿Nos… quitamos… los pantalones… también? —pregunta.

 

            SeungMin asiente a su propuesta y JeongIn sonríe. No están yendo rápido ni acelerados, se están tomando su tiempo para tratar de hacerlo todo lo mejor posible, a pesar de que no es perfecto, ni lo será por mucho empeño que le pongan. No obstante, es el ritmo que ellos necesitan, el tempo con el que se sienten cómodos y van tratando de avanzar cuando sus cuerpos se lo van pidiendo y quitarse los pantalones es el siguiente paso a dar. Ambos se levantan de la cama para quitárselos con comodidad y que no les suceda como cuando hace un rato quisieron quitarse las camisetas el uno al otro y al final se enredaron de mala manera entre risas y besos. JeongIn le pega una patada a los pantalones cuando se los termina de bajar y los deja por ahí, en el suelo de la habitación, totalmente arrugados, pero le da lo mismo. Sin poder evitarlo, le echa un vistazo a la forma dura que se le marca en los calzoncillos y se siente un poco avergonzado por ello, pero al girarse y ver que SeungMin está igual, se siente algo mejor.

 

            —¿Cómo… lo hacemos…? —pregunta. SeungMin parece considerarlo durante unos momentos antes de responderle.

            —Nos podemos… tumbar de lado… y tocarnos —dice—. Si quieres —añade.

            —Quiero —responde él.

 

            SeungMin vuelve a asentir y después se sube de nuevo sobre el colchón y se tumba pegado a la pared para darle espacio, mirando hacia él. JeongIn tiene que contener la respiración porque la visión que tiene ante él es increíble y tarda unos momentos en aclarársele la mente lo suficiente como para que su cerebro se coordine de nuevo con su cuerpo y le ordene a sus músculos que le obedezcan de nuevo. En cuanto lo consigue, se sube a la cama y se arrima lo máximo que puede a SeungMin, hasta que sus cuerpos acaban rozándose y, en un arranque de valentía, decide tomar las riendas del asunto.

 

            Sin saber mucho y solo teniendo la experiencia de habérselo hecho a sí mismo, JeongIn lleva la mano hasta la entrepierna de SeungMin y comienza a tocar su miembro levemente por encima de la tela. La reacción del otro es inmediata, un suspiro profundo sale de sus labios y aquello anima a JeongIn a tocarlo de una forma un poco más profunda, tratando de encontrar una forma de hacerlo mejor para darle más placer a SeungMin. No obstante, antes siquiera de que pueda introducir su mano dentro de los calzoncillos para tocar la piel ardiente del mayor, éste lo detiene. JeongIn lo mira confuso durante unos segundos, pero SeungMin le dedica una sonrisa pícara y pega su cuerpo más al suyo, para que absolutamente todas las partes de sus cuerpos se estén rozando, para que la parte más importante para ellos en aquellos momentos se estén rozando.

 

            Sus miembros duros entran en contacto mandando oleadas de placer a JeongIn por todo su cuerpo, oleadas que son continuas porque ni él ni SeungMin dejan de mover sus caderas una y otra vez, la una contra la otra, suave, lento, rápido, fuerte, hasta que al final ambos acaban corriéndose todavía dentro de sus calzoncillos, mojándolos con su semen y con el del otro. Aquella es la primera vez que ambos experimentan el orgasmo provocado por el contacto con otra persona… pero es solo la primera vez de muchas.

 

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