Título: Follow my shadow into the night
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JohnJae (Jaehyun + Johnny) (NCT)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, fanasy, abo, werewolf, smut, pwp
Número de palabras:
1.046 palabras
Resumen:
guiado por el increíble olor a melocotón, Johnny sigue la sombra de otro lobo
hasta que lo halla y comparte esa noche de luna llena con él.
Advertencias:
relaciones sexuales explícitas
Notas: historia
escrita para Ara, que me dio la idea de escribir sobre estos dos como hombres
lobo / abo porque son unos furros de cuidado.
Comentario de autora:
la verdad es que les tenía ganas a estos dos y quería escribir algo intenso y
sensual y creo que lo he hecho bastante bien por una vez. Espero que os guste.
Follow my shadow into the night
Melocotón.
El
aire en esa zona del bosque estaba lleno de aquella esencia dulce y Johnny
acabó deteniendo sus pasos, cerrando los ojos y dejando que sus fosas nasales
captasen aquel increíble olor. Era la primera vez que se cruzaba con esa
esencia, de eso estaba completamente seguro, porque de haberla olido antes, la
habría recordado sin ningún problema. Era una esencia que lo hacía temblar y
que lo excitaba, una esencia que despertaba todos sus sentidos y que lo volvía
muchísimo más sensible, una esencia que lo envolvía por completo y que casi lo
hacía perder la cordura, una esencia que despertaba al lobo que llevaba dentro,
que lo hacía arañar la superficie de su piel, queriendo escapar y tomar el
control de él. Johnny intentó calmarse un poco porque aquella noche de luna
llena no había ido al bosque en busca de otro lobo con el que acostarse, solo
había huido de la civilización porque no quería estar cerca de nadie cuando la
luna se alzara, a veces perdía el control, a veces no era él mismo cuando lo
bañaba la luna, por eso era el bosque el único lugar al que podía ir… no
obstante, aquella esencia a melocotón lo estaba volviendo loco, loco de una
manera diferente, loco de una forma necesitada. Johnny trató de recuperar el
control de sus sentidos, pero en ese momento, una sombra captó su atención por
el rabillo del ojo y giró la cabeza en aquella dirección, viendo cómo la sombra
se movía y huía, a la vez que el viento le llevaba una nueva oleada de aquel
dulce olor a melocotón, esta vez de una forma mucho más intensa porque el lobo
que desprendía aquella esencia estaba más cerca.
Johnny ni siquiera lo pensó antes de
comenzar a correr en la dirección en la que había visto desaparecer aquella
sombra, teniendo completamente claro que era el lobo que desprendía ese olor a
melocotón que lo volvía loco.
De esa forma comenzó el juego entre
ambos, un juego al que Johnny se había lanzado guiado por sus instintos y que
no había podido evitar, su lobo llevando el control de la situación, queriendo
cazar a aquel que al que estaba persiguiendo, sabiendo que en realidad solo lo
iba a cazar cuando este quisiera que lo cazara. Corriendo por el bosque,
persiguiendo la sombra del lobo con olor a melocotón, siguiendo con su olfato
el camino que la esencia dejaba en el aire cuando lo perdía de vista,
hundiéndose cada vez más en la oscuridad del bosque y de la noche, sintiendo
cómo su excitación crecía y cómo sus ansias por tomar al otro lobo casi lo
desbordaban. Dejando que su lobo arañase aún más la superficie de su piel,
dejando que éste ocupara las grietas de su ser que había abierto el olor a
melocotón, comenzó a correr muchísimo más rápido, robándole distancia al otro
lobo, acercándose más y más a él, su sombra perdiéndose entre el follaje, cada
vez más cerca de él, tan cerca que en varias ocasiones estuvo a punto de
alcanzarlo con las yemas de sus dedos antes de que este acelerase y se perdiese
de su vista.
Johnny ni siquiera supo cuánto duró
aquello, cuánto estuvo siguiéndole el juego al otro lobo, pero la luna estaba
en lo más alto del cielo cuando éste finalmente se detuvo ante él, en un
pequeño claro bañado por la luz plateada, un chico que debía de tener una edad
similar a la suya, con la piel blanca, los ojos castaños y una sonrisa que
formaba hoyuelos en sus mejillas, una sonrisa que lo invitaba a acercarse a él,
unos ojos que brillaban llenos de deseo, de deseo por él. La esencia a césped
recién cortado de Johnny debía de haberle provocado exactamente lo mismo que la
suya a melocotón había provocado en Johnny, una excitación absoluta. No hubo ni
una sola palabra entre ellos, Johnny simplemente se acercó hasta él y atrapó
sus labios con los suyos en un beso demandante que fue correspondido al
instante por el otro, un beso intenso en el que sus bocas no pararon quietas,
en el que sus lenguas se encontraron la una con la otra y se saborearon
mutuamente hasta dejarse sin aire, un beso que hizo que sus esencias se
mezclaran y que la excitación que Johnny había sentido hasta el momento se
elevara hasta el infinito.
No tardaron demasiado en desnudarse
entre besos y mordiscos, entre arañazos y la precipitación por sentir la piel
caliente del otro contra la propia, ardiendo en deseos por más y más, por
sentirse el uno al otro, por llenarse de placer y resolver aquel deseo que se
había colado hasta lo más profundo de sus seres y que había involucrado a sus
lobos. Johnny se internó en el cuerpo del chico y su lobo chillo de placer,
embistiendo fuertemente contra él, buscando más y más, queriendo muchísimo más,
calentándose muchísimo con los gemidos del otro lobo, queriendo meterse más
bajo su piel, oliendo aquel aroma a melocotón dulce que lo hacía perder el
sentido, hundiendo sus dedos en las caderas del otro, sujetando su cuerpo,
embistiendo una y otra vez, sintiendo como el fuego se acumulaba en su interior
a punto de escapar, hasta que ambos acabaron llegando al orgasmo, completamente
satisfechos y desechos por lo que acababa de suceder, sus lobos calmándose
dentro de sus cuerpos después de haber obtenido lo que querían en aquella noche
de luna llena.
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