A Man Who Knows
Bang YongGuk era un hombre que sabía
dónde estaban sus límites y cuáles eran sus posibilidades. Había entrado a
trabajar en un instituto como profesor sustituto después de haber terminado la
carrera con mucho esfuerzo, muchas noches sin dormir y poca vida social. Era
joven todavía y los mejores años de su vida los había desperdiciado en los
estudios, por eso, a pesar de que sabía perfectamente que estaba mal lo que iba
a hacer y que iba en contra de las normas, no pudo evitar acostarse con uno de
sus alumnos, Jung DaeHyun, porque este era todo lo que había estado buscando en
su vida y no podía dejarlo escapar tan fácilmente.
Los dedos lubricados ya entraban y
salían con facilidad del recto del chico que tenía bajo su cuerpo y comenzaba a
gemir por más cuando tocaba su próstata con los dedos, por lo que YongGuk no se
hizo esperar y lo penetró, moviéndose poco a poco hasta estar completamente
dentro de él. DaeHyun gimió más fuerte, mostrándole aquella voz tan perfecta y
potente que tenía y que tanto le gustaba escuchar cuando estaban en casa de la
misma guisa, pero que ahogó con su mano porque estaban en su despacho, en mitad
del instituto y nadie podía enterarse de que estaban manteniendo relaciones
sexuales.
El profesor comenzó a moverse
rápidamente, una y otra vez, buscando la próstata del menor hasta que dio con
ella y el placer que sintió este le recorrió desde la punta del pelo hasta los
dedos de los pies, que encogió instintivamente. YongGuk sonrió y buscó la boca
de su alumno, a la vez que embestía una y otra vez en aquel lugar para colmarlo
de placer.
DaeHyun tomó su desatendido miembro
con sus dos manos y comenzó a masturbarse, respondiendo al beso con jadeos y
gemidos ahogados, con choques de dientes y con lenguas enredadas hasta que se
quedaban sin respiración. El movimiento de sus manos era frenético y sentía
cómo se acumulaba en su bajo vientre un fuego que en breves momentos lo
colmaría de placer, así que pidió por más y YongGuk no se lo negó, embistiendo
cada vez más fuerte y cada vez más rápido.
El orgasmo le llegó primero al
menor, que eyaculó manchando sus pechos de semen y después lo siguió el otro,
en su interior.
Durante unos momentos, ambos se
quedaron mirándose sudorosos, con las respiraciones agitadas y sus ojos
desenfocados levemente. Poco a poco, la sensación del orgasmo fue disminuyendo
y YongGuk salió del interior del chico y se quitó el condón para después
hacerle un nudo y tirarlo a la papelera de su despacho. DaeHyun, por su parte,
tomó algunos pañuelos desechables y comenzó a limpiarse su abdomen de semen y
después el del mayor.
Sin decir ni una palabra, se
vistieron y se arreglaron el pelo mirándose en las pantallas de sus respectivos
teléfonos móviles, después, DaeHyun salió del lugar, esperando que no hubiera
nadie en el pasillo.
YongGuk era un hombre que sabía, un
hombre que sabía que aquello estaba mal, que no podía seguir acostándose con su
alumno o todo lo que había conseguido después de tantos años de sacrificio se
iría por la borda, pero, por DaeHyun, sentía que no le importaba.