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lunes, 10 de agosto de 2015

El chico del Bubble Tea

Título: El chico del Bubble Tea
Autora: Minako Aino (Riz Aino / Annalovesasianboys) (@sbeaea)
Pareja: HunHan (SeHun x Lu Han) y leve Kray (Kris x Lay) (EXO)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, humor
Número de palabras: 1.050 palabras
Resumen: Lu Han lleva siglos queriendo entablar una conversación con el chico que siempre pide un Bubble Tea en la cafetería de sus padres, pero a pesar de lo lanzado que siempre es, aquello es una tarea imposible… hasta que JongDae le da la clave para hacerlo.
Notas: esta historia es un side de “Foto en blanco y negro”.
Comentario de autora: junto con terminar el otro fic, me propuse terminar este side que tampoco llegué a acabar y así quitármelo de en medio también. Espero que os guste ^^


El chico del Bubble Tea


jueves, 19 de marzo de 2015

The world without you

Título: The world without you
Pareja: ChanLu (ChanYeol x Lu Han) (EXO)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, x-men, poderes, romance, drama
Número de palabras: 1.111 palabras
Resumen: Lu Han tiene el don de la clarividencia, así que alguno de los caminos que conducen al futuro se abren ante él de vez en cuando. A veces son cosas buenas las que aparecen en su mente, pero también hay malas.
Notas: side de X-Men (Varias), fanfic que algún día veréis por aquí y cuya idea nació del drabble Mutante.
Comentario de autora: me gusta muchísimo escribir ChanLu porque los veo una pareja con mucha química, así que cada vez que me da el gusanillo o los pongo de pareja secundaria o les escribo un side. Espero que os guste esta historia y que os abra boca para lo que vendrá, algún día.

sábado, 27 de diciembre de 2014

My Lovely Cat

Título: My Lovely Cat
Pareja: ChanLu (ChanYeol x LuHan) (EXO)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, neko, fluff
Número de palabras: 641 palabras
Resumen: ChanYeol ya tiene consigo tres mascotas y, aunque es millonario, no puede permitirse cuidar de ninguna más, pero no cuando ve a LuHan no puede evitar comprarlo y darle la mejor vida que puede.
Notas: side de Black Cat.
Comentario de autora: quería haber desarrollado esta historia en la original, pero no pude hacerlo, así que pensé que lo mejor era hacerle este pequeño especial. Espero que os guste.



            Park ChanYeol tenía una gran debilidad por los híbridos y eso se podía observar a simple vista porque en su casa ya tenía a tres de estos seres, mitad humanos, mitad animales de compañía. Tener a uno solo ya suponía un incremento de los gastos, así que tres era demasiado para cualquier trabajador normal con un sueldo medio, pero ChanYeol podía permitírselo porque era multimillonario. Así que en casa tenía a dos perros, Baek y Kai, y un gato, Chen.

            Todos eran muy cariñosos con él y con ellos ya tenía suficiente compañía, por eso se había dicho a sí mismo que no necesitaba ningún híbrido más bajo su custodia. No obstante, a ChanYeol nunca le salían las cosas como deseaba y cuando LuHan se cruzó en su camino, no pudo evitar llevárselo a casa con los demás.

            El híbrido de gato estaba en el escaparate de una de las mayores tiendas especializadas en la venta de estos nuevos animales de compañía, se encontraba desnudo y acurrucado sobre sí mismo mientras recibía decenas de miradas lascivas de unos cuantos hombres de mediana edad. ChanYeol no pudo evitar fijarse en que era hermoso y delicado y que si alguno de esos señores lo compraba no iba a tener una buena vida. Así que no se lo pensó mucho en pagar la cantidad que le pidieron por él y montarlo en su coche para llevárselo a casa.

            —No tienes por qué tener miedo —le dijo colocándole su gabardina para que no siguiera desnudo—. Conmigo no te pasará nada.

            ChanYeol lo presentó a sus mascotas y estos le dieron una calurosa bienvenida, también se lo presentó a su vecino YiFan, que era un chico un poco amargado y que no se tomó muy bien que lo molestara nada más llegar a casa del trabajo. No obstante, ChanYeol sabía que lo trataría tan bien como trataba a sus otras tres mascotas, aunque anunciara siempre a los cuatro vientos que no le gustaban. Era un buen tipo en realidad.

            Quizás la primera noche en casa de LuHan fuera la más difícil para el híbrido, ya que Baek y Kai dormían juntos y en la cama de Chen no había hueco para nadie más, por lo que tuvo que meterlo en la suya propia y el gato pasó toda la noche en tensión y sin dormir, como el propio ChanYeol, preocupado por él.

            Sin embargo, a medida que fueron pasando los días, LuHan se fue relajando, seguramente por ver cómo trataba a sus otras tres mascotas y como quería ayudar a aquel híbrido de gato negro que YiFan se había encontrado en su jardín. Poco a poco se fue abriendo y, aunque todavía mantenía una actitud algo recelosa y cautelosa, LuHan se integraba en su extraña familia, hasta que llegó el día en el que dejó de asustarse cada vez que ChanYeol lo abrazaba fuertemente, aprovechando lo delgadito y pequeño que era el híbrido de gato.

            —ChanYeol —lo llamó un día, estando sentado sobre él, acurrucado contra su cuerpo.
            —Dime, LuHan —murmuró.
            —Gracias —se acurrucó contra él—. Muchas gracias por todo lo que has hecho por mí.

            Y con estas palabras, ChanYeol sintió que aunque tuviera muchos problemas por tener cuatro mascotas, había merecido la pena porque tenía a LuHan con él.

domingo, 6 de julio de 2014

Feel the Heat (Of the Dragon's Breath)

Título: Feel the Heat (Of the Dragon’s Breath)
Pareja: KaiBaek (Kai x BaekHyun) (EXO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, romance, fantasía.
Número de palabras: 4.427 palabras
Resumen: BaiXian nunca ha tenido mucha relación con el líder de su grupo, pero cuando este lo salva del ataque de un Dragón todo cambia.
Avisos: sexo explícito y mención a una orgía.
Notas: historia principal “Dragons’ Slayers” (TaoHun).
Aclaraciones: algunas de las partes de la historia principal están escritas de nuevo, pero desde el punto de vista de BaiXian (por si veis que os suenan las cosas que pasan).
Comentario de Autora: os prometí un side KaiBaek de Dragons’ Slayers y aquí lo tenéis. Espero que os guste ^^

Feel the Heat
(Of the Dragon’s Breath)





            Los cuatro chicos que conformaban aquel grupo de aspirantes a Cazadores de Dragones llevaban toda la tarde hablando sobre el tema candente del momento en la aldea: el Dragón Arcoíris. Habían terminado sus entrenamientos de aquella mañana y, tras el almuerzo, ya no tenían más obligaciones para con la comunidad. Acababan de hacer una apuesta sobre ZiTao y, al ganarla Kai, todos comenzaron a reír.

            De repente, el Cazador Kris entró en el círculo que formaban los cuatro chicos y todos enmudecieron. Él era el mejor Cazador del poblado y seguramente sucedería al jefe XiuMin en un par de años. Un tipo imponente que inspiraba miedo nada más con su presencia. Era muy alto y tenía una expresión de mal humor constante en su rostro, estas dos cosas hacían que a su alrededor no pudieran estar más que sus dos compañeros de armas, LuHan y YiXing.

            —Mañana vamos de caza —anunció—. En cuanto os acabéis la cena id a dormir, al amanecer debemos estar al pie de las Montañas de Fuego y no podéis estar agotados.
            —¿Qué vamos a cazar? —preguntó Kai—. ¿Otra vez uros? —el Cazador esbozó una sonrisa macabra.
            —Felicidades grupo, acabáis de ser ascendidos —anunció—. Mañana vamos a ir a la caza de un Dragón —y se largó de allí.

            Los cuatro chicos se quedaron en silencio, mirándose los unos a los otros sin saber qué decir. Llevaban esperando aquel momento toda su vida. Iban a una cacería, a una real. Acabarían con un Dragón.

            Pasaron la tarde arreglando el equipo que deberían llevar a la mañana siguiente: la armadura de cuero reforzado, las hachas y las espadas del único material que podía atravesar la piel de un dragón y algunas provisiones para la aventura. Cuando acabaron, cenaron con los demás habitantes del poblado y luego fueron a su cabaña, a dormir.

            ZiTao se tumbó en el suelo de espaldas y BaiXian se apretujó contra él en un lado mientras que Chen lo hacía en el otro. Kai se abrazó a BaiXian y así, intentaron conciliar el sueño en aquella fría noche de primavera.



            Antes de que el sol se alzara sobre el Bosque de las Almas, los chicos ya estaban completamente despiertos y terminando de colocarse correctamente sus armaduras. Sus corazones latían aceleradamente. Tenían miedo, pero eso siempre pasaba cuando ibas a tu primera caza, por lo que eso no les preocupaba realmente. También estaban ansiosos, sería el primer reconocimiento de valentía que recibirían de la aldea y, si iba bien, serían enviados en misiones como aquella más asiduamente.

           Cuando salieron de su cabaña, Kris ya los esperaba en los límites del poblado, junto al Santuario, por lo que se apresuraron a ir hacia allí. En cuanto estos estuvieron a su lado, confirmó que estuvieran bien equipados y luego depositó una ofrenda al Dios Nuth.

            —YiXing y LuHan nos esperan en el lugar en el que vive el Dragón —anunció—. Es un Dragón bastante joven y muy impetuoso. Atacó hace un par de días la aldea de Kirmt y provocó algunas muertes, por lo que no podemos dejarlo en libertad.

            Todos asintieron y echaron a andar, guiados por Kris. Atravesaron el límite del poblado y se dirigieron al río Sif. Caminaron a lo largo de su rivera hasta encontrar el vado que les permitiría cruzar al otro lado y adentrarse en el territorio de los dragones. Tomaron sus armas por encima de sus cabezas para mantener el equilibrio mientras atravesaban el río y cuando llegaron al otro lado, las volvieron a colocar en su cuerpo.

            Siguieron la marcha, calados hasta los huesos. El agua seguía demasiado fría aun cuando la Estación fría ya había finalizado. En un momento de la marcha, BaiXian se pegó a ZiTao en busca de calor y él lo abrazó para transmitírselo. No tenían una buena formación por si eran atacados por sorpresa por algún Dragón, pero Kris los estaba llevando por caminos ocultos. Además, todavía estaba algo oscuro, por lo que no debían preocuparse por eso.

            El sol hizo su aparición cuando llegaron al pie de las Montañas de Fuego. Los cuatro chicos alzaron su cabeza y miraron cómo los altos picos se alzaban hasta el mismísimo cielo. Pararon unos momentos para tomar agua de sus cantimploras y en cuanto se refrescaron un poco, Kris reemprendió la marcha.

            Si antes habían avanzado por senderos ocultos, ahora lo hacían por lugares en los que ni siquiera había un sendero. Sus pies se encontraban con piedras enormes, agujeros y mil cosas más que debían evitar para poder llegar a su destino sin un rasguño. Kai avanzaba tras el Cazador, Chen tras éste y ZiTao al final, ayudando a BaiXian a avanzar por aquel tramo. BaiXian no era tan fuerte como ellos, pero sin él estarían perdidos.

            En todos los equipos de Cazadores debía haber alguien con un cerebro extraordinario aunque con un cuerpo mucho más delicado. Ese era BaiXian, en el equipo del Cazador Kris, LuHan era quien ocupaba ese puesto. También debía haber alguien versado en el manejo del arco, que normalmente se ocupaba de atender las heridas del grupo, Chen era el que se encargaba en un equipo y YiXing en el otro. También estaba el guerrero, la persona más fuerte, ZiTao y Kris. Por último, debía haber un líder nato, alguien a quien seguir siempre, ese era Kai.

            De repente, BaiXian dio un traspié y ZiTao rápidamente reaccionó, tomándolo por los hombros para que no cayera. Al principio de la marcha, Kris se volvió para ver lo que había pasado y al averiguarlo, su rostro se volvió mucho más duro. BaiXian se agarró fuertemente a su compañero, escondiendo avergonzado su rostro hasta que reemprendieron la marcha.

            —Gracias —murmuró.
            —No hay de qué —contestó ZiTao—. Pero a partir de ahora no te sueltes de mi mano.

            Siguieron caminando hasta que llegaron a un pequeño bosque. Los cuatro chicos agradecieron estar a cubierto, aunque aún hacía bastante frío. El sol había salido y comenzaba a picar en sus pieles. El Cazador les hizo una señal para que se mantuvieran quietos y en silencio y ellos así lo hicieron, conteniendo la respiración. De repente Kris hizo un sonido con su boca, parecido al de un pájaro acuático que vivía por aquellas tierras. Pasados unos momentos dos siluetas se acercaron a donde estaban todos y los chicos pudieron comprobar que se trataban de las de YiXing y LuHan.

            —¿Dónde está la cueva del Dragón? —preguntó Kris en cuanto los otros dos estuvieron a un par de pasos de él.
            —Está en un saliente a un par de kilómetros de aquí.
            —El acceso es algo complicado —comentó YiXing—, pero una vez allí, tenemos varios lugares donde poder escondernos y preparar todo lo necesario para acabar con él.
            —Bien —Kris se giró hacia el otro equipo—. En marcha.

            Con las protestas de Chen de fondo, los cuatro comenzaron de nuevo a caminar. Al principio del grupo se encontraban LuHan y YiXing, que habían empezado a contar el plan que seguirían durante la caza y que habían estado elaborando durante el par de días que habían estado allí. Acechando a aquel Dragón.

            —Es un Dragón bastante joven —contó LuHan—. No debe tener más de un par de años. Es algo menudo, sus escamas son de un negro muy brillante y sus ojos son también de ese color.
            —Parece ser un Dragón solitario —añadió YiXing—. Lo que nos hará más fácil acabar con él.

            En ese momento un rugido cortó el aire. Los siete se pusieron en guardia, mirando al cielo, esperando. Todo estuvo en calma hasta que un destello dorado los cegó y otro rugido se dejó escuchar. Lo siguiente que vio BaiXian fue al Cazador Kris agarrando a sus compañeros y tirándolos al suelo. Una gran llamarada atravesó las copas de los árboles y acabó cerca del lugar en el que ellos habían estado segundos antes.

            —¡DISPERSAOS! —gritó LuHan desde el suelo.

            BaiXian miró a su alrededor, buscando a ZiTao, pero una mano fuerte lo agarró de la muñeca y tiró de él para que comenzara a correr. Sin perder tiempo, el chico se giró, viendo que era Kai el que estaba llevándolo a través del bosque, dejando atrás a todos sus compañeros. Cuando pudieran hacer que el Dragón Dorado se fuera del lugar, volverían a reunirse todos.

            Su líder corría a toda velocidad, pero él no podía seguir aquel ritmo tan acelerado aunque era más ligero que este y Kai lo llevara sujeto de la muñeca para no perderlo. Poco a poco, fueron perdiendo velocidad por su culpa hasta que BaiXian se detuvo, apoyándose contra el tronco de uno de los árboles.

            —Vamos —lo apremió el otro.
            —Corre tú, yo ya no puedo más —dijo entre jadeos, con el poco aire que pudo aspirar.
            —BaiXian… —comenzó el chico, pero no pudo continuar por un rugido cortó el aire, muy cerca de ellos, justo antes de que el Dragón Dorado lanzara una llamarada hacia el lugar en el que se encontraban.

            Kai agarró de nuevo la mano de su compañero de grupo y echó a correr rápidamente ignorando las protestas del otro para esquivar las llamas por poco. Ambos sintieron el calor en sus nucas cuando el fuego quemó el árbol contra el que había estado apoyado el mayor. Esta vez, BaiXian intentó no quedarse atrás ni ralentizar la velocidad, obligando a sus piernas a moverse en contra de su voluntad. Si conseguían escapar del ojo del Dragón, podrían tener la oportunidad de volver junto a los demás Cazadores sin ningún rasguño, así que debían hacer que los perdiera de vista. El chico estaba pensando en una estrategia cuando sintió que, de pronto, Kai se detenía, haciendo que chocase contra su musculada espalda y la vaina de su espada.

            —Kai… —murmuró.
            —Voy a tener que luchar —dijo.

            Habían acabado en mitad de un enorme claro en el bosque, donde no tenían lugar en el que guarecerse del Dragón, que se había quedado suspendido en el aire sobre ellos, preparándose para lanzarse en picado a por ellos. Kai desenvainó la espalda que se encontraba en su espalda y la sujetó con firmeza, sin despegar su vista de aquella criatura. El Dragón rugió fuertemente antes de comenzar a descender con rapidez. El líder dio una estocada al aire, amenazante, cuando este pasó muy cerca de ellos, pero al parecer no se amedrentó, sino que se enfureció. El aire a su alrededor se volvió violento por el viento que creaban las alas del Dragón y BaiXian tuvo que sujetarse al cuerpo de Kai para que este no pudiera moverlo.

            —Tenemos que salir de aquí —le gritó a su líder.
            —Crearé una distracción para que puedas escapar —dijo el otro antes de salir corriendo en dirección al Dragón, blandiendo su espada.
           
            BaiXian se quedó estático unos segundos que fueron preciosos, porque el Dragón se dio cuenta de que él era una presa mucho más débil que Kai y más indefensa. Echó a correr, sacando uno de sus puñales del cinto del pantalón, lanzándolo contra este, pero no consiguiendo más que le resbalara por las escamas del pecho ya que nunca había lanzado nada contra un objeto en movimiento. Los árboles estaban demasiado lejos y separados como para guarecerse entre ellos y no había nada más a su alrededor que pudiera ocultarlo, así que, BaiXian supo que aquel era su final.

            Escuchó el rugido del Dragón a poca distancia de él y, de repente, sintió cómo era empujado contra la hierba del suelo por una mano cálida. Cayó de frente, pero rápidamente se giró para ver la escena. Kai había llegado justo a tiempo para salvarlo, pero por ello, se había llevado un tajo en su brazo provocado por una de las garras. Gritó de dolor, sin embargo, continuó sujetando su espada y lanzó una estocada al aire, acertando en la pata trasera izquierda del Dragón, cortando las escamas e hincándose profundamente en la carne.

            La criatura aulló de dolor y salió volando hacia el cielo, alejándose de ambos. La respiración de ambos chicos era acelerada y la adrenalina corría por sus venas casi en mayor cantidad que su sangre. Habían estado a punto de morir y aquella había sido solo su primera misión. Kai cayó al suelo, sentado a sus pies y BaiXian se acercó a él rápidamente, viendo cómo la herida de su brazo era bastante honda y sangraba abundantemente.

            —Kai… —susurró—. Por mi culpa…
            —No, calla —su líder le puso un dedo en los labios—, no ha sido por tu culpa —sus ojos oscuros lo miraban fijamente y BaiXian se echó sobre su pecho, abrazando su torso, exteriorizando el miedo que había pasado en la fuerza con la que se agarraba a su cuerpo—. No vayas a llorar por esto —murmuró Kai—, no es nada, ya ha pasado todo, así que podemos volver con los demás —el chico asintió.
            —Pero tengo que curarte eso… —dijo señalando la heridia de su brazo. Kai negó con la cabeza, levantándose del suelo y guardando su espada tras limpiarla sobre la hierba de la sangre de color rojo intenso del Dragón.
            —Ya me curará Chen cuando lo encontremos —le tendió el brazo que no tenía herido para ayudarlo a levantarse y BaiXian lo tomó agradecido.
            —Vamos a buscarlos.



            El día después de su primera misión lo tuvieron libre y tanto CanLie como QuingZhu se encargaron de explicarles que esa misma noche sería su nombramiento oficial como Cazadores, así que, cuando cayó la noche, los chicos se vistieron con la ropa que utilizaban para las cacerías y avanzaron por el poblado en medio de un silencio sepulcral, sin más luz que la que les ofrecía la primera luna, ya que la segunda todavía tardaría varias horas más en salir.

            Cuando llegaron frente al altar del Santuario del Dios Nuth, se inclinaron ante él, hincándose de rodillas en el suelo y esperaron, tal y como les había dicho QuingZhu, a que los Cazadores del poblado aparecieran ante ellos. No pasó mucho tiempo cuando de entre las cabañas empezaron a surgir figuras, vestidas de cuero, como ellos.

            Los chicos se alzaron cuando una mano se lo indicó y pudieron ver que todos a su alrededor portaban máscaras. El Cazador les había dicho que no se asustaran de nada de lo que pudiera pasar y que lo que sucediera esa noche no podría ser contado jamás. Fueron guiados al río Sif, sin decir ni una palabra, y allí los hicieron introducirse en el agua helada. Ninguno supo cuánto tiempo estuvieron metidos allí. Solo cuando sus músculos comenzaron a agarrotarse, fueron sacados del agua.

            Caminaron de nuevo, esta vez de regreso a la aldea. Junto al Santuario se detuvieron y los hicieron sentarse en el suelo, cerca de una hoguera que antes no estaba allí. Los cuatro agradecieron el calor que esta les proporcionaba, pero con sus ropas mojadas no entraban en calor y no les habían indicado que se las quitaran. La única norma que QuingZhu les había dicho que debían de seguir al pie de la letra era la de no  hacer nada que no les marcaran hacer.

            Las figuras enmascaradas los rodeaban y les ponían los pelos de punta. Se sentían amenazados por ellas, incómodos. Pero sabían que no les harían ningún daño porque eran sus propios compañeros de armas, las personas con las que habían crecido y de las que habían recibido su instrucción.

            De repente, ante ellos se colocaron dos figuras. Cada una portando dos cuencos con un líquido espeso y de olor fuerte que ellos nunca habían visto ni olido, ni siquiera habían oído hablar de él. Las figuras les tendieron los cuencos y ellos los tomaron entre sus manos. El barro cocido estaba caliente y levemente humedecido. Les indicaron que bebieran y así lo hicieron.

            Rápidamente el calor comenzó a inundar sus cuerpos, a la vez que aquel líquido con sabor amargo bajaba por sus gargantas. Cuando se acabaron esos cuencos, otras dos figuras aparecieron ante ellos con otros más y bebieron de nuevo. El proceso se repitió varias veces.

            Los chicos comenzaron a sentirse levemente mareados. El calor los abrasaba por dentro y les sobraba hasta su propia piel. Las figuras danzaban a su alrededor, al igual que las llamas lo hacían frente a ellos y los hipnotizaban. Sentían el frío de la noche, pero el calor era más fuerte. Notaban cómo sus cuerpos picaban, pero no podía rascarse.

            La segunda luna asomó tras las Montañas de Fuego, haciendo el camino inverso a todos los demás astros. Saliendo por el Oeste y teniendo su ocaso en el Este. De repente, el silencio de la noche fue interrumpido por bramidos, por gritos, por gente cantando. Los chicos miraron a su alrededor, desorientados.

            Todo daba vueltas. Todo estaba borroso.

            Las figuras dejaron de danzar a su alrededor y se acercaron a ellos. Los levantaron del suelo como si fueran muñecos de trapo y los guiaron hacia otro lugar, hacía un lugar que ellos jamás habían visto. BaiXian intentaba enfocarse en lo que estaba pasando, pero su mente no tenía conexión alguna con su cuerpo. Solo podía dejarse guiar, al igual que sus compañeros. Miró a ZiTao en busca de apoyo, como siempre hacía, y este le devolvió la mirada. Sus ojos estaban rojos. Ahogó un grito porque aquello no podía ser posible, pero antes de que pudiera resistirse a nada, los hicieron levantarse y alejarse del calor de la hoguera.

            Entraron a una cabaña y los sentaron en el suelo. El lugar era grande, bastante grande, tanto que allí estaban todos los enmascarados que los habían acompañado todo ese tiempo. También había luces que danzaban y que los confundían y mareaban más todavía.

            BaiXian de repente sintió algo en su brazo izquierdo. Un pinchazo, un leve dolor. Se giró lentamente, intentando enfocarse, pero solo pudo notar a una figura haciéndole algo a su brazo. Intentó moverse, apartare de lo que le hacía daño. Pero no podía, su cuerpo no le respondía. Buscó a sus compañeros, ellos también intentaban lo mismo que él.

            Otra figura se colocó ante él y le tendió otro cuenco con ese líquido espeso. Quiso rechazarlo, pero no podía hacer nada. La figura lo advirtió y le abrió la boca, haciendo que bebiera todo el contenido, aunque algunas gotas se le escaparon por las comisuras de los labios y le resbalaron por las mejillas.

            —Cuando te despiertes esta noche, deberás forjar un gran vínculo con tus compañeros —oyó que le susurraban—. No tengas miedo, déjate llevar y haz que ellos sucumban al placer en tu cuerpo.

            Después de escuchar aquellas palabras, BaiXian fue envuelto por la oscuridad.



            Durante los siguientes días, BaiXian no podía poner un pie fuera de la cabaña sin ayuda, ni levantarse siquiera. Sus compañeros habían sido unos brutos haciéndole eso de aquella manera y tenía el recto desgarrado —o eso le decía Chen cada vez que lo curaba, porque él no se veía ahí atrás—, solo los perdonaba porque formaba parte del ritual tener aquel tipo de relaciones los cuatro del grupo, pero el chico se preguntaba si no era demasiado tres personas para una sola a la vez.

            El Cazador se intentó levantar del suelo en el que estaba tumbado bocabajo, pero una punzada en la parte baja de su espalda le hizo detener todo movimiento. Chen le había comentado que durante toda la semana iba a tener que ser ayudado para todo porque no podría moverse con libertad y él había jurado que como alguno de sus compañeros —quien fuera—, intentara penetrarlo de nuevo, le clavaría tantos puñales que acabaría irreconocible cuando encontraran su cadáver.

            BaiXian sintió una mano en su espalda, empujándolo hacia abajo para que no se moviera más; después, lo tumbó boca arriba, haciendo que el chico pudiera ver que era su líder el que estaba manejando su cuerpo. Kai se colocó de rodillas en el suelo y coló las manos bajo su cuerpo, tomando impulso luego para levantarse, cargando con él en sus brazos. Solo pasaron unos segundos en aquella posición porque fue bajado con cuidado hasta que pudo finalmente apoyar los pies en el suelo.

            —Gracias —le dijo con una sonrisa.
            —En parte es mi culpa que estés así —contestó el menor.
            —Una tercera parte, de hecho —apuntó BaiXian—, pero eres tú el único que te estás encargando de hacer esto, ZiTao desaparece la mitad de los días y Chen simplemente me cura y mira que todo vaya como tiene que ir. Así que muchas gracias por lo que haces —le sonrió de nuevo antes de pasar sus brazos por el musculado torso del líder y abrazarlo fuertemente.



            Cuando BaiXian comenzó a moverse con normalidad, pudo pisar de nuevo el campo de entrenamiento que tanto llevaba queriendo pisar y comenzó a lanzar puñales a todas y cada una de las dianas, corriendo de un lado a otro para practicar su lanzamiento en movimiento y que no le pasara lo mismo que con el Dragón Dorado, todo bajo la atenta mirada de su líder que, al parecer, se había convertido en su nuevo guardián, ahora que ZiTao pasaba sus días en cualquier lugar fuera del poblado de los Cazadores de Dragones.

            Lanzando el último puñal que le quedaba, fue hacia las dianas para ver su acierto y para recoger todas las armas y volver a lanzarlas. Comenzó a retirarlas, viendo cómo Kai se acercaba a una de ellas y lo ayudaba. Desde el ataque que ambos sufrieran por parte del Dragón Dorado se había comportado de una forma muy sobreprotectora con él, ayudándolo en todo cuando apenas podía moverse y alejando cualquier amenaza para que BaiXian no tuviera que preocuparse.

            El chico sentía que estaba en duda con él, así que, cuando acabaron de recoger los puñales le propuso una lucha cuerpo a cuerpo y en esta le indicó cómo debía hacer algunos movimientos con los que su líder no estaba cómo del todo para que así pudiera derribar a todos y cada uno de sus oponentes. Cuando Kai le sonrió y agradeció su ayuda se sintió feliz ya que el chico llevaba demasiado tiempo sin sonreír, intentando ser un gran líder, un líder serio como lo era el Cazador Kris.



            Hacía meses que ZiTao desaparecía sin dejar rastro y BaiXian estaba muy preocupado, a pesar de que intentara disimularlo cuando pasaba su tiempo libre junto a Kai o Chen estos se habían dado cuenta de lo que le pasaba por la cabeza, siempre había sido alguien bastante trasparente al que podían leer con claridad. El líder, que pasaba más tiempo a su lado, intentaba distraerlo de sus preocupaciones y siempre lo conseguía. Lo llevaba a ver los entrenamientos de los futuros Cazadores y a los que tendrían que entrenar cuando tuvieran el permiso para hacerlo y cuando estaban haciendo las tareas que les tocaban para la comunidad, lo animaba y jugaba con él para sacarle una sonrisa.

            Kai era un gran chico con un corazón enorme, un líder preocupado por sus compañeros de grupo, una persona responsable, la mejor persona que BaiXian podía haber conocido.

            Una tarde estaban sentados en la orilla del río después de pasar la mañana entrenando y parte de la tarde en casa, sin hacer nada. Kai lo había hecho salir porque el chico se estaba preocupando demasiado por ZiTao, con la excusa de querer decirle algo que Chen no podía escuchar, pero ahora que estaban completamente, el líder no pronunciaba palabra alguna, desesperando de esta forma a BaiXian, que no pudo quedarse callado por más tiempo.

            —¿Por qué me has traído hasta aquí para hablar y ahora no dices nada? —preguntó.
            —Es complicado de decir…
            —Nos conocemos de toda la vida, Kai, puedes decirme lo que sea —pidió. Su líder inspiró hondo antes de volver a hablar, con la vista fija en las Montañas de Fuego que se alzaban ante ellos a no demasiada distancia.
            —¿Qué sentimientos tienes por ZiTao? —soltó finalmente, dejando muy confundido a BaiXian.
            —No entiendo a qué te refieres… —murmuró.
            —¿Lo amas?
            —¿Qué? ¡No!
            —¿Y por qué estás siempre preocupado por él cuando desaparece?
            —Bueno… ZiTao ha sido mi mejor amigo desde que llegué a este lugar, la persona que siempre me ha protegido y cuidado cuando alguien intentaba hacerme daño… —contestó—, es normal que me preocupe por él.
            —¿Entonces no sientes nada por él?
            —¿Por qué estamos hablando de sentimientos, Kai? —cuestionó—. Siempre he creído que eras una persona que tenía los sentimientos en otro plano.
            —Antes era así… —comenzó—, porque creía que ZiTao y tú teníais algo más que amistad entre vosotros… Algo así como lo de Kris y LuHan…
            —¿Y eso que tiene que ver?

            En lugar de responder a la cuestión, Kai se armó de valor y miró los ojos castaños de BaiXian fijamente, con un inmenso cariño antes de salvar la distancia que separaba sus rostros con rapidez y besar sus labios sin que el otro se diera cuenta de lo que pasaba hasta que pudo reaccionar, cuando la lengua de su líder pugnaba por ingresar dentro de su boca. Kai sentía cosas por él… No podía ser posible… Pero allí estaban, besándose, porque sin ser consciente, BaiXian estaba devolviendo el beso con ganas y con el corazón latiéndole a mil por hora.

            —Esto… Yo… —comenzó BaiXian cuando se separaron.
            —No hace falta que digas nada —una sonrisa triste apareció en el rostro del otro antes de que cambiara su expresión a la habitual seria que siempre tenía y levantarse del lugar.
            —No, espera —dijo el chico, haciendo que se girase y buscando sus labios por iniciativa propia.

            No sabía qué era exactamente lo que había en su corazón, pero lo único que quería era que Kai siguiera a su lado, como los últimos meses, por siempre.