lunes, 7 de octubre de 2013

EXO

Capítulo 15
Imposible


   En cuanto acabó el tráiler de la película que llevaba siglos queriendo ver, anunciando que ya estaba en el cine, me abracé fuertemente a Kevin, ignorando la mirada inquisitiva de LuHan.

   -Quiero ir a ver esa película- le susurré lo suficientemente bajito para que solo él me oyera.
   -¿Esa de zombis que acaban de anunciar?- me preguntó en el mismo tono de voz en el que yo le había hablado. Asentí y él miró hacia otro lado- ¿cuándo quieres ir?- una gran sonrisa se extendió por mi rostro al escuchar su respuesta.
   -¿Puede ser mañana por la mañana?
   -Puede ser- me apreté más fuerte contra su cuerpo y él me rodeó con sus brazos.
   -Gracias…- dudé en lo siguiente que iba a decir, pero al final lo dije- te quiero- no esperaba una respuesta, sabía que Kevin era muy dado a no mostrar sus emociones, así que cuando me dio un pequeño beso en la frente y susurró un “y yo a ti” sentí que moría de felicidad.

-oooOOOooo-

   Estaba mirando mi calendario para ver cuando tenía que entregar algunos trabajos, por si tenía que ponerme a ello o poder dedicar mi tiempo a otra cosa, cuando vi algo que no recordaba haber apuntado. El día 26 de Marzo estaba redondeado con color rojo y tenía un pequeño texto a su lado:

“MinSeok. No te olvides de mi cumpleaños ^.^”.

   Sonreí unos momentos y luego la sonrisa se me borró de la cara. Estábamos a 24, eran más de las diez de la noche y al día siguiente era Domingo. No me había acordado de su cumpleaños y no le había comprado ningún regalo.

   -Mierda.

-oooOOOooo-

    -Por lo que he entendido- comencé- el chino este de las ojeras os apoya y os va a encubrir- él asintió- muy bien, entonces… ¿qué tengo que ver yo en la ecuación?
   -Pues… es que si LuHan sale solo mucho tiempo y muchos días, los otros comenzarán a sospechar, por lo que te necesitamos- contestó SeHun.
   -Sigo sin entenderlo.
   -Es para que Tao no se sienta incómodo entre nosotros dos- dijo- y así haces también otro amigo.
   -Yo no quiero hacer otros amigos- me quejé.
   -Hacer amigos no es malo.
   -Sí lo es.

-oooOOOooo-

   Bajé a la cocina el Domingo por la mañana por el rico olor que provenía de ella. Me esperaba a mi madre haciendo alguna cosa deliciosa para el desayuno, pero mi gran sorpresa fue ver a BaekHyun, con un delantal rosa de flores y volantes en la cocina, moviendo su cuerpo al ritmo de una música que él solo escuchaba y poniéndome a cien desde primera hora de la mañana. Su cuerpo debería ser un delito.

   Caminé hacia él, intentando no hacer ningún ruido para darle una sorpresa y abrazarlo por la espalda, para darle algunos mimos. Mis padres todavía dormían, los Domingos eran sagrados para ellos.

   Cuando estuve justo detrás de él, llevé mis brazos alrededor de su cintura y lo atraje fuertemente contra m cuerpo. BaekHyun se puso tenso al momento, pero en cuanto su trasero rozó contra mi erección matutina, lanzó gemido bajo.

   -Channie…- susurró- ¿qué haces?
   -¿No es obvio?- pregunté- abrazo a la persona a la que quiero.
   -Channie… ¿tus padres?
   -Durmiendo.
   -Pero…
   -Quiero tocarte- murmuré en su oreja con mi voz cargada de deseo y él se estremeció entre mis brazos.
   -No podemos…
   -Claro que sí- llevé una de las manos que envolvían su cintura un poco más abajo y él jadeó.
   -Ahhh… nos van a descubrir…
   -No lo harán…
   -Channie…
   -Oh, ¿qué es ese olor tan bueno?- al escuchar la voz de mi madre bajando las escaleras de casa me separé rápidamente de BaekHyun en me senté en la mesa de la cocina, intentando esconder mi erección, mientras él intentaba volver a concentrarse en el desayuno que estaba preparando- ya decía yo- dijo al entrar en la cocina- sabía que mi hijo no podría estar preparando nada que oliera tan bien.
   -No sirvo para la cocina- murmuré.
   -Antes de que te salga bien algo quemas la cocina- comentó mi madre.
   -Qué razón tiene, señora Park- secundó BaekHyun mirándome con una sonrisa adorable que me derritió.

-oooOOOooo-

   Estaba quitando las malas hierbas del jardín delantero de casa cuando KyungSoo se asomó por la verja y me dirigió una sonrisa encantadora. Estaba radiante. Ver a su amigo parecía que le había hecho muy bien.

   -Hola- saludó.
   -Hola, KyungSoo- le devolví el saludo- ¿qué tal ayer con RyeoWook?- pregunté y una enorme sonrisa apareció en su rostro.
   -Fue genial- contestó- de hecho hoy quedamos otra vez.
   -Oh, eso es fantástico.
   -Sí, aunque dijo que hoy quería decirme algo importante…- su semblante cambió a uno más serio y yo me levanté del césped para ir hacia él.
   -Tranquilo, seguro que será algo bueno- él me dirigió una pequeña sonrisa y asintió.
   -Espero que sea así- murmuró mirando su reloj.
   -¿llegas tarde?- cuestioné y él negó con la cabeza- entonces… ¿te importaría hacer un poco de compañía a este desgraciado chico al que le toca arrancar las mala hierbas del jardín un rato?
   -No me importaría- dijo- tu compañía siempre es agradable, JunMyeon hyung.

-oooOOOooo-

   Salimos sobre las diez del apartamento, dejando a Tao y a LuHan durmiendo como troncos, para ver la película. El día anterior YiXing se había puesto tan meloso al pedirme que lo acompañara que no me había podido resistir y decirle que no, aunque la película no era nada del otro mundo.

   Por la calle iban parejas de adolescentes en su día libra, agarrados de las manos tímidamente o tan pegados el uno al otro que a veces costaba diferenciar donde acababa cada uno. ¿Por qué tenían que hacer cosas así en la calle?

   Me tensé cuando sentí la mano de YiXing deslizarse por la mía tímidamente hasta que ambas encajaron perfectamente. Lo miré interrogativo, pero él solo me dio un pequeño golpe en el brazo y agachó su cabeza, avergonzado.

   Sentía su pulso a través de nuestras manos unidas y este era acelerado. Quizás no fuera tan malo agarrar la mano de alguien. Una pequeña sonrisa se asomó a mis labios, pero fue borrada en cuanto doblamos la esquina.

   En aquella calle se encontraba un chico menudo y castaño que reconocería en cualquier sitio. ¿Cómo podría olvidarme de la persona que me guio cuando estaba perdido?

   -RyeoWook- dije y él esbozó una pequeña sonrisa.
   -Nos volvemos a encontrar- murmuró.
   -¿Qué… qué haces aquí?- estaba confundido, muy confundido.
   -Vengo a darte información y a pedirte un favor- contestó.
   -¿Cómo sabías…? Da igual… dime.
   -Kevin… ¿quién es él?- preguntó YiXing.
   -Te lo explicaré todo en casa.

-oooOOOooo-

   Me levanté de la cama y todavía medio dormido, fui hacia el baño. Un poco más despierto me dirigí hacia la cocina, esperando encontrarme a los otros tres chicos con los que vivía. Esperaba a Kevin mirando disimuladamente a YiXing, cuando no me echaba miradas asesinas a mí. A Tao comiendo cualquier cosa mientras hablaba animadamente con YiXing y a este intentando captar la atención de Kevin, sin saber que ya la tenía.

   Sin embargo, cuando entré, no me encontré nada de eso. No había nadie en la cocina. Extrañado me dirigí al salón, pero tampoco había nadie. En mi habitación YiXing no estaba y no pensaba entrar en la de Kevin para comprobar si se encontraban allí. A saber qué cosas estarían haciendo esos dos allí dentro.

   Así que finalmente opté por ir a la habitación de Tao. Llamé a la puerta, pero no obtuve contestación ninguna, solo una suave música que te invitaba a relajarte y a quedarte dormido de pie y con los ojos abiertos. Entré sin permiso y me encontré a Tao con una vara de madera moviéndose al suave ritmo de la música. Daba patadas, puñetazos, vueltas y manejaba aquel palo como si fuera una parte más de su cuerpo.

   -Wow- murmuré en cuanto acabó y él me sonrió- no sabía que pudieras hacer esto.
   -Bueno… no sé muy bien todavía, tengo que seguir practicando…- contestó algo avergonzado.
   -Pero eres bueno- comenté- si yo hiciera eso, el palo acabaría estampado contra la cabeza de alguien, mínimo- él sonrió- ¿desde cuándo practicas?
   -Desde que descubrí que tenía poderes- dijo- como mi poder no es muy útil para poder luchar, pensé en esto como un buen método para poder defenderme si alguna vez me atacaban y estaba solo.
   -Pero tu poder es impresionante, Tao- le dije- para el tiempo es una cosa increíble.
   -Ya… pero no sirve para matar enemigos.

-oooOOOooo-

   Salí de la casa de JunMyeon cuando aún faltaba una media hora para encontrarme con RyeoWook. Me gustaba llegar a los sitios temprano para así poder observar la gente que iba y venía de un lado a otro.

   Estaba muy emocionado. Hacía siglos que no veía al chico y me encantaba estar en su compañía, así que encontrarme dos días seguidos después de tanto me ilusionaba. Estaba feliz.

   Sin embargo, me quedé de piedra al doblar la esquina. Era imposible que aquello estuviera pasando. Kevin tenía en sus manos dos bolas de fuego, levitando, al igual que él. No podía ser, no podía. Me acerqué titubeando al lugar en el que estaban y YiXing me vio.

   -¿Ryeo?

   Él se giró y abrió sus ojos al máximo al verme. Lo último que vi de él antes de que entrara en combustión espontánea, fue su expresión de disculpa. Noté una lágrima caer por mi mejilla y aunque vi a YiXing intentar acercarse a mí, yo salí corriendo.

   Acababan de matar ante mis ojos a mi mejor amigo.




sábado, 5 de octubre de 2013

Love Light

Love Light



Desde el primer momento en que te vi, sentí que eras la persona indicada para mí. Mi media naranja, mi alma gemela.

Estabas ojeando un libro entre las estanterías de la biblioteca a la que acababa de entrar con mis amigos. Tu largo pelo estaba recogido en una coleta alta ladeada hacia la izquierda. Los mechones castaños caían por tu hombro, envolviéndolo con delicadeza. El uniforme de un colegio privado para chicas de la ciudad, perfectamente colocado y pulcro. Unas gafas tan grandes que apenas cabían en tu rostro angelical completaban aquel conjunto celestial.

Me quedé embobado observándote. Mi corazón no paraba de latir rápidamente y sentía mis mejillas calientes.

Podía escuchar cómo mis amigos me molestaban, se metían conmigo y amenazaban con ir en tu busca. Sin embargo, no podía hacer nada más que observarte como si fueras la mejor droga y yo un drogadicto.

Cuando te miro,
Mi cara se pone roja
Cuando te veo
Mi corazón hace bum, bum
Hablo con timidez como un niño.

Desde ese momento, no he faltado ni un solo día a aquella biblioteca con la esperanza de poder volver a verte.

Pasaron dos semanas en las que pensé una y otra vez que jamás te volvería a ver y que solo habías sido un espejismo. Me arrastraba a aquel lugar lleno de esperanzas y salía de él muerto en vida.

Necesitaba volver a verte y saber que eras real.

Cuando te miro,
Sonrío de la nada
Sigo haciendo eso como un tonto
Creo que el amor llegó a mí...

Después de esas dos semanas, cuando apareciste por la puerta del lugar, mi corazón comenzó a latir de nuevo, mis mejillas se sonrojaron y una sonrisa tonta apareció en mi rostro sin que yo pudiera detenerla.

Te observé caminar entre las estanterías, buscando algún libro en particular, frunciendo tus labios y tu ceño al no encontrarlo rápidamente y sonriendo como una niña cuando lo encontraste.

En ese momento caminaste hacia mí y con una sonrisa te sentaste en la mesa en la que yo estaba, justo frente a mí.

“Hola” dijiste con una tímida sonrisa.
“H-hola” contesté yo, trabándome la lengua aun cuando sólo había dicho una simple palabra.

En ese momento solo tenía una cosa clara, me había enamorado de ti.

Tú eres la presidenta de mi corazón
Eres la estrella bordada en mi pecho
Soy un genio por ti, chica,
Me haces dejar de respirar
Lo que sea que quieras
Porque te amo
No hay motivos para mi amor,
¿Sabes?

Eras simplemente hermosa. Todo lo que hacías encarnaba de manera espectacular cada tipo de belleza que pudiera haber en el mundo.

Me dejabas sin respiración cada vez que te veía acercarte al lugar en el que te esperaba cada tarde y me sonreías saludándome simplemente.

Solo ha pasado un mes desde la primera vez que te vi y puedo decir que te amo. Te amo sin motivo alguno, pero te amo.

Sin embargo, tú no lo sabes.

Tú eres un encanto
Más bella que las estrellas
En el cielo nocturno
Lo que más brilla
En lo profundo de mi corazón
Mi propia luz de amor
Te amo, cariño.
A mi lado dame luz cuando sea
Todas las noches te miro,
Te veo a ti,
Eres hermosa,
Tú eres mi luz de amor.

Sin saberlo te has convertido en la luz que guía el camino de mi vida. Sin que te dieras cuenta, Cupido había lanzado una flecha certera en mi corazón y te habías clavado en lo más profundo de mi éste.

Cada noche imagino que te tengo a mi lado, que duermes junto a mí. Imagino tu cuerpo lleno de curvas, tu pelo castaño cayendo en cascada sobre tu rostro y la almohada y una expresión celestial en tu cara mientras duermes profundamente.

Tú eres mi luz de amor.

Cuando te miro
Siento que estoy en las nubes
Puede ser inmaduro,
Pero sigo haciendo eso
Creo que el amor llegó a mí...

A veces me quedo perdido en mis pensamientos mientras te miro. Eres tan hermosa que no puedo evitarlo. Solo vuelvo a la realidad cuando escucho tu débil risa y te sonrío tímidamente mientras me sonrojo.

Cada día estoy más y más seguro.

Me he enamorado de ti.

Te amo.

Eres la persona que siempre había buscado.

Tú eres un encanto
Más bella que las estrellas
En el cielo nocturno
Lo que más brilla
En lo profundo de mi corazón
Mi propia luz de amor
Te amo, cariño.
A mi lado dame luz cuando sea
Todas las noches te miro,
Te veo a ti,
Eres hermosa,
Tú eres mi luz de amor.

Tres meses más tuvieron que pasar para que me armara de valor para poder preguntarte tu nombre.

Recuerdo que era un lunes lluvioso. Ese día estaba muy nervioso, no sabía qué hacer, cómo comenzar la conversación o cómo preguntarte esa simple cosa.

Cuando te vi aparecer sentí que mi corazón dejaba de latir, literalmente y mi boca comenzó a secarse. Tragué saliva y carraspeé para que mi voz fuera lo más normal posible cuando te hablara.

Sonreí ampliamente al verte acercándote a mí, y me dejaste estupefacto cuando, en vez de sentarte donde solías, te sentaste junto a mí.

“¿Puedo sentarme aquí?” preguntaste. Tus mejillas estaban sonrojadas y te hacían ver aun más hermosa de lo que eras.
“C-claro” balbuceé.
“Mi nombre es Seo JooHyun, por cierto” te presentaste.
“Jung YongHwa” acerté a decir mi nombre correctamente antes de que me sonrieras y mi mundo comenzara a dar vueltas.

Eres encantadora
Eres más cegadora que
La luz del sol en el cielo
Haces brillar los lugares
Oscuros dentro de mi corazón
Mi propia luz de amor

Desde el primer momento en que te vi supe que cambiarías mi vida completamente, y no me equivoqué. Traías luz a mis días oscuros, los llenabas de calidez y de amor, y me guiabas a través de la luz, como un ángel.

Por eso, un año después de nuestro primer encuentro, me atreví a declararme.

Ese “sí” salido de tu pequeña boca fue la palabra más hermosa del mundo. Una palabra llena de promesas.

A partir de ese momento, los siguientes meses fueron los más felices de mi vida.

Te amo, preciosa
Incluso si cierro los ojos te veo
Mirándote así,
Mirándote,
Aun me ciegas todavía

Pero todo finalizó cuando con un par de palabras te despediste de mí. Te ibas a Japón con tu familia, habían trasladado a tu padre en su empresa y no podías quedarte.

Sin embargo aún te amo. Aún sigo esperando que vuelvas, porque…

Tú eres mi luz de amor.



jueves, 3 de octubre de 2013

Sea Of Love

Epílogo


   -¿Estás seguro que esto es una buena idea, KyungSoo?- preguntó mi amigo al otro chico y este asintió.
   -Es la mejor que he tenido nunca- contestó.
   -Bueno… por lo menos el principio salió bien- comenté mirando al edificio que teníamos en frente.
   -Sí, pensé que la primera fase del plan ni siquiera podría llevarse a cabo- dijo JongIn.
   -Nunca me subestiméis- dijo el otro chico con una sonrisa, caminando hacia la verja y atravesándola.

   JongIn y yo nos miramos antes de encogernos de hombros y caminar tras él. Todavía no me podía creer lo que habíamos hecho. Habíamos convencido a nuestros padres que queríamos ir a nuestra Corea natal para ir al Instituto a hacer los últimos años y luego a la Universidad.

   Pero allí estábamos, avanzando por los pasillos de aquel edificio buscando la secretaría para que nos dieran las llaves de las habitaciones en las que a partir de ese momento viviríamos. Era un Internado para ricos, el mismo Internado en el que estaba BaekHyun.

   Mi corazón comenzó a acelerarse y mis manos empezaron a sudar. Estaba muy nervioso. Ya había pasado un mes desde que lo había visto por primera vez, y aunque hablábamos por teléfono no era lo mismo. Sentí una mano en mi hombro y miré a mi amigo para contemplar una sonrisa tranquilizadora.

   -Todo estará bien- me dijo y en ese momento llegamos a la secretaría.
   -Perdone- escuché decir a KyungSoo a la mujer que había tras el cristas- somos Do KyungSoo, Kim JongIn y Park ChanYeol, venimos a por las llaves de nuestras habitaciones.
   -Sí, un momento- la mujer comenzó a revolver papeles y luego a buscar en un cajón, poco después, sacó tres llaves- Do KyungSoo habitación 365, tu compañero se llama Kim JunMyeon- le dio la llave- Kim JongIn, habitación 431, tu compañero es Oh SeHun- le entregó su llave- Park ChanYeol- me llamó y yo me acerqué- habitación 659, tu compañero se llama Byun BaekHyun.

   Me quedé paralizado y lo único que pude hacer fue recoger la llave que la mujer me entregaba. No podía ser, BaekHyun. Intenté calmarme, seguro que había miles de Byun BaekHyun por el mundo, no tenía por qué ser él. Aunque habíamos ido a aquel lugar en su busca, compartir habitación era algo que no me esperaba para nada.

   No fui consciente de cuando comenzamos a andar, ni de cuando los chicos me guiaron hasta la puerta de mi habitación y me dieron ánimos antes de llamar ellos a la puerta y salir corriendo. Solo fui consciente de lo que pasaba cuando vislumbre unos ojos castaños que me miraban con sorpresa y acuosos.

   -¿ChanYeol?- susurró y yo carraspeé.
   -Park ChanYeol, a partir de ahora, seré tu nuevo compañero de habitación- una gran sonrisa se extendió por sus labios y de sus ojos comenzaron a salir lágrimas justo antes de lanzarse sobre mí y abrazarme fuertemente.
   -No sabes cuánto te he echado de menos- susurró- así que dime que esto no es una broma.
   -Esto no es ninguna broma- le contesté separándolo de mí y haciéndolo mirar a mis ojos- a partir de ahora no me separaré nunca- él sonrió.
   -Nunca- y me besó.


-Fin-


   N.A.: Lo mismo, no lo sé con seguridad, escribo otro fic, que sería continuación de este y en el que se vería su vida en el Internado. Saldrían los demás chicos, por lo que, si me decís que puede tener futuro una continuación, la hago.


   De momento, muchas gracias a aquellas personas que han seguido el fic y me han esperado todo lo que he tardado en escribirlo, que ha sido bastante. Os quiero.

EXO

Capítulo 14
Normalidad


   YiXing estaba sacando las muestras de sangre de una máquina extraña cuando oí unos ruidos por el pasillo. Miré extrañado hacia la puerta, ya que él me había dicho que a esas horas no debía haber nadie en el lugar, y me acerqué lentamente a ella, para asomarme por la pequeña ventana que esta tenía. Pude ver cómo acababan de doblar la esquina un par de hombres con batas, que se dirigían dónde estábamos nosotros.

   -YiXing- llamé y él se volvió hacia mí- tenemos compañía. En su rostro se formó una expresión de pánico y pavor, quedándose estático- vamos, muévete- murmuré mientras me dirigía hacia él- Lay… coge todo lo que necesitemos, ya…

   En ese momento salió del trance en el que estaba, asintió y comenzó a quitar todo lo que había puesto por medio en el par de horas que habíamos estado allí, borrando las huellas de nuestro paso por el sistema. En cuanto acabó, guardó las muestras y los papeles que había impreso en su mochila y se colgó a mi espalda. No le había llevado ni un minuto hacer todo eso.

   -Listo- susurró y yo me lancé por la ventana en el instante en el que la puerta se abría.

-oooOOOooo-

   Salía de mi casa en el momento en el que KyungSoo pasaba por delante de esta. Corrí hasta la verja y le grité para llamar su atención. Él se volvió hacia mí con una sonrisa y yo aproveché que se detuvo para cruzar la verja y llegar hasta él.

   -¿Qué tal, hyung?- me preguntó.
   -Bastante bien- contesté viendo cómo miraba el reloj de su muñeca, de forma distraída- ¿tienes prisa?
   -Un poco sí- murmuró- he quedado.
   -¿Quedado?- pregunté levantando una ceja y él rápidamente negó con su cabeza.
   -No he quedado de esa forma- dijo- ¿recuerdas a mi amigo del colegio?
   -¿Ese chico muy bajito, como tú?- me echó una mirada fulminante, pero asintió.
   -El mismo.
   -¿Cuánto lleváis sin veros?
   -Un par de años- contestó.
   -Entonces no te entretengo más- KyungSoo sonrió- ¡dale recuerdos a RyeoWook de mi parte!- le grité mientras él salía corriendo.

-oooOOOooo-

   Abrí los ojos con una lentitud infinita. Estaba tan cansado que los párpados me pesaban toneladas y además, estaba calentito en la cama. Si hubiera sido por mí, me hubiera tirado toda la mañana del Sábado durmiendo, pero con la voz de SeHun diciéndome que me despertara no podía.

   Me desperecé y lo miré con los ojos entrecerrados, intentando enfocarlo, hasta que lo conseguí. Mi amigo y compañero de habitación parecía preocupado y LuHan también lo parecía, aunque no tenía sentido, normalmente él y yo nos llevábamos a matar… un momento…

   Abrí mis ojos de golpe y me senté en la cama, mirándolos a los dos sorprendido. ¿Cómo…?

   -Antes de que preguntes nada- dijo LuHan adivinando mis intenciones- ¿cómo te encuentras?
   -Creo que bien- contesté- cansado… pero nada que no se arregle tirándome el fin de semana durmiendo como un lirón.
   -Menos mal…- susurró SeHun acercándose a mí para darme un abrazo- no preocupaste mucho cuando te desmayaste en brazos de Tao.

   Al escuchar el nombre del chino que se había acoplado a la tele transportación y me había agotado más todavía me tensé y separé a SeHun de mi cuerpo para mirarlo fijamente a los ojos.

   -Tranquilo- dijo LuHan- después de que te desmayaras tuvimos una conversación los tres.
   -¿De qué hablasteis?
   -Sobre todo esto- contestó SeHun con una sonrisa- y nos dijo que nos encubriría, que no le diría nada a Kevin- se acercó hasta LuHan y lo apretó fuertemente contra su cuerpo- podremos estar juntos siempre que queramos.

-oooOOOooo-

   Todavía no sabía por qué había hecho aquello el día anterior. Había abrazado a MinSeok casi toda la tarde, hasta que empezamos a quedarnos dormidos y salimos del sótano para dormir en nuestras camas.

   No debía haberlo hecho. No sabía si él sentía algo por mí, porque yo sí que sentía cosas por él. No sé si amor es la palabra correcta para algo que comenzó a surgir hace poco, pero sí que podía afirmar que me gustaba mucho. Por eso, quería protegerlo a toda costa. No quería que se volviera a encontrar con algún enemigo y menos que estuviera solo en esos momentos.

   Poder congelar a alguien podría ser efectivo en una lucha, pero para ello debía tocar al enemigo y eso era demasiado peligroso, jamás lo pondría en tal riesgo si estuviera en mi mano.

   Salí de mis pensamientos obsesivamente protectores cuando noté un peso sobre mi cama.

   -Jong…- su voz llamándome- JongDae…
   -¿Mmm…?
   -Es hora de despertar…
   -No quiero- dije como un niño pequeño, de todas formas él era dos años mayor que yo y este era su último año de Universidad. debía cuidarme que para eso era mi hyung.
   -Oh… vamos… no seas remolón…
   -Minnie…
   -Dime...

   Mi boca se abrió, pero de ella no salió ninguna palabra. ¿Qué estaba a punto de decirle? No podía, no podía hacerlo. Retiré las sábanas de mi cara y lo vi, esperando a que continuara. Cerré mis ojos unos momentos y luego salí de la cama.

   -No era nada… solo te iba a hacer aegyo para que me dejaras dormir más…- inventé sobre la marcha- pero tú eres más mono que yo- MinSeok sonrió de una manera completamente adorable.
   -Gracias, pero tú también eres mono- se levantó de mi cama y se fue, dejándome con la cara roja y el corazón golpeando rápidamente dentro de mi pecho.

-oooOOOooo-

   -¿He entendido bien lo que me habéis dicho?- preguntó Tao haciendo como si se quitaba cera de la oreja para poder escuchar mejor.
   -Si has entendido que ayer por la tarde nos colamos en el Laboratorio para hacerles unas pruebas a las muestras de sangre, entonces has entendido bien- me contestó Kevin y el chico abrió sus ojos a más no poder.
   -Pero eso está…
   -Ya lo sé- dije yo- está prohibido y mucho- Kevin bufó- es allanamiento y casi nos pillan… si lo hubieran hecho yo…- sentí una mano sobre mi hombro y vi a Kevin sonriéndome.
   -Tranquilo, no lo hicieron… y ahora tenemos todo lo que necesitábamos, ¿verdad?
   -Sí- contesté.
   -Por cierto, ¿dónde está el enano?- preguntó y Tao frunció el ceño sin entender. Yo tampoco lo había entendido- LuHan- aclaró.
   -No es un enano- repliqué.
   -Bah.
   -Está en la Biblioteca- contestó Tao- lleva toda la semana allí- explicó- normalmente lo acompaño y estudiamos… pero es Sábado y hoy no tenía ganas.
   -¿Se ha encontrado con su novio?- preguntó Kevin.
   -No.
   -Entonces bien.

-oooOOOooo-

   -¿Y bien?- dijo el padre de ChanYeol- ¿qué habéis hecho esta semana?- el chico se atragantó con la tostada que se estaba comiendo y supe en ese momento que nos habían descubierto.
   -Cuidado, hijo- su madre le dio unas palmadas en la espalda hasta que pudo respirar con normalidad.
   -Gracias- murmuró.
   -¿Y bien?- inquirió su padre.
   -No mucho- dijo. Eso era verdad, apenas habíamos pasado de los besos, menos el día anterior. Todavía no podía olvidar su gran mano envolviendo mi pene- hemos estado haciendo un par de cosas para la Uni, ayudando a JunMyeon hyung con su trabajo y poco más- esas cosas también eran ciertas.
   -¿No habéis dormido juntos?
   -No.
   -No me mientas…
   -No estoy mintiendo.
   -ChanYeol, dime la verdad, so tu padre- se miraron unos momentos a los ojos y luego los de ChanYeol se fijaron en los míos.
   -¿Se lo cuento?- el pánico me invadió por dentro y quise gritarle que ni se le ocurriera, pero solo negué con la cabeza, la voz no me salía- la verdad es que dormimos juntos el Martes- contó- entró un bicho en la habitación de YuRa y BaekHyun decía que no entraría allí ni muerto, así que…- en cuanto oí eso me relajé e intenté poner mi mejor cara de avergonzado.
   -¿Qué bicho era?- me preguntó la madre de ChanYeol.
   -No lo sé- dije- pero era grande y negro y me dio mucho miedo.

   Después de eso, el almuerzo fue de maravilla. La comida de la madre de ChanYeol era un gustazo y no se volvió a tocar el tema, de hecho, apenas intercambiamos unos monosílabos. Solo cuando él y yo salíamos de casa para ir al cine a ver una peli nos atrevimos a hablar.

   -Pensé que ibas a contar lo nuestro- murmuré y él se detuvo en mitad de la calle.
   -¿Y qué es lo nuestro?- preguntó, acercándose a mí.
   -Ya sabes… eso de que… nos queremos…- agaché mi cabeza, avergonzado.
   -No se lo contaré si tú no quieres.
   -Gracias.
   -Te quiero- susurró inclinándose hacia mí para darme un pequeño beso en los labios.
   -Yo también te quiero.

-oooOOOooo-

   Habíamos pasado toda la mañana juntos de un lado para otro. Era genial poder estar de nuevo con RyeoWook, lo había echado muchísimo de menos. Estábamos comiéndonos un helado en un parque, cuando me di cuenta de que llevábamos un rato en completo silencio. Eso era raro, ya que él siempre hablaba por los codos.

   -¿Te pasa algo, Ryeo?- pregunté y él negó con la cabeza.
   -No… solo… me preguntaba si te apetecería quedar mañana también- contestó.
   -Claro que sí, me encantaría- dije. Estaba muy feliz porque él quisiera verme de nuevo.
   -Genial- me dio un abrazo- entonces… ¿nos vemos mañana donde hoy?
   -Claro.
   -No te retrases- dijo- mañana quiero contarte algo.
   -¿Y no me lo puedes decir ahora?
   -Mejor mañana- y se fue.






miércoles, 2 de octubre de 2013

Myself {Tao}

8/8 Myself {Tao}

   Solo. Estaba completamente solo. No podía pedir un mejor escenario para practicar el deporte conocido como masturbación en el baño. Llevaba siglos sin tocarme, sin desahogarme y ya tenía ganas. Tenía demasiadas ganas y no había podido aplacarlas por culpa de los dos ComeBacks tan seguidos que habíamos tenido. Tampoco había podido desfogar con mis compañeros, como hacíamos en época de calma y aquello me estaba matando por dentro.

   Necesitaba una buena paja y la necesitaba a ser posible ya.

   Salí de mi habitación y caminé completamente desnudo hasta el baño más cercano. Después, cerré la puerta detrás de mí y le eché el pestillo. No era cosa de que cuando volvieran me encontraran masturbándome en el baño. Aunque la verdad, no me importaba, si eso ocurría, podríamos hacer incluso más cosas, mucho más excitantes que una simple paja. Pero no podía arriesgarme por el mánager.

   Eché agua en la bañera y cuando hubo un par de dedos, entré al agua tibia. Me senté y estiré mis piernas, dispuesto a relajarme unos momentos antes de pasar a la acción. Cerré mis ojos y me puse a pensar.

   Pensar en los chicos desnudos, pensar en que todos y cada uno de ellos me tocaban, pensar en que una noche podríamos hacer una orgía, todos con todos. No pasé demasiado tiempo imaginando cómo sería algo así cuando ya noté que me había puesto algo duro. Mi imaginación era poderosa.

   Llevé mi mano derecha a mi miembro y comencé a tocar. Pensé que era la mano de YiXing ge la que me tocaba, imaginé su sonrisa con aquel hoyuelo mientras lo hacía, sus ojos oscuros y sus labios gruesos. Seguí imaginando que era su mano la que iba arriba y abajo sobre mi miembro, pensando que era él quien me estaba haciendo delirar.

   Paré un momento el movimiento y cogí aire.

   Esta vez era LuHan ge quien me tocaba. Podía imaginar sus pequeñas manos alrededor de mi miembro, dándome más placer que cualquier otra, porque sabía exactamente donde tocar para hacerme llegar al paraíso. Él pasaba sus dedos por la punta, surcaba las venas, arañando con sus cortas uñas y me estaba haciendo llegar. Pero necesitaba más, mucho más.

   Hice otro parón, esta vez para colocarme bien, de rodillas, ya que lo siguiente iba a ser lo mejor.

   Chen y KyungSoo hyung comenzaron a masturbarme, pero desde dos lugares diferentes. Mientras que Chen hyung se encargaba de mi miembro, KyungSoo hyung había comenzado a penetrarme con sus dedos. Uno, luego dos y más tarde tres, intentando llegar al lugar que me haría morir de placer.

   En unas cuantas embestidas, tocó aquel punto que me volvió loco y gemí fuerte. Chen hyung comenzó a mover su mano más y más rápido sobre mi miembro mientras KyungSoo hyung me penetraba una y otra vez con sus dedos de una manera más salvaje, siempre tocando mi próstata.

   Unos momentos después, me corría en la bañera y caía hacia atrás, exhausto. Todo el cuerpo me temblaba, pero el orgasmo había sido exquisito. Llevaba demasiado tiempo sin hacer aquello y lo necesitaba.

   Quizás la siguiente vez que lo hiciera, en vez de imaginarlo, fuera real y que ellos me tocaran. Debía proponérselo, once negativas seguro que no me llevaba.






N.A.: Y eso fue todo ^^ Espero que os haya gustado este fic tanto como a mí me gustó escribirlo y gracias a las personas que me han estado leyendo.


PD: Ya estoy trabajando en una orgía de EXO, pero tenedme paciencia, porque es algo que no he hecho nunca ^^