miércoles, 20 de noviembre de 2013

EXO

Capítulo 24
Advertencia


   Echamos a andar a través de las calles de aquella gran ciudad hasta llegar al centro. Luego seguimos la orilla del río Han hasta que llegamos al puente de Bampo. Aquel lugar era el preferido de mi hyung. Siempre que quería descansar, o simplemente pensar, acudía a este lugar.

   Nunca había venido con él, ya que era su sitio especial. Que me estuviera llevando a él quería decir que me tenía mucho aprecio, así que no pude contener mi felicidad cuando nos detuvimos y nos sentamos en el suelo, en la orilla de aquel gran río que partía la ciudad de Seúl por la mitad.

   -Gracias por traerme aquí- murmuré y él sonrió.
   -Es lo menos que podía hacer… traer a mi lugar especial… a una persona especial…

-oooOOOooo-

   El cumpleaños de SeHun era al día siguiente y para el mío no faltaba mucho tampoco. Durante unos pocos días dejábamos nuestra diferencia de edad en tres años, para que luego aumentara a la habitual cifra de cuatro. Esto hacía varios años me volvía loco, puesto que él era menor y estudiaba en el instituto, mientras que yo ya estaba en la Universidad.

   Sin embargo, ahora ya no sentía que hubiera tanta diferencia. Mi pequeño ya no lo era tanto, puesto que había madurado mucho y además había crecido. Si antes éramos de la misma estatura, ahora él me sacaba casi una cabeza. Se había vuelto más masculino y sus rasgos se habían endurecido y curtido. En estos momentos, cuando iba a su lado, parecía yo el más joven de los dos.

   Mi pequeño me apretó la mano y me hizo salir de mis pensamientos. Caminábamos por la calle sin miedo a nada. Eso ya había quedado atrás con los días en lo que no habíamos podido vernos, ya nos daba igual que todos nos miraran raro o que Kevin nos pudiera ver. Él ya lo sabía y no había hecho ningún movimiento, parecía que YiXing había calmado a la fiera y este ya no tenía ganas de estar jodiendo con el maldito pasado.

   -¿Qué quieres hacer?- le pregunté.
   -Quiero Bubble Tea- contestó con una gran sonrisa.
   -¿En tu cafetería favorita?
   -Por supuesto.
   -Pide todo lo que quieras, será mi regalo de cumpleaños- dije y vi como su rostro se ensombreció.
   -¿No me darás nada más?
   -Bueno…- hice como que pensaba- dile a JongIn que hoy ni se le ocurra volver a la habitación.
   -Perfecto- dijo con aquella sonrisa que me hacía estar cada día más enamorado de él.

-oooOOOooo-

   Habían pasado varios días y mi relación con JongDae apenas había cambiado. Seguíamos igual que siempre a excepción de que ahora dormíamos todas las noches juntos. No lo habíamos vuelto a hacer porque el lugar en el que mi espalda pierde su casto nombre me dolía horrores.

   De hecho, no había podido ir a la Universidad porque apenas podía estar diez minutos sentado. Esas eran las consecuencias de haberlo hecho sin condón y sin lubricante, además de que JongDae había sido un poco salvaje al final. Pero de todas formas yo no me quejaba, ambos habíamos estado de acuerdo en hacer aquello y si me dolía, tenía que aguantar el tirón.

   Eso sí, como venganza lo había hecho ir a mis clases a pedir lo apuntes a mis compañeros. Eso para una persona normal hubiera sido solo un fastidio, pero para él, que le daba grima todo lo que fuera de Letras, era un suplicio. Yo lo sabía, así que por eso lo había mandado.

   La próxima vez, no me dejaría así de fácil y sin preparos.

-oooOOOooo-

   Salí del piso en el que vivía con los demás chicos y me dirigí al centro. Tenía ganas de ir de compras, hacía mucho que no lo hacía y tenía algo así como mono. Siempre me había gustado ir a la moda y hacía mucho tiempo que no estaba a gusto con la ropa que tenía en el armario.

   Tras coger un par de autobuses me encontré frente a una de las tiendas que más me gustaban y entré a ella. Parecía que aquella temporada se llevaba el estampado de leopardo, así que sonreí. Iba a arrasar.

-oooOOOooo-

   -Parece que ya has asumido que LuHan y SeHun están juntos- murmuró YiXing y yo me giré hacia él. Hacía algunos meses le habría echado una mirada de odio, pero en estos momentos yo no podía hacerle eso a él, era demasiado importante para mí.
   -Simplemente he desistido- contesté- nunca he visto a personas más determinadas que ellos dos.
   -Eso tampoco es malo…
   -Bueno… de todas maneras va a pasar todo como en el pasado, mejor que estén juntos porque no van a tener mucho tiempo.
   -Kris- susurró- ¿eso quiere decir que me volverás a encerrar para que no pueda llegar hasta ti a tiempo?

   Esa era una pregunta que no quería contestar. Lo protegería de todo lo malo que pudiera pasar ya que él era incapaz de defenderse y si eso me costaba la vida no me importaba lo más mínimo, porque él estaría bien.

   -Kris- volvió a decir, impaciente por mi respuesta, pero en esos momentos, vi algo en la ventana del salón, en donde estábamos.

   Rápidamente me levanté del sofá y protegí con mi cuerpo a YiXing, justo antes de que los cristales de esta saltaran por los aires y una persona apareciera en el hueco recién creado. Algunos cristales se incrustaron en mi cuerpo, pero en ese momento no me importaron lo más mínimo. Lo que más me importaba era protegerlo de aquella nueva amenaza.

   -¿Quién eres? ¿Qué quieres?
   -Mi nombre es EunHyuk y vengo a advertiros que ÉL se ha cansado de jugar.
   -¿Por qué ahora?- pregunté.
   -Porque quiere que sufráis… cuidad de lo que más amáis… porque lo perderéis…
   -¿Es eso una amenaza?- cerré mis manos en puños y comencé a avanzar hacia aquel enclenque. Nadie amenazaba lo que más me importaba.
   -Es una advertencia.
   -Me da igual.

   Me lancé sobre él, con las manos envueltas en llamas y alcancé a darle un puñetazo en el rostro, aunque este esquivara la mayor parte del golpe. Sonrió de lado y se apagó el fuego con un movimiento de su mano. Me quedé sumamente pillado, nunca había visto nada parecido.

   -Ten cuidado, Kevin- escuché decir a YiXing a mi espalda- parece que puede absorber los poderes.
   -Muy cierto, sanador, eso es exactamente lo que hago- contestó con una sonrisa demasiado grande para su cara- cualquier ataque es completamente inútil.

-oooOOOooo-

   Después de súplicas y súplicas por parte de ChanYeol había aceptado bañarme con él. No había nadie en casa, por lo que no había peligro de ser descubiertos, así que estaba completamente relajado mientras él me embestía fuertemente, pegándome contra la fría pared de azulejos cada vez que se introducía con ansia en mi interior.

   Los gemidos salían de mis labios sin que yo pudiera detenerlos. Ya me había acostumbrado a tener sexo con él y era lo mejor del mundo. Él gruñía mientras maltrataba la piel de mi hombro con sus dientes y el agua tibia caía sobre nosotros, empapando nuestros cuerpos y haciéndolos resbaladizos.

   Por ese ruido que hacía el agua al caer no pudimos escuchar cómo la puerta de la casa se abría, como una persona subía las escaleras y entraba en el baño en el que ambos estábamos haciendo el amor, hasta que el grito de su madre nos sacó de nuestra burbuja.

-oooOOOooo-

   Cerré la aplicación del Kakao con mala hostia y me guardé el móvil en el bolsillo delantero de mi pantalón. Me acababa de llegar un mensaje de SeHun diciéndome que no se me ocurriera aparecer por la habitación de la Residencia esa noche, que iba a pasarla con LuHan.

   Como odiaba aquello. Ya ni siquiera podía pasar mis días en aquel lugar sin que me echaran. Cuando vivía con BaekHyun no tenía mucho problema porque cuando tenía ganas de pasar por allí podía hacerlo. Ahora desde que SeHun y LuHan habían vuelto a las andadas no tenía lugar al que ir.

   Antes, pasaba los días en la discoteca, pero desde que había descubierto mis poderes no me gustaba mucho ir allí. Me gustaba mucho beber hasta casi perder el sentido y ya no podía hacerlo por miedo a que mi cuerpo se descontrolara y comenzara a aparecer y desaparecer. Aquello crearía un escándalo público y seguramente el Gobierno me encerraría en algún lugar para hacer experimentos conmigo.

   Suspiré mientras esperaba a que el semáforo se pusiera en verde y así poder cruzar. No sabía dónde podía ir. De repente, vi a la persona que menos me apetecía ver, justo en la acera de enfrente, cargado de bolsas de tiendas de ropa y antes de pensarlo siquiera, salí corriendo en dirección contraria con el corazón golpeándome fuertemente contra las costillas.

-oooOOOooo-

   En cuanto dijo aquellas palabras vi a Kevin recular hasta que se colocó delante de mí. Su mirada era demasiado peligrosa, estaba acumulando energía, sin embargo aquello no serviría de nada. Ninguno de nuestros poderes serviría de nada y Tao, el único capaz de poder hacer algo en aquella situación, no se encontraba en casa.

   Me mordí el labio inferior intentando encontrar una maldita solución, cuando de pronto, un ataque de fuego, que ninguno de los dos esperaba, impactó contra el cuerpo de Kevin. Un grito de dolor salió de sus labios antes de caer desmayado contra el suelo del salón. Rápidamente le eché por encima el agua del jarrón que teníamos en la mesa del salón para que no saliera ardiendo y me incliné sobre él para tratarlo.

   Sin embargo no había puesto ni una mano encima de él cuando sentí que algo me atrapó por detrás. Pataleé y grité, pero aquellos brazos eran demasiado fuertes. No podía dejar que aquello me superara, debía haber una solución. No podía dejar a Kevin en aquel estado, debía curarlo.

   De repente, me vino una idea a la cabeza. El enemigo podía absorber mis poderes, pero era completamente imposible que pudiera con todo aquel torrente de energía que había en mi interior.

   Decidido a intentarlo al menos, dejé que mi poder fluyera y coloqué mis manos sobre los brazos de mi captor, transmitiéndole todo el que podía, lo más rápidamente que podía.

   Al principio no tuvo efecto, pero no desesperé. Me sentía cada vez más débil, pero aun así tenía que hacerlo, hacerlo por Kevin, no podía dejarlo. Cuando ya pensaba que aquello había sido una completa estupidez, el cuerpo de mi captor dio una sacudida y me soltó antes de caer al suelo, muerto, justo antes de desvanecerse.

   Sonreí. Había funcionado. Su cuerpo sano no había sido capaz de soportar aquel torrente de leucocitos blancos que le había mandado para combatir contra una enfermedad que él no tenía. Me sentía eufórico, pero a la vez muy cansado. Como pude me acerqué a Kevin e intenté curarle las quemaduras que lo habían hecho desmayarse de dolor. Sin embargo, poco pude hacer, todo mi alrededor se desvaneció.






lunes, 18 de noviembre de 2013

Again & Again

Again & Again



            Mi corazón sigue latiendo por ti aunque tú nunca me has mirado de forma especial. Desde siempre te he amado y aunque jamás me has visto como algo más que a un amigo, yo he estado ahí, amándote en silencio.

            Me enamoré de ti porque me protegías de los demás, de aquellos que me molestaban. Me enamoré de tu sonrisa, de la forma en la que me mirabas, de tus gestos hacia mí y solo hacia mí. Una y otra vez, me hiciste caer por ti sin que fueras consciente de ello.

Una y otra vez y una y otra vez 
Una y otra vez y una y otra vez 

            Camino por las calles de la ciudad sin ser consciente de adonde me llevan mis pies. Hace días me declaré y tú me rechazaste de forma amable diciéndome que ya tenías una hermosa novia y que querías conservar mi amistad por encima de todo.

            Hace frío, pero yo no lo noto ni en la piel ni en mis huesos. Aunque la ciudad esté nevada, como pocas veces lo está, no la siento crujir bajo mis pies. Solo puedo pensar en ti, en tu sonrisa, en tu abrazo tranquilizador y en tu espalda ancha alejándote de mí.

¿Por qué estoy de pie, en frente de tu casa de nuevo? Soy un tonto 
Cómo engañado una y otra vez y con sufrimiento una y otra vez 
Pero, ¿por qué estoy en este lugar de nuevo? 

            Subo las escaleras de la casa que compartes con aquella chica que te arrebató de mi lado y me asomo a la ventana. La calidez del interior debido a la chimenea encendida casi tras pasa el cristal y me arropa. Sin embargo, verte sonriendo mientras juegas decorando el árbol de navidad con aquella chica de pelo largo y castaño me hiela de una forma casi imposible.

Creo que me he vuelto loco, no tengo orgullo 
Vuelvo a ti, al igual que la primera vez 
Diciendo "No puedo ser como este (como este, al igual que este)", 
Y vuelvo a ser este hoy, no 

            No sé por qué he acabado aquí. Nunca lo sé. Esto me hace mucho daño y no sé por qué lo hago.

            Rápidamente salgo corriendo de aquel lugar, sin mirar atrás. Siento que me estoy volviendo loco. Te amo demasiado como para dejarte ir. Te amo demasiado para dejar que seas de otra persona que no sea yo.

Una y otra vez y una y otra vez 
Sigo volviendo a ti. No sé por qué, no sé por qué 
Una y otra vez y una y otra vez 
Caigo de nuevo en tus palabras. No sé por qué, no sé por qué 

            Nos encontramos el día de Navidad para darnos los regalos. Yo no quería verte, pero no pude evitar ser débil ante ti. Siempre lo he sido.

            Sonríes y me tratas como si no hubiera pasado nada, como si yo no te amara y fuéramos solo amigos. Aun así, disfruto de tu compañía, porque todas tus sonrisas son para mí, no para nadie más.

            Sin embargo, toda la felicidad que he acumulado en esa tarde, se disipa en el momento en el que tu teléfono móvil suena y sale un “Victoria” de tus labios, acompañado con una sonrisa.

¿Por qué me parece tan tonto? 
¿Por qué me he convertido en este? 
He tomado una decisión firme 
Una y otra vez 
¿Por qué volver a ti? 

            El odio es mi único compañero. No puedo soportar verte con ella. Eres mío, siempre lo fuiste y ella no puede interponerse entre nosotros.

            He tomado una decisión y tú tendrás que tomar otra. O ella, o yo, no podemos estar ambos en tu vida.

Creo que me he vuelto loco, no tengo orgullo 
Vuelvo a ti, al igual que la primera vez 
Diciendo "no voy a verte de nuevo otra vez (verte, verte a ti)", 
Estoy siendo como esta de nuevo 

            Caigo de rodillas sobre el suelo. Lágrimas saladas recorren mis mejillas. Tomaste la decisión de quedarte con ella y no puedo soportarlo. No quiero volver a verte, no quiero verte con ella, quiero alejarme de ti, quizás yendo a un lugar en el que nadie me conozca y empezar de nuevo. ¿O quizás lo mejor sea dejarlo todo?

Una y otra vez y una y otra vez 
Sigo volviendo a ti. No sé por qué, no sé por qué 
Una y otra vez y una y otra vez 
Caigo de nuevo en tus palabras. No sé por qué, no sé por qué 

            Abro mis ojos pesadamente. En mis oídos resuena un pitido continuo e irritante que me taladra el cerebro. ¿Dónde estoy? Este no es el lugar al que quería ir.

            Una sombra aparece en mi campo de visión, pero no puedo definir ni siquiera su forma. Tengo que parpadear varias veces hasta que puedo reconocerte. Tu rostro parece preocupado, pero yo no te importo. Ni siquiera sé por qué estás aquí y por qué no estoy yo donde debía.

            “¿Es que eres imbécil o qué?” gritas y tu voz me hace daño. Nunca habías hecho eso. “¿Cómo se te ocurre tomarte un bote de pastillas? ¿En qué piensas, JoKwon?” tu coreano se tambalea, siempre lo hace cuando te pones nervioso.
            “No te importo” logro susurrar con voz ronca, una voz que jamás había escuchado salir de mis labios.
            “Sí que me importas, me importas mucho” te adelantas para cubrir mi cuerpo con tus fuertes brazos y yo vuelvo a caer por ti.

¿Qué tipo de medicina eres tú, que no puedo dejarte? 
Incluso sin saber, sigo anhelándote y, finalmente, te busco de nuevo 
Aunque sé que tú nunca lo harás, te abrazo y te quiero de nuevo 
Sin lugar a dudas, claramente, quiero ir hacia ti 
Conocer todos los dolores de la mañana 
No puedo estar de vuelta, no puedo decidir 

            Rápidamente me recupero gracias a tus cuidados y salgo del hospital. Me llevas a tu casa, en la que vives con aquella chica y siento que quiero morir de nuevo. No paso muchos días con vosotros. No puedo hacerlo, es demasiado para mí.

            Pero no puedo dejar de pensar en ti. Te importo y eso hace que mi corazón vuelva a latir por ti como siempre lo ha hecho. Pero aunque quiera estar a tu lado no puedo, porque ella ocupa el lugar que me pertenece.

Maldito él, ¿por qué estoy así?, ¿por qué estoy mintiendo al lado de esta chica? 
¿Cuántas veces tengo que hacer esto para regresar a mis sentidos? 
Alguien hágame entrar en razón, rápidamente, por favor
Él es mi perdición, lo sé (lo sé), pero aquí estoy de nuevo. Oh no 

            Mi vida se ha vuelto un completo caos. Desde ese momento, siempre estás a mi lado, pero ella viene contigo. Intento poner mi mejor cara y mentirle, decirle cosas bonitas y agradables que la hacen sonreír y que te hacen feliz a ti, mas no las siento.

            Sin embargo tengo que hacerlo para poder conservar mi cordura. De otra forma, volvería a intentar dejar este mundo o incluso intentaría hacer algo contra ella.

            Siento que me estoy volviendo loco. Necesito que alguien me ayude, en este momento lo sé, pero quizás más adelante ya no pueda saber nada. Te necesito Nichkhun.

Una y otra vez y una y otra vez 
Sigo volviendo a ti. (Voy de nuevo hacia ti) No sé por qué, no sé por qué 
Una y otra vez y una y otra vez (vuelvo) 
Caigo de nuevo en tus palabras. (Incluso yo) No sé por qué, no sé por qué 
Oh, oh, sí

            Pero tú no dejas que vuelva a caer. Me abrazas y me calmas. Me dices que todo está bien, que no me dejaras y me haces enamorarme aún más.

            Mi amor no es correspondido, tú nunca me querrás de esa forma. Yo nunca aprobaré a aquella chica que te llevó lejos de mí, pero necesito estar a tu lado, recibiendo aunque sean migajas de lo que pudo haber sido si ella no hubiera aparecido jamás.




N.A.: Me he tomado algunas licencias con la canción original Again & Again – 2pm y he realizado algunos cambios a la traducción para que cuadrara más ya que la original está dedicada a una chica y en el fic es a Nichkhun.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Nombres OTPS

Hola Hermosas Criaturas.

Otra vez estoy aquí con una entrada random. Debido a que he visto que hay mucha gente por el mundo que no se sabe los nombres de las OTPS, he pensado que podría ayudar un poco con esta sección. Debo aclarar primero que yo tampoco soy una experta y que en la mayoría voy a poner lo que primero se me venga a la cabeza, pero bueno, se intentará.

En esta primera entrada os pondré las OTPS de EXO y de SHINee y para que sepáis más o menos mis gustos, os señalaré en negrita las que me gustan ^^

EXO

XiuHan/LuMin                                           
XiuRis/KrisMin                                                      
XiuHo/SuMin                                           
XiuLay/LayMin                                 
XiuBaek/BaekMin                          
XiuChen/ChenMin                            
XiuYeol/ChanMin                                       
XiuSoo/KyungMin                                   
XiuTao/TaoMin                           
XiuKai/KaiMin                 
XiuHun/SeMin

LuKris/KrisHan
LuHo/SuHan
LuLay/LayHan
LuBaek/BaekHan
LuChen/ChenHan
LuYeol/ChanLu
LuSoo/KyungHan
LuTao/TaoHan
LuKai/KaiLu    
HanHun/HunHan

KrisHo/SuKris
Kray/LayRis 
KrisBaek/BaekRis
KrisChen/ChenKris 
KrisYeol/ChanKris   
KriSoo/KyungKris   
KrisTao/TaoRis
KrisKai/KaiRis 
KrisHun/SeKris

SuLay/LayHo
SuBaek/BaekHo
SuChen/ChenHo
SuYeol/ChanHo
SuSoo/KyungMyeon
SuTao/TaoHo
SuKai/KaiHo
SuHun/SeHo

LayBaek/BaekLay                    
LayChen/ChenLay                     
LaYeol/ChanLay                            
LaySoo/KyungLay                                
LayTao/TaoLay                         
LayKai/KaiXing           
LayHun/SeXing

BaekChen/ChenBaek 
BaekYeol/ChanBaek
BaekSoo/KyungBaek
BaekTao/TaoBaek
BaeKai/KaiBaek
BaekHun/SeBaek

ChenYeol/ChanChen
ChenSoo/KyungChen 
ChenTao/TaoChen 
ChenKai/KaiChen
ChenHun/SeChen

ChanSoo/KyungYeol
ChanTao/TaoYeol
ChanKai/KaiYeol
ChanHun/SeYeol

KyungTao/TaoSoo                 
KyungKai/KaiSoo            
KyungHun/SeSoo

TaoKai/KaiTao 
TaoHun/SeTao

KaiHun/SeKai


SHINee

OnHyun/JongYu                                
OnKey/KeyNew                        
OnHo/MiNew               
OnTae/TaeNew

JongKey/KeyHyun 
JongHo/MinHyun
JongTae/TaeHyun

KeyMin/MinKey
KeyTae/TaeKey

2Min


SHINEXO

TaeKai/KaiTae


Próximamente más...

sábado, 16 de noviembre de 2013

Banda Sonora de Vampire Stories

En esta sección voy a dejaros la música que nos fue inspirando a la hora de hacer el fic y las canciones que nos han venido como anillo al dedo para ambientar nuestra historia. Aquí os pongo los MVs con las letras de las canciones en español, para que podáis ver que es real todo.

Hyde - VIXX



We Can't Be Friends o Can't Be Friend With You - M.Pire



Wolf - EXO

Versión Coreana



Versión China



Growl - EXO

Versión Coreana



Versión China



Nightmare - SHINee



Moody Night - B.E.G.

jueves, 14 de noviembre de 2013

EXO

Capítulo 23
¿Qué Es Esto?



   Cuando me desperté por la mañana sintiendo un gran calor rodeándome, no me imaginé por nada del mundo que el causante de aquel calor fuera el cuerpo desnudo de JongDae. Casi grité de la impresión y también por recordar lo que había pasado el día anterior.

   Iba dispuesto a ser infeliz de por vida, a ser rechazado. Sin embargo había resultado ser todo lo contrario. Le gustaba a JongDae y lo habíamos hecho. Mi cara en esos momentos podía describir lo que significaba la felicidad absoluta.

   Sonreí y me dejé acunar por aquellos brazos unos momentos más. Me daba igual absolutamente todo. Estaba con él, no necesitaba nada más.

-oooOOOooo-

   LuHan me había perdonado, aunque dejó pasar varios días en los que ni siquiera me miraba a la cara. Pero lo que contaba era que por fin me había perdonado y todo eso se lo debía a SeHun.

   Por este mismo motivo, haciendo caso omiso a Kevin y a su prohibición de no salir de casa, me levanté temprano y fui hacia la Residencia para hablar con el chico en persona y agradecérselo de todo corazón.

   No tardé mucho en llegar y subí a la habitación. Cuando llegué frente a la puerta que LuHan me había indicado el día anterior mi corazón no paraba de latir como si acabara de correr una maratón. No lo entendía, solo iba a ver a Se…

   Claro. En aquello no había pensado. SeHun compartía habitación con JongIn y yo había llegado muy temprano, tanto como para que estuvieran dormidos todavía. Mi corazón comenzó a golpear aun más rápido contra mi pecho y sentí cómo mis mejillas enrojecían. No era bueno tener una gran imaginación.

   Sin embargo no podía dejar de pensar en un JongIn dormido o medio dormido. Necesitaba verlo. No sabía a qué se debía aquella maldita necesidad, pero me daba absolutamente igual.

   Llamé a la puerta de la habitación con mis nudillos un par de veces, dejando un intervalo de algunos segundos entre una y otra y esperé. Se oyeron ruidos en la habitación y supe que en breves me abrirían. Sin embargo, no esperaba que quien me abriera la puerta fuera un adorable y sexy JongIn con cara de sueño y solo con los boxers puestos.

   Simplemente no pude contenerme y antes de que yo mismo me diera cuenta de mis actos ya había avanzado hasta él y comenzaba a besarlo. Al principio él siguió el beso, pero en el momento en el que iba a introducir mi lengua en su boca, sus ojos se abrieron de golpe y se separó rápidamente de mí, mirándome en shock.

   ¿Qué era lo que había hecho?

   -JongInnie… ¿quién es?- se escuchó preguntar a la voz de SeHun y en ese momento el chico entró a la habitación, encerrándose tras la puerta que daba al baño.
   -Soy Tao- contesté cuando pude volver a hablar.
   -Pasa, te esperaba- hice lo que el chico dijo y entré a la habitación, encontrándome con él sentado en su cama y con cara de sueño.
   -Venía a disculparme por causar problemas y a agradecerte en persona que hablaras con LuHan, siento haberos despertado- SeHun sonrió.
   -No hace falta que lo agradezcas y tampoco te culpes, no fue culpa tuya- dijo y me quitó un peso de encima.
   -Gracias, de todos modos.
   -No hay de qué.

-oooOOOOooo-

   En cuanto la puerta se cerró detrás de mí, eché el pestillo y me encerré en aquel lugar. ¿Por qué mi corazón no podía parar de latir rápidamente? ¿Por qué no podía dejar de sentir el cosquilleo de sus labios contra los míos? ¿Por qué el simple hecho de escuchar su voz a través de la puerta hablando con SeHun hacía que escalofríos recorrieran mi cuerpo? ¿Por qué me comportaba como una maldita adolescente de quince años a la que el chico que le gusta le acaba de hacer caso?

   Tenía demasiadas cosas en la cabeza para lo temprano que era y parecía que este me iba a estallar. Debía ser por el sueño que todo me afectaba más. Él era un tío y yo otro, no debía sentirme así por muy masculino y guapo que fuera el chino. Yo también era masculino y guapo. Además, me gustaban las mujeres, desde siempre, así que aquello era algo que no tenía sentido alguno.

   Me dejé caer sobre la taza del váter, esperando a que Tao se largara de mi habitación y esperando también a que se me pasara aquella cosa, ya que si no lo hacía, tendría que hablar con SeHun de algo no muy agradable.

-oooOOOooo-

   Salí de casa temprano y aprovechando que no tenía trabajo ese día fui a la casa de al lado para llevarme a KyungSoo a cualquier lugar para que le diera el aire. Había mejorado bastante, ya no estaba tan mal. Con el paso de las semanas lo había ido superando y ahora casi volvía a ser el chico que siempre había sido.

   Me había costado bastante, pero por fin mis esfuerzos daban su fruto. Sabía que RyeoWook era muy importante para él y me hacía feliz saber que había sido yo quien lo había sacado de aquel oscuro lugar (aunque había tenido un poco de ayuda con la explicación de Kevin, pero a mi orgullo le hacía mejor que pensara que había sido yo solito).

   Desde hacía algo de tiempo me había comenzado a gustar mi dongsaeng favorito, aquel que siempre se había llevado mis atenciones. Nunca lo había visto como un hombre y ahora me derretía cada vez que él me tocaba. No entendía el por qué, pero KyungSoo me gustaba y mucho y no quería que le pasara nada malo. Lo cuidaría aunque yo acabara muy mal parado.

   -¿Hyung?- escuché su voz dulce y me giré. Casi me paso su casa por lo metido que estaba en mis pensamientos.
   -Hola, Soo- saludé y él sonrió.
   -¿Dónde vamos a ir hoy?- preguntó llegando a mi lado y yo llevé una mano a su cabello para despeinarlo.
   -Es un secreto.

-oooOOOooo-

   Cuando me desperté, me dirigí inmediatamente a la cocina al notar un olor de algo que se quemaba. Casi me da un paro cardiaco al encontrarme a Kevin con un delantal que le quedaba ridículamente pequeño intentando hacer algo parecido a unas tortitas.

   Rápidamente lo alejé de la sartén y saqué del fuego aquella masa deforme para que no ardiera toda la cocina. Suspiré cuando pasó todo el peligro y me giré hacia mi chico.

   -¿Estabas intentando cocinar?- pregunté y él asintió levemente- ¿por qué no me llamaste?
   -No quería molestarte, estabas muy tranquilo durmiendo- contestó mirando hacia otro lado.
   -No pasa nada- murmuré y me abracé a él- ¿eran tortitas?- pregunté y lo noté asentir- ¿quieres que te enseñe a hacerlas?
   -Si no es mucha molestia…- aquel tono de voz que utilizó me dejó completamente encandilado. Kevin había cambiado mucho, hace unos meses jamás habría hecho algo como aquello. Me gustaba este nuevo Kevin.
   -No es ninguna molestia- contesté antes de alzarme de puntillas y darle un beso en los labios que el correspondió inmediatamente.

-oooOOOooo-

   Estábamos tumbados sobre mi cama, jugando un poco con nuestros cuerpos. Habíamos decidido que mientras estuvieran mis padres en casa no haríamos ningún movimiento que fuera comprometedor. No quería que mi madre se disgustara tan pronto. Pero no podíamos evitar tocarnos cuando estábamos en mi habitación o besarnos a escondidas.

   En la calle éramos algo más descarados. A BaekHyun le encantaba que lo agarrara de la mano y paseáramos tranquilamente como lo hacían las parejas normales y en la Universidad aprovechábamos cada momento libre para estar pegados el uno al otro.

   La gente nos miraba mal, raro, como si fuéramos una especie de bichos asquerosos que no merecían vivir. Pero a mí no me importaba. Había callado demasiado tiempo que estaba loco por mi mejor amigo y no iba a esconderme más.

   Con un rápido movimiento de mi mano BaekHyun se corrió y expresión que puso fue completamente perfecta. Sus ojos estaban nublados por el placer, su boca entre abierta. Me incliné sobre él y comencé a besarlo hasta que él, perdido, me devolvió el beso.

   -Te quiero…- susurré cuando nos separamos.
   -Yo también te quiero…- contestó antes de comenzar a mover su mano sobre mi miembro para hacerme llegar.

-oooOOOooo-

   -Puedes salir, ya se ha ido- le dije a JongIn en cuanto Tao se fue de nuestro dormitorio.

   Durante unos momentos no hubo ningún movimiento en el baño que me indicara que me había oído o que me haría caso, pero momentos después, la puerta de este comenzó a abrirse lentamente hasta que la cabeza de mi amigo asomó por el hueco, mirando a todas partes como si fuera un animalillo asustado.

   Nunca lo había visto así. Él siempre había sido un chico muy seguro de sí mismo, pero ahora parecía todo lo contrario y eso lo había ocasionado la sola presencia de Tao.

   -¿Me vas a contar que ha pasado?- pregunté y él negó.
   -Solo… no me gusta ese tipo…

-oooOOOooo-

   Me desperté por la mañana cuando sentí un cuerpo contra el mío. Abrí mis ojos lentamente mientras recordaba todo lo ocurrido el día anterior. Me habían atacado, casi había muerto congelado, me había declarado a MinSeok y habíamos hecho el amor.

   Mi cara se volvió roja al ver por la mañana el cuerpo desnudo de mi compañero de habitación entre mis brazos, aunque jamás reconocería que algo así hubiera pasado. Una sonrisa tonta se instaló en mi rostro y lo único que pude hacer fue apretar más fuerte aquel cuerpo.

   Los párpados de MinSeok comenzaron a moverse y unos segundos después sus ojos se abrieron. En cuanto me vio me sonrió de una manera completamente encantadora y no pude evitar salvar la distancia que nos separaba para darle un pequeño beso en los labios.

   -Buenos días, Minnie…- susurré y él sonrió complacido.
   -Buenos días, Jong…- murmuró contra mis labios antes de darme otro beso.



martes, 12 de noviembre de 2013

Tales Of Rivendell [Nuevo Proyecto]

Hola Hermosas Criaturas.

Vengo con un nuevo fic debajo del brazo. Hacía días que quería hacer un fic en el que la pareja principal fuera una muy random (ya sabéis que a mí me gusta todo lo random) e hice elegir por Twitter entre algunos miembros de EXO el que más les gustara a las personas de mi TL. Sin saber de qué iba la cosa, varias personas me contestaron y el miembro más votado fue Kai.

Anteriormente, yo ya había decidido que la pareja principal debía nacer de la unión del miembro elegido por Twitter y del que yo había decidido. Así nació el ChanKai/KaiYeol que vengo a presentaros.

Este fic, está dedicado a @Kim_Kimchi, la persona que me respondió más rápidamente y está completamente realizado según sus gustos e ideas. La historia te adentrará a la Tierra Media, el mundo creado por J.R.R. Tolkien de una forma que jamás hubieras imaginado.

Espero que os guste este nuevo proyecto que se avecina.


Lap Dance

LAP DANCE



–Muy bien, SeHun. Esto ya no tiene gracia –dijo un chico de pelo castaño y piel oscura y ojos igualmente castaños, aunque estaban ocultos tras una corbata–. ¿Dónde cojones me lleváis?
–Es una sorpresa –dijo SeHun, retirándose el flequillo rubio del rostro.
–Todos sabéis que odio las sorpresas –protestó el castaño.
–No te quejes, JongIn –reprendió LuHan agarrándolo por los hombros y guiándolo hacia la derecha–. Ya quisiera yo que hicieran por mí lo que estamos haciendo hoy por ti –le dirigió una mirada significativa a SeHun, que simplemente se encogió de hombros ante esta.
–Eso que acabas de decir no me da muy buena espina –JongIn se estremeció.
–Tranquilo, no te vamos a tirar por la ventana, ni nada parecido –dijo SeHun intentando tranquilizar al chico.
–No sé por qué… pero eso no me tranquiliza como debería… –el castaño se detuvo en mitad del pasillo, haciendo fuerza para que no lo pudieran mover sus amigos. Sin embargo, estos eran más fuertes que él y lo obligaron a seguir andando–. Me da miedo que me vayáis a hacer un rito satánico de sexo salvaje en cualquier sala. No me fío ni un pelo de vosotros.
–¿Sabes qué? –dijo LuHan–. No vas muy desencaminado con esos pensamientos.
–¿Qué?

JongIn comenzó a forcejear de nuevo, dispuesto a salir corriendo a la velocidad de la luz en el sentido contrario al que lo estaban llevando. No podía permitir que le hicieran cosas raras.

–Estate quieto, Kim JongIn –la voz de LuHan era bastante dura–. Cómo no dejes de forcejear me veré obligado a decirle a KyungSoo que “ese” regalo ñoño de cumpleaños anónimo fue tuyo.

El chico se congeló. Aquello era apuntar donde más dolía. LuHan era una mala persona y él sólo le había regalado aquel peluche de un lobo muy mono porque KyungSoo quería tener algo de lobo en la habitación en cuanto se enteró de que la canción con la que harían el ComeBack se llamaría Wolf. Había hecho como si el regalo lo hubiera encontrado en el buzón y luego se lo había dado al mayor.

Nadie se dio cuenta de nada, excepto LuHan.

–Eso es chantaje –dijo al final el chico.
–Lo sé. Y ahora sigue caminando.

Volvieron a reanudar la marcha a través de los pasillos de la empresa, esta vez sin que JongIn protestara. Había surtido su efecto la amenaza. El chico fue guiado por sus dos amigos, hasta que pararon varios minutos después y abrieron una puerta.

Entraron al lugar y por el sonido que hicieron sus pisadas sobre el suelo, JongIn supo inmediatamente que era una sala de baile.

–¿Qué hacemos en una de las salas de baile de la compañía? –preguntó, pero no obtuvo respuesta–. Me estoy mosqueando mucho, chicos…
–No te mosquees –dijo SeHun–. Ven –lo tomó de la mano y lo guio lentamente hasta el centro de la habitación, donde había una silla–. Aquí. Siéntate aquí.

El chico lo ayudó a sentarse y lo acomodó, sujetándolo fuerte mientras LuHan, silenciosamente se colocaba tras él y le ataba las manos a los reposabrazos de la silla. En cuanto JongIn sintió el roce le las cuerdas sintió pánico. No se fiaba ni un pelo de sus amigos.

–¿Qué me hacéis? ¿Qué es esto? –preguntaba moviendo la cabeza como si estuviera intentando encontrarlos.
–Nada, no es nada –dijo LuHan–. Qué pases un buen rato.
–¿Qué?

Los pasos de los chicos comenzaron a alejarse de él hasta que dejaron de oírse después de que cerraran la puerta. JongIn estaba de los nervios y también muy asustado. No solo le habían vendado los ojos para que no pudiera ver nada, sino que le habían atado los brazos y las piernas (ahora lo había notado) a la silla y habían desaparecido.

Al castaño le daba igual que SeHun y LuHan fueran sus amigos. Él los iba a torturar muy lentamente por lo que le estaban haciendo pasar.

A los pocos minutos, escuchó la puerta de la sala abrirse y pudo identificar, por el sonido de las pisadas que esta vez era solo una persona y no dos, seguramente alguien que lo había visto por la puerta iba a rescatarlo. JongIn sonrió, iba a poder llevar a cabo su venganza muy pronto.

–Por favor, ayuda –dijo, pero la persona que había entrado a la sala no dijo ni una palabra–. ¿Quién eres? ¿Por qué no dices nada? Por favor ayúdame. Mis enemigos mortales me han atado aquí y no puedo liberarme.

Sin embargo, ninguna de sus súplicas tuvo respuesta. JongIn empezó a ponerse más nervioso. ¿Y si era algún o alguna aprendiz y le estaba sacando fotos con el móvil para luego sacarlas en la red? ¿Y si era alguien pervertido que se iba a aprovechar de él? ¿Y si…?

Todos sus pensamientos se congelaron en el momento en el que sintió una mano ascendente por su muslo. Su cuerpo se tensó y comenzó a retorcerse.

Era un pervertido que lo quería violar.

De repente, las manos lo sujetaron firmemente y los pocos movimientos que aun podía hacer, se vieron reducidos a nada. El corazón del castaño latía rápidamente. Estaba asustado. Alguien lo iba a tocar allí donde no lo había tocado nadie sin su permiso.

Sentía asco, repulsión y esas manos solo se movían por sus piernas. JongIn creía que acabaría vomitando si aquel desconocido llevaba sus manos a alguna zona prohibida.

–No te preocupes –dijo una voz desconocida pero que tenía un punto conocido–. No voy a hacerte daño. Solo te voy a hacer sentir más placer del que jamás has sentido en tu vida.

JongIn se tensó ante aquellas palabras. ¿Cómo podía un desconocido decirle aquello? ¿Cómo podía tocarlo así, como nadie nunca más que él se había tocado? ¿Cómo podía dejarlo cuando lo único que quería era que “esa” persona lo tocara? Él y nadie más que él.

–No quiero. Nadie me tocará.
–¿Por qué? –preguntó el desconocido y JongIn juró que esa voz le sonaba demasiado como para que le fuera totalmente desconocida. Debía saber quién era aquella persona.

El castaño sonrió de lado, como tanto le gustaba a sus fans y dejó estático a su violador.

–Porque tú no eres él.

En ese momento, JongIn pensó que había ganado y que esa persona lo dejaría tranquilo, sin embargo erró en su suposición.

El otro chico simplemente se colocó entre sus piernas y comenzó a respirar contra la entrepierna del castaño. JongIn se retorció en la silla sin embargo el aliento cálido de su captor contra sus partes y aun con la tela de por medio lo estaba excitando de sobremanera.

Las manos del desconocido comenzaron a subir por sus piernas, tocando sus muslos por la parte interna. Cerca, muy cerca de la zona prohibida.

El castaño tragó saliva anticipando un movimiento que nunca llegó, ya que sintió al otro alejarse un poco de su cuerpo. JongIn respiró tranquilo por unos momentos y dejó escapar todo el aire que había estado conteniendo hasta que se dio cuenta de que su captor no se había ido, sino que había cogido el mando de la mini-cadena y había puesto el CD en el que estaban grabadas las pistas de las canciones que utilizaba SHINee para hacer mucho ejercicio.

–¿Cómo…? –empezó JongIn, pero el desconocido no lo dejó continuar con su pregunta.
–Así no nos escucharan –susurró en su oído roncamente, haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo del chico.

Cuando iba a detenerlo, a empujarlo, a alejarlo, no pudo, se había quedado sin fuerzas. Reconocía aquella sensación, la había tenido antes, pero en esos momentos no podía recordar el por qué ni con quién.

Su mente se había desconectado de su cuerpo y no podía pensar con claridad. Sin embargo, su cuerpo estaba más sensible que nunca a cualquier roce debido a que no podía ver nada y sólo tenía este sentido para guiarse.

JongIn sintió un peso sobre sus piernas y supo que el desconocido se había subido sobre ellas. Notó las manos de este por su torso, intentando colarse por su camiseta. Forcejeó un poco, pero en ese momento, ocurrió algo que lo dejó sin aire.

El otro se inclinó rápidamente hacia sus labios y los besó con desesperación. El castaño se quedó en blanco, dejándose llevar por el excitante beso que su captor le daba, jugando con su lengua, saboreando su boca y dejándose morder.

No quería, sin embargo no podía detenerlo.

Se sentía muy extraño, como si aquello fuera algo que siempre había querido hacer, como si fuera alguien a quien conocía, alguien a quien quería.

JongIn estaba hecho un lío. No podía pensar con claridad. Los labios del otro no le daban tregua y apenas podía respirar, al igual que sus manos, que no paraban quietas en ningún lugar de su cuerpo.

El castaño comenzó a sentir calor y a respirar entrecortadamente. Le estaban gustando demasiado aquellos roces, demasiado como para que fuera bueno.

De repente, el chico cayó en la cuenta de que era un desconocido, de que lo estaba intentando violar y de que no debería estar dejándose por mucho que aquello lo estuviera excitando. Rápidamente mordió con fuerza el labio inferior del otro hasta que notó un sabor metálico en su boca. La otra persona dejó de besarlo al momento, profiriendo un alarido de dolor.

JongIn se sentía sucio mientras normalizaba su respiración y regulaba los latidos de su corazón. Él amaba a una persona, pero se estaba dejando llevar con alguien que ni siquiera conocía. Se sentía como si fuera la peor persona del mundo. Si se llegara a enterar él de lo que había estado haciendo no se lo perdonaría en la vida.

–¿Por qué has hecho eso? –reprochó el otro.
–Estoy enamorado de una persona y no puedo hacerlo –contestó simplemente.
–Tu cuerpo no dice eso –murmuró el desconocido recorriendo con sus manos el cuerpo de JongIn, haciendo que este se estremeciera de placer.
–Me da igual mi cuerpo. Yo no quiero hacerlo.
–¿De quién estás enamorado? –un susurro ronco muy conocido, pero que JongIn no supo ubicar.
–No lo diré.
–¿Quién es él?
–Jamás te lo diré.
–¿Y si hago esto?

En ese momento el chico se deslizó y acabó de rodillas en el suelo, separando las piernas de JongIn con sus manos y metiendo la cabeza entre estas. Comenzó a masajear la entrepierna del otro, que se retorcía mitad lleno de placer, mitad lleno de repulsión.

Lo estaba tocando en un lugar que solo tenía el derecho de tocarse él mismo y lo estaba haciendo de una manera demasiado embriagadora. JongIn se fue abandonando de nuevo a esas sensaciones y solo pudo reaccionar cuando una respiración caliente chocó contra su miembro, ya erecto y fuera de su prisión.

–Te voy a hacer sentir bien –escuchó salir de aquellos labios antes de que estos comenzaran a hacer un gran trabajo con su excitación.

Los pensamientos del castaño estaban en contraposición. No quería dejar de sentir aquello, pero quería que se alejara porque solo podría darle permiso a una persona para que lo hiciera.

–Basta… –susurró–. Por favor, para. No quiero –su voz salió ahogada, estaba luchando por contener las lágrimas que querían escapar de sus ojos. No quería llorar, no quería parecer débil ante aquel desconocido, pero él no era TaeMin y nadie más que TaeMin podría hacerle jamás aquello–. Por favor, para… tú no eres él… tú no eres TaeMinnie…

El otro dejó rápidamente lo que hacía, dejando que el aire frío envolviera su miembro y se situó tras él para abrazarlo por el cuello. Aquella era una sensación demasiado conocida. Esos brazos cortos, ese aliento en su oído.

–Lo siento, JongIn… –una voz que reconocería en cualquier parte–. No quería hacerte llorar… solo quería hacerte sentir bien…
–¿TaeMinnie?
–Lo siento, pequeño –su abrazo se intensificó.
–Quiero verte… –susurró JongIn y el otro chico le quitó lentamente la venda de sus ojos. En cuanto estos quedaron liberados, el castaño se giró hacia él, sin poder creerse lo que estaba pasando–. Por favor, desátame.

El chico lo hizo. Primero desató sus piernas y luego fue a por sus manos. En cuanto JongIn estuvo liberado, se levantó rápidamente de la silla y atrapó el cuerpo de su hyung en un abrazo.

–¿Por qué me has hecho esto? –preguntó, comenzando a hipar–. ¿Por qué?
–Porque me gustas y no me atrevía a decírtelo –susurró TaeMin–. Entonces le pedí ayuda a LuHan hyung y a SeHunnie…
–Nunca le hagas caso a esos dos pervertidos –murmuró JongIn contra la boca del otro–. Me gustas mucho, TaeMinnie.
–Y tú a mí, JongIn.

Durante unos momentos, se miraron a los ojos, sin decidirse a cortar la distancia, pero como si se hubieran puesto de acuerdo, ambos lo hicieron a la vez. Sus labios, lenguas y dientes chocaron en un beso completamente desesperado que lo dijo todo. Solo se separaron cuando la falta de aire se hizo necesaria.

–TaeMinnie…
–¿Sí?
–Estoy excitado…
–Yo también…
–Hagámoslo.
–Sigamos donde lo habíamos dejado.
–No me ates, ni me ciegues… quiero ver tu expresión al llegar al orgasmo…


Los besos, los roces y los mordiscos dieron paso a una danza de cuerpos de dos bailarines en la que ambos acabaron gritando el nombre del otro cuando el placer les llegó.