SuHo
(The Guardian)
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Dejé la maleta sobre la cama y luego comencé a explorar el lugar que sería mi hogar por un buen tiempo. No era excesivamente grande, ni excesivamente pequeño, además, estaba tirado de precio cuando lo alquilé, debido a que el anterior chico que vivía aquí, murió, o algo así. Me tiré en el sofá, cansado del viaje, y cuando estaba a punto de quedarme frito, sonó el timbre de la puerta. Me levanté desganado a abrir, y allí me encontré con un chico, que parecía mayor que yo.
Dejé la maleta sobre la cama y luego comencé a explorar el lugar que sería mi hogar por un buen tiempo. No era excesivamente grande, ni excesivamente pequeño, además, estaba tirado de precio cuando lo alquilé, debido a que el anterior chico que vivía aquí, murió, o algo así. Me tiré en el sofá, cansado del viaje, y cuando estaba a punto de quedarme frito, sonó el timbre de la puerta. Me levanté desganado a abrir, y allí me encontré con un chico, que parecía mayor que yo.
-Hola, soy el conserje- se presentó- ¿eres
el nuevo chico?
-Mmm sí… soy yo…
-Kim JunMyeon- me tendió su mano y la
acepté.
-Oh SeHun- él sonrió ampliamente.
-Para lo que necesites, aquí me tienes- y se
despidió.
Me dejó sumamente confuso la aparición de
este chico. Notaba como algo raro a su alrededor, pero debía ser mi
imaginación. Apenas en una semana y ya se me había roto un grifo, atrancado el
fregadero, partido una pata de la cama y la tele no pillaba la señal. Ahí
descubrí que el piso no estaba tirado de precio por la muerte del anterior
inquilino, sino porque estaba hacho mierda.
En aquella semana, el conserje se pasó más
tiempo en mi piso que en cualquier otro sitio, y al final, casi sin
pretenderlo, comenzamos a hacernos muy amigos. Resultaba que él estaba en la
Universidad, y que se pagaba los estudios, trabajando de conserje de día, y
estudiaba de noche. Yo todavía estaba en el instituto, pero como mis padres
pasaban de mí y tenía dinero, me fui a vivir solo.
JunMyeon hyung se pasaba las tardes conmigo,
ayudándome en todo lo que podía. Decía que los vecinos ya sabían que él estaría
allí siempre y que sólo tenían que tocar a mi puerta si lo necesitaban. Al
final, después de un tiempo, la amistad se fue convirtiendo en cariño, y el
cariño en amor, por lo menos por mi parte, porque él me trataba como a alguien
a quien cuidar.
Su presencia me hacía calmarme, ser feliz y
disfrutar de la vida, en cuanto se iba, mi vida se desmoronaba. En el instituto
no tenía un in amigo y sino todos, casi todos los días, me llevaba un par de
golpes, que con mucho atino, le ocultaba a JunMyeon hyung para que no lo
notara. Pero un día, no lo pude ocultar.
-¿Qué te ha pasado, Hunnie?- peguntó
preocupado nada más verme. Tenía un ojo algo hinchado y el labio partido, ése
día me habían dado fuerte.
-Yo… pues… en el instituto… me maltratan…- y
antes de que mediera cuenta ya estaba entre sus brazos, sollozando como el niño
pequeño que era mientras él me consolaba.
-¿Por qué no me contaste nada?
-No
quería preocuparte…
-Yo estoy aquí para protegerte…- acarició
levemente mi rostro- descansa- me tumbé sobre su pecho- yo te cuidaré.
El color rojo dominó mis sueños esa noche y
cuando me desperté por la mañana, me encontré en mi cama. Me levanté y me
arreglé para ir otro día a aquel lugar infernal. La mañana la pasé tranquila,
pero cuando me disponía a volver, los chicos que siempre me atacaban, me
rodearon en un callejón y comenzaron a pegarme de nuevo. Me encogí y dejé que
lo hicieran, si me defendía, sería peor.
De repente, sentí cómo dejaban de
golpearme. Alcé la cabeza y vi una figura entre ellos y yo. Era JunMyeon.
Forcejeaba con los cuatro chicos, hasta que uno se separó y sacó una navaja.
Intenté alzarme, pero las piernas me fallaron, intenté gritar, pero la voz no
me respondía y antes de que pudiera hacer nada, ese trozo de metal, ya estaba
clavado en el cuerpo de la persona que amaba.
Los chicos se miraron asustados y luego,
tras dejar caer la navaja al suelo, salieron corriendo. Atrapé el cuerpo de mi
hyung antes de que cayera al suelo. La herida de su abdomen sangraba en
abundancia y yo intenté taponarla. Las lágrimas caían de mis ojos sin que yo
pudiera detenerlas.
-No… hyung…- susurré.
-¿Estás bien… Hunnie?- dijo con una voz casi
inaudible.
-¡AYUDA!- grité, pero nadie me hizo caso-
hyung…- él llevó una mano a mi rostro y me secó las lágrimas- ¿por… por qué…?
-Porque soy tu guardián… yo… tenía que
protegerte…
-No… hyung… no…
-Te amo… Hunnie… te amo… mucho…
-Yo también te amo…- sentí sus labios sobre
los míos y cuando nos separamos una sonrisa apareció en sus labios, justo antes
de que sus ojos se cerraran y su cabeza dejaba de sostenerse, cayendo hacia
atrás. Comencé a llorar desconsoladamente sobre su cuerpo- te amo… hyung…
LLOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
ResponderEliminarNo SuHot! NOOOOOOOOOOOO! no te mueras! ;U;
tengo la esperanza que haras la contunuacion y que diga que SuHo sobrevivio porque sorpresivamente una ambulancia paso a su lado y lo salvo(?)
Lo ame! <3
Si te soy sincera no sé si haré o no la continuación, esto salió de una petición... pero a mí me gustaría hacer que viviera... se lo tengo que preguntar a la persona que me lo pidió... depende de su respuesta haré ^^
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