Midnight Memories

Título: Midnight Memories

Pareja: TaoSoo (Tao x D.O.) (EXO)

Clasificación: PG

Géneros: romance, fluff, humor

Número de palabras: 1.074 palabras

Resumen: por las noches, cuando ninguno de los dos puede dormir, se quedan juntos en el salón.

Notas: petición de Noemi por la celebración de las 100.000 visitas (ojalá fueran 100.000 comentarios)

Comentario de autora: el TaoSoo era una couple de la que aún no había escrito, así que me alegra que me la pidieras porque quería hacer algo de ellos. Espero que te guste.

Midnight Memories

            Aquel día habían llegado temprano al apartamento que todos compartían y eso era algo parecido a un milagro, teniendo en cuenta que la vida que llevaban últimamente era demasiado agitada y agotadora. Todos los chicos habían echado a suertes quienes se ducharían antes y quienes lo harían después y, al menos tres o cuatro horas antes de lo que estaban acostumbrados, los diez se fueron a dormir para poder descansar y, así, poder empezar el día siguiente con ganas y con fuerzas renovadas.

            No obstante, había dos chicos que no podían dejar de dar vueltas en sus respectivas camas porque el sueño no acudía a ellos.

            ZiTao siempre se quedaba dormido en cualquier lado y, de hecho, aprovechaba la mayoría de los desplazamientos en coche para descansar y recuperar todas las horas de sueño que necesitaba, pero de vez en cuando, tenía noches de insomnio en las que por más que quisiera, no podía dormir para nada. KyungSoo nunca había sido de dormir mucho, pero por las noches no había quien lo separase de la cama; sin embargo, había algunas en las que por más que quisiera, no podía dormir y no era cuestión de forzarse a ello porque el sueño no acudía cuando se lo llamaba.

            En esas noches de no dormir, como aquella, ambos chicos salían a la cocina, con algunos minutos de diferencia, y se hacían un vaso de leche caliente para que poco a poco les fuese entrando el sueño y luego se iban al salón a ver la aburrida televisión de las madrugadas.

            —¿Tú tampoco puedes dormir, Tao? —preguntó el mayor, solo por unos meses, cuando lo vio en aquel lugar.

            —Ya sabes que no… —murmuró el chico, esbozando una sonrisa cansada—. ¿Quieres que te caliente un vaso de leche?

            —Sí, por favor —dijo KyungSoo—. Yo iré encendiendo la tele y cogiendo las mantas.

            En esas noches de insomnio, los chicos se quedaban en el salón, veían cualquier programa poco interesante que echaran a la madrugada, como la tele-tienda o los horóscopos, tapados con una manta para no pasar ningún frío y bebiendo de sus vasos de leche caliente hasta que el sueño quisiera llegarles. A veces, este se hacía mucho de rogar y los chicos aprovechaban para hablar un poco sobre todo. Quizás a una persona normal le parecería algo raro que aquellos dos tuvieran algún tema de conversación después de convivir juntos las 24 horas del día, pero para ellos no era extraño, siempre tenían algo de lo que hablar.

            —He visto en una página que después de Jo Kwon sunbae eres quien tiene más fanboys, no sabía que tenías tantos, hyung —comentó Tao—. Parece que eres el chico mono al que todos los tíos de este país quieren hincarle el diente… y lo que no es el diente —añadió, dándole un codazo, mirándolo con una sonrisa pícara y alzando su ceja repetidamente.

            —Bueno, como todos… —murmuró el chico, quitándole importancia.

            —Qué va, nosotros tenemos muchas más tías locas detrás que tíos, aunque también tengamos alguno que otro —dijo—, pero tú eres el indiscutible rey de los fanboys.

            —No es para tanto…

            —A veces, pienso que podría ser porque te ven bastante gay —siguió hablando el chico—. Un uke con mala leche y que se les resistiría un poco, pero al que finalmente pueden llegar a someter.

            —ZiTao…

            —Yo a veces creo que si no te conociera también lo pensaría… —continuó, sin prestar ninguna atención al tono de voz que el mayor había utilizado con él para detenerlo y que no siguiera por ese camino porque podía acabar muy mal y él no se haría responsable de la muerte de uno de sus compañeros de grupo, solo diría que se tropezó y se cayó por el balcón misteriosamente mientras él no había podido hacer nada para sujetarlo y que no cayera al vacío desde tanta altura—. No sé, tienes esa cara tan adorable y eres así pequeñito, como tamaño de bolsillo…

            —ZiTao, en serio, no sigas por ahí… —volvió a advertir.

            —A veces creo que incluso me siento atraído hacia ti irremediablemente como si fueras un imán y yo algo de metal —comentó—. Y probablemente… si no estuviéramos en el mismo grupo sería uno más de la lista de fanboys que tienes detrás porque tu personalidad es demasiado atrayente, KyungSoo.

            —Tao… ¿qué estás intentando decirme? —cuestionó el chico, sin comprender qué era lo que le estaba diciendo el otro.

            —¿La verdad? —murmuró—. No lo sé, igual estoy demasiado cansado como para pensar con claridad, pero creo que intento decirte que si no estuviéramos en esta situación, me gustarías.

            A lo largo de su corta vida, Do KyungSoo había recibido algunas confesiones de amor y podía distinguirlas de cualquier otra cosa, pero no quería creer que su compañero de grupo se le estuviera confesando en ese momento porque era simplemente imposible… pero la mirada perdida en cualquier punto de la habitación excepto sobre su persona, el leve tono rosado de sus mejillas y el tono de voz, dulce y suave, que había utilizado, le indicaban que era todo lo contrario, que ZiTao se le estaba confesando.

            —ZiTao… yo… —comenzó, pero fue cortado inmediatamente por el otro.

            —No hace falta que digas nada, solo son desvaríos míos por no poder dormir —esbozó una sonrisa triste—, así que ni te molestes en contestar.

            —Pero…

            —Dejemos que esto sea un recuerdo más de nuestras noches en vela —lo volvió a cortar, acercándose a él para darle un beso en la mejilla—. Me ha entrado sueño, así que me voy a la cama.

            Y sin que KyungSoo pudiera decir nada más, se fue del salón, dejándolo solo y, quizás un poco confuso, pensando en lo que podría ser de ellos si no pertenecieran al mismo grupo y llegando a la conclusión de que sus recuerdos de medianoche serían muy distintos de los de aquellos momentos.