EXO 3ªTemporada

Capítulo 21

Two

            Estaba simplemente muerto. LuHan había aparecido frente a mí con una sonrisa maliciosa en su rostro que me había dado muy mala espina. SeHun se lo había contado y venía a por mí. Rápidamente me levanté del sofá, atrayendo la mirada de Kevin y YiXing, que estaban acurrucados el uno contra el otro en su propio mundo y me acerqué a LuHan para callar por el momento las palabras que me iban a hacer sentirme avergonzado.

            —LuHan —llamé—. ¿Quieres salir de compras? Llevo mucho tiempo sin comprar ropa y creo que mi fondo de armario se está quedando anticuado.

            —Claro —dijo él con aquella sonrisa—. Vamos a donde quieras.

            —Kevin, YiXing, ¿os venís? —ellos ni siquiera habían contestado, pero LuHan me agarró del brazo y tiró de mí.

            —Déjalos, ¿no ves que están ahí acaramelados? —dijo—. Nos veremos luego.

            Y sin más me arrastró hasta que salimos del piso, nos montamos en el ascensor y nos alejamos bastante del nuestro bloque. Solo cuando estábamos a unas cuantas manzanas me soltó y volvió a sonreírme de una forma pícara.

            —Así que el otro día hubo tema…

            —LuHan… —advertí, pero él no me hizo ningún caso y siguió.

            —En serio, jamás me había imaginado que pasara todo tan rápido entre vosotros dos y os medio acostarais —comentó, puse mala cara ante sus palabras—. No pongas esa cara, es la verdad.

            —LuHan… a veces creo que te odio.

            —No, en realidad me quieres mucho —resoplé.

            Quise hacer alguna cosa más para demostrar mi disgusto, pero no pude hacerlo porque repentinamente un chico apareció frente a nosotros. Tenía un rostro amable, pero la expresión de este no era para nada amable y me dio muy mala espina.

            —LuHan —murmuré.

            —Sí… lo he visto… —dijo sin quitarle la vista de encima.

            —¿Y qué hacemos? —pregunté.

            —No nos queda más opción que enfrentarlo —susurró.

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            Caminaba de la mano con mi novio en busca de algún lugar en el que pasar una tarde tranquila. En casa, los padres de ChanYeol estaban de las greñas porque alguien había hecho algo que al otro alguien no le había gustado y habían empezado a pegarse gritos. Mi chico me había dicho que lo mejor que podíamos hacer era largarnos para no entorpecer ni la pelea ni la reconciliación.

            Y allí estábamos, en las afueras, cerca de la universidad para estar tranquilos y sin mucha gente alrededor. De hecho, no había nadie con nosotros por aquella calle hasta que repentinamente apareció un chico de pelo largo y negro que nos miraba con un brillo extraño en su mirada.

            —Es un enemigo, ¿verdad? —murmuré y ChanYeol asintió.

            —Tenemos que tener mucho cuidado, no nos puede pasar como a JunMyeon —contestó.

            —Somos dos contra uno…

            —No te fíes ahora, BaekHyun —contestó—. No te fíes.

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            —Tenemos que salir de la calle principal —dije y Tao asintió.

            —Hay un par de callejones por aquí cerca —murmuró—. solo tenemos que tener cuidado y no hacer mucho ruido para que nadie nos vea o será peor.

            —Sí.

            Con rapidez, echamos a correr hacia el callejón más cercano, intentando no chocar con las personas que caminaban por la calle en dirección contraria a la nuestra. Detrás debía venir el enemigo, pero ninguno se giró para comprobarlo, no había ningún tiempo que perder o alguien ajeno podría salir herido por nuestra culpa y, además, si salía a la luz pública que teníamos poderes podía ser algo verdaderamente malo.

            Llegamos a aquel callejón y nos adentramos en él para estar lo más lejos posible de la civilización. Miramos a todos lados, en busca del enemigo, pero este no apareció por la boca del callejón.

            —¿Lo habremos perdido? —murmuró Tao.

            —No lo creo… —y diciendo estas palabras, escuché algo justo detrás de nosotros y me giré, encontrando al enemigo saliendo de una apertura que en el espacio, parecía un portal que podía llevar a cualquier lugar—. Maldita sea —maldije.

            —¿Qué pasa, LuHan? —me preguntó.

            —Creo que viene a llevarnos con ÉL —contesté.

            —Muy agudo —dijo el enemigo—. Eso es exactamente lo que voy a hacer —y desapareció, introduciéndose de nuevo en el portal que se cerró al instante.

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            Me puse en posición de ataque, no iba a dejar que el enemigo pudiera hacernos algo malo a ninguno de los dos, pero antes de nada tenía que ver cuál era el poder que tenía aquel tipo y así hacerle frente. Sin embargo, no hacía más que mirarnos con el ceño fruncido y los ojos entornados, como si nos estuviera evaluando a ambos.

            —BaekHyun, ten cuidado —avisé a mi chico—, en cualquier momento puede lanzar su ataque sobre nosotros.

            —Siempre lo tengo —murmuró.

            Unos segundos después, el enemigo movió su brazo derecho y salió una ráfaga de agua de la nada que venía en dirección a nosotros. Con rapidez, utilicé mis poderes y la bloqueé, evaporando el agua y creando una densa capa de vapor a nuestro alrededor. Tenía su poder muy desarrollado, JunMyeon no podía crear agua de la nada, necesitaba tener una fuente de agua cerca para poder utilizarlo. Así que este enemigo era muy poderoso.

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            —¿Dónde…? —LuHan no terminó su oración siquiera cuando el enemigo apareció frente a nosotros con una sonrisa maliciosa, antes de desaparecer al segundo siguiente—. Joder.

            Miré a mi alrededor, buscando el próximo lugar en el que aparecería el enemigo. El callejón no era demasiado ancho, pero sí largo y podía aparecer en cualquier lugar menos en la boca del callejón, donde las personas podían verlo perfectamente. Giré sobre mí mismo, dejando a LuHan a mi espalda, buscando. Una pregunta susurrada contra mi oído me hizo sobresaltarme:

            —¿Me buscabas?

            Quise detener el tiempo, pero para cuando lo hice, el enemigo había desaparecido. Hacía las cosas demasiado rápido y no podía pararlo si no se quedaba en el mismo lugar por más de un segundo. Mi poder no servía de mucho en aquella situación y solo podía confiar en que mi acompañante pudiera hacerlo.

            —LuHan —murmuré y él me miró—. No puedo hacer nada.

            —Lo intentaré yo —contestó y yo asentí.

            Me alejé un poco de él, viendo cómo comenzaba a mirar a todas partes de la misma forma en la que lo había hecho yo antes. Ambos estuvimos en tensión durante algunos minutos, esperando, pero el enemigo no apareció en ese tiempo, solo lo hizo cuando comenzamos a relajarnos.

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            Una vez quedamos envueltos por el vapor y separados del enemigo por esta razón, me aferré al brazo izquierdo de ChanYeol porque comencé a sentirme mal, muy mal. Estaba comenzando a arder desde dentro y cada vez que intentaba hablar no podía hacerlo porque la garganta se me secaba. Llamé la atención de mi chico y este me miró con preocupación y miedo.

            —¿Qué pasa? —intenté responderle, pero no podía, así que señalé el lugar en el que antes de que la cortina de vapor existiera se encontraba el enemigo—. ¿Te está haciendo algo? —asentí y él se mordió el labio inferior fuertemente antes de volver a hablar—. Nadie le hace daño a mi BaekHyunnie y sale impune.

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            Parecía que el enemigo había huido, esa era la sensación que daba el que no hubiera aparecido a pesar de que había pasado ya bastante tiempo. Por este motivo, relajé un poco mi posición porque los músculos comenzaban a quedárseme agarrotados, pero no debía haberlo hecho.

            En el momento en el que mis hombros bajaron, sentí cómo alguien me empujaba contra el suelo y caía sobre este poniendo las manos para no hacerme mucho daño. Con rapidez, me giré hacia el lugar del que había procedido el golpe y pude ver cómo Tao era empujado por sorpresa dentro del portal, así que sin tiempo que perder, al ver las intenciones del enemigo de entrar por aquella abertura tras él, alcé mis manos y lo inmovilicé. Me levanté corriendo e intenté que la parte de mis poderes que no lo sujetaban alzaran una tubería de hierro y le pegase un golpe en la cabeza que lo mató al instante. Corrí en ese momento hacia el portal, pero cuando estaba a punto de llegar este se cerró delante de mis narices, con Tao al otro lado.

            No podía créelo, había dejado que secuestrasen a Tao.

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            Veía como cada segundo que pasaba el estado de BaekHyun iba a peor, así que tenía que ser rápido y matar al enemigo. No podía verlo por culpa del vapor, pero no podía esperar hasta que este se terminase de despejar o BaekHyun moriría. Así que hice lo único que podía hacer.

            Me concentré en mis poderes y me preparé para hacer algo que nunca antes había hecho. Creé una bola de fuego en cada una de mis palmas y luego las lancé, creando otras inmediatamente y haciendo lo mismo una y otra vez. Me daba igual cansarme, me daba igual que al día siguiente no pudiera siquiera levantarme de la cama, tenía que matar al enemigo. Así que seguí de esta forma, lanzando bolas de fuego una tras otra hasta que BaekHyun me tomó con fuerza el brazo y con voz rasposa me habló.

            —Creo que ya lo has matado —segundos después, se confirmaban sus palabras cuando el vapor se fue y solo quedaban sobre la calle un montón de cenizas en el lugar en el que había estado el enemigo.

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            No me había dado tiempo a reaccionar cuando ya había sido empujado dentro de aquel portal que el enemigo había abierto unos segundos antes. Me giré para buscarlo y vi cómo la rendija por la que se veía el lugar en el que había estado hasta hacía poco comenzaba a cerrarse. Quise correr rápidamente hacia allí para salir, pero antes de que pudiera hacer movimiento alguno, algo me golpeó en la cabeza y la oscuridad se cernió sobre mí.