[Capítulo 12] EXO (4ª Temporada) {Varias}

Capítulo 12

Time Control

 

            El día era claro y despejado, pero poco a poco, las nubes comenzaron a cubrir aquel cielo que tenía un azul claro y la oscuridad se cernió sobre todos nosotros. Sentí cómo un escalofrío me recorría la columna vertebral y me pregunté a qué se debería aquello. A mi alrededor había visto cómo algunos de mis compañeros habían luchado y habían perecido por ello y me sentía un inútil porque no era capaz de revivir a los muertos, no de aquella forma, así que no podía hacer nada. No me gustaba sentirme de aquella manera porque quería ayudar, quería hacer algo por los demás, estaba en su naturaleza hacer eso y cada muerte hacía que mi corazón comenzase a doler.

            Vi cómo Lu Han se adentraba en el fuego junto a SeHun y sentí las lágrimas recorriendo mis mejillas porque el chico se había convertido en una persona importante para mí. También vi cómo YiFan acababa con nuestro casero, pero aquella negrura, aquella oscuridad del ambiente seguía allí, por lo que sabía que aquello no se había acabado.

            Miré a los compañeros que aún estábamos en pie. JongDae intentaba ponerse de acuerdo con JunMyeon y con JongIn para comenzar a realizar su plan, pero lo que me llamó la atención fue que KyungSoo se había acercado a ZiTao para intentar que este saliera de su shock. Ya lo habíamos intentado varios, pero él seguía de aquella forma, así que era prácticamente imposible que pudiera hacerlo. Tao seguía demasiado impresionado por todo lo que estaba pasando, por ver como su enemiga a una de las personas más importante de su vida y no lo culpaba, yo no había sido capaz de pensar con claridad cuando KyuHyun había aparecido ante mí y él ni siquiera era alguien demasiado cercano a mí.

            En ese momento, algo me llamó la atención. La oscuridad era mucho mayor alrededor de KyungSoo, como si se cerniera sobre él, buscando el momento oportuno para acabar con él.

            —¡KyungSoo! —grité, intentando avisarlo, pero ya era tarde, la oscuridad lo había tragado y cuando su cuerpo escapó de ella cayó al suelo, inerte.

            Vi a JunMyeon queriendo acercarse al cuerpo de quien probablemente era la persona que más le importaba, pero JongDae y JongIn lo retuvieron para que no lo hiciera, para que no se pusiera en peligro porque era muy necesario. Por este motivo, fui yo el quien me acerqué a aquel lugar, a tomarle el pulso a pesar de que sabía que no lo encontraría y, a pesar de que sabía que la oscuridad seguía reinando en aquel lugar y que estaba en peligro, sentía la necesidad de ir. Aparte de esto, ZiTao seguía allí y la oscuridad quería tragarlo también a él.

            Durante toda la lucha me había sentido muy inútil, pero ahora tenía la gran oportunidad de hacer algo por alguien. Por eso no lo dudé ni un solo segundo antes de empujar a Tao para apartarlo de la oscuridad, internándome en ella voluntariamente porque dar mi vida por alguien que me importaba era algo que hacía que mi corazón dejase de doler por no poder ayudar a las personas que quería. Mi último pensamiento antes de que mi cerebro y mi corazón dejaran de funcionar fue para YiFan, pensé en lo mucho que había cambiado, en lo mucho que lo amaba y en lo mucho que me odiaría por irme de este mundo sin despedirme de él.

-oooOOOooo-

            —¡NO! —grité y mi voz grave reverberó en aquel descampado.

            YiXing se había internado en la oscuridad voluntariamente para salvar a ZiTao de ella. Mi corazón comenzó a doler cómo si alguien me lo estuviera desgarrando con sus propias manos, buscando hacerme el mayor daño posible. Quería dejarme ir, quería que la oscuridad también me tragase a mí, aunque también quería que el dragón que moraba en mi interior tomara el control de mi cuerpo, pero sabía que aquello sería imposible y lo único que podía hacer era enfrentarme a aquella oscuridad para intentar que nadie más cayera preso de ella.

            Utilicé todo lo que tenía, usé todos mis poderes, todo lo que había desarrollado a lo largo de los años para intentar acabar con todo aquello; pero la oscuridad era demasiado fuerte y mis ataques no surgían efecto sobre ella, de hecho, parecía que estos la fortalecían, porque cada vez era más y más grande y su presencia en aquel lugar era más estranguladora. Sentía que mi cuerpo poco a poco se estaba volviendo débil y sabía que no iba a aguantar mucho más, pero no podía dejarlo allí, debía intentarlo hasta que no pudiera más.

            Y eso fue lo que hice, luchar contra aquella oscuridad hasta caer agotado dentro de sus garras.

-oooOOOooo-

            —No podemos perder más tiempo —dijo JongDae—. No podemos dejar que nadie más muera.

            No me sentía en mis cabales, la muerte de KyungSoo seguía ahí, al igual que la de los demás, pero la de mi chico había sido devastadora y sentía pena e ira. Él me había dicho que me protegería con su fuerza por encima de todo, que no dejaría que nadie me hiciera daño, me había hecho la misma promesa que yo cuando hacía tantos años me había cruzado en su camino. Pero no había podido cumplir mi palabra y no me sentía capaz de hacer nada, no me sentía capaz de hacer lo que JongDae me había pedido, no en aquel momento.

            —JunMyeon, por favor, céntrate —me pidió, pero no podía—. ¡JunMyeon, joder! —me gritó para que me enfocase—. Sé que KyungSoo ya no está aquí, lo sé, pero eso no debe detenerte, debe hacerte más fuerte —miró un momento hacia atrás—. MinSeok se está jugando el pellejo por nosotros allí y eso debería de tenerme de los nervios, incapaz de hacer nada, pero quiero ayudarlo para que todo esto termine antes, para que todo esto termine bien.

            —JongDae… yo…

            —Tú puedes, JunMyeon —su mirada era clara y fija en mis ojos, poseía una gran fuerza que yo no sabía que tendría, una gran convicción.

            —Lo intentaré.

            El chico asintió y cerró sus ojos para concentrarse. JongDae me había pedido que lo ayudara que creara una gran humedad en el ambiente para que de aquellas nubes negras cayera la lluvia que mojara a nuestras enemigas, la lluvia que las mojara a ellas y el suelo que pisaban, creando el ambiente necesario para que él pudiera utilizar todo su poder en una gran descarga eléctrica procedente de las nubes que debía acabar con ellas. Era simple en la teoría, pero difícil en la práctica… aun así, debía hacerlo, debía hacerlo por KyungSoo porque el sacrificio de su vida no hubiera sido en vano.

            —Creo que estoy listo —murmuré.

            En ese momento, sentí cómo la mano de JongIn se posaba sobre mi hombro y un segundo después nos encontrábamos tras dos de las enemigas, la tercera seguía luchando contra MinSeok, pero este parecía a punto de ganar su particular batalla, por lo que intenté no enfocarme en él, sino en las chicas con las que debíamos acabar.

            —¿Listo? —me preguntó JongDae y yo asentí—. ¿Listo? —le cuestionó a JongIn, quien tenía otra misión y este asintió también—. Que comience todo.

-oooOOOooo-

            En cuanto JongDae me dio luz verde para comenzar con el plan no me lo pensé y me teletransporté. Tenía que crear la distracción necesaria para que ninguna de ellas se diera cuenta de lo que pensábamos hacer, pero antes de aparecer ante ellas, lo hice justo a su espalda, para sobresaltarlas; sin embargo, fueron ellas las que me sobresaltaron a mí.

            —Hay que tener mucho cuidado con el chico que controla el tiempo —escuché que decía la chica de las mechas y me tensé irremediablemente. Tao—. Aunque siga en shock será muy peligroso si sale de él.

            —Entonces habrá que hacer algo al respecto —dijo la otra preparándose.

            No lo pensé más y a pesar de que tenía que estar utilizando mis poderes para otro menester, para seguir el plan, no pude evitarlo y lo hice por última vez. Me teletrasporté delante de mi chico justo cuando un rayo salió de la mano de la chica, atravesando el espacio que nos separaba de ellas en apenas un segundo e impactando contra mi cuerpo.

            Sentí una descarga muy fuerte, mis músculos se agarrotaron y mi corazón dio un par de violentas sacudidas antes de dejar de latir por completo. Lo último que vi fue el rostro de pánico de Tao y mi último pensamiento fue que había salvado a la persona que amaba y a la que le había dado tantos quebraderos de cabeza por mi indecisión, eso era suficiente para mí.

-oooOOOooo-

            —Jong…In… —jadeé al ver cómo su cuerpo caía inerte frente a mí, después de haber interceptado el ataque que Victoria había lanzado contra mí.

            Caí al suelo de rodillas y acuné su cuerpo entre mis brazos, intentando encontrar algún signo de vida en su cuerpo, pero no hallé absolutamente nada. Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas mezclándose junto con la lluvia que había comenzado a caer repentinamente y no las pude detener porque JongIn me había salvado, a costa de su propia vida, JongIn… JongIn se había puesto en medio para que a mí no me sucediera nada. Mi corazón dolía y sabía que aquello no podía seguir así.

            Victoria, mi Victoria jamás hubiera hecho algo como aquello, así que aquella que estaba frente a mí no era mi Victoria, no era la Victoria que yo conocía.

            Por eso, cuando vi cómo moría junto con las otras dos enemigas no me dolió, no me dolió ni una mínima parte de lo que me había dolido que el cuerpo de JongIn se encontrara entre mis brazos. No me quedaba nada en aquel lugar, no me quedaba nadie, aunque todavía quedaban en pie tres personas más aparte de mí, pero la oscuridad que se cernía sobre nosotros era demasiado densa, era demasiado fuerte y sabía con toda certeza que no íbamos a sobrevivir.

            Mientras seguía acunando a JongIn en mis brazos vi cómo esta terminaba lentamente con MinSeok, JongDae y JunMyeon sin que yo pudiera hacer absolutamente nada porque mis poderes no eran ni ofensivos ni defensivos, solo podía detener el tiempo y eso no me iba a servir de nada... aunque si…

            “Ahora solo quedamos tú y yo” escuché una voz de ultratumba reverberar en mi cabeza. “Y por fin este planeta será destruido”.

            —No si yo puedo evitarlo —contesté.

            No sabía qué era lo que podía hacer, no sabía si lo que había pasado como un pensamiento fugaz por mi cabeza podría llevarlo a cabo o era una absoluta locura que me costaría la vida, pero debía intentarlo al menos porque era la última oportunidad que tenía para ello. Ya no tenía nada que me atara allí, así que si fracasaba tampoco sucedería nada.

            Nunca había intentado nada parecido, pero debía hacerlo. Tenía que encontrar la forma no de detener el tiempo, sino de hacer que este volviera atrás para que todos los chicos revivieran. Sin embargo, antes de eso, tenía que hacer algo con ÉL, tenía que derrotarlo, pero no sabía de qué forma podía hacerlo, utilizando mi poder solo podía manejar el tiempo.

            “Me muevo a través del tiempo y del espacio y si uno de ellos está detenido, el otro también”.

            Aquellas palabras que había dicho JongIn hacía tanto tiempo, cuando nos habían atacado a ambos y casi no lo habíamos contado aparecieron en mi cabeza y tuve otra idea loca como la de regresar el tiempo atrás. Quizás podría crear alguna paradoja en el tiempo y el espacio y abocar a aquella oscuridad a ella para que no pudiera afectarnos nunca más. Nunca había entendido la física ni todas las teorías que había sobre el tiempo y el espacio, pero al menos debía intentarlo y debía usar mis poderes para ello.

            Cerré mis ojos y me concentré, me concentré en todo lo que había a mi alrededor. Siempre había habido una serie de marcas en mi entorno que me habían hecho fácil detener el tiempo, pero nunca había utilizado las otras marcas que allí había, por miedo a hacer algo que rompiera el espacio-tiempo, pero eso era lo que quería hacer en aquellos momentos. Por eso abrí una de aquellas marcas, una que enviaría a ÉL, a esa oscuridad reinante y malvada que se dedicaba a destruir planetas solo para crecer, a un mundo muy lejano, a un tiempo también muy lejano para que no pudiera hacernos deño de nuevo.

            Sentí cómo se resistía, sentí cómo intentaba tirar de mí con él hacia aquel lugar, pero no dejé que lo hiciera, no me dejé llevar, utilicé toda mi fuerza para ello y finalmente conseguí empujarlo hasta aquel lugar, haciendo que la oscuridad que reinaba en el lugar se desvaneciera de pronto, como si nunca hubiera existido. Dejé escapar un lánguido suspiro porque había utilizado gran parte de mi fuerza para ello y aún me quedaba una gran tarea por delante: debía volver el tiempo atrás de todos mis compañeros.

-oooOOOooo-

            Cuando abrí mis ojos me encontré tumbado sobre el desnudo suelo de un descampado, mirando el cielo azul de la ciudad. Aquello no podía ser posible a no ser que el lugar al que había ido tras mi muerte fuera igual que el lugar en el que había perecido, antes de que todo sucediera y la oscuridad se extendiera por el lugar. El rostro de ZiTao apareció en mi campo de visión y me levanté rápidamente del suelo para ponerme a su altura. Parecía estar muy concentrado en algo y tenía los ojos cerrados por lo que todavía no se había dado cuenta de mi presencia.

            ¿Estábamos ambos muertos? ¿No había servido de nada mi sacrificio? Esas preguntas se agolpaban en mi mente, pero no podía encontrar la respuesta a ellas. Antes de poder seguir cuestionándome las cosas, ZiTao abrió los ojos y me dedicó una sonrisa aliviada antes de darme un fuerte abrazo, apretándome contra su cuerpo como si no pudiera creerse que estuviera de nuevo de pie, con él.

            —Estás vivo… —me susurró—. Lo estoy haciendo bien…

            —¿Qué ha pasado? ¿Qué estás haciendo? —cuestioné sin entender.

            —Ya te lo explicaré —respondió separándose de mí—. Todavía tengo que hacer que todos los demás regresen con nosotros.