Título:
1920
Autora:
Riz Aino
Pareja:
2Tae (TaeIl + TaeYong) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, fantasy, vampire
Número de palabras:
1.267 palabras
Resumen:
muchos siglos son los que ha vagado aquel ser por el mundo y ha asesinado a
demasiadas personas solo para alimentarse de ellas para seguir en aquel mundo
en constante cambio durante muchos siglos más.
Advertencias:
un poco de violencia, pero no demasiada.
Notas:
one shot escrito para Chim Chim por el evento de NCT en Halloween.
Comentario de autora:
los vampiros son de las criaturas fantásticas que más me gustan, adoro escribir
sobre vampiros y adoro escribir sobre todas las cosas de NCT, así que esto era
algo que tenía que hacer sí o sí. Espero que os guste.
1920
Una figura encapuchada vagaba por las oscuras
calles de los suburbios de aquella ciudad recientemente industrializada, apenas
había alumbrado público, y menos por esas zonas, por lo que a aquel joven de
belleza imperturbable eso le convenía para que lo que debía hacer fuera mucho
más fácil de realizar que anteriormente. Durante los anteriores siglos de su no-vida había cazado en los abundantes
bosques que rodeaban a los pequeños pueblos, lugares en los que era común que
personas desaparecieran de vez en cuando, atacados por algún animal salvaje
—algo que era bastante acertado si era él la causa por la que desaparecían—,
pero desde que las ciudades estaban en pleno auge y la gente estaba
cambiándolas como su lugar de residencia, él también había actualizado su
territorio de caza y, sobre todo, había cambiado sustancialmente su dieta.
El proletariado, a pesar de ser un poco menos
jugoso que el campesinado, era una presa muy fácil y ya estando en la ciudad,
no hacía daño que de vez en cuando desapareciera alguien de buena familia.
Por aquellos motivos, TaeYong se encontraba
en mitad de la noche rondando por esas calles casi desiertas por las que sólo
podía encontrarse a obreros que recién finalizaban su larga jornada laboral y
que apenas podían tenerse en pie. TaeYong buscaba entre ellos al que podía ser
la mejor presa para aquella noche —y quizás para el resto de la semana—, y así
poder pasar un largo periodo de tiempo sin tener que salir a alimentarse, algo
que cada día era más peligroso para alguien como él. Los humanos llevaban
siglos tratando de acabar con los de su especie, mejorando sus armas para poder
hacerlo, así que prefería no tener que salir demasiado a menudo a cazar y
cambiar su zona de influencia cada poco tiempo para no ser perseguido por éstos
—TaeYong estaba al 99% seguro de que si algo así sucedía, por muchas armas que
los humanos pudieran tener, él saldría victorioso de aquello, pero no tenía
intenciones de averiguar si ese 1% en el que no ganaba podía ser real, prefería
ser cauto ante todo—.
El vampiro olfateó el aire, buscando el olor
de la sangre, tardando apenas unos segundos en encontrar a alguien que tuviera
alguna herida leve en su piel y sólo tuvo que desplazarse hasta donde esa
persona se encontraba para comenzar su caza. No tuvo más que caminar unos
quinientos metros para hallar a su presa, presa que además se encontraba
totalmente sola, algo que facilitaba todavía más su cometido y que haría que no
tuviera que exponerse demasiado. Quien iba a abordar esa noche era un chico
menudo, pero parecía bastante robusto, por lo que no tendría problema en tratar
de sacarle partido a su sangre.
TaeYong se lamió los labios con anticipación
y sus colmillos asomaron levemente porque estaba realmente sediento.
Siguió durante algunos minutos a aquel joven,
amparado bajo el manto de la noche y con sus pasos amortiguados con el sonido
de los del otro chico, para buscar alguna zona más despejada en la cual poder
atacarlo sin que no hubiera testigos —y dado que su presa se estaba dirigiendo
solo hacia las afueras de la ciudad, no iba a tener ningún problema—. Cuando
éste llegó prácticamente a los límites del barrio obrero en el que se
encontraban, fue cuando TaeYong hizo notoria su presencia, caminando velozmente
hasta colocarse justo detrás del cuerpo ajeno y tocando uno de sus puntos de
presión para que el desconocido cayera en sus brazos sin oponer ninguna clase
de resistencia.
Tras aquello, el vampiro debía de tener
muchísima precaución, llevando al humano hasta su guarida de forma que nadie
pudiera verlo y perseguirlo. Por eso, colgó al joven de su espalda y echó a
correr a gran velocidad, una velocidad que sus piernas mucho más fuertes que
las de los humanos le permitían alcanzar y que todavía no había nada que
pudiera comparársele. En solo unos minutos, había llegado a su morada sin
ningún problema… ahora que su caza había terminado, solo le quedaba probar el
ansiado néctar que recorrían los vasos sanguíneos de la persona que había
llevado consigo.
BA
Cuando TaeIl abrió los ojos se encontró en un
lugar que no esperaba para nada y de una forma que tampoco esperaba. Lo último
que recordaba era que tras un largo día de trabajo, caminaba hacia su casa,
donde lo esperaban sus padres y hermanos menores para cenar en familia cuando
de repente había sentido una presencia a su espalda y una gran debilidad que lo
había hecho desvanecerse en la oscuridad. Dado a que llevaba aquel día el
dinero de lo trabajado en toda la semana anterior, pensó por un segundo que
quizás alguien lo debía haber atracado, pero al abrir los ojos y encontrarse en
una extraña habitación, atado sobre una cama y más aseado de lo que recordaba
haberlo estado en años, lo desconcertó por completo.
No obstante, lo que más lo desconcertó fue la
presencia de un joven a los pies de la cama que lo observaba con los ojos
cargados de deseo, un deseo que lo hizo sentirse desnudo a pesar de que tenía
puesta una camisa y un pantalón.
—Por fin despiertas —dijo el joven,
acercándose a él—. Temía que no lo hicieras y que tuviera que volver a salir a
cazar —se sentó al borde de la cama y llevó una mano a su rostro para
acariciarlo. TaeIl quiso alejarse de él, pero sus movimientos eran muy
reducidos y no pudo hacerlo—. Después de todo, no eres una mala presa.
El rostro del desconocido se acercó al suyo y
TaeIl notó una leve humedad en su cuello, cerca de su oreja, producto de que el
otro había usado su lengua en aquella zona, haciendo que un escalofrío producto
del terror que sentía en aquellos momentos le erizara todo el vello de su
cuerpo. Su corazón comenzó a latir también rápidamente y un sudor frío le bajó
por la columna vertebral. No sabía quién era aquel chico, no sabía lo que
quería de él, pero no podía ser nada bueno lo que le tendría preparado.
—Reza porque me guste tu sangre —susurró en
su oreja con una voz más grave de la que había estado usando hasta el momento—,
así podrás vivir mucho más tiempo.
TaeIl no tuvo tiempo ni de esbozar una mísera
plegaria cuando ya había sentido cómo dos agujas se clavaban en su carne, allí
donde le latía el pulso, y cómo el otro comenzaba a succionar aquella sangre.
Nunca había creído en espíritus malignos, en historias sobre criaturas de la
noche, nunca había tenido realmente tiempo para ello, pero ahora sabía que eran
muy reales, tan reales como aquel chico que estaba bebiendo su sangre sin que
él pudiera hacer nada por impedirlo.
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