domingo, 12 de septiembre de 2021

[One Shot] 연애잠금해제 (Unlocking Love): Do it or not {KyuWook}

Título: Do it or not

Autora: Riz Aino

Parejas: KyuWook (KB + Nine) (OnlyOneOf)

Clasificación: R

Géneros: AU, romance, humor

Número de palabras: 1.102 palabras

Resumen: a KyuBin nunca antes le había tocado lidiar con alguien tan vago y caliente como WookJin.

Advertencias: hay un poquito de thirsteo de WookJin hacia KyuBin y KyuBin respondiendo a ese thirsteo.

Notas: cambié varias veces la decisión sobre el pov de esta historia y tuve que reescribir el inicio tres veces antes de que fuera la buena.

Comentario de autora: quería aprovechar que KB se pasa los días en el gimnasio para estar así de petadísimo como está y que a Nine le cuesta ir para hacer algo como esto. Espero que os guste.

 

Do it or not

 

            —¿Lo vas a hacer o no? —cuestionó KyuBin.

            —¿Abrirme de piernas para ti? —le replicó WookJin—. Cuando quieras —añadió, guiñándole un ojo, flirteando con el otro.

 

            KyuBin no pudo evitar poner los ojos en blanco ante aquella respuesta. No era la primera vez ni tampoco sería la última que el chico ante él se le insinuaba de aquella manera, pero KyuBin todavía no había aprendido a lidiar con aquel tipo de contestaciones. Nunca antes en toda su vida se había encontrado con alguien como Jung WookJin y eso que conocía a muchísima gente porque llevaba bastantes años siendo entrenador personal en diferentes gimnasios y después se había pasado a entrenar a diferentes celebridades. Muchas personas habían pasado por sus sesiones de entrenamiento, muchas de ellas habían tratado ligar con él, tanto mujeres como hombres, y KyuBin siempre se había mantenido completamente profesional con ellas hasta que habían acabado su entrenamiento o hasta que había decidido que no merecía la pena entrenarlos porque flirteaban con él más de lo que entrenaban. El chico ante él era otro de tantos, otro de los muchos que le habían tirado la caña y que KyuBin debería de haber rechazado de inmediato… pero Jung WookJin lo dejaba sin palabras.

 

            Hacía meses que se conocían, meses que intentaba entrenarlo porque la empresa del joven idol lo había contratado porque querían que en su siguiente comeback enseñara su cuerpo y para eso tenía que trabajarlo. Cuando había comenzado con él era simplemente un tirillas y ahora tenía la espalda un poco más ancha y los músculos de los brazos, pectorales y abdominales algo marcados, pero de haber seguido el entrenamiento de verdad, en aquellos momentos tendría sus músculos muchísimo más definidos. Porque WookJin era un vago de cuidado y además no paraba de flirtear con él.

 

            —Si no quieres hacer los ejercicios, yo no tengo problema en irme —le dijo, tratando de mantener la compostura y de hacerse respetar, como tendría que haber hecho desde un inicio—. Tengo muchos más clientes hoy y no me viene mal un descanso entre unos y otros.

            —Seguro que ninguno de ellos es como yo —respondió el idol.

            —Eso es seguro —contestó. Una sonrisa pícara apareció en el rostro de WookJin y KyuBin añadió—: Ninguno de ellos es tan vago ni descuida su entrenamiento tanto como tú, además, no flirtean conmigo.

            —Pues esos clientes deben de tener el corazón y el cuerpo de piedra —replicó WookJin haciendo un puchero con sus labios—. Yo no me puedo concentrar en hacer ejercicio cuando tengo a una escultura de un Dios griego delante de mí, encima prácticamente desnudo.

 

            KyuBin cerro sus ojos y trató de calmarse inspirando hondo. No sabía por qué. No lo sabía. Pero las cosas que WookJin le decía siempre provocaban que algo se removiera en su interior y necesitaba pensar con claridad para poder enfrentarse a él. Porque nunca antes se había encontrado con algo así y realmente le afectaba a su cuerpo y su mente. Escuchó a WookJin moverse y abrió los ojos para comprobar si había comenzado con el entrenamiento, pero el chico, en cambio, simplemente se había dirigido hacia él, hasta quedarse tan solo a un par de pasos de distancia de su cuerpo. El chico era guapo, era normal, era idol, tenía que ser guapo. Sus ojos eran oscuros y cautivadores, su nariz larga y atractiva, sus labios finos y de un tono rojizo por el cacao que usaba en ellos. Su cercanía lo trastornó un poco más de lo normal y provocó que KyuBin diera un paso hacia atrás para tratar de conservar la compostura.

 

            —¿Vas a hacerlo o no? —le volvió a preguntar, tratando de llevar el tema de nuevo al entrenamiento que se había quedado a mitad.

            —¿Besarte? —cuestionó WookJin, en un tono de voz sensual—. Ahora mismo.

 

            KyuBin no tuvo tiempo para reaccionar. Antes de poder hacer nada por separarse de WookJin, el chico cruzó la escasa distancia que los separaba, llevando su mano derecha hasta su nuca para sujetarlo, plantándole los labios contra los suyos y comenzando a mover su boca dándole un beso que hizo que KyuBin no tuviera más remedio que responder, demasiado demandante y enérgico. Su mente le comenzó a gritar que aquello no estaba bien, que debía de dejar de besarlo, que tenía que hacer todo lo posible para alejarlo de él, que tenía fuerza para poder hacerlo, pero en aquellos momentos KyuBin se sentía completamente débil y a la merced de WookJin y lo único que podía hacer era seguir besando aquellos demandantes labios que no lo dejaban ni respirar ni pensar con claridad. Cuando la lengua del idol le lamió los labios, pidiéndole permiso para ingresar en su boca, se lo concedió inmediatamente, partiendo sus labios, dejando que la larga lengua del chico se enredara en la suya y provocando que el beso se volviera mucho más intenso y húmedo y los dejara a ambos sin respiración por completo.

 

            —De verdad… que eres incorregible… —jadeó KyuBin en busca de aire en cuanto se separaron.

            —Y eso te encanta —respondió WookJin.

 

            KyuBin no supo cómo ni quiso rebatir aquel argumento. Su cerebro se había desconectado por completo de su cuerpo con aquel dichoso beso y, en aquellos momentos, su cuerpo actuaba por voluntad propia. Así que, lo único que hizo fue alargar su mano para rodear el cuerpo de WookJin por la cintura y pegarlo por completo a él, sin dejar ni un solo centímetro entre ellos, y besando de nuevo sus labios sin cuestionarse si aquello estaba bien o mal o si debería estar haciéndolo o no. En aquellos momentos lo único que necesitaba era besar los labios del chico y sentir su cuerpo contra el suyo… más tarde, cuando finalmente recobrara la compostura, trataría de buscar alguna solución, pero por el momento, estaba como necesitaba estar.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario