Título: Will you… be okay?
Autora:
Riz Aino
Parejas:
KyuSung (KB + Love) (OnlyOneOf)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, fluff, drama
Número de palabras:
1.014 palabras
Resumen:
JiSung se ha acostumbrado tanto a la presencia de KyuBin a su lado que cuando
éste no está, su mundo se vuelve extraño y confuso y no sabe cómo arreglárselas
sin él.
Notas: la idea para
esto la tuve porque JiSung es un poquitín torpe muchas de las cosas ordinarias
del día a día.
Comentario de autora: esto
es un fic totalmente self indulgent, no tengo otra explicación para ello.
Espero que os guste.
Will
you…
be okay?
Cuando una semana antes KyuBin le
había preguntado si iba a estar bien solo mientras él viajaba a ver a su
familia, JiSung había respondido que sí de forma bastante convincente porque no
era un niño del que tuvieran que estar pendiente a todas horas o cuidando, era
un adulto funcional y responsable. Más o menos sabía cocinar, sabía lavarse la
ropa —aunque
plancharla no se le daba tan bien— y podía vivir durante unos días solo. Lo
había hecho antes de conocer a KyuBin y de acostumbrarse a que el mayor lo
ayudara hasta con la tarea más sencilla de su vida y lo podía hacer ahora
también. JiSung había respondido a la pregunta con toda la confianza del mundo
en el momento… pero después de pasar una semana en soledad en aquel piso que
ambos llevaban compartiendo en torno a unos tres años, toda la confianza se le
había ido. Realmente no estaba bien allí solo.
Se había acostumbrado tanto a la
presencia constante del mayor en su vida que, ahora que no había estado junto a
él tan solo durante unos días, sentía que el mundo a su alrededor se había
vuelto extraño y confuso. Estaba un poco desorientado, su cabeza solo pensaba
en KyuBin y tenía todo el cuerpo lleno de moretones porque no paraba de darse
contra los muebles y los marcos de las puertas, no controlando bien las
distancias porque estaba distraído. Prepararse la comida se le había hecho una
odisea demasiado grande a pesar de que en ocasiones era él el que cocinaba para
ambos, aunque generalmente lo hacían juntos, así que al final había acabado
pidiendo comida y arrasando con las reservas de tuppers congelados. Sin KyuBin
a su lado no se hallaba y JiSung se sintió un poco asustado por aquello porque
se había hecho tanto a la presencia del mayor en su vida que si, por alguna
razón, dejasen de salir juntos, no sabía qué podría ser de él. Se había metido
en aquella relación hasta el fondo y había dejado que KyuBin llenara todos los
huecos de su ser casi sin darse cuenta de ello y, ahora que lo sabía se llamaba
estúpido por ello.
Quería a KyuBin como nunca antes
había querido a nadie. Se había volcado por completo en la relación y había
volcado en él todo su amor y cariño y KyuBin le había correspondido también con
cada parte de su ser, haciéndolo estar cómodo en su propia piel y provocando
que se relajara por completo. Cuando estaba con KyuBin se sentía completamente
amado, algo que nunca había sentido en sus anteriores relaciones y, por eso,
probablemente estaba de aquella manera ahora que el mayor había pasado unos
días fuera de su vida. Era la primera vez que le pasaba aquello porque cuando
el mayor se iba a visitar a su familia, JiSung aprovechaba para ir a visitar a
la suya también y había tanto caos en su casa que al final le era casi
imposible darse cuenta de lo muchísimo que lo echaba de menos. En esa ocasión
no había podido hacerlo y se encontraba pensando en KyuBin prácticamente a cada
momento del día, provocando que lo echara de menos y que las cosas que de
normal podía hacer perfectamente con o sin él, se le volvieran demasiado
complicadas y tediosas.
No estaba bien, no lo había estado
durante aquella semana, pero con el regreso de KyuBin, JiSung sintió cómo si el
sol volviera a brillar alto en el cielo después de unos días en los cuales se
había ocultado tras una densa capa de nubarrones oscuros.
—Te he echado muchísimo de menos, JiSung…
Fue
lo que murmuró KyuBin en cuanto atravesó el umbral de la puerta, abriendo sus
brazos para que este pudiera abrazarlo fuertemente. JiSung no tardó ni un
segundo en lanzarse a sus brazos encajando su rostro en el hueco entre su
cuello y su hombro, aspirando el familiar aroma de su colonia y sintiéndose por
primera vez en una semana completamente tranquilo. Lo único que necesitaba para
ello era la presencia de KyuBin allí con él. El mayor lo rodeó con sus brazos y
lo atrajo mucho más a su cuerpo, provocando que no hubiese ni un solo
centímetro entre ellos.
—Veo que tú también me has echado muchísimo de
menos —comentó. JiSung no pudo evitar esbozar una pequeña risa ante aquello
porque ambos eran demasiado obvios con sus sentimientos—. ¿Has estado bien
estos días?
—Mmmm… he vivido días peores… —comentó—, pero
han sido un suplicio porque te he echado muchísimo de menos…
—La próxima vez te vienes conmigo porque me he
aburrido como una ostra sin señal en el móvil y pensando todo el rato en ti…
estaba como perdido sin tu presencia —le dijo KyuBin y él sonrió contra la piel
expuesta de su cuello.
No habían sido grandes días para él
porque no había estado nada bien separado de KyuBin; no obstante, se alegraba
un poco al saber que no había sido el único y que el mayor también lo había
echado terriblemente de menos. Lo alegraba un poco porque así no se sentía solo
en aquella amalgama de fuertes sentimientos por el otro que se volvían un
torbellino de sensaciones cuando estaba con él y que lo dejaban completamente
vacío cuando no estaba a su lado, KyuBin también había estado igual. Así que,
JiSung esperaba que no hubiera una próxima vez como aquella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario