domingo, 5 de septiembre de 2021

[One Shot] 연애잠금해제 (Unlocking Love): pOlice {KyuJung}

Título: pOlice

Autora: Riz Aino

Parejas: KyuJung (KB + YooJung) (OnlyOneOf)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, romance, drama, humor

Número de palabras: 1.221 palabras

Resumen: su desarrollado instinto como policía, en ocasiones le juega malas pasadas a KyuBin.

Advertencias: mención a estado de ebriedad e intento de “secuestro”.

Notas: mientras escribía esto estuve escuchando en bucle Gemini de AB6IX, no sé por qué, pero me la puse y esto fue lo que salió.

Comentario de autora: creo que tengo una obsesión malsana con KB como policía y este fic ha sido totalmente self indulgent. Espero que os guste.

 

pOlice

 

            KyuBin caminaba por la calle lentamente, sintiendo cómo el frío de la noche comenzaba a despejarle un poco la cabeza. Aquella noche había bebido quizás demasiado, pero se había encontrado con sus amigos después de algo de tiempo y había acabado bebiendo más de lo planeado. Al menos no tenía nada que hacer al día siguiente porque era su día libre en el trabajo y podía dormir y descansar y, sobre todo, tratar de lidiar con el dolor de cabeza con el que se despertaría. No obstante, aunque aquella noche no estaba de servicio y aunque estaba más borracho que sobrio, KyuBin no pudo evitar actuar como el policía que era cuando ante él se presentó una situación que requería de su atención, un grupo de jóvenes tratando de meter a la fuerza en un coche a un chico, delgado, de facciones finas y delicadas, mientras éste se revolvía y gritaba que lo dejaran. Inmediatamente, KyuBin se despejó por completo ante la llamada del deber y corrió hacia el coche, apartando a uno de los jóvenes con poca delicadeza e interponiéndose entre los demás y el muchacho.

 

            —¿Qué creéis que estáis haciendo? —les dijo, mirándolos fijamente, su voz denotando autoridad—. ¿Lo estabais intentando secuestrar? —cuestionó.

 

            Nadie le contestó, pero los jóvenes se miraron los unos a los otros unos momentos y después un coro de risas estalló entre ellos, dejando a KyuBin sumamente confuso porque además de estar cometiendo un delito, se estaban riendo de ello.

 

            —¿Quién coño eres tú, flipado? —le cuestionó uno de ellos.

            —Exacto, si estás borracho vete a dormir la mona —le espetó otro.

            —Shin KyuBin, policía —respondió, buscando su placa, que siempre llevaba encima, y mostrándosela a aquellos idiotas—. Y si no me dais una explicación coherente, os pasaréis la noche en comisaría por intento de secuestro.

 

            Otro coro de risas estalló entre los jóvenes y KyuBin estuvo tentado a sacar su teléfono móvil de su bolsillo para llamar y pedir refuerzos a la unidad que se encontrara de guardia en su comisaría esa noche para que fueran a por aquella panda de patanes; sin embargo, antes de que pudiera hacer nada unos brazos delgados y largos lo rodearon por la cintura, a la vez que unos labios rozaron contra su nuca al hablar y se quedó completamente paralizado.

 

            —Sálveme de estos malhechores, señor agente guapetón —le susurró el joven entre quien se había interpuesto, provocando que un escalofrío recorriese toda su columna vertebral de arriba abajo—. Son gente mala que solo quiere hacerme daño.

 

            La forma de hablar del chico era sensual, candente, lenta, arrastrando las palabras con su lengua. Parecía estar borracho, por el olor a alcohol que notó cuando éste habló, lo cual hacía la situación todavía un poco peor, ya que aquel grupo se estaba aprovechando de alguien que no podía pensar con claridad y tenía sus movimientos bastante restringidos. Les dedicó entonces una mirada seria y dura a los jóvenes y se dispuso a sacar su teléfono para pedir los dichosos refuerzos.

 

            —¿Qué estás diciendo, TaeYeob? —cuestionó uno de los chicos—. Si solo estamos intentando llevarte a casa para que dejes de beber.

            —Mire, agente, en serio, no le haga caso —dijo otro de ellos, acercándosele—. Somos sus amigos, hemos salido esta noche a beber para animarlo porque acaba de romper con su novio y ha bebido más de la cuenta, así que lo tratábamos de meter en el coche para llevarlo a casa.

            —Es que no paraba de decir que fuéramos a por una última ronda, pero no se puede ni mantener en pie sin ayuda —añadió otro.

            —¿Es eso cierto? —preguntó. Y mientras los chicos asentían, aquel que seguía todavía abrazado a su cintura, negaba con su cabeza, rozando su rostro contra su espalda, provocándole otro escalofrío—. Él dice que no —añadió.

 

            Un revuelo de voces se armó en ese momento, todos intentando explicar a la vez qué era lo que había pasado y KyuBin solo acabó entendiendo alguna que otra palabra suelta. No prestó tampoco demasiada atención a todo aquello porque el muchacho que lo abrazaba, se separó un poco de él, todavía con sus manos sujetando su cintura, indicándole que se diera la vuelta hacia él. KyuBin lo hizo inmediatamente, por si el joven quería decirle alguna cosa más sobre todo aquello antes de que llamara a los refuerzos, y se quedó con la boca abierta al ver de cerca aquel rostro angelical que parecía haber sido esculpido por alguno de los maestros del renacimiento. Se quedó completamente sin aire, sin saber qué hacer, simplemente perdido en aquellos ojos de color chocolate que lo arrastraban a las profundidades.

 

            —Agente guapetón —dijo el chico… TaeYeob, lo habían llamado, pero no sabía si era cierto o no o un burdo intento de hacer parecer que de verdad eran amigos con la invención de un nombre—. Quiero que me beses y me hagas olvidar al gilipollas de mi ex.

 

            KyuBin abrió los ojos como platos, sorprendido por aquello y los abrió aún más cuando las manos del joven lo cogieron por el cuello y lo atrajeron hacia su cuerpo, provocando que sus labios chocaran en un beso lento y descoordinado en el que la lengua del joven se abrió paso por su boca y jugo con la suya. KyuBin respondió al beso más por costumbre que porque fuera realmente consciente de lo que hacía, demasiado embriagado por el joven que lo besaba, hasta que finalmente sus labios se separaron porque el cuerpo del chico comenzó a caer hacia atrás, como un peso muerto, inconsciente. Por acto reflejo, KyuBin lo agarró antes de que callera al suelo y se abriera la cabeza contra la acera.

 

            —Y por fin se ha dormido —dijo uno de los otros jóvenes, provocando que KyuBin se girara hacia ellos, interrogante. Momentáneamente, se había olvidado de lo que había estado haciendo allí.

            —Ya iba siendo hora —añadió otro.

 

            KyuBin quiso hablar y preguntarles muchas más cosas, pero antes de que pudiera decir nada, uno de ellos le plantó su móvil delante de la cara, enseñándole fotos, conversaciones en un grupo, redes sociales, en las que se encontraban todo el grupo, el chico que estaba en sus brazos incluido. Amigos. Al final todos ellos eran amigos y lo que le habían contado momentos antes era cierto. KyuBin se sintió completamente idiota por todo lo que había pasado y al final acabó pidiéndoles perdón por haberse metido por medio. No había podido evitar aquello porque su instinto de policía estaba demasiado desarrollado, de la misma forma que tampoco pudo evitar pedirles que le dejaran el número de teléfono de TaeYeob porque quería asegurarse de que se encontraba bien antes de que se fueran.

 

 

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