martes, 3 de mayo de 2022

[One Shot] Driving me crazy {MinSung}

Título: Driving me crazy

Autora: Riz Aino

Pareja: MinSung (Lee Know + Han) (Stray Kids)

Clasificación: NC–17

Géneros: canon, romance, smut, pwp

Número de palabras: 2.388 palabras

Resumen: la forma en la que Minho se mueve vuelve completamente loco a Jisung en aquella noche de tormenta.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas.

Notas: el título del fic está inspirado en la canción Sexy lady de Jang Wooyoung de 2PM, escuchadla porque es un bopazo.

Comentario de autora: no tenía planeada esta historia, pero un día me levanté con unas ganas infinitas de escribir un MinSung y esto es lo que me salió. Espero que os guste.

 


            Los truenos resuenan en el exterior cuando Jisung termina por fin la letra que tiene que mandarle a Chan esa madrugada y el chico suspira profundamente porque a aquellas horas es muy difícil conseguir un taxi que lo lleve hasta el piso y no quiere salir en mitad de la tormenta para empaparse porque por mucho que rebusque en su mochila, en ella no hay ningún paraguas. No es la primera vez, ni será la última, que Jisung se queda toda la noche en la empresa, pero después de pasarse las últimas horas en su estudio, enfrascado con la letra de aquella canción que se le ha estado resistiendo tantísimo, está tan cansado que lo único que quiere es darse una ducha y meterse en la cama para no volver a levantarse al menos en diez horas. Con otro suspiro profundo, el chico se levanta de la silla en la que ha estado sentado las últimas horas y decide salir de su estudio para ver si alguno de los demás miembros de Stray Kids sigue en el lugar y al menos no pasar el resto de horas que le quedan allí completamente solo, porque hasta que la tormenta no cesara o hasta que la ciudad de Seúl no volviera a la vida para poder encontrar fácilmente un taxi.

 

            Jisung vagabundea por la empresa entonces, va primero al estudio de Chan, que no está demasiado lejos del suyo, y ve que, por una vez, está vacío. Le extraña bastante porque Chan suele ser el último en irse de la empresa, casi cuando el resto de trabajadores comienzan a llegar por la mañana, pero imagina que, por una vez, ha decidido salir antes y descansar un poco. Se dirige entonces al estudio de Changbin y tampoco lo encuentra allí, así que, al final, acaba buscando a los demás en la sala de baile que tienen asignada, esperando que al menos Hyunjin esté allí por casualidades de la vida; no obstante, a quien se encuentra en la sala de ensayo es a Minho, bailando sensualmente frente al espejo, su mirada fija en la superficie, intensa, oscura, llena de deseo. Jisung acaba tragando saliva porque siente que se le ha quedado la boca seca y su corazón está acelerado, como si acabara de correr una maratón, pero lo único que ha hecho es asomarse a la ventana de cristal y ver a Minho bailando.

 

            Su presencia en el lugar es delatada unos momentos más tarde, cuando la música deja de sonar y Minho se gira, caminando hacia el ordenador y lo ve allí, observándolo. El mayor le dedica una sonrisa amplia y le indica con un leve movimiento de su mano que entre a la sala de ensayo con él, Jisung no tiene más remedio que hacerlo porque, de todas formas, no puede ir a ningún sitio y, además, estaba buscando la compañía de alguien para pasar el rato antes de poder volver a casa, así que, entra al lugar y cierra la puerta a sus espaldas.

 

            —¿Qué haces aquí tan tarde, hyung? —le pregunta a Minho, mientras el mayor está secándose el sudor con una toalla.

            —He llegado hace un rato de mi agenda del día y estaba practicando un poco antes de volver a casa —le responde. Jisung asiente. Últimamente Minho esté bastante ocupado porque tiene un montón de horarios individuales—. ¿Tú todavía no te has ido? ¿Tienes algo que acabar?

            —He terminado hace un momento las letras que Chan hyung me había pedido y me iba a volver a casa ahora —dice—. Pero hay tormenta y está lloviendo y sabes que a estas horas pillar un taxi es casi imposible —y añade—: he ido a buscar tanto a Chan como a Changbin hyung y ninguno de ellos está en su estudio, así que venía a ver si encontraba a Hyunjin y pasaba el rato con él hasta que parara la tormenta, pero te he encontrado a ti, hyung.

            —¿Y estás decepcionado por encontrarme a mí en lugar de a Hyunjin? —le pregunta, chinchándolo. Jisung no tiene más opción que poner los ojos en blanco como respuesta, provocando que Minho se ría y después comience a rebuscar algo en su mochila—. Toma, para ti —dice, dándole un chupachups—. Espero que así se te pase el disgusto por no haberte encontrado a Hyunjin.

 

            Jisung vuelve a poner los ojos en blanco, pero le agradece a Minho el gesto y éste le dedica una sonrisa encantadora antes de volver al ordenador y buscar una canción para bailar. Jisung desenvuelve el chupachups y se lo mete en la boca mientras va hacia la papelera para tirar el envoltorio, para cuando vuelve a su posición, Minho ya ha encontrado lo que está buscando y le da al play antes de salir corriendo hacia el centro de la sala para ponerse en posición y comenzar a bailar de nuevo. La canción es una que Jisung no ha escuchado antes, pero le gusta, la melodía es lenta, pero cambia en algunos momentos el tempo y durante unos segundos es algo más rápida. Suena sensual, a pesar de que no está ni en coreano, ni en inglés, ni en japonés, no sabe el idioma en la que está cantada, pero le gusta demasiado como suena… y, sobre todo, le gusta demasiado la forma en la que Minho la está bailando. Jisung no puede evitar perderse en él, en su baile, en las expresiones de su rostro, en cómo a veces lo mira a través del espejo y le sonríe, pícaramente.

 

            Jisung siente que se queda sin aire, que la garganta se le queda seca, que su corazón se vuelve loco dentro de su pecho y que, en su entrepierna, su miembro comienza a reaccionar. Minho provoca muchas cosas en él, en todo su cuerpo y no puede controlarlo, no puede controlar las pequeñas reacciones que, de forma involuntaria, tiene su cuerpo debido al mayor, siendo muchísimo más honesto que él para expresar cómo se siente.

           

            —Jisung… —llama entonces Minho y el chico vuelve a respirar, saliendo del trance en el que el baile y la mirada del mayor lo habían metido—. Me estás mirando como si me quisieras comer enterito.

            —No… —murmura él, pero la mentira debe de ser increíblemente evidente porque Minho simplemente se ríe y comienza a avanzar hacia él hasta quedarse a tan solo unos centímetros de distancia de su cuerpo.

            —Aunque tú no me quieras comer enterito… yo sí quiero hacerlo —replica Minho—. Quiero comerte entero.

 

            La mirada del mayor está fija en sus ojos, pero unos segundos más tarde sus ojos se desvían hasta su boca y Jisung tiene que tragar saliva después de sacarse el chupachups. Antes de que el chico pueda volver a meterse el caramelo en la boca y tratar así de desviar sus pensamientos de lo mucho que en realidad sí que quiere comerse a Minho, éste le coge la mano con el chupachups y se lo lleva directamente a su boca.

 

            —Hyung… eso es asqueroso… —dice, pero lo único que obtiene de Minho en ese instante es una sonrisa pícara y después un juego erótico de su lengua sobre la superficie brillante de saliva del caramelo—. Hyung… —vuelve a murmurar Jisung, pero esta vez suena más como un leve jadeo.

            —¿Te gustaría que te hiciera lo mismo que a este chupachups, Han Jisung? ­—le pregunta Minho.

 

            Jisung se muerde el labio inferior mientras observa cómo Minho mueve su lengua sobre el chupachups y se imagina que es su miembro lo que en realidad está chupando. Un escalofrío de placer recorre toda su columna vertebral solo de imaginárselo y su miembro da un pequeño tirón dentro de sus calzoncillos, creciendo, toda la sangre acumulándosele allí sin que él pueda hacer nada por evitarlo. Minho lo vuelve completamente loco… de eso no tiene ninguna duda. Sus movimientos cuando baila, sus ojos profundos como dos pozos que lo atrapan, su boca para el pecado y aquella maldita lengua que lo hace perder la poca cordura que le queda.

 

            —Sí… —dice finalmente y su respuesta es más un gemido que otra cosa.

            —Perfecto —responde Minho, sonriendo—. Vamos al baño que te coma la polla.

 

            Jisung quiere soltarle una réplica por ser tan malhablado, pero realmente se queda sin aire y sin voz al pensar en Minho haciéndole aquello y simplemente se deja guiar por éste cuando apaga el ordenador y lo saca de la sala de ensayo tirando de él, agarrándolo de la mano. Es tan tarde que sabe perfectamente que no se van a encontrar con nadie por el lugar y que no hay cámaras en los pasillos del sótano, pero Jisung está nervioso porque hacerlo en la empresa lo pone muy nervioso. Cuando llegan al baño, Minho echa el pestillo de la puerta y después lo lleva hasta el cubículo más alejado de todos, donde también los encierra, todavía con el chupachups en su boca, poniendo a Jisung contra la puerta y dedicándole una sonrisa pícara otra vez.

 

            —Tranquilo —le dice.

            —Estoy muy tranquilo —replica Jisung, pero Minho solo se vuelve a reír de él.

            —Tus pupilas temblando no dicen lo mismo —le susurra el mayor, acercándose a su rostro, quedándose a tan solo unos pocos centímetros de él—. No te preocupes, voy a ser rápido.

 

            Jisung asiente y Minho simplemente se saca el chupachups de la boca para dejarle un beso corto, pegajoso y con sabor a caramelo en sus labios antes de deslizarse hacia abajo para caer con sus rodillas sobre el suelo y buscar con la mano libre el cordón de sus pantalones de chándal, desabrochándolo. Minho le baja un poco los pantalones, solo por debajo del trasero, y comienza a tocar su miembro todavía dentro de sus calzoncillos. Jisung no puede evitar que un leve gemido escape de sus labios y rápidamente se lleva las manos a la boca para ahogar cualquier sonido que no pueda contener. La mano de Minho es grande, lo envuelve mientras lo toca y sus dedos son fuertes y a la vez delicados con él, sabiendo a la perfección qué es lo que debe hacer y cómo lo debe hacer para tener a Jisung con las rodillas como mantequilla. Jisung no tarda en sentir que no puede sostenerse de pie, que le tiembla todo el cuerpo y tiene que inspirar profundamente para tratar de calmarse un poco mientras Minho sigue llevándolo al abismo poco a poco… porque es su mano la que primero lo toca, por encima de la tela de los calzoncillos, por debajo, metiéndola dentro y el contacto piel con piel es demasiado increíble para él; pero cuando es la boca de Minho… oh su boca, Jisung siente que puede correrse en cualquier momento.

 

            Sus calzoncillos se encuentran ya bajados junto con sus pantalones y su miembro erecto, con su punta rosácea, apuntando al frente, completamente duro. Minho lo mira durante un solo segundo a los ojos y Jisung sabe perfectamente que va a hacer algo totalmente estúpido, pero que le va a encantar… y Minho lo hace. Primero se lleva el chupachups a la boca y lo lame, juega con él como ha hecho antes en la sala de ensayo y después lo lleva hasta la punta de su miembro y lo pasa por él. La sensación es diferente, es pegajoso, pero le gusta, le gusta y gime levemente por ello. Minho le dedica una sonrisa pícara y después se lleva el chupachups a la boca y lo lame de nuevo, sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos. Jisung no puede contener un escalofrío que le recorre toda la columna vertebral de arriba abajo en ese momento y acaba gimiendo mucho más alto de lo que pretende cuando finalmente es la boca de Minho la que siente sobre su miembro, húmeda, caliente, pegajosa, llevándolo al paraíso. Es su lengua la que lo deja sin aire, son sus labios envolviendo su erección los que hacen que su cuerpo tiemble y es finalmente un poco todo a la vez lo que lo acaba volviendo completamente loco y llevando al orgasmo, sus rodillas volviéndose de mantequilla y una corriente eléctrica recorriendo todo su sistema nervioso mientras se corre en la boca del mayor.

 

            Jisung tiene sus ojos cerrados, disfrutando de los últimos coletazos de su orgasmo, pero siente en su cuerpo hipersensible cómo Minho finalmente deja de sujetar su miembro flácido en su boca y le sube de nuevo los calzoncillos y los pantalones, volviendo a echarle el nudo del cordón que los mantiene más ajustados sobre sus caderas. Jisung también siente un beso corto en sus labios, un beso que sabe al chupachups junto con su semen y abre los ojos cuando Minho se separa de él para verlo con una sonrisa encantadora en sus labios, antes de volver a meterse el caramelo en la boca, a pesar de que éste ya ha mermado considerablemente su tamaño. Jisung está completamente satisfecho y siente su cabeza en una nube, pero aún así, tiene que preguntar.

 

            —¿Quieres que lo haga yo también? —Minho niega con la cabeza.

            —No, me he pasado todo el día de un lado para otro y después he estado bailando —le responde—. En casa, cuando esté duchado.

            —Vale.

 

            Minho le deja otro beso corto sobre los labios y le sonríe de nuevo, Jisung no puede evitar que la sonrisa ascienda también a sus labios, correspondiéndola. Afuera ya no se escucha la lluvia ni la tormenta y el cielo de Seúl está empezando a tomar un tono más claro a pesar de la espesa capa de nubes que cubre todavía la ciudad, indicándoles que es el momento de volver a casa.

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