Título: An (extra)ordinary summer day
Autora: Riz Aino
Pareja: 2Moons (Sua + Tsuki) (Billlie)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school, romance, fluff
Número de palabras: 1.008 palabras
Resumen: era un día de verano completamente normal y
ordinario… pero para Sua y Tsuki lo normal se podía convertir en extraordinario
en cualquier momento.
Notas: historia inspirada en la escena en la clase de arte que
tienen juntas en el trailer de Bi11lie chapter one.
Comentario de autora: he caído muy hondo, muy hondo he caído
y estoy muy segura de que voy a escribir muchísimas historias de Billlie y,
sobre todo, de estas dos idiotas bonicas. Espero que os guste.
An
(extra)ordinary summer day
Era un día normal de verano, un día
como cualquier otro, cálido, soleado y agradable. Una leve brisa fresca entraba
por las ventanas del lugar en el que se encontraban, moviendo las ligeras
cortinas blancas como si éstas bailaran. Un día normal de verano, justo antes
de las vacaciones, en el que las clases ya habían acabado y las alumnas de
aquel instituto religioso contaban los días que quedaban para poder disfrutar
del merecido descanso que les proporcionaba el verano. Vivían y estudiaban en
aquel lugar, por lo que, salir de allí en vacaciones era algo que todas
necesitaban, para liberarse del hastío del curso, de las monjas que las
obligaban a rezar y estudiar demasiado, de la familiaridad y del aburrimiento
del lugar.
Tsuki se encontraba en la clase de
arte, aprovechando los últimos días que le quedaban en el instituto para usar
los materiales que éste les proporcionaba gratis, dibujando, tratando de paliar
aquel aburrimiento y sopor que le provocaba el verano. Con ella, en la clase,
se encontraba también Sua, quien un rato antes había aparecido por el lugar y,
al verla, había decidido quedarse allí con ella, haciéndole compañía
silenciosamente. La chica se había tumbado en el suelo, con sus ojos cerrados,
disfrutando del sol que entraba por la ventana, como si estuviera haciendo la
fotosíntesis, pero con el ceño fruncido y los ojos arrugados por el brillo del
sol, Tsuki había dibujado rápidamente en su block unos ojos y había arrancado
la hoja para colocársela sobre el rostro a la chica y que así pudiera disfrutar
del sol, sin la molestia que este le provocaba en los ojos. Sua no había dicho
nada, solo le había dedicado una sonrisa, y Tsuki había vuelto a su dibujo
original, en silencio, disfrutando de la compañía de la chica y no pudiendo
evitar dedicarle alguna que otra mirada para ver si ésta se había quedado
dormida o no, sonriendo, feliz por su compañía.
En los últimos tiempos no habían
tenido demasiados momentos así, para poder estar juntas, sin preocupaciones,
simplemente disfrutando de estar con la otra. El periodo de exámenes había sido
largo, intenso, extenuante, no habían podido hacer otra cosa más que estudiar,
intentar sacar las mejores notas posibles para no recibir los castigos de las
monjas… pero todo aquello por fin había acabado y el verano, que estaba a punto
de comenzar, les daba la tan ansiada libertad para poder hacer lo que
quisieran.
Tsuki terminó su dibujo un buen rato
después y se dejó caer en el suelo, junto a Sua, apoyando su espalda sobre sus
piernas encogidas, viendo la sonrisa que se formaba en el rostro de la otra
chica al notar su peso contra sus piernas. Tsuki no pudo evitar sonreír al ver
aquella expresión y sentir cómo su corazón se paraba durante un segundo antes
de volver a latir, increíblemente rápido, teniendo mil ganas de inclinarse
sobre ella y besar aquellos labios durante unos momentos, aunque estuvieran en
mitad del colegio, a plena luz del día, donde cualquiera de las demás alumnas o
alguna de las monjas pudieran verlas. Sua provocaba demasiadas cosas en ella y Tsuki
acabó inspirando hondo un par de veces para tratar de tranquilizarse,
enfocándose después en observar el dibujo que acababa de hacer, intentando ver
si había quedado bien del todo o si no había captado la esencia de lo que había
dibujado. Había pintado de memoria la casa de Billlie, aquella casa escondida
en el bosque que se encontraba en las cercanías del colegio donde Sua y ella
solían pasar los fines de semana cuando se quedaban en el colegio. Nadie
conocía aquel lugar, o si lo conocían, no iban por allí, por eso, era su
escondite secreto, el lugar en el que podían ser ellas mismas, el único espacio
en el que podían estar juntas de una forma más cercana, sin miedos, sin
prejuicios.
La mirada de Tsuki volvió a
desviarse del dibujo hacia Sua momentos más tarde sin que la chica lo pudiera
evitar de ninguna forma, fijándose en aquel papel con el dibujo de unos ojos
que le había colocado momentos antes para que no le diera el sol, el contorno
de su nariz y de sus labios… volviendo a tener unas ganas inmensas de besar
aquellos labios. Tsuki acabó incorporándose, dejando el block de dibujo sobre
el suelo cuidadosamente a su lado y mirando a todas partes, tratando de
escuchar si alguien se acercaba o no también. Los pasos deberían resonar en los
pasillos en aquel sepulcral silencio que solo era roto por las chicharras en el
exterior, frotando sus alas por el calor. No había nadie, no debía de haber
nadie cerca de la clase de arte y Tsuki decidió que podía tomarse aquella
licencia, que podía inclinarse sobre sus labios y besarla sin ningún temor a
ser descubiertas… y lo hizo. En los labios de Sua se formó una sonrisa
inmediatamente en cuanto sus bocas se tocaron y respondió al beso lentamente,
sin prisa, perezosamente, moviendo sus labios al compás de los de Tsuki hasta
que ésta finalmente acabó alejándose de ella. La sonrisa seguía en sus labios
cuando se separaron y Tsuki también sonrió, antes de volver a su posición
inicial, echada sobre las piernas de Sua, feliz porque en aquella aburrida y
normal tarde de verano, también podían pasar cosas extraordinarias como
aquella.
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