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viernes, 4 de abril de 2014

Inocente

Inocente

            Do KyungSoo había dicho en una entrevista hacía unos días que él no era tan inocente como todo el mundo se pensaba y aquello disparó de una manera impresionante la imaginación de las fans. La red, ya de por si plagada de fanfics de EXO, se saturó con historias en las que el chico hacía un montón de cosas, cosas poco inocentes.

            Fueron ChanYeol y ZiTao quienes le avisaron que había provocado una revolución en el mundo de las escritoras de fanfics y el menor, le había propuesto que se leyera alguno de los que circulaban por la red, por eso estaba allí, a las tres de la madrugada, leyendo cómo hacía un trío con JongIn y JunMyeon después de una historia más bien insulsa que se resumía en sexo, sexo y más sexo y en cuernos, cuernos y más cuernos.

            Los tres acabaron sobre la cama, dos ya estaban sin ropa, por lo que el juego comenzó, dejando a JongIn desnudo. Lo sentaron en medio de los dos y comenzaron a quitarle la ropa. KyungSoo le sacó la camiseta, rozando su torso, y mandando escalofríos a la columna de este, a la vez que JunMyeon le masajeaba su miembro, levemente, por encima de sus boxes, haciéndole gemir, a la vez que con la otra mano, intentaba, bajarle lentamente los pantalones.

            Arqueó su espalda, en el mismo momento en el dejó escapar un gemido, provocado cuando JunMyeon metió su mano dentro de los bóxer y tocó la piel de su miembro directamente. KyungSoo aprovechó ese momento para girar levemente el rostro de JongIn, a la vez que endurecía sus pezones pellizcándolos con sus dedos. Cuando el moreno quedó completamente desnudo y su miembro despierto, JunMyeon le agarró fuertemente los testículos, haciéndolo jadear.

            ―Quiero que me la chupes ―dijo y el chico se agachó sobre su miembro, para comenzar a dar lametazos, haciendo gemir al mayor de los tres. KyungSoo se puso de morros, porque lo ignoraban, y encima, era su novio el que lo ignoraba, así que, no se lo pensó más y comenzó a toquetear el trasero de su novio.
            ―Ah… ¿qué haces? ―preguntó al notar cómo su entrada era presionada.
            ―Nunca te la he metido ―contestó KungSoo―. Quiero probarlo ―el chico llevó un dedo a su boca y lo lamió, para luego meterlo en aquel lugar, haciendo que su novio diera un respingo.

            Mientras JongIn intentaba concentrase en su tarea de lubricar al mayor, notaba cómo su entrada estaba siendo dilatada por su novio, que tenía la firme intención de metérsela, y cuando notó el miembro de KyungSoo en aquel lugar, se desconcentró del todo y dejó de chupársela a JunMyeon, para intentar disfrutar de lo que su novio le estaba dando. KyungSoo, en el séptimo cielo, porque nunca pensó en que se sentiría así de bien, comenzó a penetrar una y otra vez a su novio, primero lento, luego más rápido.

            Ni siquiera había terminado de leer el maldito fic y ya tenía las orejas rojas, las mejillas del mismo color y una parte de su cuerpo a la que llegaba bastante sangre, porque KyungSoo no era inocente y eso bien lo sabían sus compañeros de grupo.



N.A.: El texto en cursiva está sacado de mi fic SuKaiSoo "Don't Lie", si queréis leerlo, podéis hacerlo aquí.

jueves, 2 de mayo de 2013

Don't Lie


Capítulo 4
Todo



   Un chico moreno se levantó de la cama, notándola vacía y echando de menos al otro ocupante. Se dirigió después al baño para arreglarse y luego fue a la cocina, en busca de su chico, pero lo único que encontró, fue una nota.

   Me voy a la Universidad, te he dejado el desayuno hecho en la nevera. Aprovecha el día, nos vemos esta tarde.
   Te quiero,
KyungSoo

   El chico dobló la nota y sonrió. Abrió la nevera y se encontró con su desayuno, lo sacó de allí y comenzó a comer, pensando en qué haría ese día, ya que lo iba a tener libre de trabajo y en soledad, porque su novio se había ido a clases. Se removió en la silla, pensando y una pequeña punzada en el trasero le hizo dar con su respuesta.

   -Iré a ver a SuHo.

   En cuanto acabó de desayunar y recoger, se vistió y salió del apartamento, para dirigirse al otro, con una gran sonrisa en su cara y preparándose para un día lleno de sexo sin más. Unos veinte minutos andando, y llegó al lugar, subió hasta el piso seis y luego llamó a la puerta. Esperó, pero nadie le abrió. Se agachó y levantó el felpudo para coger la llave que SuHo le había dicho que había allí debajo. Se dispuso a abrir la puerta cuando escuchó un ruido dentro. El chico se quedó unos segundos dudando, pero luego, se decidió a abrir.

   Entró al apartamento, dejando la llave en su sitio y cerrando la puerta tras él. Caminó por el pasillo, dejando la cocina atrás y dirigiéndose al salón, de donde parecían provenir esos ruidos. Se quedó en el umbral de la puerta, asomando su cabeza levemente, y mirando con los ojos desorbitados la escena que se encontró ante sus ojos.

  SuHo se la estaba metiendo a otro, y ése otro no era él, claro que no estaban en una relación, y podían hacer lo que quisieran, pero le dolió. Aunque lo que más le dolió aún, fue descubrir quién era el chico que gemía bajo el otro. Su novio, KyungSoo.

   Dio un par de pasos hacia el sofá en el que se encontraban, dispuesto a hacer una escena, pero, ¿qué derecho tenía él? Él también engañaba a su novio, y además, con el mismo chico. Su mente dio un giro de 180º y pasó de querer matar a ambos, a hacer algo más divertido… y placentero. Tosió fuertemente y el ruido hizo que SuHo alzara su cabeza y lo viera. La expresión que puso el chico, fue digna de ver, pero la mejor expresión, fue la de su novio, que con los ojos desorbitados, no podía creerse lo que veía.

   -¿Qué haces aquí, Kai?- preguntó el mayor de allí.
   -¿Kai?- dijo KyungSoo desorientado, pero luego se recompuso- JongIn, cariño, no es lo que piensas- se levantó del sofá y fue corriendo, desnudo hasta su novio.
   -Ah, ¿no?- preguntó alzando una ceja, decidido a jugar un poco- ¿entonces no te lo estabas montando con SuHo?
   -No… eh… bueno… yo…- se rascó la cabeza, nervioso, y agachó su cabeza- pero… ¿quién es SuHo?- JongIn le señaló a la otra persona que estaba en el lugar- él se llama JunMyeon- se giró hacia el chico- ¿verdad?
   -¿Os… os conocéis…?- preguntó él sin saber qué decir en esa situación.
   -Somos novios- contestó KyungSoo.
   -Un… un… momento…- dijo alzando las manos- ¿Kai, D.O. es el novio ese que no se podía enterar que lo engañabas y viceversa?- preguntó y ambos asintieron. El pobre dueño de la casa no sabía qué cara poner ya, eso era todo muy extraño. Ambos se estaban poniendo los cuernos, y lo hacían con el mismo hombre… o sea él- esto es muy raro.
   -Espera- dijo KyungSoo al darse cuenta de algo- ¿me engañabas con él?
   -Tú también, ¿de qué te extrañas?
   -Pero… ah…- iba a replicar, pero se lo pensó mejor- es verdad… por cierto, ¿qué es lo que buscabas de él que yo no te daba?- preguntó.
   -Exactamente eso- murmuró JongIn- que no me dabas, y yo de vez en cuando, necesito que me den por atrás- el chico abrió sus grandes ojos a más no poder- ¿y tú? ¿Por qué me engañabas?
   -Porque él es muy bueno en la cama… en el sofá, en la cocina, en el suelo, contra la pared…- comenzó a contar con sus dedos.
   -Ya… me lo vas a contar a mí…
   -¿Hola?- dijo JunMyeon muy confundido- ¿no os vais a tirar de los pelos o algo?- ambos negaron- yo pensé que cuando os enterarais… se iba a armar la de San Quintín.
   -¿Por qué?- preguntaron los dos.
   -Si ambos nos engañamos, no hay razón de ser- contestó KyungSoo.
   -Y además, con el mismo tío…- señaló JongIn.
   -¿No estáis enfadados?- ambos negaron- entonces os dejo solos para que habléis- intentó levantarse del sofá, para recoger la ropa y luego irse a su habitación, pero JongIn se colocó ante él y lo detuvo.
   -Tú no vas a ningún sitio- murmuró roncamente y con una voz que excitó al ya de por sí excitado, JunMyeon- ahora… los tres… vamos a pasarlo bien…- el chico miró al otro que estaba allí, y lo vio sonreír.
   -Pues si nos vamos a divertir los tres, hay una cama muy bonita y grande en el dormitorio.
   -Está bien.

   KyungSoo se dirigió hacia la habitación y JongIn, levantó a JunMyeon del sofá y lo llevó hasta aquel lugar también. El otro chico ya los esperaba, sentado en la cama, mirándolos sensualmente, y JongIn sintió cómo su miembro le daba un tirón ante semejante visión erótica.

   Los tres acabaron sobre la cama, dos ya estaban sin ropa, por lo que el juego comenzó, dejando a JongIn desnudo. Lo sentaron en medio de los dos y comenzaron a quitarle la ropa. KyungSoo le sacó la camiseta, rozando su torso, y mandando escalofríos a la columna de este, a la vez que JunMyeon le masajeaba su miembro, levemente, por encima de sus boxes, haciéndole gemir, a la vez que con la otra mano, intentaba, bajarle lentamente los pantalones.

   Arqueó su espalda, en el mismo momento en el dejó escapar un gemido, provocado cuando JunMyeon metió su mano dentro de los boxers y tocó la piel de su miembro directamente. KyungSoo aprovechó ese momento para girar levemente el rostro de JongIn, a la vez que endurecía sus pezones pellizcándolos con sus dedos. Cuando el moreno quedó completamente desnudo y su miembro despierto, JunMyeon le agarró fuertemente los testículos, haciéndolo jadear.

   -Quiero que me la chupes- dijo y el chico se agachó sobre su miembro, para comenzar a dar lametazos, haciendo gemir al mayor de los tres. KyungSoo se puso de morros, porque lo ignoraban, y encima, era su novio el que lo ignoraba, así que, sujetó la cabeza de JongIn para que no siguiera, pero éste continuó moviendo su lengua, así que, no se lo pensó más y comenzó a toquetear el trasero de su novio.
   -Ah… ¿qué haces?- preguntó al notar cómo su entrada era presionada.
   -Nunca te la he metido- contestó KungSoo- quiero probarlo- el chico llevó un dedo a su boca y lo lamió, para luego meterlo en aquel lugar, haciendo que su novio diera un respingo.

   Mientras JongIn intentaba concentrase en su tarea de lubricar al mayor, notaba cómo su entrada estaba siendo dilatada por su novio, que tenía la firme intención de metérsela, y cuando notó el miembro de KyungSoo en aquel lugar, se desconcentró del todo y dejó de chupársela a JunMyeon, para intentar disfrutar de lo que su novio le estaba dando. KyungSoo, en el séptimo cielo, porque nunca pensó en que se sentiría así de bien, comenzó a penetrar una y otra vez a su novio, primero lento, luego más rápido.

   Se corrió sin poder evitarlo en el interior de JongIn, y cuando salió de él, su semen comenzó a derramarse desde el ano del chico. KyungSoo se quedó jadeando, tras el orgasmo, tumbado en un rincón de la gran cama, viendo cómo su novio, que no se había corrido, ya que su pene no había recibido ninguna atención, era penetrado por JunMyeon, que a la vez que embestía, toqueteaba y bombeaba el miembro del menor.

   Esa visión tan excitante que se extendía ante los ojos de KyungSoo, comenzó a hacer que su miembro empezara a endurecerse cada vez más, y deseoso de más, comenzó a tocarse, observando atentamente aquella escena y escuchando cada gemido que los otros dos lanzaban. El chico acabó llevando sus dedos a su propia entrada y comenzó a embestirse con ellos, jadeando y susurrando los nombres de los otros dos, cerrando los ojos, ante el placer que se estaba brindando.

   Con los ojos cerrados, como estaba, no se dio cuenta de cómo los otros dos se corrían a la vez y lo miraban con una perversión absoluta, mientras se intentaban empalmar de nuevo el uno al otro, para llevar a cabo el plan que se les había ocurrido.

   -Pervertido- susurró JongIn en la oreja de su novio, tras haberse acercado a él sin que el otro se diera cuenta. El chico abrió los ojos y se encontró con la mirada lasciva de JongIn- ven aquí… que vas a disfrutar…- llevó a KyungSoo ante él y le hizo sentarse en su miembro, entrando por completo en él, debido a la insistente preparación que se había hecho su chico, después, lo levantó un poco y llamó a JunMyeon- ya puedes entrar- y él, llevó su miembro hasta la entrada de KyungSoo, entrando lentamente en su interior y rozándose con el palpitante miembro de JongIn al hacerlo. Las descargas de placer de esta última acción, para los tres, fueron las mejores y, cuando comenzaron a moverse, a distintos tiempos, en el interior de KyungSoo, se sintieron morir de placer.

-oooOOOooo-

   -¿Entonces?- preguntó JunMyeon- ¿Qué es lo que haremos?
   -Estar todos juntos y follar como locos- ésa fue la respuesta de JongIn.
   -A mí me parece bien- dijo KyungSoo- nunca se había sentido tan bien.
   -Decidido entonces- contestó el mayor, y los tres sonrieron.














martes, 30 de abril de 2013

Don't Lie


Capítulo 3
¿Se Puede Llamar Engaño?

 

   Salí de casa en busca de él. No podía aguantar más, así que dejé a JongIn durmiendo, diciéndole que me iba a clase, pero en realidad iba a su apartamento, a verlo a él, a ver a JunMyeon. Llegué a su apartamento y llamé a la puerta, esperando nervioso a que abriera. Cuando la puerta se abrió, y apareció él en el vano, despeinado, con los ojos medio cerrados por acabarlo de despertar. Sonreí y me lancé sobre él, agarrando sus caderas con mis piernas fuertemente, para después, besarlo. Al separarme, pude ver en él una sonrisa picarona.

   -¿Tanto querías verme que no podías esperar?- me dijo y yo sólo le planté otro beso en los labios- parece que no…- murmuró divertido- agárrate fuerte… te llevaré a un lugar cómodo…- y dicho esto, comenzó a andar conmigo agarrado a él, hasta llegar al salón y sentarse sobre el sofá, conmigo encima y noté una dureza en su entrepierna que me sobresaltó.
   -¿Tan temprano y ya así de duro?- dije acercándome a su oído y dándole un lametón.
   -Es que me pones… D.O.- susurró con una voz ronca que me excitó.
   -Eso es bueno- murmuré- tú también me pones…- comencé a mordisquear su mandíbula, pero sin llegar a dejar marca.
   -¿Te pongo más que tu novio?- preguntó y me separé de él para mirarlo a los ojos.
   -Estás bueno, JunMyeon- contesté- y no te ofendas con lo que te voy a decir ahora- sonreí pícaro- pero JongIn está mucho más bueno que tú.
   -Pero te gusta más mi polla… con eso me conformo.

   Se lanzó a besar mis labios con desesperación, introduciendo su lengua en mi boca y haciendo que las dos lucharan por tomar el control del beso. Nos separamos sin aire y entonces pasé a quitarle la camiseta roída que utilizaba como pijama, para dejar al descubierto su pecho blanco como el mío, y no oscuro y exótico como el de mi novio. Empecé a repartir besos por el lugar, a la vez que mi mano se movía por su entrepierna, aun por encima del pantalón, haciéndolo suspirar levemente, y luego, lentamente, fui bajando mis labios por su torso, hasta quedar en un equilibrio precario sobre sus piernas, así que, me bajé de ellas y me puse de rodillas en el suelo.

   Retiré la mano de su entrepierna y él dio un quejido de inconformidad por tal acción. Sonreí y metí mi mano dentro de sus boxers, notando su humedad. Comencé a masajear rápidamente hasta que su miembro estuvo completamente erecto, entonces, le arranqué los pantalones y los boxers, dejándolo desnudo a mi completa merced. Me incliné sobre su miembro y empecé a repartir besos y lametazos, a la vez que toqueteaba sus testículos, haciéndolo gemir de placer y decir mi nombre, o por lo menos el que él conocía, una y otra vez.

   -Ahhh… D.O…. ahhh...- me metí su pene en mi boca completamente y empecé a succionar, impregnándolo con mi saliva para luego hacer más fácil y placentera mi penetración. Cuando noté que iba a correrse, me alejé de él y subí su cuerpo dando besos y pequeños mordisquitos- no… me dejes… así…- jadeó.
   -Tranquilo- susurré a la vez que me levantaba la camiseta y me la quitaba- haré que te corras, pero en otro lugar más excitante que mi boca- él se acercó a mí y me besó.
  -No hay lugar más excitante que tu boca- murmuró al separarnos.

   Me levanté del suelo y me quité los pantalones y mis boxers, que comenzaban a apretarme. Después, me senté de nuevo en las piernas de JunMyeon y rocé su miembro contra mi entrada. Gemí sonoramente ante el contacto y luego, lentamente, empecé a bajar, haciendo que su pene entrara cada vez más y más en mi interior, empujando contra mis paredes y haciéndonos sentir un placer inmenso a ambos.

   Cuando estuvo completamente adentro, los dos gemimos y yo comencé con el vaivén, al principio muy suave, para acostumbrarme, pero luego tan rápido, que casi daba saltos sobre su cuerpo. Él buscó mis labios, y comenzamos un beso totalmente excitante, desenfrenado, desesperado y descoordinado. JunMyeon se corrió dentro de mí, pero yo no lo hice, así que, cuando él salió de mí, lo hice tumbarse en el sofá, conmigo encima y empecé a rozar mi pene contra el suyo, ahora flácido y muy sensible, hasta que me corrí y caí sobre él. mi cuerpo se relajó y el semen que había en mi interior, comenzó a salir por mi ano y a recorrer lentamente mis piernas.

   Pensé en JongIn. En lo que él hacía para que yo me corriera y sintiera todo el placer. Pensé en que lo sentía todo con él, pero que me faltaba algo, algo que JunMyeon me daba, sin ningún te quiero a cambio.

   Me separé de él un poco al notar cómo se volvía a poner duro y sentí cómo era tumbado en el sofá, quedando ahora él, sobre mí. Me miraba de una manera totalmente pervertida y sonreí.

   -¿Otra ronda?- preguntó.
   -Las que quieras- respondí.
   -Si es que aunque lo niegues te encanta…- se inclinó sobre mí.
   -Sino lo niego…- susurré antes de que me besara.












sábado, 27 de abril de 2013

Don't Lie


Capítulo 2
No Es Suficiente


   Llegué a casa y busqué a mi novio por todas partes, no encontrándolo en ningún lado. Supuestamente, debería haber llegado antes que yo a casa, puesto que sus clases acababan antes que yo mi turno de trabajo. Me dirigí al dormitorio y me tumbé en la cama, en plancha, escuchando en ese momento, pequeños ruidos en el baño.

   Me levanté y me dirigí hacia la puerta de donde provenían esos ruidos, dándome cuenta que los sonidos eran los del agua correr y la voz de alguien cantando de una manera hermosa. Supe en ese momento que ya había encontrado a mi novio, nadie cantaba tan bien cómo él.

   Abrí la puerta lentamente, y me lo encontré, tumbado en la bañera, mientras ésta se llenaba, con los ojos cerrados y cantando de esa manera tan suave, tan hermosa y tan sensual. Me acerqué sin hacer ruido y comencé a quitarme la ropa sin que él se diera cuenta de mi presencia.

   Cuando ya estuve completamente desnudo, cerré el grifo de la bañera, y metí una de mis piernas, sobresaltando a mi novio al hacerlo, pero al ver que era yo, se relajó y dejó que entrara a compartir su relajante baño. Me introduje completamente en el agua tibia dejando escapar de mis labios un gemido de placer, al sentirla sobre mi piel, sentándome entre las piernas de mi novio.

   -¿Cómo te ha ido en el trabajo?- preguntó inclinándose sobre mí para darme un pequeño beso en los labios, dejándome su sabor a cereza.
   -Es algo cansado- murmuré tocándome los hombros y haciendo una mueca de dolor.
   -Anda, date la vuelta- dijo y yo lo hice, girándome y dejando mi espalda a su alcance- disfruta de mis atenciones- susurró en mi oído de una manera excitante justo antes de poner sus manos sobre mis hombros y comenzar a masajear, haciéndome dar suspiros de vez en cuando- parece que te gusta- murmuró empezando a repartir besos por mi cuello y mis hombros.
   -Sí… mmm… tus manos son mágicas… mmm… KyungSoo…- medio gemí, medio dije.
   -Eso es bueno…- murmuró rozando su nariz con mi mejilla y yo giré mi cara para atrapar sus labios y besarlo con desesperación. Cuando nos separamos, él tenía una gran sonrisa- ¿me deseas, JongIn?- preguntó divertido mientras yo me giraba para quedar cara a él.
   -Muchísimo…

   Y comencé a besarlo como si me fuera la vida en ello, abriendo mi boca, jugando con su lengua, explorando su húmeda cavidad, mordiendo y chupando todo a mi paso. Cuando nos separamos para respirar, un hilo de saliva aun nos unía. Sonreí pasando mi lengua por sus labios para comenzar de nuevo con otro beso excitante. Al separarme de sus labios adictivos de nuevo y volver a sentarme sobre la bañera, sentí un pinchazo en mi trasero y me quejé un poco. Aunque ya hacía varios días que SuHo me la había metido, todavía sentía un poco de dolor en aquella zona.

   -¿Te pasa algo, JongIn?- preguntó mi novio y yo negué, porque él no podía enterarse de que lo engañaba con otro.

   Me lancé de nuevo sobre él, ignorando el dolor y empecé a acariciar su cuerpo, escuchando a su melodiosa voz lanzar gemidos una y otra vez en mi oído. Mordisqueé su cuello, lo lamí y lo besé, mientras mis manos viajaban cada vez más abajo por su delicioso cuerpo. Noté sus manos agarrarse a mi trasero y di un respigo de sorpresa. Me acerqué a su oído y le susurré con la voz más sensual y excitante que pude poner.

   -¿Quieres jugar?- él asintió casi imperceptiblemente- pues entonces vamos a jugar- y agarré su miembro con fuerza, empezando a bombear.

   Sus gemidos, nuestras respiraciones aceleradas y descompasadas, el sonido del agua chocando contra las paredes de la bañera, provocado por el incesante movimiento de mi mano sobre el pene de mi novio, eso era todo lo que se escuchaba en el baño. De repente, mi novio se arqueó y noté un líquido caliente alrededor de mi mano derecha y su pene se deshinchó entre mis dedos.

   -Ahh… JongIn…- jadeó intentando recobrar su respiración.
   -Aún no he acabado de jugar- murmuré ronco en su oído y se lo lamí y mordisqueé.

   Llevé una mano a su entrada y la noté levemente dilatada, así que no me entretuve más y guié mi miembro hacia ella, para introducirme lentamente en el interior de mi novio. Dejé escapar un gemido de mis labios cuando estuve completamente adentro. KyungSoo todavía temblaba por su reciente orgasmo y eso no hacía sino más placentera la sensación de estar dentro de él. Comencé a embestir lentamente y luego más salvaje, más bestia, de una manera mucho más desesperada que otras veces.

   Siempre me pasaba lo mismo. Cuando lo hacía con SuHo, la siguiente vez que entraba en mi novio, lo hacía así, desesperado por quitarme de encima la culpa que sentía por engañarlo. Pero siempre acababa igual, volviendo a los brazos de SuHo, para que me la metiera.

   Llegué al orgasmo casi sin darme cuenta y me corrí en su interior. Jadeando, me eché sobre él y dejé descansar mi cabeza en el hueco entre su hombro y su cuello y di algún que otro beso y mordida por el lugar, mientras mi respiración se normalizaba. Noté las manos de mi novio jugueteando con mi cabello y sonreí, dejándome llevar por sus caricias hasta un estado de calma y tranquilidad que no podía ser perturbado.

   -Te amo mucho, JongIn- lo escuché decir y mi corazón dio un vuelco. Yo también lo amaba, lo amaba muchísimo, de hecho, pero él no me hacía sentir completo, aunque SuHo tampoco. Los necesitaba a ambos para ser feliz y sentirme pleno.
   -Yo también te amo mucho, KyungSoo- me acomodé mejor sobre él y noté su miembro duro de nuevo, rozando con mi vientre- hum…- murmuré- parece que alguien sigue teniendo ganas de marcha- y escuché su risa cantarina antes de dedicarme por completo a él, hasta que volviera a escapar a los brazos de SuHo.










miércoles, 24 de abril de 2013

Don't Lie


Don’t Lie


Capítulo 1
¿Qué Buscas?


   Llegamos a mi casa y nada más traspasar la puerta de la entrada lo empotré contra la pared y comencé a comérmelo. Él soltó un quejido, pero no me importó, seguí besando esos adictivos labios tan voluminosos y mis manos acariciando esa piel tan suave y tan exótica. El sonido de mi teléfono móvil comenzó a escucharse en el lugar, pero yo no dejé de hacer lo que estaba haciendo, así que, simplemente ignoré ese sonido irritante.

   -Hyung… -murmuró él en el momento en el que abandoné sus labios para dedicarme a su cuello- tu móvil… ahhh… mmm- gimió mientras intentaba hablarme- mmm…ahhh… hyung… suena… mmm…
   -Lo sé- contesté contra su piel, dando un pequeño mordisquito.
   -Ahh… no… dejes… mmm… marcas…- pidió.
   -Tranquilo… sé que tu novio se enfadaría… si las viera…- seguí besando y chupando esa parte de piel, que sabía que lo volvía tan loco.

   Sí, yo era el amante de este chico, que cuando estaba con su novio era el activo, pero que quería también que se la metieran, por eso, acudía a mí. La verdad, no me importaba ser el segundo plato de alguien, porque yo también tenía mis secretos. Dejé que el móvil se siguiera escuchando hasta que paró de sonar, mientras me dedicaba al chico que tenía delante.

   Desabroché su sudadera y la bajé, dejando al descubierto sus hombros, sólo cubiertos por los tirantes de su camiseta negra. Comencé a besar esa parte de su cuerpo mientras sentía sus manos colarse bajo mi ropa y tocar, palpar, agarrar y arañar, todo lo que estaba a su alcance. Me separé un poco de él y le quité la sudadera de una vez por todas, para ir a por su camiseta ahora, y levantarla para sacarla por su cabeza, dejando expuesto para mí, sus trabajados abdominales, sus pezones marrones y su piel exótica. Empecé a pellizcarle los pezones, mientras mis labios se dirigían a los suyos y un beso excitante tenía lugar.

   -Ahh… SuHo…- gimió mi nombre… o por lo menos el nombre que él conocía- ahh…

   Seguí estimulando sus pezones, a la vez que mi lengua exploraba una y otra vez su boca y jugaba con la lengua ajena. Nos separamos jadeando y dejamos nuestras frentes juntas mientras recuperábamos el aliento, para mirarnos fijamente a los ojos. Después, sus manos me quitaron mi chaqueta y él la tiró por algún lugar, después, metiendo las manos bajo mi camiseta, fue levantándola lentamente, a la vez que tocaba mi piel, haciéndome suspirar.

   Al final, la camiseta acabo tirada en algún lugar del pasillo de mi apartamento y yo me lancé de nuevo hacia el para comerle la boca. Fui bajando mis labios por todo su cuerpo, besando y a la vez chupando con mi lengua aquella deliciosa y exótica piel, hasta que llegue al filo de su pantalón vaquero. Desabroché la prenda y tiré de ella hacia abajo, poniéndome yo ahora de rodillas en el suelo, para tener un mejor acceso.

   Lleve una de mis manos a su trasero y comencé a masajeárselo, a la vez que mi otra mano, jugueteaba dando toques de mariposa a su miembro, por encima de sus boxers negros.

   -Ahh... SuHo... ahhh... mmm... ahhh... ya... tócame ya... mmm- gemía e intentaba que no se notara lo desesperado que estaba, pero su miembro erecto, solo con unos cuantos besos, me decía lo desesperado que estaba porque se la metiera.

   Baje sus boxers y comencé a tocarle, bombeando lentamente, a la vez que mi otra mano, torturaba sus testículos. Él se agarraba a la pared como podía, pero el placer lo embargaba y casi ni se sostenía.

   -Ahh... ya... quiero tu boca...- lo miré travieso- por favor...- susurró y yo sonreí.

   Dejé que mis manos fueran a su trasero para agarrarme firmemente a él, y después, saque mi lengua para darle un lametón a la punta y notar sus manos en mi cabeza intentando que me la metiera de una vez en la boca. Comencé a chupársela y él a gemir de una manera muy excitante, hasta que unos minutos después, se corrió, aun dentro de mi boca. Tragué y me saqué su miembro, a la vez que él cayó al suelo, temblando y respirando agitado. Me encorvé sobre él y lo besé.

   -Sabes exquisito, Kai- murmuré con voz ronca.

   Después, llevé mis dedos a mi boca y los lamí, bajo la atenta mirada de Kai, para luego, tras unos segundos, llevarlos a su boca y dejar que los embadurnara con su saliva, moviendo su lengua de una manera totalmente excitante por ellos. Unos minutos después, alejé mis dedos de su juguetona lengua y le abrí bien las piernas, para, comenzar así, a tocar su entrada, haciéndolo dar respingos y suspiros por igual.

   Empecé a penetrarlo lentamente con mis dedos, creando hueco. Debido a que llevaba algo de tiempo sin metérsela, estaba bastante apretado, así que, me tomé mi tiempo. Si su novio supiera que lo engañaba, podría pasar algo muy malo, y yo no quería que aquello pasase o me quedaría sin su piel exótica, su voz excitante gimiendo mi nombre… me quedaría sin nada. Cuando varios de mis dedos ya entraban y salían con holgura, los saqué y le metí mi miembro hasta el fondo.

   -Ahhh… SuHo… ahh… mmm… ahh…- gimió y comencé a penetrarlo, al principio lento, pero después desenfrenado, salvaje, con locura. Él rodeó mis caderas con sus piernas para que llegara más adentro y yo puse mis dos manos en sus caderas, para sujetarlo y ayudarlo con el vaivén, haciéndonos sentir así a los dos, mucho más placer.

   Cuando noté que estaba a punto de llegar al orgasmo, comencé a bombear su miembro de arriba abajo, rápidamente, y los gemidos de ambos se intensificaron, siendo así, lo único que se escuchaba en el pasillo de la entrada de mi apartamento, y posiblemente en el descansillo de fuera. Seguí así un poco de tiempo, hasta que ambos nos corrimos. Salí de él rápidamente, ahogando un gemido, ya que sus paredes, comenzaban a apretar mi sensible miembro, acabé echándome sobre él.

   -Ya… echaba… de menos… mmm… esto…- dijo respirando entrecortado.
   -Yo también…
   -¿Cuándo… volveré… a verte…?- me preguntó y yo sonreí, para luego llegar hasta su oído y mordisqueárselo antes de contestar.
   -Siempre que quieras que alguien te la meta, sabes que puedes venir…