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martes, 1 de abril de 2014

Private Lessons

Capítulo 5


            Las siguientes semanas pasaron para BaekHyun como si fueran un sueño. Todo le iba bien en varios aspectos y ya no habían vuelto a pegarle por ser diferente, por sacar buenas notas. El chico veía como ellos cada día estaban más cabreados por no poder desquitarse con él, pero SeHun, aparte de haberse convertido en su novio, también era su guardaespaldas a tiempo completo, por lo que no podían acercarse.

            Pero la tranquilidad y felicidad se acabó al final de la semana. BaekHyun fue al baño solo, ya que se negó a que nadie lo acompañara, ya que apenas iba a estar unos minutos fuera. Aquella era la peor decisión que podría haber tomado.

            Acababa de secarse las manos, cuando la puerta del baño se abrió y por ella entraron quienes lo acosaban. BaekHyun se encogió sobre sí mismo cuando los vio. Si hubiera aceptado que SeHun lo acompañara no se habrían atrevido a emboscarlo.

            —Llevamos mucho tiempo sin poder destrozar tu cuerpo, Byun BaekHyun —dijo uno de ellos—. Últimamente pasas todo el día junto al tipo popular de primero, el tal SeHun, y él no deja que nos acerquemos a ti.
            —Pero ahora vamos a aprovechar que estás solo para darte tu merecido —amenazó otro.
            —No te mereces respirar el mismo aire que nosotros, así que, ¿qué tal si no vuelves a respirar?

            BaekHyun abrió los ojos como platos. No podían estar sugiriendo que iban a matarlo, ¿verdad? No podían estar hablando en serio. Pero en sus rostros, el chico podía ver que sus intenciones no eran las de dejarlo con vida aquella vez y tuvo mucho miedo. En el fondo de su corazón sabía que si ahora le pasaba algo sería todo por su culpa, por no haberlo dicho antes y recordó las palabras del profesor Kim y de SeHun.

            Era un estúpido por no querer preocupar a nadie, si moría preocuparía mucho más y haría sentir peor a las personas que quería. Pero él no podía hacer nada, no podía defenderse, eran tres contra uno y lo único que podía hacer era encajar los golpes, como siempre.

            El puño de uno de los chicos se dirigió a su rostro y cerró los ojos para no verlo, pero BaekHyun nunca sintió el impacto. Abrió los ojos asustado y lo único que pudo ver fue la tan conocida espalda de SeHun frente a él.

            —SeHun… —murmuró.
            —No te preocupes, yo me encargo —susurró—. Avisa al profesor Kim, a estas horas debe estar en su despacho.
            —Pero…
            —Corre.

            SeHun comenzó a lanzar golpes y los otros chicos a devolvérselos. Durante unos segundos, BaekHyun se quedó paralizado, sin saber qué hacer, pero luego salió corriendo tal y como le había dicho su novio, en busca del profesor Kim. Atravesó los pasillos como si de Usain Bolt se tratase y rápidamente llegó al despacho del profesor. Sin siquiera llamar a la puerta, entró como una exhalación, sobresaltando al hombre que estaba seguramente corrigiendo unos exámenes.

            —¿BaekHyun? —dijo—. ¿Pasa algo para que vengas así?
            —SeHun… Baño… Pelea… Protegerme… —fueron las palabras que dijo entre bocanada de aire y, aunque no tenían mucha coherencia, el profesor Kim supo de inmediato lo que pasaba y se levantó de su escritorio para seguir a BaekHyun por los pasillos del instituto.

            Cuando llegaron al baño, el profesor irrumpió y finalizó la pelea, metiéndose entre los golpes y separando a los tres chicos de SeHun que, tirado en el suelo, seguía dando patadas a diestro y siniestro. BaekHyun se acercó rápidamente al chico, preocupado y el otro lo miró diciéndole que estaba bien y que menos mal que habían llegado tan pronto.

            Con las pocas fuerzas que tenía, BaekHyun ayudó a su chico a levantarse del suelo y luego le sirvió de apoyo al empezar a caminar. En esos momentos, el profesor Kim se llevaba a los tres chicos del baño, seguramente a dirección para que tomaran las medidas pertinentes con ellos.

            —Te llevaré a la enfermería —murmuró agarrando firmemente a SeHun para que no se cayera al suelo.
            —Estoy bien…
            —No lo estás.
            —Tú nunca ibas a la enfermería cuando te pasaba esto.
            —Yo soy mi propio enfermero.
            —Entonces sé mi enfermero.
            —Si no vamos a la enfermería los expulsarán menos de una semana porque pensarán que no es para tanto.
            —Está bien, iremos.

            SeHun se dejó guiar por los pasillos y luego tumbar sobre una de las camas de la enfermería. Cuando le explicaron a la mujer lo que había pasado mandó que el menor se desnudara para poder aplicar pomadas sobre los golpes y BaekHyun tuvo que salir de allí ya que solo al ver al chico sin camiseta y de espaldas, se sonrojó violentamente.

            Al salir al pasillo, se encontró de frente con el profesor Kim.

            —BaekHyun… —dijo el hombre—. ¿Me vas a contar ahora lo que no quisiste hace unos meses?
            —Sí. Le voy a contar todo —contestó antes de comenzar a hablar desde su primer año de instituto.

○○○

            Después de que BaekHyun contara todo lo que le había sucedido y los motivos por los que no había hablado antes, el profesor Kim se lo comunicó todo al director. La enfermera también habló con el director sobre las heridas que presentaba SeHun y tras examinar a BaekHyun determinó que tenía algunas marcas en su cuerpo que indicaba que había sufrido maltrato físico durante bastante tiempo.

            El director, ante las evidencias, expulsó a los tres chicos durante dos semanas, advirtiéndoles de que si volvían a hacer algo por el estilo, se pedirían sus traslados a distintos institutos. Sin embargo, la amenaza del director no sirvió de mucho, ya que nada más salir de su despacho, el cabecilla le advirtió a BaekHyun que tuviera cuidado cuando volvieran al instituto.

○○○
            —No estés triste —pidió SeHun aquel fin de semana durante sus clases particulares.
            —No estoy triste. Solo estoy preocupado —contestó.
            —No debes preocuparte por eso —el chico se acercó a él y tomó su mano entre las suyas—. Yo estoy contigo y ahora que los chicos también lo saben, no te van a dejar solo.
            —Gracias —murmuró BaekHyun—. Sin ti no hubiera sido capaz de decir nada y seguiría aguantando los golpes hasta finalizar el instituto.
            —No es nada —le dio un pequeño beso en la mejilla—. Tienes mucho valor, BaekHyun… Solo que no lo habías sacado fuera y yo te he dado un empujoncillo para que lo hicieras.

            BaekHyun sonrió y giró su cabeza para darle un beso en los labios a su chico en el que le mostraba lo agradecido que estaba con él y lo mucho que lo quería, porque sus sentimientos habían cambiado y ya no solo se sentía bien junto a él, sino que sentía que si no estaba a su lado, le faltaba algo.

○○○

            El día que los tipos volvían al instituto después de haber sido expulsados, BaekHyun no podía concentrarse en absolutamente nada de lo que hacía. Estaba muy nervioso por si cumplían la amenaza que le habían hecho cuando salieron del despacho del director.

            —Sigo sin entender por qué no nos contaste nada —dijo de pronto ChanYeol durante el almuerzo de aquel día.
            —No quería preocuparos —contestó algo avergonzado el chico.
            —Más nos has preocupado haciendo esto —comentó JongDae—. Nosotros pensábamos que estabas bien y resultaba que era todo lo contrario. Si nos lo hubieras dicho te habríamos ayudado desde mucho antes y no habríamos llegado a estos extremos.
            —Lo siento.
            —No pasa nada. Ya está todo solucionado y, a partir de ahora, no te dejaremos solo en ningún momento aunque tú te niegues.
            —Gracias, chicos.
            —No es nada —dijo ChanYeol con una gran sonrisa—. Eres nuestro amigo y tenemos que hacer lo que sea para ayudarte, igual que tú nos ayudas a nosotros cada vez que lo necesitamos.

○○○

            Durante varios días después de su regreso al instituto, los chicos que lo maltrataban intentaron acercarse a BaekHyun algunas veces para seguir con lo mismo de antes, o quizás llevar hasta el extremo lo que antes hacían, pero el chico nunca estaba solo y no podían cruzarse siquiera con él sin recibir miradas de odio y venganza por parte de todos sus amigos.

            Por estos motivos, poco a poco, dejaron de intentarlo y se olvidaron de la existencia del chico.

○○○

            El verano había llegado y con él las vacaciones, después de unos cuantos exámenes que casi hacen que alguno de los chicos se hubiera tenido que quedar estudiando en vez de tener algún tiempo de descanso. El grupo de amigos se había ampliado gracias a la incorporación de SeHun —del que ya todos sabían que era el novio de BaekHyun— y de JongIn.

            Durante las vacaciones estuvieron quedando los cinco, aprovechando que no tenían clases para ir al karaoke, al parque de atracciones y a la piscina. Sin embargo, SeHun y BaekHyun también deseaban tener algún que otro momento a solas, por eso, el último día de las vacaciones quedaron para estar juntos. Fueron al cine, a pasear por el río Han y a comer helado como lo haría cualquier pareja normal.


            Después de ese día tenían que volver al instituto, pero a BaekHyun ya no le traía malos recuerdos, ya no quería salir de allí tan pronto. El chico ahora tenía una razón por la que no abandonar aquel lugar y su razón era SeHun, sin él, jamás habría podido disfrutar de su etapa en el instituto y por eso, le estaría eternamente agradecido, pasara lo que pasase entre ellos en el futuro.



Notas finales:

—Los matones no tienen nombre ni cara porque no me atrevía a poner a nadie de malo de la película.
—La profesora Zhang con la que JongDae sale en el fic es la misma Zhang LiYin con la que canta Breath en SM The Ballad.


lunes, 31 de marzo de 2014

Private Lessons

Capítulo 4


            Durante la siguiente semana las chicas no volvieron a acercarse a él, aunque lo seguían mirando como si quisieran matarlo cada vez que SeHun estaba junto a él, cosa que pasaba cada vez más a menudo. BaekHyun sabía que el menor habría tenido una conversación con ellas y había calmado a las fieras que llevaban dentro. Por este motivo, y porque desde hacía varias semanas los otros tipos no se acercaban a él, estaba bastante feliz.

            Sin embargo, cada vez que pensaba en lo que había pasado el domingo en la cocina, cuando SeHun lo había abrazado por la espalda y le había susurrado al oído, se ponía muy nervioso y se sonrojaba rápidamente. No podía entender por qué le pasaba aquello, era bastante raro y por eso, aunque el menor quería acercarse cada vez más, él se alejaba un poquito, poniendo algo de distancia entre sus cuerpos.

            Por otro lado, parecía que ChanYeol ya no asustaba a JongIn, aunque de vez en cuando lo sobresaltaba con sus acciones tan repentinas. Siempre había que estar alerta con el alto, ya que su personalidad era muy cambiante y de un momento a otro variaban su estado de ánimo y sus pensamientos. Una vez que lo conocías se hacía normal, pero de primeras, ChanYeol podía llegar a ser algo extraño y cargante.

            JongDae por su parte había congeniado con los dos chicos y podía pasarse horas y horas conversando de miles de cosas sin sentido, pero sin asustarlos como hacía el otro.

○○○

            El viernes después de la clase de Deporte, BaekHyun se despidió de ChanYeol tras ducharse y se dirigió a las taquillas para recoger sus cosas y marcharse a casa. Había acabado bastante rápido porque quería llegar lo más rápido posible a su hogar para aprovechar la tarde estudiando el próximo examen de Inglés que tenía.

            Llegó a las taquillas y comenzó a meter en su mochila los libros. Se quitó también los zapatos reglamentarios de la escuela y se puso los que llevaba aquella mañana cuando salió de su casa. Cuando cerró la puerta de su taquilla y se dio la vuelta, abrió los ojos como platos. Allí estaban los chicos que le pegaban y tenían un gesto demasiado amenazante como para que BaekHyun pensara que estaba fuera de peligro.

            —Hemos esperado lo suficiente como para que tus heridas se curaran —dijo el cabecilla—. Ahora nos cobraremos lo que es nuestro.

            BaekHyun cerró los ojos y esperó el primer golpe, segundos después, este era lanzado contra sus costillas, seguido de un montón de golpes más que el chico no pudo contar porque se sucedieron uno detrás de otro sin descanso, hasta que aquellos tipos pensaron que ya había tenido suficiente aquella vez.

            BaekHyun se levantó del suelo en el que había acabado tendido, recogió su mochila y aguantó las lágrimas hasta que llegó a casa y comenzó a lamerse las heridas como un pero apaleado.

            Solo unos meses más.

○○○

            —No lo entiendo —dijo SeHun después de que BaekHyun le explicara los conflictos producidos durante la instauración del hangul en el reino.
            —A ver, lo tienes aquí —el chico se alzó un poco para señalar una párrafo del libro que tenía el otro y sintió una punzada en las costillas, por lo que se detuvo en seco, mordiéndose el labio inferior con un gesto de dolor.
            —BaekHyun…
            —No es nada —contestó antes de que el otro pudiera preguntar nada más—. Me ha dado un tirón —SeHun asintió, aunque no parecía muy convencido del todo—. Verás, durante la época hubo diferentes conflictos que provocaron un clima de inestabilidad… ¡Ahrg! —gritó, mirando con odio al otro chico, que había hecho presión con su mano en su costado, justo donde tenía uno de los moretones más grandes y dolorosos que en las últimas horas había mutado a un color amarillento asqueroso.
            —Otra vez te han hecho daño… —el tono que utilizó SeHun hizo que el mayor se encogiera. Parecía muy enfadado.
            —SeHun…

            El chico lo miró de una forma que BaekHyun no pudo interpretar y, segundos después, se acercaba a él hasta que sus labios se rozaban. El  mayor se quedó estático durante unos momentos, pero luego, sin saber el porqué, correspondía gustosamente aquel beso.

            Los labios de SeHun sabían dulces, como el pastel que se había comido momentos antes y su lengua era traviesa dentro de su boca, explorando aquella cavidad a placer, arrancándole a BaekHyun suspiros y dejándolo sin aire. Cuando se separaron, el menor le dio otro pequeño beso, esta vez más casto y luego apoyó su frente contra la del otro.

            —Pensé que me ibas a apartar… —murmuró SeHun.
            —No sé por qué lo he hecho…
           —Yo sí sé por qué lo he hecho… —el chico abrió los ojos y lo miró fijamente—. Me gustas mucho.
            —Yo…
            —No hace falta que me respondas ahora mismo —lo cortó—. Piénsalo y… Si esos chicos vuelven a acercarse a ti, no dudes en contármelo —BaekHyun asintió, aún un poco perdido y confuso por el beso y la declaración—. Te dejo tranquilo esta tarde —anunció comenzando a recoger sus cosas.

○○○

            “¿Me gusta? ¿No me gusta? ¿Cómo sé que me gusta una persona? ¿Debería preguntarle a JongDae o a ChanYeol? No, probablemente se reirían de mí.”

            Estos eran los pensamientos que BaekHyun tuvo a lo largo de la tarde del domingo desde que SeHun se fue de su casa tras besarlo y decirle que le gustaba, a los que se le sumaban otros sobre su identidad sexual.

            “Que yo sepa no soy gay. Cada vez que veo a TaeYeon noona pienso que me gusta mucho y ella es una mujer… Aunque no sea muy femenina. Claro, que tampoco me he fijado en un chico para poder decir que no me gustan con total certeza y el enamoramiento que tuve de Johnny Depp no cuenta porque solo me gusta cómo actúa.”

            —¡Argh! —gritó tirándose del pelo de la cabeza, frustrado.

            “Me lo paso bien estando con él y me siento bien… Además, he correspondido su beso porque me ha gustado que me lo diera. ¿Eso significa que sí soy gay? O a lo mejor estoy confuso porque SeHun es muy guapo…”

            —Lo mejor será que lo consulte con la almohada —decidió finalmente.

○○○

            BaekHyun atravesó la verja del instituto acompañado por ChanYeol, que hablaba sin parar de que JongIn lo había dejado ver uno de sus ensayos de baile y el chico se movía como si se tratase de la misma música. Parecía que se había encaprichado con el amigo de SeHun y que este, al menos, no le huía, por lo que el chico estaba feliz por ChanYeol.

            Pero él tenía sus propios problemas. Tenía que darle una respuesta a SeHun y dormir no sabía se le había ayudado mucho, ya que lo único que había hecho en toda la noche había sido soñar una y otra vez con el chico y con besar sus labios una y otra vez.

            Por eso, porque no sabía cómo interpretar sus sueños, le preguntó a JongDae qué era lo que querían decir estos, cambiando a SeHun por TaeYeon para que su amigo no comenzara a meterse con él.

            —Yo diría que te gusta mucho esa noona —respondió el chico—. Si sueñas con eso es la única explicación que le veo.
            —Gracias, JongDae —le dijo con una gran sonrisa—. Si necesitas algo de mí no dudes en pedírmelo.
            —Pues la verdad es que tengo algo… —el otro le indicó que se acercara y BaekHyun lo hizo—. ¿Podrías darle una cosa a la profesora Zhang?
            —¿No puedes dársela tú? —preguntó extrañado el chico. El otro negó.
            —Ahora mismo no puedo acercarme mucho a ella —murmuró—. Están circulando rumores sobre que tenemos una relación y para no hacer que se expandan es mejor que no nos veamos mucho fuera de las clases.
            —Oh, bueno, que te relacionen con una profesora no es bueno —comentó BaekHyun—. Es mucho mejor alejarse, así los rumores dejarán de esparcirse porque se verá que es mentira.
            —Claro, eso funciona cuando los rumores son mentira… No cuando están en lo cierto… —BaekHyun abrió los ojos como platos sin poder creerse lo que acababa de escuchar—. No digas nada, por favor, eres la única persona que lo sabe aparte de LiYin y yo.
            —No diré ni una palabra —terminó diciendo el chico cuando asimiló la información.
            —Gracias —le dijo JongDae y ambos sonrieron.
            —¿Así que era por eso que estabas tan aplicado en Chino? —le dio un pequeño codazo a su amigo y este rio.
            —Sí, por eso era.

○○○

            Durante ese lunes no pudo decirle a SeHun su respuesta ya que no tuvieron ningún momento a solas, pero el martes se propuso hacerlo antes de que pasase más tiempo y el chico se pensase que no lo correspondía. Todo el día estuvo buscando un momento en el que poder estar a solas y finalmente lo encontró a la hora de la salida.

            —SeHun —lo llamó. El chico se volvió hacia él con una sonrisa tímida—. Me gustaría hablar contigo unos momentos.
            —Sin problemas —contestó el otro.

            Caminaron durante unos minutos en silencio. BaekHyun no sabía cómo comenzar aquella conversación, así que lo estaba pensando cuidadosamente. Pero el silencio fue roto por SeHun, antes de que el mayor pudiese decir algo.

            —Si me vas a rechazar no hace falta que… —BaekHyun se detuvo en seco y lo miró fijamente antes de hablar.
            —No te iba a rechazar —dijo atropelladamente—, solo estaba pensando en una forma bonita de decirte que tú también me gustas.

            Al oír estas palabras, SeHun sonrió ampliamente, mucho más de lo que solía y miró a un lado y a otro de la calle antes de acercarse a BaekHyun y darle un pequeño beso en los labios que dejó al mayor con una sonrisa boba durante el resto del día.

○○○

            Si a BaekHyun le hubieran preguntado antes de comenzar a salir con SeHun cómo pensaba que sería una relación, hubiera respondido como la vivida entre los protagonistas del último libro que se leyó; pero después de una semana, tenía una idea más clara de lo que era una relación, al menos, una relación entre personas del mismo sexo, algo que no estaba muy bien visto por la sociedad.

            La vida de BaekHyun no había cambiado mucho. Por las mañanas, en el instituto, su relación no pasaba más allá de una que pueden tener dos amigos, por lo que ninguna persona de su entorno había sospechado lo más mínimo de ellos. Sin embargo, por las tardes, en su casa, todo había cambiado drásticamente.

            Ahora ya no se veía con SeHun solo los domingos para explicarle el temario de Historia, sino que todas y cada una de las tardes las pasaban en la casa del mayor, haciendo los deberes primero y luego besándose, aprovechando que la madre de BaekHyun no se encontraba nunca en casa. También aprovechaban las tardes para saber más de la otra persona, para conocer sus gustos y las cosas que odiaba.

            Si a BaekHyun le preguntaran ahora como pensaba que sería una relación él contestaría que descubrir cosas de la persona que te gusta y pasar tiempo a su lado es algo mucho más importante que el que la relación se asemeje a una de un libro.

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domingo, 30 de marzo de 2014

Private Lessons

Capítulo 3


            El lunes por la mañana, lo que menos esperaba encontrarse BaekHyun al entrar al instituto era a SeHun en la entrada de este hablando con los que lo maltrataban. No podía explicárselo. ¿Qué hacía con ellos? ¿De dónde los conocía? ¿Era por eso que sabía que le pegaban? ¿Era acaso uno de ellos?

            La última pregunta comenzó a dar vueltas por su cabeza una y otra vez. No había otra explicación. Debía ser eso.

            Seguramente, mientras pensaba, estaba poniendo caras raras, porque ChanYeol se detuvo de pronto, una vez atravesaron la verja del instituto y comenzó a molestarlo para que le prestara atención y le contara lo que le pasaba.

            —No es nada —acabó diciendo—. Solo estoy pensando en que el examen de Química del otro día no me salió muy bien y hoy seguro que da los resultados.
            —Eres Byun BaekHyun —dijo su amigo agarrándolo por los hombros, como si fuera obvio que el aprobado lo tuviera asegurado.
            —Todos tenemos un mal día y no se puede cantar victoria antes de tiempo —murmuró.
            —Bah. Son tonterías —ChanYeol le quitó importancia y lo arrastró hasta el salón de clases.

            Efectivamente, ChanYeol tenía razón y cuando la profesora Seo dio los resultados, el examen de BaekHyun era el que tenía la nota más alta de la clase. El chico sabía que le había salido bien, pero tenía que inventar una excusa para su mejor amigo y solo se le había ocurrido esa.

            Horas más tarde, cuando era la hora de regresar a casa para los que no tenían actividades extraescolares, BaekHyun pudo divisar de nuevo a SeHun en la entrada, aunque en esta ocasión no estaba con ninguno que aquellos tipos, sino que era un chico un poco más bajito que él, de piel caramelo y ojos oscuros y profundos, que contrastaba enormemente con SeHun.

            BaekHyun los miró unos momentos y luego pasó de largo, porque, de todas formas, no lo estaban esperando a él.

            Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando escuchó la voz de SeHun gritando su nombre en medio de la multitud que abandonaba los terrenos del instituto. BaekHyun hizo el gesto de voltearse para ver que quería, pero en esos momentos, la imagen que había presenciado aquella mañana, cuando vio a SeHun con esos chicos, le asaltó la mente y durante un par de segundos se quedó completamente estático.

            —BaekHyun —escuchó que lo llamaban de nuevo y aquello fue el detonante para que en vez de girarse, plantara los pies en el asfalto y luego comenzara a dar pasos, alejándose de SeHun y de lo que quisiera decirle.

○○○

            Durante toda esa semana, BaekHyun estuvo ignorando y evitando a SeHun. No eran amigos, solo conocidos y ni siquiera serían eso si el profesor Kim no hubiera cruzado sus caminos, por lo que el mayor decidió que no tenía por qué escuchar lo que el otro quisiera decirle, más después de haberlo visto con los que lo maltrataban.

            Quería ser fuerte en su decisión y al final de la semana, parecía haberlo conseguido, así que, ni siquiera se acordó que el domingo tendría que verlo sí o sí, y en su propia casa, un lugar del que no podría escapar.

○○○

            Las tres y cinco de la tarde del domingo dieron en el reloj de Girls’ Generation que tenía sobre la mesita de noche, sin embargo el chico no vio la hora que era, estaba demasiado enfrascado viendo el Girls' Generation Japan 2nd Tour Concert Limited Edition 2013 que acababa de conseguir por internet gracias a su conocimiento de las chicas en un concurso que celebraba uno de los fanclubs y en el que regalaban aquel tesoro a la persona con mayor número de respuestas acertadas.

            Por eso mismo, cuando llamaron a la puerta de su habitación, el chico pensó que tenía que ser su madre, que quería que la ayudase con alguna cosa, así que dijo “adelante” inmediatamente. Sin embargo, tras escuchar cómo la puerta se abría y se cerraba pero la persona no emitía ningún sonido, se extrañó y desvió la vista de la pantalla de su portátil para encontrarse con SeHun mirando al suelo.

            BaekHyun abrió los ojos como platos e inmediatamente bajó la pantalla de su portátil. Se levantó de la cama, sobre la que había estado sentado viendo el concierto, y caminó hacia el recién llegado.

            —¿Qué haces aquí? —preguntó. Arrugó un poco la nariz y las gafas se le resbalaron, por lo que se las subió inmediatamente con el dedo corazón.
            —Yo… Tú… Yo… —tartamudeó—. Tenemos clases… Además… Hay algo de lo que tenemos que hablar.
            —Pensaba que no ibas a venir más… Y no tenemos nada de qué hablar —contestó.
            —El profesor Kim me hizo prometerle que vendría todos los domingos… —replicó SeHun—. Y tenemos que hablar de motivo por el que no dices nada cuando te maltratan.
            —Fuera de mi casa —dijo inmediatamente BaekHyun.
            —No —el otro chico se plantó y no se dejó sacar de la habitación. Se miraron de forma retadora durante unos momentos, hasta que el menor suspiró—. Está bien, no hablaremos de eso, pero sí explícame el tema de Historia.

            BaekHyun lo estuvo meditando unos momentos y finalmente asintió. Minutos después, ya tenían desplegados todos los materiales y el mayor se afanaba en explicar el tema en el que se habían quedado dos semanas atrás. Esta vez, parecía que SeHun sí lo atendía y procesaba la mayoría de la información, a pesar de que el otro estaba convencido de que su método de enseñanza no era el mejor.

            Estaba ya anocheciendo cuando dieron por finalizada la clase con un mini examen que SeHun aprobó satisfactoriamente. Después de eso, recogieron las cosas y BaekHyun acompañó al menor hasta la puerta.

            —Gracias —dijo SeHun al otro lado de la verja.
            —No es nada —el mayor esbozó una pequeña sonrisa.
            —No sé cómo pueden hacerte daño —murmuró el otro de repente—. Eres una persona encantadora —sus ojos estaban fijos en los de BaekHyun y su mirada era demasiado sincera como para que el chico pudiera soportarla, por lo que debió su vista al suelo—. Muchas gracias —dijo rápidamente, luego hizo una leve inclinación y se fue, dejando a BaekHyun con un sonrojo en sus mejillas que no había podido detener.

○○○

            En la cafetería del instituto todos tenían su lugar. Estaban las mesas de los populares, las de los deportistas, las de las personas normales y las de los raros. BaekHyun, ChanYeol y JongDae se sentaban en estas últimas, rodeados de los que demás consideraban gente de poco interés que hacían cosas raras. Por ese motivo, se extrañó cuando delante de él apareció la figura de SeHun con una bandeja en su mano de las que servían en la cafetería, indicando que pensaba sentarse junto a ellos.

            —¿Podemos? —preguntó. BaekHyun estaba completamente en blanco, por lo que fue JongDae quien contestó por él.
            —Sí, claro. Está libre, así que podéis.
            —Gracias —SeHun esbozó una pequeña sonrisa y se sentó en la mesa, tirando luego del muchacho de piel caramelo que había visto con él en la puerta la semana anterior—. Mi nombre es Oh SeHun —se presentó—. Soy a quién le está dando clases particulares BaekHyun hyung —ChanYeol y JongDae miraron al nombrado, reprochándole que no se lo hubiera presentado—. Y él es Kim JongIn, mi mejor amigo.

            Rápido como un rayo, ChanYeol se levantó de la mesa y fue hacia el nombrado, quedándose muy cerca de él, mirándolo de una forma demasiado penetrante para una persona que acababa de conocer. Tomó su mano entre las suyas y comenzó a moverlas una y otra vez en sentido vertical, saludándolo efusivamente.

            —Mi nombre es Park ChanYeol y soy tu fan desde que te vi bailando el otro día en el Club de Danza —dijo felizmente.
            —ChanYeol, apártate, ¿no ves que lo estás asustando? —comentó JongDae y segundos después, el alto se separaba de JongIn—. Por cierto, yo soy Kim JongDae —se presentó—, y el que no ha dicho ni una palabra, BaekHyun, pero a él ya lo conoces —SeHun asintió, mirando al mayor hasta que este le devolvió la mirada y luego sonrieron tímidamente.

            A pesar de que ChanYeol se pasó toda la hora del almuerzo mirando fijamente a JongIn, tuvieron un rato agradable orquestado por JongDae y sus bromas y anécdotas graciosas. Cuando el timbre que les indicaba que debían volver a clases sonó, todos se fueron con una sonrisa en los labios.

            La misma situación se fue repitiendo todos los días de aquella semana y SeHun y JongIn se fueron integrando en el grupo de los raros poco a poco, trayendo aún más diversión a este.

○○○

            El sábado por la mañana, BaekHyun caminaba por los pasillos del instituto en dirección a clase, después de ir al despacho del profesor Kim, ya que este le había dicho que se pasase por allí cuando tuviera un rato libre para hablar sobre los avances de SeHun en su asignatura. El chico estaba bastante feliz porque gracias a sus clases, el menor había aprobado el examen que el profesor Kim le había puesto.

            Por eso mismo, no pensaba que su mañana de felicidad se vería truncada por un grupo de chicas que se interpuso en su camino con gesto amenazante.

            —Deja de juntarte con nuestro oppa —le dijo una. BaekHyun frunció el ceño porque no sabía a lo que se refería.
            —No sé qué le habrás hecho a SeHun oppa para que se junte contigo en los almuerzos, pero te advertimos que o dejas de hacerlo, o te las verás con nosotras —amenazó otra.

            El chico fue a replicar, pero cuando abrió la boca las chicas lo miraron con asco unos segundos y luego se marcharon tan rápido como habían llegado, dejándolo sumamente confuso.

○○○

            A las doce del mediodía el timbre de la puerta de su casa sonó y BaekHyun fue a abrir, ya que su madre trabajaba aquel domingo. Se llevó una sorpresa enorme al ver que era ChanYeol quién había llamado, pero lo dejó entrar.

            —¿Qué haces aquí? —preguntó.
            —Hacerte compañía —contestó el alto—. Tu madre trabaja hoy todo el día, así que pensé que te sentirías un poco solito —lo apretó entre sus brazos como si fuera un peluche y luego lo dejó ir con una gran sonrisa.
            —Gracias por venir.

            Los chicos almorzaron y luego recogieron todo lo que habían ensuciado. Después se pusieron a hacer tiempo hasta que SeHun llegase para las clases y en cuanto lo hizo, el alto se despidió de ellos y se fue a su casa. BaekHyun comenzó a explicarle el tema que les tocaba ese día, pero no podía concentrarse del todo en ello. Cada vez que miraba al menor se acordaba de lo que le habían dicho aquellas chicas el día anterior y su estómago daba un vuelco.

            —¿Estás bien? —le preguntó el menor cuando se dio cuenta de que el chico no estaba muy concentrado en lo que hacían.
            —Sí, estoy bien —contestó demasiado rápido como para ser verdad—. Estaba pensando en que debería hacer la merienda, hoy no está mi madre y no la puede hacer ella —se levantó—. Vuelvo en unos momentos.

            El chico fue a la cocina para intentar despejarse de todo aquello y concentrarse en lo que tenía que hacer. Pero le daba mucho miedo lo que aquellas chicas pudieran hacerle. Sacudió su cabeza y tomó la botella de zumo para echar el contenido en los vasos que ya había tomado. En cuanto estuvieron llenos, fue en busca de los pasteles que su madre había llevado el día anterior, pero al darse la vuelta, se encontró con SeHun en la puerta de la cocina.

            —Ya mismo voy —dijo.
            —No estoy aquí por eso —contestó acercándose a él—. ¿Qué es lo que te ha pasado?

            BaekHyun se mordió el interior de la mejilla, debatiéndose entre contárselo o no. Finalmente decidió hacerlo, ya tenía bastante con una panda de chicos que le pegaban, no quería que una de chicas le hiciera la vida aún más complicada de lo que ya era. En cuanto terminó su explicación, miró a SeHun un poco avergonzado.

            —No te preocupes por eso —comentó—. Yo me encargaré.
            —Gracias —murmuró BaekHyun y se giró para seguir preparando la merienda; sin embargo, en ese momento, unos brazos largos rodearon su cintura y una barbilla se instaló en su hombro.
            —Gracias por confiar en mí y contármelo —un susurro en su oído que hizo a todo su cuerpo temblar como un flan—. Gracias —susurró de nuevo antes de alejarse, desapareciendo de la cocina.


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