domingo, 30 de marzo de 2014

Private Lessons

Capítulo 3


            El lunes por la mañana, lo que menos esperaba encontrarse BaekHyun al entrar al instituto era a SeHun en la entrada de este hablando con los que lo maltrataban. No podía explicárselo. ¿Qué hacía con ellos? ¿De dónde los conocía? ¿Era por eso que sabía que le pegaban? ¿Era acaso uno de ellos?

            La última pregunta comenzó a dar vueltas por su cabeza una y otra vez. No había otra explicación. Debía ser eso.

            Seguramente, mientras pensaba, estaba poniendo caras raras, porque ChanYeol se detuvo de pronto, una vez atravesaron la verja del instituto y comenzó a molestarlo para que le prestara atención y le contara lo que le pasaba.

            —No es nada —acabó diciendo—. Solo estoy pensando en que el examen de Química del otro día no me salió muy bien y hoy seguro que da los resultados.
            —Eres Byun BaekHyun —dijo su amigo agarrándolo por los hombros, como si fuera obvio que el aprobado lo tuviera asegurado.
            —Todos tenemos un mal día y no se puede cantar victoria antes de tiempo —murmuró.
            —Bah. Son tonterías —ChanYeol le quitó importancia y lo arrastró hasta el salón de clases.

            Efectivamente, ChanYeol tenía razón y cuando la profesora Seo dio los resultados, el examen de BaekHyun era el que tenía la nota más alta de la clase. El chico sabía que le había salido bien, pero tenía que inventar una excusa para su mejor amigo y solo se le había ocurrido esa.

            Horas más tarde, cuando era la hora de regresar a casa para los que no tenían actividades extraescolares, BaekHyun pudo divisar de nuevo a SeHun en la entrada, aunque en esta ocasión no estaba con ninguno que aquellos tipos, sino que era un chico un poco más bajito que él, de piel caramelo y ojos oscuros y profundos, que contrastaba enormemente con SeHun.

            BaekHyun los miró unos momentos y luego pasó de largo, porque, de todas formas, no lo estaban esperando a él.

            Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando escuchó la voz de SeHun gritando su nombre en medio de la multitud que abandonaba los terrenos del instituto. BaekHyun hizo el gesto de voltearse para ver que quería, pero en esos momentos, la imagen que había presenciado aquella mañana, cuando vio a SeHun con esos chicos, le asaltó la mente y durante un par de segundos se quedó completamente estático.

            —BaekHyun —escuchó que lo llamaban de nuevo y aquello fue el detonante para que en vez de girarse, plantara los pies en el asfalto y luego comenzara a dar pasos, alejándose de SeHun y de lo que quisiera decirle.

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            Durante toda esa semana, BaekHyun estuvo ignorando y evitando a SeHun. No eran amigos, solo conocidos y ni siquiera serían eso si el profesor Kim no hubiera cruzado sus caminos, por lo que el mayor decidió que no tenía por qué escuchar lo que el otro quisiera decirle, más después de haberlo visto con los que lo maltrataban.

            Quería ser fuerte en su decisión y al final de la semana, parecía haberlo conseguido, así que, ni siquiera se acordó que el domingo tendría que verlo sí o sí, y en su propia casa, un lugar del que no podría escapar.

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            Las tres y cinco de la tarde del domingo dieron en el reloj de Girls’ Generation que tenía sobre la mesita de noche, sin embargo el chico no vio la hora que era, estaba demasiado enfrascado viendo el Girls' Generation Japan 2nd Tour Concert Limited Edition 2013 que acababa de conseguir por internet gracias a su conocimiento de las chicas en un concurso que celebraba uno de los fanclubs y en el que regalaban aquel tesoro a la persona con mayor número de respuestas acertadas.

            Por eso mismo, cuando llamaron a la puerta de su habitación, el chico pensó que tenía que ser su madre, que quería que la ayudase con alguna cosa, así que dijo “adelante” inmediatamente. Sin embargo, tras escuchar cómo la puerta se abría y se cerraba pero la persona no emitía ningún sonido, se extrañó y desvió la vista de la pantalla de su portátil para encontrarse con SeHun mirando al suelo.

            BaekHyun abrió los ojos como platos e inmediatamente bajó la pantalla de su portátil. Se levantó de la cama, sobre la que había estado sentado viendo el concierto, y caminó hacia el recién llegado.

            —¿Qué haces aquí? —preguntó. Arrugó un poco la nariz y las gafas se le resbalaron, por lo que se las subió inmediatamente con el dedo corazón.
            —Yo… Tú… Yo… —tartamudeó—. Tenemos clases… Además… Hay algo de lo que tenemos que hablar.
            —Pensaba que no ibas a venir más… Y no tenemos nada de qué hablar —contestó.
            —El profesor Kim me hizo prometerle que vendría todos los domingos… —replicó SeHun—. Y tenemos que hablar de motivo por el que no dices nada cuando te maltratan.
            —Fuera de mi casa —dijo inmediatamente BaekHyun.
            —No —el otro chico se plantó y no se dejó sacar de la habitación. Se miraron de forma retadora durante unos momentos, hasta que el menor suspiró—. Está bien, no hablaremos de eso, pero sí explícame el tema de Historia.

            BaekHyun lo estuvo meditando unos momentos y finalmente asintió. Minutos después, ya tenían desplegados todos los materiales y el mayor se afanaba en explicar el tema en el que se habían quedado dos semanas atrás. Esta vez, parecía que SeHun sí lo atendía y procesaba la mayoría de la información, a pesar de que el otro estaba convencido de que su método de enseñanza no era el mejor.

            Estaba ya anocheciendo cuando dieron por finalizada la clase con un mini examen que SeHun aprobó satisfactoriamente. Después de eso, recogieron las cosas y BaekHyun acompañó al menor hasta la puerta.

            —Gracias —dijo SeHun al otro lado de la verja.
            —No es nada —el mayor esbozó una pequeña sonrisa.
            —No sé cómo pueden hacerte daño —murmuró el otro de repente—. Eres una persona encantadora —sus ojos estaban fijos en los de BaekHyun y su mirada era demasiado sincera como para que el chico pudiera soportarla, por lo que debió su vista al suelo—. Muchas gracias —dijo rápidamente, luego hizo una leve inclinación y se fue, dejando a BaekHyun con un sonrojo en sus mejillas que no había podido detener.

○○○

            En la cafetería del instituto todos tenían su lugar. Estaban las mesas de los populares, las de los deportistas, las de las personas normales y las de los raros. BaekHyun, ChanYeol y JongDae se sentaban en estas últimas, rodeados de los que demás consideraban gente de poco interés que hacían cosas raras. Por ese motivo, se extrañó cuando delante de él apareció la figura de SeHun con una bandeja en su mano de las que servían en la cafetería, indicando que pensaba sentarse junto a ellos.

            —¿Podemos? —preguntó. BaekHyun estaba completamente en blanco, por lo que fue JongDae quien contestó por él.
            —Sí, claro. Está libre, así que podéis.
            —Gracias —SeHun esbozó una pequeña sonrisa y se sentó en la mesa, tirando luego del muchacho de piel caramelo que había visto con él en la puerta la semana anterior—. Mi nombre es Oh SeHun —se presentó—. Soy a quién le está dando clases particulares BaekHyun hyung —ChanYeol y JongDae miraron al nombrado, reprochándole que no se lo hubiera presentado—. Y él es Kim JongIn, mi mejor amigo.

            Rápido como un rayo, ChanYeol se levantó de la mesa y fue hacia el nombrado, quedándose muy cerca de él, mirándolo de una forma demasiado penetrante para una persona que acababa de conocer. Tomó su mano entre las suyas y comenzó a moverlas una y otra vez en sentido vertical, saludándolo efusivamente.

            —Mi nombre es Park ChanYeol y soy tu fan desde que te vi bailando el otro día en el Club de Danza —dijo felizmente.
            —ChanYeol, apártate, ¿no ves que lo estás asustando? —comentó JongDae y segundos después, el alto se separaba de JongIn—. Por cierto, yo soy Kim JongDae —se presentó—, y el que no ha dicho ni una palabra, BaekHyun, pero a él ya lo conoces —SeHun asintió, mirando al mayor hasta que este le devolvió la mirada y luego sonrieron tímidamente.

            A pesar de que ChanYeol se pasó toda la hora del almuerzo mirando fijamente a JongIn, tuvieron un rato agradable orquestado por JongDae y sus bromas y anécdotas graciosas. Cuando el timbre que les indicaba que debían volver a clases sonó, todos se fueron con una sonrisa en los labios.

            La misma situación se fue repitiendo todos los días de aquella semana y SeHun y JongIn se fueron integrando en el grupo de los raros poco a poco, trayendo aún más diversión a este.

○○○

            El sábado por la mañana, BaekHyun caminaba por los pasillos del instituto en dirección a clase, después de ir al despacho del profesor Kim, ya que este le había dicho que se pasase por allí cuando tuviera un rato libre para hablar sobre los avances de SeHun en su asignatura. El chico estaba bastante feliz porque gracias a sus clases, el menor había aprobado el examen que el profesor Kim le había puesto.

            Por eso mismo, no pensaba que su mañana de felicidad se vería truncada por un grupo de chicas que se interpuso en su camino con gesto amenazante.

            —Deja de juntarte con nuestro oppa —le dijo una. BaekHyun frunció el ceño porque no sabía a lo que se refería.
            —No sé qué le habrás hecho a SeHun oppa para que se junte contigo en los almuerzos, pero te advertimos que o dejas de hacerlo, o te las verás con nosotras —amenazó otra.

            El chico fue a replicar, pero cuando abrió la boca las chicas lo miraron con asco unos segundos y luego se marcharon tan rápido como habían llegado, dejándolo sumamente confuso.

○○○

            A las doce del mediodía el timbre de la puerta de su casa sonó y BaekHyun fue a abrir, ya que su madre trabajaba aquel domingo. Se llevó una sorpresa enorme al ver que era ChanYeol quién había llamado, pero lo dejó entrar.

            —¿Qué haces aquí? —preguntó.
            —Hacerte compañía —contestó el alto—. Tu madre trabaja hoy todo el día, así que pensé que te sentirías un poco solito —lo apretó entre sus brazos como si fuera un peluche y luego lo dejó ir con una gran sonrisa.
            —Gracias por venir.

            Los chicos almorzaron y luego recogieron todo lo que habían ensuciado. Después se pusieron a hacer tiempo hasta que SeHun llegase para las clases y en cuanto lo hizo, el alto se despidió de ellos y se fue a su casa. BaekHyun comenzó a explicarle el tema que les tocaba ese día, pero no podía concentrarse del todo en ello. Cada vez que miraba al menor se acordaba de lo que le habían dicho aquellas chicas el día anterior y su estómago daba un vuelco.

            —¿Estás bien? —le preguntó el menor cuando se dio cuenta de que el chico no estaba muy concentrado en lo que hacían.
            —Sí, estoy bien —contestó demasiado rápido como para ser verdad—. Estaba pensando en que debería hacer la merienda, hoy no está mi madre y no la puede hacer ella —se levantó—. Vuelvo en unos momentos.

            El chico fue a la cocina para intentar despejarse de todo aquello y concentrarse en lo que tenía que hacer. Pero le daba mucho miedo lo que aquellas chicas pudieran hacerle. Sacudió su cabeza y tomó la botella de zumo para echar el contenido en los vasos que ya había tomado. En cuanto estuvieron llenos, fue en busca de los pasteles que su madre había llevado el día anterior, pero al darse la vuelta, se encontró con SeHun en la puerta de la cocina.

            —Ya mismo voy —dijo.
            —No estoy aquí por eso —contestó acercándose a él—. ¿Qué es lo que te ha pasado?

            BaekHyun se mordió el interior de la mejilla, debatiéndose entre contárselo o no. Finalmente decidió hacerlo, ya tenía bastante con una panda de chicos que le pegaban, no quería que una de chicas le hiciera la vida aún más complicada de lo que ya era. En cuanto terminó su explicación, miró a SeHun un poco avergonzado.

            —No te preocupes por eso —comentó—. Yo me encargaré.
            —Gracias —murmuró BaekHyun y se giró para seguir preparando la merienda; sin embargo, en ese momento, unos brazos largos rodearon su cintura y una barbilla se instaló en su hombro.
            —Gracias por confiar en mí y contármelo —un susurro en su oído que hizo a todo su cuerpo temblar como un flan—. Gracias —susurró de nuevo antes de alejarse, desapareciendo de la cocina.


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4 comentarios:

  1. Aaaaaaaaah pero que mono que es xD. Es muy fuerte que hasta las chicas sean tan malas para llegar a pegarle. Deben de ser un monton y malas malisimas.

    Hey, me has hecho reir mucho con el tema yeol y su fanatismo por Jongin xD

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    1. Hay gente así por el mundo, quizás demasiada... Bueno, al menos un toquecito de humor entre tanto drama XD

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  2. LOL ChanYeol me ha encantado xD Entre lo buen amigo que es, y lo gracioso que se ha portado al conocer a JongIn... xDDD Pensaba que sería Luhan, no JongIn, pero bueno (me guzta más JongIn :3).

    Y lo del grupito de chicas me ha dejado loca o.O ¿¿¿Hola???(como dice una amiga xD) Que si BaekHyun fuera una chica lo comprendería, pero tienen que estar bastante obsesionadas para ponerse celosas de un chico xD (aunque en el fondo no les va a faltar razón xD). Me pregunto de qué estaría hablando Sehun con esos chicos... Dudo que dejen de molestar a BaekHyun sólo porque Sehun les diga que pare (aunque ni siquiera sé si es eso lo que les dijo o no. ¡Me voy ahorita a leer el siguiente y a enterarme!)

    Besitos~

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    1. Bueno... Yeol siempre es un encanto XD Bueno, últimamente me ha dado por JongIn, además que a LuHan lo utilizo mucho más en mis historias, así que quiero cambiar un poco XD (aunque a JongIn también lo utilizo mucho)

      Juro solemnemente que he visto como un grupo de chicas acosaba a un pobre nene... Bueno... Ya te enterarás de lo que pasa XD

      Besos ^^

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