Título: Legends are only legends… (or maybe not)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
RieMill (Rie + Mill) (OnlyOneOf)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, fantasy, drama
Número de palabras:
1.344 palabras
Resumen:
una de las muchas leyendas de aquel lugar contaba que alguien enviado por los
dioses salvaría a la humanidad de su absoluta destrucción.
Notas: la historia
se corresponde con el “day 29: legend” del OOOctober.
Comentario de autora: cambié el plot de esta historia al menos
cuatro veces mientras iba escribiendo las demás y cuando por fin la tuve que
empezar a escribir, acabé pensando en que hacer una amalgama de todas las ideas
que había tenido era lo mejor. Espero que os guste.
Legends
are
only
legends…
(or
maybe not)
YongSoo no podía evitar mirar por la ventana de
su habitación y sentir una terrible angustia por lo que veía en el exterior.
Fuera, prevalecía el caos. Las criaturas de la noche tomaban las calles,
asaltaban y mataban a todo aquel incauto que salía una vez se escondía el sol.
Tenían vía libre. Nadie les podía hacer frente. Las puertas del infierno habían
sido abiertas y no había forma de que fueran cerradas, dejando que todo aquel
caos ocupara las calles e incluso las viviendas que no estaban debidamente
salvaguardadas. YongSoo pasaba las noches en vela, vigilante, sintiendo que en
cualquier momento algún monstruo podía entrar a casa y matarlo sin que él
pudiera hacer absolutamente nada por evitarlo. Una vez aquel caos había sido
desatado, ya nadie podría hacer nada por arreglarlo, las puertas del infierno,
una vez abiertas, ya no se podían cerrar. Había leyendas, muchas leyendas sobre
aquello en el lugar, leyendas sobre lo que pasaría si las puertas se llegaban a
abrir y había también una leyenda que contaba que alguien enviado por los
dioses salvaría a la humanidad de su absoluta destrucción… pero YongSoo no
creía que aquellas leyendas sobre un salvador fueran reales. Una vez las
puertas del infierno se habían abierto ya no había nada más que hacer, solo
esperar la muerte. Las noches eran largas, demasiado largas, pero cuando
finalmente el sol comenzaba a aparecer en el horizonte, los monstruos se iban.
Todas aquellas criaturas que sembraban el caos volvían a la oscuridad del
infierno y les daban un respiro. Un breve respiro porque a la siguiente noche
volvían a poblar sus calles.