viernes, 22 de octubre de 2021

[One Shot] OOOctober: Tasty mouth {KyuJung}

Título: Tasty mouth

Autora: Riz Aino

Pareja: KyuJung (KB + YooJung) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, fantasy, smut, pwp

Número de palabras: 1.451 palabras

Resumen: en ocasiones, el licor de hadas, puede afectar a cómo las hadas se relacionan entre ellas… KyuBin no lo sabía, pero lo experimenta esa noche de la mano de TaeYeob.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas bajo la influencia del “alcohol”.

Notas: la historia se corresponde con el “day 22: tasty” del OOOctober.

Comentario de autora: no he escrito mucho sobre hadas, pero es un tema que me interesa bastante, así que estoy encantada con hacer algo sobre hadas en esta colección también. Espero que os guste.

 

Tasty mouth

 

            Las fiestas de las hadas eran siempre eran caóticas. El bosque se llenaba de música, de colores, de licor, del eco de la risa de las hadas, de sus voces al cantar, dejándose llevar, inhibiéndose, bailando y relacionándose las unas con las otras. KyuBin siempre las había visto de lejos, había disfrutado de ellas desde el margen exterior, sin mezclarse, solo viendo cómo el mundo se volvía patas arriba durante todo lo que durase la fiesta en cuestión, que podían ser horas o semanas. Le gustaba ser un mero espectador, aunque en alguna ocasión había sentido deseos de mezclarse con las demás hadas y compartir con ellas todo lo que veía desde fuera; no obstante, nunca había acabado haciéndolo, sabiendo que aquello de desinhibirse no iba con él. Sin embargo, aquella noche, todo cambió para KyuBin.

 

            Como siempre, había acudido a la llamada de la fiesta y se había sentado a disfrutar de ella en la linde del claro que se encontraba en mitad del bosque, para poder verlo todo y disfrutar de la fiesta observando a sus congéneres cantar, beber y bailar. No obstante, unas horas más tarde, cuando la fiesta estaba en pleno auge, hasta el lugar donde se encontraba KyuBin llegó alguien conocido, TaeYeob, que se dirigía hacia él desde el mismísimo centro de la fiesta, un cáliz lleno a rebosar de licor de hadas en su mano, riendo y totalmente despeinado por haber estado bailando sin freno. El hada se acabó sentando a su lado, su cabeza descansando sobre su hombro, su cuerpo todavía vibrando por su risa. TaeYeob y él no eran especialmente cercanos, se conocían, como todas las hadas de aquel bosque se conocían las unas a las otras, pero no recordaba que hubieran mantenido ninguna conversación fuera de la cordialidad y nunca antes habían estado solos como lo estaban de esa manera.

 

            —Nunca te había visto en las fiestas y pensaba que no venías —le dijo TaeYeob—, pero JiSung me ha dicho que solías venir a observar desde la linde lo que sucedía y cómo los demás nos divertíamos —se separó de su hombro y lo miró, tendiéndole el cáliz que tenía en la mano—. Por eso he venido a buscarte y a traerte algo de beber.

            —Muchas gracias —dijo KyuBin—, pero no me gusta beber y lo evito siempre que puedo.

            —¿No te gusta? —preguntó el otro, pareciendo totalmente extrañado—. El licor sabe muy bien, seguro que no lo has probado de la forma adecuada.

 

            KyuBin no sabía a qué forma podía referirse TaeYeob, pero tampoco les prestó demasiada atención a sus palabras porque el otro ya debía de haber bebido bastante. No obstante, acabó fijando sus ojos en él porque éste se bebió de un trago el licor que le había tendido un momento antes, sorprendido por su capacidad de beber, pero antes de que pudiera hacer algún comentario al respecto, TaeYeob dejó el cáliz vacío sobre el suelo y acercó su rostro al suyo, sujetándolo con sus manos, haciendo que sus labios chocasen con los suyos. KyuBin abrió su boca por la sorpresa e inmediatamente notó el sabor fuerte del licor en lengua, pasando de la boca de TaeYeob a la suya, teniendo que tragar porque no podía hacer otra cosa. El licor ardió en su garganta, pero los labios de TaeYeob le sabían como el más dulce azúcar y acabó moviendo su boca contra la suya, queriendo saborear aquellos labios una y mil veces más. Sus lenguas se unieron y jugaron la una con la otra, sus salivas se mezclaron y, para cuando se separaron, TaeYeob jadeaba. Despeinado y sudado como estaba por haber estado antes bailando, los ojos oscuros mirándolo con un brillo salvaje y con los labios rojos y levemente hinchados por el beso que acababan de darse, TaeYeob parecía la encarnación del deseo sexual y KyuBin, que estaba comenzando a notar cómo el alcohol que había bebido de su boca se le subía a la cabeza y sus pensamientos y acciones dejaban de pertenecerle enteramente, no pudo evitar lanzarse sobre él.

 

            Cuando la espalda de TaeYeob acabó contra la hierba del claro, KyuBin se colocó sobre él y comenzó a besar sus labios, a besar aquella deliciosa boca que sabía demasiado bien. TaeYeob respondió al instante sus besos, haciendo que éstos se volvieran muchísimo más intensos y más húmedos, provocando que KyuBin se dejase llevar cada vez más por lo que sentía en esos momentos, sin pensar en nada que no fuese querer comerse entero, de la cabeza a los pies, al hada bajo él. Y lo hizo. A KyuBin no le importó que estuvieran en el mismo claro en el que a unos pocos de metros las demás hadas danzasen, cantasen y bebiesen, donde los podían ver si giraban su cabeza en su dirección, solo besó a TaeYeob en cuanto abandonó sus labios por todo su cuerpo, primero su cuello, después sus hombros, sus clavículas, su pecho, retirándole la ropa sin ningún pudor, descubriendo su cuerpo, su piel blanca y suave y sensible, que se erizaba con cada contacto suyo. KyuBin lo besó por todas partes, lo lamió entero y le dejó algún que otro mordisquito intenso que le dejaría marca. Lo desnudó al completo y trató sus piernas de la misma forma que había tratado su pecho, empezando desde sus pies, recorriéndolas hacia arriba hasta llegar a la cara interna de sus muslos, cerca de su entrepierna, donde se entretuvo dejando mil y una marcas antes de finalmente prestarle atenciones a su miembro, duro, erecto, besándolo, lamiéndolo y engulléndolo después, escuchando por encima del ruido de la fiesta los gemidos de TaeYeob, intensificándose más y más hasta que finalmente acabó corriéndose dentro de su boca, su semen espeso cayendo profundo en su garganta, KyuBin tragando, adorando aquel sabor casi tanto como adoraba el sabor de su boca.

 

            Cuando se alejó un poco de él para observarlo, TaeYeob estaba desecho, completamente desecho sobre la hierba, respirando de forma entrecortada, su boca entreabierta y su pecho subiendo y bajando de forma errática, mucho más despeinado que antes, con pequeñas briznas de hierba enredadas en su cabello largo. KyuBin se sintió muy caliente, demasiado caliente. Le había encantado probar su sabor, pero necesitaba mucho más. Sentía que no cabía dentro de su ropa y necesitaba liberarse. Así, mientras TaeYeob todavía se recuperaba de su orgasmo, KyuBin se desnudó completamente, liberando su miembro totalmente erecto y necesitado, a punto de estallar, de la prisión de su ropa y se inclinó de nuevo sobre TaeYeob, rozando la punta de su miembro contra su entrada, sintiendo cómo éste se amoldaba perfectamente a la presión y cómo podía introducirse en él sin ninguna dificultad, así que, lo hizo. TaeYeob volvió a gemir, alto, muy alto, y KyuBin no pudo evitar tampoco dejar escapar un gemido al internarse en él completamente, sus paredes apretándolo de una forma increíble. No tardó en comenzar a moverse rápido, completamente enloquecido por las sensaciones, queriendo alcanzar el orgasmo en su interior lo más pronto posible, hasta que al final, acabó haciéndolo. Su cuerpo se tensó unos momentos mientras se corría dentro de TaeYeob, todos sus músculos completamente en tensión, hasta que se relajaron por completo y se quedó sin fuerzas. Salió del cuerpo de TaeYeob y después se tumbó con cuidado sobre él, respirando de forma entrecortada por el esfuerzo, con una sonrisa de felicidad absoluta en su rostro, completamente satisfecho.

 

            KyuBin no había sabido hasta aquel momento lo divertidas que podían ser las fiestas bebiendo un poco de licor de hadas y nunca se habría imaginado lo increíblemente que sabía TaeYeob… pero ahora que sabía ambas cosas, estaba completamente seguro de que no iba a querer renunciar a ninguna de ellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

—Estuve escribiendo este fic el mismo día en el que TaeYeob subió una foto despeinado después de bailar y KyuBin soltó que “TaeYeob tastes thick and deep” al ver el baile que había hecho y pues… me ayudó mucho con esto… os doy las gracias, guapos.

 

 

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