Chapter Five
El tiempo pasaba
demasiado rápido para InSeong a veces. Tan solo hacía un par de meses que su
madre le había presentado al señor Park y a su hijo en una cena a traición en
la que le había contado que se iba a volver a casar y que los nuevos “miembros
de la familia” se iban a vivir a su piso, pero en aquellos momentos se
encontraba en el convite de la dicha boda, tratando todavía de asimilar que su
vida definitivamente había cambiado por completo, sin llegar a hacerlo porque
el chico se agarraba a un clavo ardiendo antes de admitir que todo lo que él
conocía y todo a lo que se había acostumbrado se iba por la borda. Ya no solo
eran su madre y él, como lo habían sido todos aquellos años desde la muerte de
su padre y ya no eran solo él y Mina, como siempre lo habían sido. Por no
contar con que el nuevo inquilino de su habitación y su cama, cada día que
estaba con él era un poco más pegajoso que el anterior, como si el frío que
empezaba a hacer le estuviera afectando y quisiera estar lo más cerca de una
fuente de calor humana de lo que debería, algo que a InSeong lo ponía un poco
de los nervios porque tenían calefacción en el piso y SeungJun no necesitaba
estar pegado a él y, por si todo aquello fuera poco, el chico a veces tenía
momentos aleatorios en los que su cerebro pensaba que realmente aquello no
estaba tan mal y que SeungJun podía pegarse a él cuánto quisiera.