Título: 奇跡 (Miracle)
Autora: Riz Aino
Pareja:
JangYeol (DaeYeol + JangJun) (Golden Child)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, high school, magic, romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.114 palabras
Resumen: “Si de verdad
desarrollo superpoderes, saldrás conmigo”.
Notas: historia inspirada en la película que grabaron Gol–Cha
para la promo de su primer comeback, “Golden Movie”, donde los niños practican
para tener superpoderes.
Comentario de
autora: al principio comencé a
escribir la historia sin tener muy bien planteado qué era lo que iba a ocurrir,
solo tenía las cuatro cosas básicas que quería que pasaran, pero rellené los
huecos de forma bastante coherente. Espero que os guste.
奇跡 (Miracle)
—Si
desarrollo superpoderes, saldrás conmigo.
DaeYeol
estaba tranquilamente en la cafetería sentado con sus amigos comiéndose el
almuerzo de aquel día cuando escuchó aquellas palabras dichas a su lado y alzó
la cabeza mientras sorbía los fideos, encontrándose al hacerlo a un chico que
iba un curso por debajo que él y que DaeYeol había visto en alguna ocasión
antes. No sabía cómo se llamaba siquiera. El chico lo miraba seriamente después
de haber soltado aquella enorme gilipollez por su boca como si fuera la cosa
más sensata del universo y DaeYeol sintió ganas de llevarlo al manicomio más
cercano… aunque era una lástima que éstos hubieran cerrado décadas atrás,
porque el muchacho no habría desentonado allí dentro con los demás locos.
—¿Lo
qué? —tuvo que preguntar DaeYeol, por si acaso no había escuchado bien y lo
estaba tildando de loco solo porque él se estaba quedando medio sordo.
—Que,
si desarrollo superpoderes, tendrás que salir conmigo —le replicó el otro,
confirmándole que sí, que el manicomio era el mejor lugar para aquel chico que
se había presentado ante él mientras comía nada más que para decir
gilipolleces.
—¿A
ti te pasa algo en la cabeza? —preguntó, pero el otro pareció un poco ofendido
por aquella cuestión, DaeYeol no pudo entender el motivo.
En ese
momento, DaeYeol recibió una patada por debajo de la mesa que hizo que
rápidamente se girara hacia su amigo SungYoon, que empezó a hacerle muecas
moviéndole las cejas y señalándolos con sus gestos a él y al chico que estaba a
su lado. al principio, no tenía ni idea de qué era lo que le estaba intentando
decir con aquello, pero después de unos momentos, una bombilla se encendió en
su cerebro y DaeYeol supo qué era exactamente lo que SungYoon estaba queriendo
decirle. Básicamente, lo que le estaba proponiendo era que le siguiera el juego
al otro el tiempo que fuera, que no iba a desarrollar superpoderes por mucho
que lo intentara, así que, él no iba a perder nada aunque le dijera que
aceptaba aquello. Era una buena idea, porque así se ahorraba el tener que
rechazarlo allí mismo, delante de todo el mundo, tenía una reputación que
mantener de buena persona como delegado que era. SungYoon era un buen amigo y
tenía unas ideas brillantes.
—Está
bien —le dijo al otro chico, volviéndose hacia él—. No estoy muy convencido con
eso de que puedas desarrollar superpoderes, pero cuando los tengas, búscame y
enséñamelos.
—No
te arrepentirás de esto —murmuró el otro chico, con su rostro iluminado por una
encantadora sonrisa—. El día del eclipse te mostraré lo que puedo hacer.
Justo
después, se fue de su lado, corriendo como si toda aquella situación lo hubiera
lo hubiera avergonzado de repente. DaeYeol hizo una mueca mientras volvía a su
sopa para terminar de comérsela, tal y como había estado haciendo antes de la
interrupción; sin embargo, no pudo comer tan tranquilamente como lo había
estado haciendo antes porque sus amigos no pararon de comentar lo que había
sucedido, completamente interesados en aquel tema y en averiguar quién era
aquel chico y qué era lo que pretendía hacer para desarrollar superpoderes.
DaeYeol solo quiso tirarles la sopa encima, pero tenía mucha hambre y no era
cosa desperdiciar la comida de aquella forma.
En los
siguientes días, sus amigos le descubrieron que el chico que le había pedido
salir de aquella manera tan estrambótica se llamaba JangJun y que todas las
chicas de su curso habían estado enamoradas de él en primero, hasta que él las
había reunido a todas y les había dicho que era gay, algo que luego se había
extendido por el instituto, al parecer, justo en la semana en la que DaeYeol
había estado con gripe en su segundo año y por eso se había perdido aquel show.
También, sus amigos descubrieron que el chico se pasaba todas las tardes
después de clase practicando sus “superpoderes”, que consistían en la telequinesis,
por lo que JangJun se pasaba las tardes tratando de mover objetos a su
alrededor con la mente, sin éxito, todo había que decirlo.
Durante
la primera semana, todos estuvieron pendientes de cómo lo hacía, de cuál era su
evolución con el desarrollo de los poderes… pero, al final, todos se cansaron
de aquello porque el muchacho no hacía ningún avance. DaeYeol lo había sabido
desde el principio, que no iba a desarrollar superpoderes por mucho que lo
intentara, porque los superhéroes con superpoderes no existían más que en los
comics. Solo un milagro haría que al final, el chico desarrollara esos
superpoderes que lo convertirían de inmediato en su novio, pero DaeYeol estaba
bastante seguro de que los milagros no se producían tampoco en el mundo real.
El día
del eclipse llegó un par de semanas después de que el acuerdo tuviera lugar y a
DaeYeol le llegó el aviso por uno de los amigos de JangJun de que debía
reunirse con él en el patio trasero mientras el fenómeno se producía. El chico
se sintió un poco molesto porque por aquella tontería se acabaría perdiendo el
eclipse, pero suponía que aquello sería bastante corto, por lo que no se
perdería mucho. Así que, cuando llegó la hora y todo el instituto se concentró
en el patio delantero para ver perfectamente el eclipse, DaeYeol se dirigió en
cambio hacia el trasero para encontrarse con JangJun, con la certeza de que
aquello simplemente lo iba a hacer perder el tiempo porque era imposible que el
otro hubiera desarrollado superpoderes.
Y, sin
embargo, cuando JangJun se presentó ante él con varios objetos y comenzó a
moverlos uno a uno sin tocarlos de ninguna manera, DaeYeol se quedó
completamente de piedra porque aquel chico le había demostrado que tanto los
milagros como los superpoderes existían.
—¿Cumplirás
tu promesa y saldrás conmigo? —le preguntó en ese momento el chico, dejando
caer al suelo uno de los objetos que había hecho levitar, de forma completamente
seria. DaeYeol no tuvo opción.
—Sí,
cumpliré mi promesa —respondió.
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